NUESTRAS PRODIGIOSAS MANOS
Publicado en
diciembre 04, 2011
© 1988 POR JUNE CALLWOOD. CONDENSADO DE "THE GLOBE AND MAIL" (13-1-1988), DE TORONTO, CANADÁBendicen, curan, protegen, sujetan... y son la envidia de la lengua
Por June CallwoodLAS MANOS, escribió Thomas Traherne, poeta inglés del siglo XVII, pueden "aplicarse a cualquier cosa que la razón sea capaz de imaginar o desear".
La mano humana supera a todas las maravillas de la tecnología moderna. Relacionada en sentido evolutivo con la aleta y el ala, es infinitamente más utilizable que cualquiera de ellas. Los primeros primates que fueron dotados de pulgares oponibles tuvieron manos que podían construir armas para cazar y, después, arados. Cuando la inteligencia humana se puso a la par de esas manos hábiles, el género entero inició el ascenso histórico que lo llevaría hasta la Luna."Contemplad las manos", señaló Montaigne, el gran filósofo y moralista francés, hace más de 400 años: "cómo prometen, invocan, ruegan, amenazan, oran, suplican, rehusan, llaman, interrogan, admiran, confiesan, adulan, instruyen, ordenan, ridiculizan, ¡y qué sé yo! Además, hacen todo esto con una variación y multiplicaciones de la variación que son envidia de la lengua!" La gente no sólo puntualiza y adorna el habla con movimientos de las manos, sino que, en una crisis, posiblemente las utilice en lugar de las palabras. Las manos hablan un idioma universal. Los pueblos aborígenes de Norteamérica superaron sus barreras lingüísticas tribales mediante un complicado lenguaje por señas; hoy día, los modernos viajeros en tierras extrañas usan las manos de manera muy parecida al solicitar instrucciones.Las manos tienen cuatro superficies: dorsal, volar (la palma), radial (lado del pulgar) y cubital (lado del meñique). El dorso no reviste particular interés, pero el anverso es sorprendente. No existen dos manos iguales, ni siquiera las de una misma persona. Las líneas de la palma y las espirales de la yema de los dedos son tan distintivas, que durante siglos se han empleado con propósitos de identificación personal.Los rebordes de nuestros dedos, como los surcos de un neumático, sirven para aferrarse mejor a cualquier superficie. Aristóteles creía que las líneas de la palma predecían la longevidad. La quiromancia, a la que su teoría favorece, lo antecede. Ya en el año 3000 a. de C. los místicos chinos leían la palma de la mano como un mapa de carreteras. Desde entonces, los partidarios de este tipo de adivinación han estudiado la "línea del destino", que apunta al largo dedo medio o cordial, y la "línea de la vida" o pliegue tenar, que circunda la base del pulgar, logrando diversos grados de precisión profética.Como la palma de la mano es vital para la supervivencia, está dotada, al igual que la planta de los pies, de abundantes nervios especializados, los cuales envían señales de dolor agudo al cerebro cada vez que la seguridad de la superficie se ve amenazada por el fuego o por objetos punzocortantes.La palma y la planta poseen una gran concentración de glándulas sudoríparas, que se contraen en el clima frío y se dilatan cuando hay fiebre o miedo. No obstante, su piel es más seca que la de otras partes del cuerpo, porque no es deseable que resulten resbaladizas.Además, estas zonas están revestidas con más capas de piel para protegerse de la excesiva fricción a la que se ven sometidas. Mientras que la piel de otras partes del cuerpo mide unos 0.4 milímetros de espesor, la de la palma de las manos y la planta de los pies puede llegar a tener un grosor de dos y cinco milímetros respectivamente.Las anomalías congénitas de las manos son, por suerte, raras. De vez en cuando, un nene cuyo desarrollo embrionario fue alterado presenta un número anormal de dedos, o dedos y pulgares que tienen un tamaño extraño. A los cirujanos les encanta practicar la reconstrucción de la mano, sobre todo ahora que la explosión del conocimiento ha permitido crear técnicas como las de reimplantación y reconstrucción de dedos.Los cuatro dedos tienen nombres específicos: índice, medio o cordial, anular y meñique. El pulgar, que ejecuta el 40 por ciento del trabajo manual, merece más aprecio que el que se le otorga. Sin el pulgar, la mano no podría sujetar bien las cosas, y es precisamente la habilidad para sostener objetos diminutos lo que ha dado al mundo sus microcirujanos y artistas.Se han hecho cientos de intentos por clasificar las manos según su forma, sin conseguir resultados sólidos. Los quirománticos, personas con mucha imaginación, suelen insistir en que las manos reflejan la personalidad. Una de sus escuelas, por ejemplo, sostiene que cierta forma clasificada como "elemental" se asocia con personas que son rudas y atléticas; la forma calificada de "motriz" denota inteligencia, la "sensitiva" significa que la persona es soñadora; y la "psíquica" corresponde a quienes son perceptivos. Esto no obstante, el pianista ruso Antón Rubinstein tenía manos de cavador de zanjas.Las manos cumplen una función en las religiones. Los clérigos bendicen con ellas; en el arte judaico primitivo, una mano descendiendo del cielo simbolizaba la presencia de Dios.También desempeñan un papel importante en las curaciones. Las manos reconfortan a los enfermos y parecen atenuar el dolor. En todo el mundo, la gente coloca inmediatamente las manos sobre cualquier herida que sufre.Nuestras manos también se maltratan. Cuando abusamos de ellas, procuran protegerse con callos. Los golfistas y obreros los desarrollan en la palma; los joyeros y grabadores, en los pulgares; a los albañiles se les forman en el índice; a los dentistas, en el dedo medio; a los sastres, en el pulgar de la mano con que sujetan las tijeras; a los violinistas, en la punta de los dedos. Los nudillos pueden degenerar con el uso intenso de los dedos, como ocurre con las mecanógrafas. Al envejecer la destreza manual disminuye y desaparece la grasa, resaltándose naturalmente las venas.¡No importa, porque nuestras manos seguirán siendo un prodigio!