Publicado en
noviembre 20, 2011
Son las 2:00 am. Venancio tiene temperatura alta y su amigo Juan le dice:
― Hay que hablarle a Paco, él siempre sabe qué hacer. Marcan el número y contesta Paco, medio dormido: ― ¿Bueno?― ¡Paco... Soy Juan!. ¡Fíjate que Venancio tiene alta temperatura y no sabemos qué hacer! ― Dile que se compre unos supositorios.Paco cuelga. Juan le dice a Venancio: ― Dice Paco que te compre unos supositorios. ― ¿Y dónde los vamos a comprar?, ―pregunta Venancio―. Vuelven a llamar a Paco. ― ¡Bueno!― Fíjate, Paco, que no sabemos dónde comprar los supositorios. ― ¡Coño, pues en la farmacia!, ―y cuelga muy enojado―.Van Juan y Venancio a la farmacia.― ¿Me da unos supositorios, por favor? ― ¿Para niño o para adulto?, ―pregunta el boticario―.Se miran los dos amigos y dicen: "Hay que hablarle a Paco". ― ¡Bueno! ― Mira, Paco, no sabemos si comprar los supositorios para adulto o para niño. ― Imbécil, ¿qué es Venancio? ¿Un adulto o un niño? ― Pues un adulto. ― ¡Carajo, pues cómprale los de adulto!Compran los supositorios y se van a casa. Cuando ven el supositorio se empiezan a preguntar: ― Bueno, ¿y esto qué? ¿se toma? ¿se unta? ¿se mastica? ¿o qué?... Hay que hablarle a Paco. ― ¡Bueno!― Paco, es que ya compramos los supositorios pero no sabemos si se untan, se mastican o se toman. ― ¡¡¡Coño!!!, ¡¡Dile a Venancio que se los meta por el cul#$%!!Y cuelga. ― Venancio, pues yo creo que mejor te lo tomas con un vaso de agua porque Paco ya se arrechó…