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octubre 23, 2011
CONDENSADO DE "WALKING MEDICINE", © 1990 POR WALKING WORLD, Y PUBLICADO POR McGRAW-HILL, INC., DE NUEVA YORK, NUEVA YORK. FOTO: ROBERT MILAZZOCaminar es un método sin esfuerzo para adquirir mejor aspecto y sentirse mejor
Por Gary Yanker y Kathy BurtonA LOS 35 AÑOS, Stephen Watkinson era un fumador empedernido y tenía un sobrepeso de 45 kilos. Su condición física era tan mala que hasta subir escaleras le costaba mucho trabajo. Un buen día, sufrió un ataque cardiaco.
Después de practicarle la derivación de la circulación cardiaca {by pass), el cirujano le advirtió a Stephen que no estaría en condiciones de ingresar en un programa organizado de rehabilitación cardiaca mientras no fuera capaz de caminar un kilómetro y medio. Stephen se sometió a una dieta estricta y comenzó a caminar con regularidad, lo cual incrementó su vigor. Al cabo de dos años ha perdido los 45 kilos excedentes, y su frecuencia cardiaca en reposo muestra la impresionante cifra de 48 latidos por minuto."Al principio, caminaba porque no deseaba tener otro ataque", comenta. "Ahora camino por placer". Stephen Watkinson ha descubierto que las caminatas son muy saludables. En un estudio sobre los ejercicios aeróbicos, los investigadores descubrieron que la mala condición física es tan peligrosa como el tabaquismo o la alta concentración de colesterol en la sangre.La buena noticia es que el ejercicio moderado puede abatir considerablemente las probabilidades de morir de cardiopatía, de cáncer y de algunas otras enfermedades. Los investigadores piensan que la mitad de la decadencia que generalmente se asocia al envejecimiento se debe a la vida sedentaria. Hacendo ejercicio, la persona puede conservar hasta el 80 por ciento de sus facultades físicas entre los 30 y los 70 años.Un programa prudente de caminatas mejora de forma notable el bienestar físico y emocional. Y quienes más se benefician son las personas sedentarias que se vuelven activas en forma moderada; que caminan a paso vivo durante media hora cada día. He aquí cómo benefician las caminatas:ALIVIAN MOLESTIAS Y DOLORES
Los músculos y las articulaciones se ponen rígidos y se atrofian cuando no se utilizan con regularidad. Caminar (con ejercicios de estiramiento y fortalecimiento) constituye la mejor defensa contra estas afecciones, porque conserva flexible el cuerpo sin someterlo a demasiado esfuerzo.
Durante las actividades de fuerte impacto, tales como correr o practicar ejercicios aeróbicos, los pies golpean el suelo con una fuerza equivalente al doble o al cuádruple del peso corporal. Existe la posibilidad de que este golpeteo lesione los músculos y las articulaciones, especialmente de las extremidades inferiores. Al caminar, en cambio, sólo se ejerce una fuerza igual a una vez y media el peso corporal.Susan Henricks, de 35 años, competía en maratones. Su intenso entrenamiento le causó esguinces de tendones y otras lesiones, pero todo lo soportó por el deporte. Hace pocos años, cuando los médicos le descubrieron una fractura de la pelvis, Susan optó por la caminata atlética, que exige más fuerza muscular que correr, pero impone menos sobreesfuerzo a la espalda y a las articulaciones.Susan sigue compitiendo en maratones, pero como marchista, y no ha vuelto a lesionarse.LE HACEN VERSE MEJOR
Conforme envejecemos, todos resentimos el efecto de la gravedad en la carne, que pierde firmeza. El problema es que después de los 30 años se pierde masa muscular. En efecto, un cincuentón que pese lo mismo que cuando tenía 20 años, parece pesar más que cuando era veinteañero.
Un programa de caminatas vigorosas con enérgicos movimientos sincronizados de los brazos ayudará a mucha gente a ser esbelta. Esta actividad —a la que llamo "marcha dinámica"— sirve para fortalecer y tonificar los principales grupos musculares, incluidos los hombros y los brazos, la espalda y el adbomen, las piernas y los glúteos. Además, me-jora la circulación y la flexibilidad de las fibras musculares. Así se prevendrán algunas lesiones que suelen afligir a los atletas de fin de semana: desgarramientos musculares, torceduras de ligamentos y tenonitis (inflamación dé los tendones).Quizá no logre usted recuperar su figura de adolescente, pero la marcha dinámica le servirá para seguir todo lo esbelto, ágil y saludable que permitan su edad y estilo de vida.DISMINUYEN EL ESTRES
Tres veces por semana, el doctor Hampton Roy, oftalmólogo de 53 años, camina 11 kilómetros para ir a su trabajo. El ejercicio le permite darse "un tiempo para reflexionar" y le sirve de sedante. El doctor Roy inició sus caminatas como ejercicio habitual cuando tenía un poco más de 30 años, pero las suspendió ocho años después. Durante los tres años siguientes se tornó más irritable. A instancias de su esposa decidió reanudar las caminatas, y ya no las ha interrumpido.
La vida diaria está llena de sucesos que generan estrés y desequilibran el sistema nervioso, aceleran la frecuencia cardiaca y elevan la presión arterial, con la correspondiente tensión muscular.El psiquiatra Claude Miller recomienda dar una caminata de 15 minutos a paso vivo cada vez que sienta uno que aumenta la tensión nerviosa y también dos horas antes de acostarse, si padece uno insomnio. He ahí el mejor antídoto contra lo que él llama los "dos litros de agresión" que se entregan diariamente a las puertas de nuestra casa.AYUDAN A PENSAR MEJOR
Muchos artistas y filósofos estaban convencidos de que las caminatas les ayudaban a pensar con claridad y creatividad. Henry David Thoreau y Charles Dickens, que eran aficionados a caminar, recorrieron miles de kilómetros en el transcurso de su vida. Hoy se están acumulando las pruebas científicas de que, en efecto, el ejercicio corporal habitual estimula al cerebro.
Un estudio hecho en un hospital de ex combatientes, en sujetos de entre 55 y 70 años, reveló que quienes caminaron durante una hora, tres veces por semana, a lo largo de cuatro meses, lograron mejorar sus reflejos, su vista y memoria, superando a los que eran sedentarios o practicaban ejercicios no aeróbicos. El aumento en la circulación del oxígeno y de la sangre, así como algunos cambios en la bioquímica cerebral, parecen ser la explicación de estas mejorías.FORTALECEN EL CORAZON
El padre de Mady Bostain sufrió un ataque cardiaco a los 35 años y, a pesar de tomar las debidas precauciones —"siempre he caminado mucho", declara esta dama—, también a Mady le dio un infarto a los 69.
Pero las precauciones que tomó han valido la pena. Evitó los trastornos cardiacos hasta una edad avanzada. El año pasado, Mady caminó en total 6500 kilómetros, en trechos de 16 a 26 kilómetros diarios.La caminata a paso vivo obliga al corazón a bombear la sangre con más fuerza para llevar más oxígeno a los músculos. Este bombeo extra entrena al corazón para funcionar con más eficiencia y, por ende, para latir más lentamente en estado de reposo que el de la persona sedentaria. Caminar resulta tan benéfico, que la mayoría de los médicos lo recomiendan.FORTALECEN LOS HUESOS
Trida Stevens, que hoy tiene 58 años, ha practicado desde hace cinco la caminata a paso vivo. Comenzó a hacerlo por el dolor que sentía en tobillos y caderas y por el temor a enfermar de osteoporosis, como su madre, que por esta afección sufrió fracturas en ambas caderas. Ahora camina cinco kilómetros diarios, en promedio, cuatro días a la semana, y el dolor ha desaparecido.
La densidad de los huesos depende de cuánto ejercicio corporal se haya hecho y de cómo se haya alimentado la persona en la niñez y en la juventud. Cuanto más densos sean los huesos a los 35 años, tanto menor será el riesgo de padecer osteoporosis. La caminata —ejercicio en el que se sostiene el propio peso— aminora la pérdida de sustancia ósea, e incluso facilita el cre-cimiento de los huesos.Aunque la osteoporosis se combate mejor en la juventud, es posible mitigarla en personas de edad avanzada. Un estudio efectuado en una universidad demostró que la ingestión de dosis apropiadas de calcio y la caminata enérgica de una hora diaria, tres veces por semana, durante 22 meses, hicieron aumentar en un seis por ciento la densidad ósea de la columna vertebral en mujeres afectadas de osteoporosis.AYUDAN A ADELGAZAR
Después de los 25 años, el metabolismo —proceso en el que el organismo consume su "combustible"— se hace más lento, y la eliminación de la grasa se dificulta. Para adelgazar, casi todos necesitamos disminuir el aporte de calorías hasta alcanzar la meta deseada..., pero entonces volvemos a actuar como antes. La mejor manera de seguir esbelto consiste en reducir el aporte calórico y hacer ejercicio corporal.
Walter Stein tenía un sobrepeso de 45 kilos y padecía diabetes. Comía todo lo que lo perjudicaba y nunca hacía ejercicio. A los 46 años presentó coma diabético. Tras recuperarse, el médico le advirtió que no llegaría a los 50 si no imponía ciertos cambios en su estilo de vida.Walter participó por diversión en una caminata de 1600 metros, y al terminar la competición notó que no sentía hambre. Eso bastó para animarlo a caminar todos los días y someterse a una dieta de poca grasa y abundantes carbohidratos.En menos de un año, Walter perdió los 45 kilos que le sobraban y, con la ayuda de algunos fármacos, logró controlar la diabetes. Se ha aficionado a la caminata atlética; en 1990 ocupó el tercer lugar en el grupo de su edad, en un campeonato de 40 kilómetros. "Ya no retrocedo", comenta. "He ganado mi carrera: la carrera para seguir viviendo".