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Fortalece glúteos y piernas, beneficia al corazón y mejora la coordinación.
Saltar a la comba parece cosa de niñas o de boxeadores pero constituye un ejercicio excelente para cualquiera que desee mantenerse en forma: resulta simple, barato, divertido, no requiere apenas espacio y, bien hecho, da muy buenos resultadas. Entre ellos, mejora la coordinación, favorece la armonía rítmica, reafirma los músculos de piernas, pantorrillas, brazas y pectorales, tonifica los glúteos, mantiene flexibles las articulaciones, aumenta la capacidad pulmonar y cardiovascular y quema muchas calorías (se calcula que 30 minutos saltando pueden consumir hasta 315 calorías).
Pese a todos estos beneficios para la salud, saltar a la cuerda no es una actividad aconsejada para todos: si se padece alguna lesión en la espalda o las rodillas, o se sufren problemas respiratorios u óseos, mejor abstenerse.
Longitud de la cuerda. Para calcular su tamaño idóneo, si se pisa con los talones, los extremos se han de juntar con las manos a la altura del ombligo, con los brazos estirados.
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