Publicado en
mayo 02, 2011
Para recobrar la línea- Se lleva sólo un mes reeducar el estómago.Siéntase satisfecho comiendo mucho menos.
1997 POR SUSAN LEARNER BARR. CONDENSADO DE GOOD HOUSEKEEPING (JULIO DE 1997), DE NUEVA YORK.Por Susan Learner BarrSupongamos que a usted siempre le ha gustado comer, pero que de un tiempo acá el estómago se le ha vuelto un pozo sin fondo, al grado de que le pide cada vez más tentempiés entre comidas. ¿Será posible que le haya crecido?
Sí, dicen los expertos: el estómago se expande o se contrae según la cantidad de alimento que se ingiere."Cuanto más se come", señala la dietista Robyn Flipse, "más grande es la capacidad estomacal y la consiguiente necesidad de sentirse satisfecho".Lo bueno es que basta un mes para reducir la cantidad de alimento con que queda uno saciado en cada comida, y eliminar así algunos kilos de sobra.Hace mucho que los expertos en sobrepeso notaron la relación que existe entre los estómagos demasiado grandes y el apetito voraz. En un estudio, Alian Geliebter, psicólogo de un centro neoyorquino de investigación de la obesidad, les introdujo en el estómago a 14 sujetos obesos un globo conectado con una manguera y lo llenó de agua para medir la capacidad gástrica. Cada uno necesitaba unas cuatro tazas para sentirse incómodamente lleno. Después el investigador los sometió a todos a una dieta de pocas calorías durante cuatro semanas; al cabo de este tiempo volvió a medirles la capacidad estomacal y vio que ya sólo necesitaban unas tres tazas para quedar saciados.¿Cuánto tarda el estómago en expandirse? Algunos expertos dicen que de dos a cuatro semanas si en ese tiempo se come persistentemente de más. Una comilona ocasional no surte efecto inmediato, pero sí, si abre la puerta a seguir excediéndose. Si se tiene más hambre que de costumbre al día siguiente de un acceso de glotonería, no es porque uno se esté imaginando cosas; lo más probable es que el estómago ya haya crecido un poco.Es casi seguro que determinados hábitos alimentarios llevan a tener más apetito y a comer en exceso. Según Lawrence Cheskin, gastroenterólogo que encabeza un centro de control de peso en Baltimore, uno de ellos es engañar el hambre; es decir, comer muy poco en el curso del día para luego desquitarse en la cena. Muchos de quienes están a dieta creen que saltándose una comida ingieren menos calorías, pero rara vez resulta así. "Comer una vez al día lo deja a uno en un estado parecido a la inanición que es muy difícil sostener", advierte el experto en hábitos alimentarios John Foreyt. "En consecuencia, empezamos a comer cada vez más tentempiés durante el día y al mismo tiempo nos vamos acostumbrando a hacer la comida más fuerte por la noche".Esto no ocurre de inmediato después de una sola cena opípara, pero más vale prevenir: es posible empezar desde ahora a controlar las ansias inmoderadas de comer y sentirse satisfecho con menos.Para ello, ofrecemos a continuación lo que los expertos aconsejan:Haga comidas más ligeras a intervalos regulares. El secreto para controlar el apetito es hacer comidas moderadas y no dejar pasar demasiado tiempo entre una y otra. Cheskin y Geliebter recomiendan tres comidas y dos refrigerios al día, todos con mesura.Coma menos. Aplique estos sencillos y útiles trucos: entre bocados, ponga el tenedor en la mesa para dar tiempo al estómago de indicar al cerebro que se ha saciado. Retire los sobrantes en cuanto termine de comer.En fiestas de cumpleaños y otras ocasiones especiales, vale más fijarse un límite que quedarse con las ganas. Paladear siete bocados puede ser tan satisfactorio como zamparse 20. Quizá le ayude tomar antes una golosina saludable, como yogur semidescremado, fruta o cereal. Si el postre le es irresistible, compártalo con alguien.Coma fibra. Los alimentos ricos en fibra sacian más pronto: conviene empezar la comida con una ensalada o una sopa de verduras, y terminarla con una porción de fruta. Cada plato debe aportar menos de 200 calorías.Tome agua. Un vaso antes de la comida y otro durante ella, cuando menos, ayudan a calmar el exceso de apetito.Aplaque sus antojos. Disminuya su avidez de cosas grasosas y azucaradas sustituyéndolas poco a poco con otras más saludables: una papa al horno en vez de papas fritas, y pollo asado a la parrilla en lugar de carnes a la milanesa. Seguramente se sentirá usted insatisfecho durante una semana o dos, pero al cabo de este tiempo cesará la sensación.MENU DE TRES COMIDAS Y DOS REFRIGERIOS PARA UN DIA
Desayunos: 1 porción de avena (1/2 taza de hojuelas) con 120 ml de leche semidescremada; 1/4 de melón o 170 ml de jugo de fruta; 1 rebanada de pan tostado con 1 cucharadita de mantequilla o margarina (unas 500 Calorías).A media mañana: 1 plátano o l manzana (100 calarías).Comida: 115 g de carne de cerdo asada al horno o a la parrilla con 1 taza de espinaca y camote al horno, o 115 g de pescado asado a la parrilla con 1/2 taza de arroz y 1 taza de brócoli o coles de Bruselas al vapor. De postre, 1/2 taza de sorbete o helado semidescremado (de 500 a 600 calorías).Merienda: 1 porción de fruta y 237 ml de leche semidescremada (200 calorías).Cena: 1 sándwich de pan integral con 85 gramos de pavo, jamón o atún, 1 cucharada de mayonesa baja en calorías, lechuga y tomate; 1 bebida sin calorías o 237 ml de leche semidescremada (de 400 a 500 calorías).— S.L.B.