LA RISA, REMEDIO INFALIBLE
Publicado en
abril 22, 2011
Pregunta el niño:
—Mamá, ¿es cierto que los muertos se convierten en polvo ?—Sí, hijo.—Entonces, creo que hay un muerto debajo de mi cama.— Antonio lamar, ChiSteS centelleantes (selector, ciudad de méxico)Un hombre fue a consultar con su abogado para que le ayudara a redactar su testamento.
—¿Qué debo hacer? —le preguntó.—Déjemelo todo a mí —contestó el abogado.—Sabía que sus honorarios son altos —dijo el individuo—, pero también quisiera dejar algo a mis hijos.—Colaboración de Carolyn Ross (Bolton, Gran Bretaña)Subió a un autobús una señora con un bebé recién nacido y se sentó en una fila de atrás. Como el aire le daba en la cara al niño y la señora apenas podía taparlo, la mujer que iba a su lado le dijo al hombre que estaba en el asiento de adelante:
—Señor, ¿puede cerrar la ventanilla, por favor?—Es igual, es igual —repuso el pasajero sin moverse.Unos minutos depués, la mujer insistió:—Oiga, cierre la ventanilla. Al niño le está dando el aire en la cara.—Es igual, es igual —replicó el hombre sin inmutarse.Enfadada y refunfuñando, la mujer se levantó a cerrar la ventanilla, pero entonces se dio cuenta de que no tenía vidrio.—¿Ya ve? —señaló aquél—. Le dije que era igual.—Colaboración de Diana Jeannette García (Cuautitlán, México)Le pregunta una pulga a otra:
—¿Tú crees que haya vida en otros perros?—Colaboración de Anahí Devesa (San Nicolás, Argentina)En el cumpleaños de David, sus amigos le regalaron un loro muy bravo y malhablado. Para corregir sus malas inclinaciones, David lo hacía escuchar música suave y lo trataba con dulzura, pero por más que se esforzaba no conseguía que el loro dejara de soltar palabrotas ni de tirar picotazos.
Por fin David se fastidió y metió al loro en el congelador. Al principio el animal no dijo nada, pero luego empezó a chillar y a suplicar que le perdonaran la vida. Arrepentido, David lo sacó, y el pájaro se le posó educadamente en la mano.—Siento mucho haberte ofendido —dijo—. Por favor, perdóname. Prometo reformarme.David estaba atónito ante tan rápido cambio de actitud. Entonces el loro agregó:—Sólo dime una cosa: ¿qué hizo el pollo para que lo dejaran así?—Colaboración de Chris Parke (Estados Unidos)Había un hombre tan tonto, tan tonto, que se vistió de esmoquin para ir a la graduación de sus lentes.
—Colaboraciónde Margarita Montero (ciudad de méxico)Choca contra un iceberg un barco y empieza a zozobrar. La niebla es tan espesa que impide ver más allá de unos cuantos metros.
—¿A qué distancia estamos de la tierra más cercana? —pregunta un pasajero al capitán.—A tres kilómetros.—¡Entonces estamos salvados! —exclama jubiloso el pasajero—. ¿Hacia qué dirección está la tierra?—Hacia abajo —contesta lacónicamente el capitán.—Catón, Reforma (ciudad de méxico)Dos ratoncitos iban en su coche, cuando de pronto se pinchó un neumático. Los roedores se miraron, y uno de ellos propuso rápidamente:
—Yo cambio el neumático. Tú sacas el gato.— Colaboración de Angel Martínez (Milton, Estados Unidos)Una mujer, desesperada, increpa al marido:
—¡Te pasas el día sentado frente al televisor viendo los partidos de fútbol! ¿Cómo te puedo comunicar lo que siento?—Si es en vivo y en directo, ¡mucho mejor!—Kappel, Diario Río Negro (Río Negro, argentina)Arturito, con una tos terrible, llegó al jardín de niños de la mano de su mamá. Antes de despedirse, ella le hizo la siguiente recomendación:
—No te compres helado. No lo vayas a olvidar.Cuando la mamá llegó a recogerlo, le preguntó:—¿Compraste helado?—No, mamá. No compré nada. Me convidó mi amigo.—Colaboración de Emma Luisa Osorio (Veracruz, México)