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Las plantas aromáticas y medicinales fomentan la salud de nuestro huerto
Si queremos disfrutar de un huerto saludable y muy productivo, debemos intentar crear un espacio que albergue la máxima diversidad vegetal posible. Además, hay que procurar que crezcan en estrecha relación las plantas hortícolas para el consumo junto con una gran variedad de plantas medicinales, aromáticas y ornamentales. La vistosidad y el colorido de sus flores no sólo consiguen alegrar cualquier huerto, sino también crear unas condiciones favorables para atraer a insectos polinizadores que resultan muy beneficiosos. A ello hay que añadir que sus aromas repelen a muchos parásitos y enfermedades de una forma totalmente natural.
En el caso de que dispongamos de poco espacio, podemos limitarnos a sembrar o plantar plantas aromáticas como albahaca, cebollinos, apios o perejil, intercaladas entre los cultivos de tomates o lechugas. Aunque lo ideal es crear verdaderos setos medicinales alrededor de todo el huerto para generar una preciosa barrera aromática y protectora. Allí pueden crecer en positiva sinergia plantas medicinales tan variadas como lavandas, espliegos, salvias, romeros, tomillos, hinojos, capuchinas, laureles, consueldas, mejoranas, mentas, hierbabuena, tanacetos, manzanillas, aloe vera, ajedreas, tagetes, caléndulas o valerianas.