PLANTAS PARA LLEVAR DE VIAJE
Publicado en
enero 16, 2011
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Diarreas, picaduras de insectos o pequeños accidentes pueden llegar a complicar un viaje si no se ha previsto cómo hacerles frente. Un botiquín con remedios naturales resulta de gran ayuda.
Por Jordi CebriánLlegan por fin las tan esperadas vacaciones de verano y para muchos no se conciben sin un gran viaje. La apetencia por deslinos cada vez más lejanos y sofisticados, en paises con culturas muy distintas de la nuestra, se ha disparado en la última decada; se diría que para que un viaje resulte enriquecedor y emocionante ha de contener sus dosis justas de aventura. Y ciertamente viajar es uno de los mayores placeres que existen, un libro abierto pleno de experiencias y nuevas sensaciones, y una de las mejores vías de enriquecimiento personal. Pero viajar implica también incertidumbre y algo de riesgo, que es preciso asumir. Planificar bien un viaje, informándose de las condiciones sanitarias del destino elegido y de las precauciones que hay que tomar con los alimentos, resulta indispensable.
Incidencias aparentemente sin importancia muchas veces pueden llegar a amargarnos un viaje o incluso forzarnos a modificar la ruta: el trastorno horario o jet lag si se viaja en avión en largas travesías, la muchas veces inevitable «diarrea del viajero», mareos, insolaciones, fatiga y pequeños accidentes con contusiones, traumatismos, heridas con sangrado, picaduras de insectos y de medusas, quemaduras, lesiones como esguinces o desgarros musculares, etc.Tener unos mínimos conocimientos de fitoterapia, cuando se prefiere no recurrir a una medicina convencional siempre más agresiva, puede resultar una opción interesante. Basta con proveerse de un botiquín de viaje mínimo con el que enfrentarse a este tipo de contratiempos. Más aun si nos hallamos en parajes remotos, lejos de la civilización, o en comunidades donde las disponibilidades sanitarias son muy reducidas o inexistentes. Para ser práctico este botiquín debería contener remedios ya preparados, como cremas, pomadas, jarabes o extractos de plantas, o bien plantas de fácil preparación sobre el terreno. En este artículo proponemos seis plantas idóneas para incluir en este botiquínSALICARIA PARA LA DIARREA
Planta muy presente junto a los cursos de agua y en prados anegados, la esbelta salicaria (Lythnim salicaria) tiene las hojas ovato-lanceoladas y las flores de color rosa, agrupadas en largas espigas. Florece en verano y con fines medicinales se cosechan las sumidades floridas.
Sus propiedades: Resulta antidiarreica, astringente, demulcente, antisépticaCuándo conviene: El cambio de aguas, los alimentos en mal estado o simplemente el hecho de consumirlos crudos, pero también los estados de nervios por los imprevistos o la incertidumbre, pueden desencadenar episodios de diarrea puntual o prolongada. La salicaria es uno de los mejores recursos herbarios para plantar cara a un contratiempo tan engorroso. Usada externamente sirve también para aliviar las inflamaciones oculares, por picaduras de insectos u otros motivos, y las infecciones bucales.Cómo se toma: Se puede llevar una provisión de planta seca y prepararse una infusión con agua hervida, o bien llevarla en tintura para mezclarla con agua, en extracto liquido y cápsulas.HIPÉRICO PARA LAS QUEMADURAS
El hipérico (Hypericum perforatum) es una planta de floración estival bien conocida, que crece en los márgenes de bosques y caminos. Tiene las hojas elípticas, cargadas de glándulas translúcidas, y flores amarillas.
Sus propiedades: Es antiséptico, cicatrizante, dermoprotector, astringente, venotónico y tranquilizante.Cuándo conviene: Aparte de sus indicaciones como planta antidepresiva, el hipérico en uso externo se muestra muy útil para facilitar la regeneración celular de la piel y acelerar la cicatrización de heridas, rasguños y quemaduras solares. Se aplica también sobre llagas, contusiones y hematomas.Cómo se aplica: Resulta un recurso excelente para el botiquín, ya sea en Forma de oleato de hipérico, como de tintura y extracto hidroalcohólico. Se aplica en forma de masaje sobre el área dañada.Precauciones: Se le atribuye cierto efecto fotosensibilizante al entrar en contacto con la piel húmeda, por lo que se debe evitar la exposición solar inmediatamente después de su aplicación.CALÉNDULA PARA LAS PICADURAS
La conocida caléndula (Calendula officinalis) es una bella planta de jardín, de hasta 70 cm de alto, con las hojas espatuladas, pilosas, y capítulos florales de color anaranjado, orlados de lígulas anchas. Se cultiva en viveros y jardines, pero también aparece subespontánea.
Sus propiedades: Antisepiica. antibiótica, fungicida, antinflamaioria, dermoprotectora y cicatrizante.Cuándo conviene: Las picaduras de insectos son uno de los mayores quebraderos de cabeza de los viajeros, sobre todo en las zonas tropicales, pero también en el norte de Europa y de Estados Unidos. La caléndula se muestra muy eficaz para aliviar este problema. Reduce de forma rápida la hinchazón y evita que se infecte. Es igualmente adecuada sobre quemaduras solares leves, escaldaduras, irritaciones de la piel a causa de la ropa o el calzado, sobre contusiones y para desinfectar heridas.Cómo se toma: Lo más practico es llevar consigo una provisión de caléndula en pomada, tintura o bien el oleato.EQUINÁCEA PARA LOS RESFRIADOS
La equinácea (Echinacea angustífola y E. purpurea) es una conocida planta medicinal de origen norteamericano, que se cultiva también en Europa. Alcanza hasta medio metro de alto, con unas llamativas inflorescencias en capitulo, orladas de lígulas de color rosa o púrpura. Las flores y sobre todo la raíz se aprovechan con fines medicinales.
Sus propiedades: Se considera inmunoestimulame, antiinflamatoria, antiviral, bacteriostárica, sudorífica, antialérgíca, dermoprotectora y cicatrizante.Cuándo conviene: Llevar una provisión de equinácea en el botiquín puede ser útil por varios motivos. A nivel preventivo. refuerza las defensas y protege de las infecciones. Puede neutralizar las infecciones viricas y bacterianas, a las que se esta muy expuesto en viajes de aventura o en espacios donde no existen condiciones sanitarias mínimas. Ayudará a superar desde un resfriado común a los procesos gripales, las afecciones alérgicas con rinitis y conjuntivitis, faringitis, sinusitis y bronquitis. En aplicación tópica sirve igualmente para sanar heridas (incluso con pus), los abscesos, los forúnculos, las quemaduras leves y las inflamaciones en la piel.Cómo se aplica: Para mediar en afecciones respiratorias se puede llevar la equinácea en forma de jarabe, extracto o tintura. También se encuentra en cápsulas y comprimidos. Para uso externo, se puede llevarla en cremas o pomadas, o bien en tintura diluida en agua.Precauciones: Por vía oral, la equinácea está contraindicada durante el embarazo y la lactancia, y en personas con problemas inmunitarios.
Las pomadas de caléndula son muy eficaces para rebajar la inflamación de las picaduras de insectos, muchas veces inevitables en los destinos tropicales.LAVANDA, FRENO A LOS PARASITOS
La bella lavanda (Lavandula angustifolia) es una mata aromática, de ramitas erectas, hojas lineales, grisáceas, y flores azuladas, agrupadas en espigas densas.
Sus propiedades: Antiséptica, antiespasmódica, digestiva, carminativa. cicatrizante, diurética y sedante.Cuándo conviene: En uso interno la lavanda actúa como un sedante suave, muy útil para aplacar los estados de ansiedad y los nervios, como los que se producen en la víspera de un viaje o en las inevitables esperas aeroportuarias. Contribuye a vencer el insomnio y constituye un excelente recurso para combatir los espasmos gastrointestinales y las infecciones digestivas que pueden derivarse de un alimento en malas condiciones. Llevar iavanda en el botiquín sirve también para aliviar las inflamaciones y las infecciones producidas por las picaduras de insectos, las infecciones parasitarias de la piel -pediculosis- asi como la inflamación de oído y las infecciones por hongos, incluida la candidiasis.Cómo se aplica: Se puede preparar una infusión con la planta seca, pero resulta más fácil llevar un frasco de tintura de lavanda en el botiquín. Para uso externo se usa el aceite esencial o pomadas y geles que la contengan, aplicados en friegas.VALERIANA PARA LOS NERVIOS
La valeriana (Valenana officinalis) crece de forma silvestre en herbazales húmedos y márgenes de bosques en áreas montañosas de la mitad norte de la Península. Es una planta esbelta, de hasta metro y medio de alto, con las hojas segmentadas y las flores de color rosa pálido, reunidas en inflorescencias cimosas. Florece en verano y con fines medicinales se cosechan su raíz y rizoma.
Sus propiedades: Se considera sedante, relajante muscular, hipnótica, antiespasmódica, anticonvulsiva y ligeramente hipotensora.Cuándo conviene: Los nervios pueden ser frecuentes en muchas de las etapas de un viaje, como en las largas esperas en aeropuertos y aduanas. Llevar en el botiquín un tranquilizante natural es una idea excelente. La valeriana ayuda a templar los nervios y la irritabilidad, y favorece un sueño plácido, algo no siempre fácil cuando se viaja en avión. Calma las taquicardias, y sirve de igual manera para relajar la musculatura y aliviar contracturas y dolores neurálgicos como mialgias y ciáticas, que fácilmente pueden darse tras una excursión o un sobreesfuerzo físico.Cómo se aplica: La lorma más cómoda de llevar valeriana es en cápsulas y comprimidos, pero también es posible encontrarla en tintura, extracto líquido y el jugo de la raíz.Precauciones: Hay que tomarla en tratamientos discontinuos, de una semana, con dos o tres semanas de descanso.COMPLETANDO EL BOTIQUÍN
Junto a estas seis plantas, el botiquín puede enriquecerse con otras de fácil obtención en cualquier herbolario y que sirven para proteger de otros tantos trastornos muy usuales:
Ulmaria en tintura o jarabe o bien infusión de saúco para bajar la fiebre.Salvia en infusión o en extracto líquido en caso de insolación, para compensar la pérdida de agua.Romero y arnica en alcohol para aliviar golpes y dolores musculares.Propóleo para aplicar sobre heridas infectadas, quemaduras y pieles irritadas.Cardo mariano en tintura en caso de intoxicación alimentaria.Arcilla y papaina para tratar las picaduras de medusa.Mejorana en untura o extracto líquido para la jaqueca.Ginkgo en extracto liquido o capsulas para favorecer la circulación sanguínea en caso de inmovilidad prolongada. Eleuterococo en tintura, cápsulas o comprimidos para plantar cara a la fatiga y a la debilidad.Jengibre en tintura o extracto liquido para combatir los mareos en rutas marinas o carreteras muy sinuosas.![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoHBHOgTCS8hVlizzv1jHNqYA4VSGeHyzU592LyL4ajvWthrrORzEGO14u9jtLnqjOvMKpdxH20Ojq4yOC4hSMFlTZisZ6xozOoQ2mtx2_7MrpfHjf6ESfE4LHHLvGraJPYGGsvPy6iQ/s400/PLANTAS+PARA+LLEVAR+DE+VIAJE-3.jpg)
PRECAUCIONES BASICAS FUERA DE CASA
Tan necesario como el botiquín para curas es tomar precauciones básicas:Vestir ropa cómoda y elástica, y un calzado que no apriete.En viajes de avión largos, caminar por los pasillos para evitar el riesgo de trombosis venosa.Evitar consumir frutas y verduras crudas si no se pueden pelar.Si se asciende a cumbres altas tener presente el mal de altura.Usar sombrero gafas y filtros solares, y aplicarse cremas protectoras si se va a estar expuesto al sol.No beber agua sin embotellar si no existen garantías de su higiene.Evitar bañarse en aguas estancadas y en las playas que prefieren las medusas.Usar repelente para los insectos y si es necesario, también una red protectora para dormir.Fuente:
CUERPO MENTE - ESPAÑA - AGOSTO 2008