• 10
  • COPIAR-MOVER-ELIMINAR POR SELECCIÓN

  • Copiar Mover Eliminar


    Elegir Bloque de Imágenes

    Desde Hasta
  • GUARDAR IMAGEN


  • Guardar por Imagen

    Guardar todas las Imágenes

    Guardar por Selección

    Fijar "Guardar Imágenes"


  • Banco 1
    Banco 2
    Banco 3
    Banco 4
    Banco 5
    Banco 6
    Banco 7
    Banco 8
    Banco 9
    Banco 10
    Banco 11
    Banco 12
    Banco 13
    Banco 14
    Banco 15
    Banco 16
    Banco 17
    Banco 18
    Banco 19
    Banco 20
    Banco 21
    Banco 22
    Banco 23
    Banco 24
    Banco 25
    Banco 26
    Banco 27
    Banco 28
    Banco 29
    Banco 30
    Banco 31
    Banco 32
    Banco 33
    Banco 34
    Banco 35
    Banco 36
    Banco 37
    Banco 38
    Banco 39
    Banco 40
    Banco 41
    Banco 42
    Banco 43
    Banco 44
    Banco 45
    Banco 46
    Banco 47
    Banco 48
    Banco 49
    Banco 50

  • COPIAR-MOVER IMAGEN

  • Copiar Mover

  • Transición (aprox.)

  • T 1 (1 seg)


    T 2 (3 seg)


    T 3 (5 seg)


    T 4 (s) (8 seg)


    T 5 (10 seg)


    T 6 (15 seg)


    T 7 (20 seg)


    T 8 (30 seg)


    T 9 (40 seg)


    T 10 (50 seg)

    ---------------------

    T 11 (1 min)


    T 12 (5 min)


    T 13 (10 min)


    T 14 (15 min)


    T 15 (20 min)


    T 16 (30 min)


    T 17 (45 min)

    ---------------------

    T 18 (1 hor)


  • Efecto de Cambio

  • SELECCIONADOS


    OPCIONES

    Todos los efectos


    Elegir Efectos


    Desactivar Elegir Efectos


    Borrar Selección


    EFECTOS

    Ninguno


    Bounce


    Bounce In


    Bounce In Left


    Bounce In Right


    Fade In (estándar)


    Fade In Down


    Fade In Up


    Fade In Left


    Fade In Right


    Flash


    Flip


    Flip In X


    Flip In Y


    Heart Beat


    Jack In The box


    Jello


    Light Speed In


    Pulse


    Roll In


    Rotate In


    Rotate In Down Left


    Rotate In Down Right


    Rotate In Up Left


    Rotate In Up Right


    Rubber Band


    Shake


    Slide In Up


    Slide In Down


    Slide In Left


    Slide In Right


    Swing


    Tada


    Wobble


    Zoom In


    Zoom In Down


    Zoom In Up


    Zoom In Left


    Zoom In Right


  • CAMBIAR TIEMPO DE LECTURA

  • Tiempo actual:
    m

    Ingresar Minutos

  • OTRAS OPCIONES
  • ▪ Eliminar Lecturas
  • ▪ Historial de Nvgc
  • ▪ Borrar Historial Nvgc
  • ▪ Ventana de Música
  • ▪ Zoom del Blog:
  • ▪ Última Lectura
  • ▪ Manual del Blog
  • ▪ Resolución:
  • ▪ Listas, actualizado en
  • ▪ Limpiar Variables
  • ▪ Imágenes por Categoría
  • PUNTO A GUARDAR



  • Tipea en el recuadro blanco alguna referencia, o, déjalo en blanco y da click en "Referencia"
  • CATEGORÍAS
  • ▪ Libros
  • ▪ Relatos
  • ▪ Arte-Gráficos
  • ▪ Bellezas del Cine y Televisión
  • ▪ Biografías
  • ▪ Chistes que Llegan a mi Email
  • ▪ Consejos Sanos Para el Alma
  • ▪ Cuidando y Encaminando a los Hijos
  • ▪ Datos Interesante. Vale la pena Saber
  • ▪ Fotos: Paisajes y Temas Varios
  • ▪ Historias de Miedo
  • ▪ La Relación de Pareja
  • ▪ La Tía Eulogia
  • ▪ La Vida se ha Convertido en un Lucro
  • ▪ Leyendas Urbanas
  • ▪ Mensajes Para Reflexionar
  • ▪ Personajes de Disney
  • ▪ Salud y Prevención
  • ▪ Sucesos y Proezas que Conmueven
  • ▪ Temas Varios
  • ▪ Tu Relación Contigo Mismo y el Mundo
  • ▪ Un Mundo Inseguro
  • REVISTAS DINERS
  • ▪ Diners-Agosto 1989
  • ▪ Diners-Mayo 1993
  • ▪ Diners-Septiembre 1993
  • ▪ Diners-Noviembre 1993
  • ▪ Diners-Diciembre 1993
  • ▪ Diners-Abril 1994
  • ▪ Diners-Mayo 1994
  • ▪ Diners-Junio 1994
  • ▪ Diners-Julio 1994
  • ▪ Diners-Octubre 1994
  • ▪ Diners-Enero 1995
  • ▪ Diners-Marzo 1995
  • ▪ Diners-Junio 1995
  • ▪ Diners-Septiembre 1995
  • ▪ Diners-Febrero 1996
  • ▪ Diners-Julio 1996
  • ▪ Diners-Septiembre 1996
  • ▪ Diners-Febrero 1998
  • ▪ Diners-Abril 1998
  • ▪ Diners-Mayo 1998
  • ▪ Diners-Octubre 1998
  • ▪ Diners-Temas Rescatados
  • REVISTAS SELECCIONES
  • ▪ Selecciones-Enero 1965
  • ▪ Selecciones-Agosto 1965
  • ▪ Selecciones-Julio 1968
  • ▪ Selecciones-Abril 1969
  • ▪ Selecciones-Febrero 1970
  • ▪ Selecciones-Marzo 1970
  • ▪ Selecciones-Mayo 1970
  • ▪ Selecciones-Marzo 1972
  • ▪ Selecciones-Mayo 1973
  • ▪ Selecciones-Junio 1973
  • ▪ Selecciones-Julio 1973
  • ▪ Selecciones-Diciembre 1973
  • ▪ Selecciones-Enero 1974
  • ▪ Selecciones-Marzo 1974
  • ▪ Selecciones-Mayo 1974
  • ▪ Selecciones-Julio 1974
  • ▪ Selecciones-Septiembre 1974
  • ▪ Selecciones-Marzo 1975
  • ▪ Selecciones-Junio 1975
  • ▪ Selecciones-Noviembre 1975
  • ▪ Selecciones-Marzo 1976
  • ▪ Selecciones-Mayo 1976
  • ▪ Selecciones-Noviembre 1976
  • ▪ Selecciones-Enero 1977
  • ▪ Selecciones-Febrero 1977
  • ▪ Selecciones-Mayo 1977
  • ▪ Selecciones-Septiembre 1977
  • ▪ Selecciones-Octubre 1977
  • ▪ Selecciones-Enero 1978
  • ▪ Selecciones-Octubre 1978
  • ▪ Selecciones-Diciembre 1978
  • ▪ Selecciones-Enero 1979
  • ▪ Selecciones-Marzo 1979
  • ▪ Selecciones-Julio 1979
  • ▪ Selecciones-Agosto 1979
  • ▪ Selecciones-Octubre 1979
  • ▪ Selecciones-Abril 1980
  • ▪ Selecciones-Agosto 1980
  • ▪ Selecciones-Septiembre 1980
  • ▪ Selecciones-Diciembre 1980
  • ▪ Selecciones-Febrero 1981
  • ▪ Selecciones-Septiembre 1981
  • ▪ Selecciones-Abril 1982
  • ▪ Selecciones-Mayo 1983
  • ▪ Selecciones-Julio 1984
  • ▪ Selecciones-Junio 1985
  • ▪ Selecciones-Septiembre 1987
  • ▪ Selecciones-Abril 1988
  • ▪ Selecciones-Febrero 1989
  • ▪ Selecciones-Abril 1989
  • ▪ Selecciones-Marzo 1990
  • ▪ Selecciones-Abril 1991
  • ▪ Selecciones-Mayo 1991
  • ▪ Selecciones-Octubre 1991
  • ▪ Selecciones-Diciembre 1991
  • ▪ Selecciones-Febrero 1992
  • ▪ Selecciones-Junio 1992
  • ▪ Selecciones-Septiembre 1992
  • ▪ Selecciones-Febrero 1994
  • ▪ Selecciones-Mayo 1994
  • ▪ Selecciones-Abril 1995
  • ▪ Selecciones-Mayo 1995
  • ▪ Selecciones-Septiembre 1995
  • ▪ Selecciones-Diciembre 1995
  • ▪ Selecciones-Junio 1996
  • ▪ Selecciones-Mayo 1997
  • ▪ Selecciones-Enero 1998
  • ▪ Selecciones-Febrero 1998
  • ▪ Selecciones-Julio 1999
  • ▪ Selecciones-Diciembre 1999
  • ▪ Selecciones-Febrero 2000
  • ▪ Selecciones-Diciembre 2001
  • ▪ Selecciones-Febrero 2002
  • ▪ Selecciones-Mayo 2005
  • CATEGORIAS
  • Arte-Gráficos
  • Bellezas
  • Biografías
  • Chistes que llegan a mi Email
  • Consejos Sanos para el Alma
  • Cuidando y Encaminando a los Hijos
  • Datos Interesantes
  • Fotos: Paisajes y Temas varios
  • Historias de Miedo
  • La Relación de Pareja
  • La Tía Eulogia
  • La Vida se ha convertido en un Lucro
  • Leyendas Urbanas
  • Mensajes para Reflexionar
  • Personajes Disney
  • Salud y Prevención
  • Sucesos y Proezas que conmueven
  • Temas Varios
  • Tu Relación Contigo mismo y el Mundo
  • Un Mundo Inseguro
  • TODAS LAS REVISTAS
  • Selecciones
  • Diners
  • REVISTAS DINERS
  • Diners-Agosto 1989
  • Diners-Mayo 1993
  • Diners-Septiembre 1993
  • Diners-Noviembre 1993
  • Diners-Diciembre 1993
  • Diners-Abril 1994
  • Diners-Mayo 1994
  • Diners-Junio 1994
  • Diners-Julio 1994
  • Diners-Octubre 1994
  • Diners-Enero 1995
  • Diners-Marzo 1995
  • Diners-Junio 1995
  • Diners-Septiembre 1995
  • Diners-Febrero 1996
  • Diners-Julio 1996
  • Diners-Septiembre 1996
  • Diners-Febrero 1998
  • Diners-Abril 1998
  • Diners-Mayo 1998
  • Diners-Octubre 1998
  • Diners-Temas Rescatados
  • REVISTAS SELECCIONES
  • Selecciones-Enero 1965
  • Selecciones-Agosto 1965
  • Selecciones-Julio 1968
  • Selecciones-Abril 1969
  • Selecciones-Febrero 1970
  • Selecciones-Marzo 1970
  • Selecciones-Mayo 1970
  • Selecciones-Marzo 1972
  • Selecciones-Mayo 1973
  • Selecciones-Junio 1973
  • Selecciones-Julio 1973
  • Selecciones-Diciembre 1973
  • Selecciones-Enero 1974
  • Selecciones-Marzo 1974
  • Selecciones-Mayo 1974
  • Selecciones-Julio 1974
  • Selecciones-Septiembre 1974
  • Selecciones-Marzo 1975
  • Selecciones-Junio 1975
  • Selecciones-Noviembre 1975
  • Selecciones-Marzo 1976
  • Selecciones-Mayo 1976
  • Selecciones-Noviembre 1976
  • Selecciones-Enero 1977
  • Selecciones-Febrero 1977
  • Selecciones-Mayo 1977
  • Selecciones-Octubre 1977
  • Selecciones-Septiembre 1977
  • Selecciones-Enero 1978
  • Selecciones-Octubre 1978
  • Selecciones-Diciembre 1978
  • Selecciones-Enero 1979
  • Selecciones-Marzo 1979
  • Selecciones-Julio 1979
  • Selecciones-Agosto 1979
  • Selecciones-Octubre 1979
  • Selecciones-Abril 1980
  • Selecciones-Agosto 1980
  • Selecciones-Septiembre 1980
  • Selecciones-Diciembre 1980
  • Selecciones-Febrero 1981
  • Selecciones-Septiembre 1981
  • Selecciones-Abril 1982
  • Selecciones-Mayo 1983
  • Selecciones-Julio 1984
  • Selecciones-Junio 1985
  • Selecciones-Septiembre 1987
  • Selecciones-Abril 1988
  • Selecciones-Febrero 1989
  • Selecciones-Abril 1989
  • Selecciones-Marzo 1990
  • Selecciones-Abril 1991
  • Selecciones-Mayo 1991
  • Selecciones-Octubre 1991
  • Selecciones-Diciembre 1991
  • Selecciones-Febrero 1992
  • Selecciones-Junio 1992
  • Selecciones-Septiembre 1992
  • Selecciones-Febrero 1994
  • Selecciones-Mayo 1994
  • Selecciones-Abril 1995
  • Selecciones-Mayo 1995
  • Selecciones-Septiembre 1995
  • Selecciones-Diciembre 1995
  • Selecciones-Junio 1996
  • Selecciones-Mayo 1997
  • Selecciones-Enero 1998
  • Selecciones-Febrero 1998
  • Selecciones-Julio 1999
  • Selecciones-Diciembre 1999
  • Selecciones-Febrero 2000
  • Selecciones-Diciembre 2001
  • Selecciones-Febrero 2002
  • Selecciones-Mayo 2005

  • SOMBRA DEL TEMA
  • ▪ Quitar
  • ▪ Normal
  • Publicaciones con Notas

    Notas de esta Página

    Todas las Notas

    Banco 1
    Banco 2
    Banco 3
    Banco 4
    Banco 5
    Banco 6
    Banco 7
    Banco 8
    Banco 9
    Banco 10
    Banco 11
    Banco 12
    Banco 13
    Banco 14
    Banco 15
    Banco 16
    Banco 17
    Banco 18
    Banco 19
    Banco 20
    Banco 21
    Banco 22
    Banco 23
    Banco 24
    Banco 25
    Banco 26
    Banco 27
    Banco 28
    Banco 29
    Banco 30
    Banco 31
    Banco 32
    Banco 33
    Banco 34
    Banco 35
    Banco 36
    Banco 37
    Banco 38
    Banco 39
    Banco 40
    Banco 41
    Banco 42
    Banco 43
    Banco 44
    Banco 45
    Banco 46
    Banco 47
    Banco 48
    Banco 49
    Banco 50
    Ingresar Clave



    Aceptar

    ÍNDICE
  • MÚSICA SELECCIONADA
  • Instrumental
  • 1. 12 Mornings - Audionautix - 2:33
  • 2. Allegro (Autumn. Concerto F Major Rv 293) - Antonio Vivaldi - 3:35
  • 3. Allegro (Winter. Concerto F Minor Rv 297) - Antonio Vivaldi - 3:52
  • 4. Americana Suite - Mantovani - 7:58
  • 5. An Der Schonen Blauen Donau, Walzer, Op. 314 (The Blue Danube) (Csr Symphony Orchestra) - Johann Strauss - 9:26
  • 6. Annen. Polka, Op. 117 (Polish State Po) - Johann Strauss Jr - 4:30
  • 7. Autumn Day - Kevin Macleod - 3:05
  • 8. Bolereando - Quincas Moreira - 3:21
  • 9. Ersatz Bossa - John Deley And The 41 Players - 2:53
  • 10. España - Mantovani - 3:22
  • 11. Fireflies And Stardust - Kevin Macleod - 4:15
  • 12. Floaters - Jimmy Fontanez & Media Right Productions - 1:50
  • 13. Fresh Fallen Snow - Chris Haugen - 3:33
  • 14. Gentle Sex (Dulce Sexo) - Esoteric - 9:46
  • 15. Green Leaves - Audionautix - 3:40
  • 16. Hills Behind - Silent Partner - 2:01
  • 17. Island Dream - Chris Haugen - 2:30
  • 18. Love Or Lust - Quincas Moreira - 3:39
  • 19. Nostalgia - Del - 3:26
  • 20. One Fine Day - Audionautix - 1:43
  • 21. Osaka Rain - Albis - 1:48
  • 22. Read All Over - Nathan Moore - 2:54
  • 23. Si Señorita - Chris Haugen.mp3 - 2:18
  • 24. Snowy Peaks II - Chris Haugen - 1:52
  • 25. Sunset Dream - Cheel - 2:41
  • 26. Swedish Rhapsody - Mantovani - 2:10
  • 27. Travel The World - Del - 3:56
  • 28. Tucson Tease - John Deley And The 41 Players - 2:30
  • 29. Walk In The Park - Audionautix - 2:44
  • Naturaleza
  • 30. Afternoon Stream - 30:12
  • 31. Big Surf (Ocean Waves) - 8:03
  • 32. Bobwhite, Doves & Cardinals (Morning Songbirds) - 8:58
  • 33. Brookside Birds (Morning Songbirds) - 6:54
  • 34. Cicadas (American Wilds) - 5:27
  • 35. Crickets & Wolves (American Wilds) - 8:56
  • 36. Deep Woods (American Wilds) - 4:08
  • 37. Duet (Frog Chorus) - 2:24
  • 38. Echoes Of Nature (Beluga Whales) - 1h00:23
  • 39. Evening Thunder - 30:01
  • 40. Exotische Reise - 30:30
  • 41. Frog Chorus (American Wilds) - 7:36
  • 42. Frog Chorus (Frog Chorus) - 44:28
  • 43. Jamboree (Thundestorm) - 16:44
  • 44. Low Tide (Ocean Waves) - 10:11
  • 45. Magicmoods - Ocean Surf - 26:09
  • 46. Marsh (Morning Songbirds) - 3:03
  • 47. Midnight Serenade (American Wilds) - 2:57
  • 48. Morning Rain - 30:11
  • 49. Noche En El Bosque (Brainwave Lab) - 2h20:31
  • 50. Pacific Surf & Songbirds (Morning Songbirds) - 4:55
  • 51. Pebble Beach (Ocean Waves) - 12:49
  • 52. Pleasant Beach (Ocean Waves) - 19:32
  • 53. Predawn (Morning Songbirds) - 16:35
  • 54. Rain With Pygmy Owl (Morning Songbirds) - 3:21
  • 55. Showers (Thundestorm) - 3:00
  • 56. Songbirds (American Wilds) - 3:36
  • 57. Sparkling Water (Morning Songbirds) - 3:02
  • 58. Thunder & Rain (Thundestorm) - 25:52
  • 59. Verano En El Campo (Brainwave Lab) - 2h43:44
  • 60. Vertraumter Bach - 30:29
  • 61. Water Frogs (Frog Chorus) - 3:36
  • 62. Wilderness Rainshower (American Wilds) - 14:54
  • 63. Wind Song - 30:03
  • Relajación
  • 64. Concerning Hobbits - 2:55
  • 65. Constant Billy My Love To My - Kobialka - 5:45
  • 66. Dance Of The Blackfoot - Big Sky - 4:32
  • 67. Emerald Pools - Kobialka - 3:56
  • 68. Gypsy Bride - Big Sky - 4:39
  • 69. Interlude No.2 - Natural Dr - 2:27
  • 70. Interlude No.3 - Natural Dr - 3:33
  • 71. Kapha Evening - Bec Var - Bruce Brian - 18:50
  • 72. Kapha Morning - Bec Var - Bruce Brian - 18:38
  • 73. Misterio - Alan Paluch - 19:06
  • 74. Natural Dreams - Cades Cove - 7:10
  • 75. Oh, Why Left I My Hame - Kobialka - 4:09
  • 76. Sunday In Bozeman - Big Sky - 5:40
  • 77. The Road To Durbam Longford - Kobialka - 3:15
  • 78. Timberline Two Step - Natural Dr - 5:19
  • 79. Waltz Of The Winter Solace - 5:33
  • 80. You Smile On Me - Hufeisen - 2:50
  • 81. You Throw Your Head Back In Laughter When I Think Of Getting Angry - Hufeisen - 3:43
  • Halloween-Suspenso
  • 82. A Night In A Haunted Cemetery - Immersive Halloween Ambience - Rainrider Ambience - 13:13
  • 83. A Sinister Power Rising Epic Dark Gothic Soundtrack - 1:13
  • 84. Acecho - 4:34
  • 85. Alone With The Darkness - 5:06
  • 86. Atmosfera De Suspenso - 3:08
  • 87. Awoke - 0:54
  • 88. Best Halloween Playlist 2023 - Cozy Cottage - 1h17:43
  • 89. Black Sunrise Dark Ambient Soundscape - 4:00
  • 90. Cinematic Horror Climax - 0:59
  • 91. Creepy Halloween Night - 1:54
  • 92. Creepy Music Box Halloween Scary Spooky Dark Ambient - 1:05
  • 93. Dark Ambient Horror Cinematic Halloween Atmosphere Scary - 1:58
  • 94. Dark Mountain Haze - 1:44
  • 95. Dark Mysterious Halloween Night Scary Creepy Spooky Horror Music - 1:35
  • 96. Darkest Hour - 4:00
  • 97. Dead Home - 0:36
  • 98. Deep Relaxing Horror Music - Aleksandar Zavisin - 1h01:28
  • 99. Everything You Know Is Wrong - 0:46
  • 100. Geisterstimmen - 1:39
  • 101. Halloween Background Music - 1:01
  • 102. Halloween Spooky Horror Scary Creepy Funny Monsters And Zombies - 1:21
  • 103. Halloween Spooky Trap - 1:05
  • 104. Halloween Time - 0:57
  • 105. Horrible - 1:36
  • 106. Horror Background Atmosphere - Pixabay-Universfield - 1:05
  • 107. Horror Background Music Ig Version 60s - 1:04
  • 108. Horror Music Scary Creepy Dark Ambient Cinematic Lullaby - 1:52
  • 109. Horror Sound Mk Sound Fx - 13:39
  • 110. Inside Serial Killer 39s Cove Dark Thriller Horror Soundtrack Loopable - 0:29
  • 111. Intense Horror Music - Pixabay - 1:37
  • 112. Long Thriller Theme - 8:00
  • 113. Melancholia Music Box Sad-Creepy Song - 3:42
  • 114. Mix Halloween-1 - 33:58
  • 115. Mix Halloween-2 - 33:34
  • 116. Mix Halloween-3 - 58:53
  • 117. Mix-Halloween - Spooky-2022 - 1h19:23
  • 118. Movie Theme - A Nightmare On Elm Street - 1984 - 4:06
  • 119. Movie Theme - Children Of The Corn - 3:03
  • 120. Movie Theme - Dead Silence - 2:56
  • 121. Movie Theme - Friday The 13th - 11:11
  • 122. Movie Theme - Halloween - John Carpenter - 2:25
  • 123. Movie Theme - Halloween II - John Carpenter - 4:30
  • 124. Movie Theme - Halloween III - 6:16
  • 125. Movie Theme - Insidious - 3:31
  • 126. Movie Theme - Prometheus - 1:34
  • 127. Movie Theme - Psycho - 1960 - 1:06
  • 128. Movie Theme - Sinister - 6:56
  • 129. Movie Theme - The Omen - 2:35
  • 130. Movie Theme - The Omen II - 5:05
  • 131. Música - 8 Bit Halloween Story - 2:03
  • 132. Música - Esto Es Halloween - El Extraño Mundo De Jack - 3:08
  • 133. Música - Esto Es Halloween - El Extraño Mundo De Jack - Amanda Flores Todas Las Voces - 3:09
  • 134. Música - For Halloween Witches Brew - 1:07
  • 135. Música - Halloween Surfing With Spooks - 1:16
  • 136. Música - Spooky Halloween Sounds - 1:23
  • 137. Música - This Is Halloween - 2:14
  • 138. Música - This Is Halloween - Animatic Creepypasta Remake - 3:16
  • 139. Música - This Is Halloween Cover By Oliver Palotai Simone Simons - 3:10
  • 140. Música - This Is Halloween - From Tim Burton's The Nightmare Before Christmas - 3:13
  • 141. Música - This Is Halloween - Marilyn Manson - 3:20
  • 142. Música - Trick Or Treat - 1:08
  • 143. Música De Suspenso - Bosque Siniestro - Tony Adixx - 3:21
  • 144. Música De Suspenso - El Cementerio - Tony Adixx - 3:33
  • 145. Música De Suspenso - El Pantano - Tony Adixx - 4:21
  • 146. Música De Suspenso - Fantasmas De Halloween - Tony Adixx - 4:01
  • 147. Música De Suspenso - Muñeca Macabra - Tony Adixx - 3:03
  • 148. Música De Suspenso - Payasos Asesinos - Tony Adixx - 3:38
  • 149. Música De Suspenso - Trampa Oscura - Tony Adixx - 2:42
  • 150. Música Instrumental De Suspenso - 1h31:32
  • 151. Mysterios Horror Intro - 0:39
  • 152. Mysterious Celesta - 1:04
  • 153. Nightmare - 2:32
  • 154. Old Cosmic Entity - 2:15
  • 155. One-Two Freddys Coming For You - 0:29
  • 156. Out Of The Dark Creepy And Scary Voices - 0:59
  • 157. Pandoras Music Box - 3:07
  • 158. Peques - 5 Calaveras Saltando En La Cama - Educa Baby TV - 2:18
  • 159. Peques - A Mi Zombie Le Duele La Cabeza - Educa Baby TV - 2:49
  • 160. Peques - Halloween Scary Horror And Creepy Spooky Funny Children Music - 2:53
  • 161. Peques - Join Us - Horror Music With Children Singing - 1:58
  • 162. Peques - La Familia Dedo De Monstruo - Educa Baby TV - 3:31
  • 163. Peques - Las Calaveras Salen De Su Tumba Chumbala Cachumbala - 3:19
  • 164. Peques - Monstruos Por La Ciudad - Educa Baby TV - 3:17
  • 165. Peques - Tumbas Por Aquí, Tumbas Por Allá - Luli Pampin - 3:17
  • 166. Scary Forest - 2:37
  • 167. Scary Spooky Creepy Horror Ambient Dark Piano Cinematic - 2:06
  • 168. Slut - 0:48
  • 169. Sonidos - A Growing Hit For Spooky Moments - Pixabay-Universfield - 0:05
  • 170. Sonidos - A Short Horror With A Build Up - Pixabay-Universfield - 0:13
  • 171. Sonidos - Castillo Embrujado - Creando Emociones - 1:05
  • 172. Sonidos - Cinematic Impact Climax Intro - Pixabay - 0:26
  • 173. Sonidos - Creepy Ambience - 1:52
  • 174. Sonidos - Creepy Atmosphere - 2:01
  • 175. Sonidos - Creepy Cave - 0:06
  • 176. Sonidos - Creepy Church Hell - 1:03
  • 177. Sonidos - Creepy Horror Sound Ghostly - 0:16
  • 178. Sonidos - Creepy Horror Sound Possessed Laughter - Pixabay-Alesiadavina - 0:04
  • 179. Sonidos - Creepy Ring Around The Rosie - 0:20
  • 180. Sonidos - Creepy Soundscape - Pixabay - 0:50
  • 181. Sonidos - Creepy Vocal Ambience - 1:12
  • 182. Sonidos - Creepy Whispering - Pixabay - 0:03
  • 183. Sonidos - Cueva De Los Espiritus - The Girl Of The Super Sounds - 3:47
  • 184. Sonidos - Disturbing Horror Sound Creepy Laughter - Pixabay-Alesiadavina - 0:05
  • 185. Sonidos - Eerie Horror Sound Evil Woman - 0:06
  • 186. Sonidos - Eerie Horror Sound Ghostly 2 - 0:22
  • 187. Sonidos - Efecto De Tormenta Y Música Siniestra - 2:00
  • 188. Sonidos - Erie Ghost Sound Scary Sound Paranormal - 0:15
  • 189. Sonidos - Ghost Sigh - Pixabay - 0:05
  • 190. Sonidos - Ghost Sound Ghostly - 0:12
  • 191. Sonidos - Ghost Voice Halloween Moany Ghost - 0:14
  • 192. Sonidos - Ghost Whispers - Pixabay - 0:23
  • 193. Sonidos - Ghosts-Whispering-Screaming - Lara's Horror Sounds - 2h03:28
  • 194. Sonidos - Halloween Horror Voice Hello - 0:05
  • 195. Sonidos - Halloween Impact - 0:06
  • 196. Sonidos - Halloween Intro 1 - 0:11
  • 197. Sonidos - Halloween Intro 2 - 0:11
  • 198. Sonidos - Halloween Sound Ghostly 2 - 0:20
  • 199. Sonidos - Hechizo De Bruja - 0:11
  • 200. Sonidos - Horror - Pixabay - 1:36
  • 201. Sonidos - Horror Demonic Sound - Pixabay-Alesiadavina - 0:15
  • 202. Sonidos - Horror Sfx - Pixabay - 0:04
  • 203. Sonidos - Horror Sound Effect - 0:21
  • 204. Sonidos - Horror Voice Flashback - Pixabay - 0:10
  • 205. Sonidos - Magia - 0:05
  • 206. Sonidos - Maniac In The Dark - Pixabay-Universfield - 0:15
  • 207. Sonidos - Miedo-Suspenso - Live Better Media - 8:05
  • 208. Sonidos - Para Recorrido De Casa Del Terror - Dangerous Tape Avi - 1:16
  • 209. Sonidos - Posesiones - Horror Movie Dj's - 1:35
  • 210. Sonidos - Risa De Bruja 1 - 0:04
  • 211. Sonidos - Risa De Bruja 2 - 0:09
  • 212. Sonidos - Risa De Bruja 3 - 0:08
  • 213. Sonidos - Risa De Bruja 4 - 0:06
  • 214. Sonidos - Risa De Bruja 5 - 0:03
  • 215. Sonidos - Risa De Bruja 6 - 0:03
  • 216. Sonidos - Risa De Bruja 7 - 0:09
  • 217. Sonidos - Risa De Bruja 8 - 0:11
  • 218. Sonidos - Scary Ambience - 2:08
  • 219. Sonidos - Scary Creaking Knocking Wood - Pixabay - 0:26
  • 220. Sonidos - Scary Horror Sound - 0:13
  • 221. Sonidos - Scream With Echo - Pixabay - 0:05
  • 222. Sonidos - Suspense Creepy Ominous Ambience - 3:23
  • 223. Sonidos - Terror - Ronwizlee - 6:33
  • 224. Suspense Dark Ambient - 2:34
  • 225. Tense Cinematic - 3:14
  • 226. Terror Ambience - Pixabay - 2:01
  • 227. The Spell Dark Magic Background Music Ob Lix - 3:23
  • 228. Trailer Agresivo - 0:49
  • 229. Welcome To The Dark On Halloween - 2:25
  • 230. Zombie Party Time - 4:36
  • 231. 20 Villancicos Tradicionales - Los Niños Cantores De Navidad Vol.1 (1999) - 53:21
  • 232. 30 Mejores Villancicos De Navidad - Mundo Canticuentos - 1h11:57
  • 233. Blanca Navidad - Coros de Amor - 3:00
  • 234. Christmas Ambience - Rainrider Ambience - 3h00:00
  • 235. Christmas Time - Alma Cogan - 2:48
  • 236. Christmas Village - Aaron Kenny - 1:32
  • 237. Clásicos De Navidad - Orquesta Sinfónica De Londres - 51:44
  • 238. Deck The Hall With Boughs Of Holly - Anre Rieu - 1:33
  • 239. Deck The Halls - Jingle Punks - 2:12
  • 240. Deck The Halls - Nat King Cole - 1:08
  • 241. Frosty The Snowman - Nat King Cole-1950 - 2:18
  • 242. Frosty The Snowman - The Ventures - 2:01
  • 243. I Wish You A Merry Christmas - Bing Crosby - 1:53
  • 244. It's A Small World - Disney Children's - 2:04
  • 245. It's The Most Wonderful Time Of The Year - Andy Williams - 2:32
  • 246. Jingle Bells - 1957 - Bobby Helms - 2:11
  • 247. Jingle Bells - Am Classical - 1:36
  • 248. Jingle Bells - Frank Sinatra - 2:05
  • 249. Jingle Bells - Jim Reeves - 1:47
  • 250. Jingle Bells - Les Paul - 1:36
  • 251. Jingle Bells - Original Lyrics - 2:30
  • 252. La Pandilla Navideña - A Belen Pastores - 2:24
  • 253. La Pandilla Navideña - Ángeles Y Querubines - 2:33
  • 254. La Pandilla Navideña - Anton - 2:54
  • 255. La Pandilla Navideña - Campanitas Navideñas - 2:50
  • 256. La Pandilla Navideña - Cantad Cantad - 2:39
  • 257. La Pandilla Navideña - Donde Será Pastores - 2:35
  • 258. La Pandilla Navideña - El Amor De Los Amores - 2:56
  • 259. La Pandilla Navideña - Ha Nacido Dios - 2:29
  • 260. La Pandilla Navideña - La Nanita Nana - 2:30
  • 261. La Pandilla Navideña - La Pandilla - 2:29
  • 262. La Pandilla Navideña - Pastores Venid - 2:20
  • 263. La Pandilla Navideña - Pedacito De Luna - 2:13
  • 264. La Pandilla Navideña - Salve Reina Y Madre - 2:05
  • 265. La Pandilla Navideña - Tutaina - 2:09
  • 266. La Pandilla Navideña - Vamos, Vamos Pastorcitos - 2:29
  • 267. La Pandilla Navideña - Venid, Venid, Venid - 2:15
  • 268. La Pandilla Navideña - Zagalillo - 2:16
  • 269. Let It Snow! Let It Snow! - Dean Martin - 1:55
  • 270. Let It Snow! Let It Snow! - Frank Sinatra - 2:35
  • 271. Los Peces En El Río - Los Niños Cantores de Navidad - 2:15
  • 272. Music Box We Wish You A Merry Christmas - 0:27
  • 273. Navidad - Himnos Adventistas - 35:35
  • 274. Navidad - Instrumental Relajante - Villancicos - 1 - 58:29
  • 275. Navidad - Instrumental Relajante - Villancicos - 2 - 2h00:43
  • 276. Navidad - Jazz Instrumental - Canciones Y Villancicos - 1h08:52
  • 277. Navidad - Piano Relajante Para Descansar - 1h00:00
  • 278. Noche De Paz - 3:40
  • 279. Rocking Around The Christmas Tree - Brenda Lee - 2:08
  • 280. Rocking Around The Christmas Tree - Mel & Kim - 3:32
  • 281. Rodolfo El Reno - Grupo Nueva América - Orquesta y Coros - 2:40
  • 282. Rudolph The Red-Nosed Reindeer - The Cadillacs - 2:18
  • 283. Santa Claus Is Comin To Town - Frank Sinatra Y Seal - 2:18
  • 284. Santa Claus Is Coming To Town - Coros De Niños - 1:19
  • 285. Santa Claus Is Coming To Town - Frank Sinatra - 2:36
  • 286. Sleigh Ride - Ferrante And Teicher - 2:16
  • 287. Sonidos - Beads Christmas Bells Shake - 0:20
  • 288. Sonidos - Campanas De Trineo - 0:07
  • 289. Sonidos - Christmas Fireworks Impact - 1:16
  • 290. Sonidos - Christmas Ident - 0:10
  • 291. Sonidos - Christmas Logo - 0:09
  • 292. Sonidos - Clinking Of Glasses - 0:02
  • 293. Sonidos - Deck The Halls - 0:08
  • 294. Sonidos - Fireplace Chimenea Fire Crackling Loop - 3:00
  • 295. Sonidos - Fireplace Chimenea Loop Original Noise - 4:57
  • 296. Sonidos - New Year Fireworks Sound 1 - 0:06
  • 297. Sonidos - New Year Fireworks Sound 2 - 0:10
  • 298. Sonidos - Papa Noel Creer En La Magia De La Navidad - 0:13
  • 299. Sonidos - Papa Noel La Magia De La Navidad - 0:09
  • 300. Sonidos - Risa Papa Noel - 0:03
  • 301. Sonidos - Risa Papa Noel Feliz Navidad 1 - 0:05
  • 302. Sonidos - Risa Papa Noel Feliz Navidad 2 - 0:05
  • 303. Sonidos - Risa Papa Noel Feliz Navidad 3 - 0:05
  • 304. Sonidos - Risa Papa Noel Feliz Navidad 4 - 0:05
  • 305. Sonidos - Risa Papa Noel How How How - 0:09
  • 306. Sonidos - Risa Papa Noel Merry Christmas - 0:04
  • 307. Sonidos - Sleigh Bells - 0:04
  • 308. Sonidos - Sleigh Bells Shaked - 0:31
  • 309. Sonidos - Wind Chimes Bells - 1:30
  • 310. Symphonion O Christmas Tree - 0:34
  • 311. The First Noel - Am Classical - 2:18
  • 312. Walking In A Winter Wonderland - Dean Martin - 1:52
  • 313. We Wish You A Merry Christmas - Rajshri Kids - 2:07
  • Código Hexadecimal


    Seleccionar Efectos (
    0
    )
    Normal
    Aleatorio
    Activar Desactivar Borrar
    Seleccionar Tipos de Letra (
    0
    )
    Normal
    Aleatorio
    Activar Desactivar Borrar
    Seleccionar Colores (
    0
    )
    Elegir Sección

    Bordes
    Fondo 1
    Fondo 2

    Fondo Hora
    Reloj-Fecha
    Normal
    Aleatorio
    Activar Desactivar Borrar
    Seleccionar Avatar (
    0
    )
    Normal
    Aleatorio
    Activar Desactivar Borrar
    Seleccionar Imágenes para efectos (
    0
    )
    Normal
    Aleatorio
    Activar Desactivar Borrar
    LETRA - TIPO

    ACTUAL

    Desactivado SM
    ▪ Abrir para Selección Múltiple

    ▪ Cerrar Selección Múltiple
    SECCIÓN

    ▪ Reloj y Fecha
    Saira Stencil One


    ▪ Reloj


    ▪ Fecha


    ▪ Hora


    ▪ Minutos


    ▪ Segundos


    ▪ Dos Puntos 1


    ▪ Dos Puntos 2

    ▪ Restaurar

    ▪ Original

    NORMAL

    ▪ ADLaM Display: H33-V66

    ▪ Akaya Kanadaka: H37-V67

    ▪ Audiowide: H23-V50

    ▪ Chewy: H35-V67

    ▪ Croissant One: H35-V67

    ▪ Delicious Handrawn: H55-V67

    ▪ Germania One: H43-V67

    ▪ Kavoon: H33-V67

    ▪ Limelight: H31-V67

    ▪ Marhey: H31-V67

    ▪ Orbitron: H25-V55

    ▪ Revalia: H23-V54

    ▪ Ribeye: H33-V67

    ▪ Saira Stencil One(s): H31-V67

    ▪ Source Code Pro: H31-V67

    ▪ Uncial Antiqua: H27-V58

    CON RELLENO

    ▪ Cabin Sketch: H31-V67

    ▪ Fredericka the Great: H37-V67

    ▪ Rubik Dirt: H29-V66

    ▪ Rubik Distressed: H29-V66

    ▪ Rubik Glitch Pop: H29-V66

    ▪ Rubik Maps: H29-V66

    ▪ Rubik Maze: H29-V66

    ▪ Rubik Moonrocks: H29-V66

    DE PUNTOS

    ▪ Codystar: H37-V68

    ▪ Handjet: H51-V67

    ▪ Raleway Dots: H35-V67

    DIFERENTE

    ▪ Barrio: H41-V67

    ▪ Caesar Dressing: H39-V66

    ▪ Diplomata SC: H19-V44

    ▪ Emilys Candy: H35-V67

    ▪ Faster One: H27-V58

    ▪ Henny Penny: H29-V64

    ▪ Jolly Lodger: H55-V67

    ▪ Kablammo: H33-V66

    ▪ Monofett: H33-V66

    ▪ Monoton: H25-V55

    ▪ Mystery Quest: H37-V67

    ▪ Nabla: H39-V64

    ▪ Reggae One: H29-V64

    ▪ Rye: H29-V65

    ▪ Silkscreen: H27-V62

    ▪ Sixtyfour: H19-V46

    ▪ Smokum: H53-V67

    ▪ UnifrakturCook: H41-V67

    ▪ Vast Shadow: H25-V56

    ▪ Wallpoet: H25-V54

    ▪ Workbench: H37-V65

    GRUESA

    ▪ Bagel Fat One: H32-V66

    ▪ Bungee Inline: H27-V64

    ▪ Chango: H23-V52

    ▪ Coiny: H31-V67

    ▪ Luckiest Guy : H33-V67

    ▪ Modak: H35-V67

    ▪ Oi: H21-V46

    ▪ Rubik Spray Paint: H29-V65

    ▪ Ultra: H27-V60

    HALLOWEEN

    ▪ Butcherman: H37-V67

    ▪ Creepster: H47-V67

    ▪ Eater: H35-V67

    ▪ Freckle Face: H39-V67

    ▪ Frijole: H27-V63

    ▪ Irish Grover: H37-V67

    ▪ Nosifer: H23-V50

    ▪ Piedra: H39-V67

    ▪ Rubik Beastly: H29-V62

    ▪ Rubik Glitch: H29-V65

    ▪ Rubik Marker Hatch: H29-V65

    ▪ Rubik Wet Paint: H29-V65

    LÍNEA FINA

    ▪ Almendra Display: H42-V67

    ▪ Cute Font: H49-V75

    ▪ Cutive Mono: H31-V67

    ▪ Hachi Maru Pop: H25-V58

    ▪ Life Savers: H37-V64

    ▪ Megrim: H37-V67

    ▪ Snowburst One: H33-V63

    MANUSCRITA

    ▪ Beau Rivage: H27-V55

    ▪ Butterfly Kids: H59-V71

    ▪ Explora: H47-V72

    ▪ Love Light: H35-V61

    ▪ Mea Culpa: H42-V67

    ▪ Neonderthaw: H37-V66

    ▪ Sonsie one: H21-V50

    ▪ Swanky and Moo Moo: H53-V68

    ▪ Waterfall: H43-V67

    SIN RELLENO

    ▪ Akronim: H51-V68

    ▪ Bungee Shade: H25-V56

    ▪ Londrina Outline: H41-V67

    ▪ Moirai One: H34-V64

    ▪ Rampart One: H31-V63

    ▪ Rubik Burned: H29-V64

    ▪ Rubik Doodle Shadow: H29-V65

    ▪ Rubik Iso: H29-V64

    ▪ Rubik Puddles: H29-V62

    ▪ Tourney: H37-V66

    ▪ Train One: H29-V64

    ▪ Ewert: H27-V62

    ▪ Londrina Shadow: H41-V67

    ▪ Londrina Sketch: H41-V67

    ▪ Miltonian: H31-V67

    ▪ Rubik Scribble: H29-V65

    ▪ Rubik Vinyl: H29-V64

    ▪ Tilt Prism: H33-V67
  • OPCIONES

  • Otras Opciones
    Relojes

    1
    2
    3
    4
    5
    6
    7
    8
    9
    10
    11
    12
    13
    14
    15
    16
    17
    18
    19
    20
    Dispo. Posic.
    H
    H
    V

    Estilos Predefinidos
    FECHA
    Fecha - Formato
    Horizontal-Vertical
    Fecha - Posición
    Fecha - Quitar
    RELOJ
    Reloj - Bordes Curvatura
    RELOJ - BORDES CURVATURA

    Reloj - Sombra
    RELOJ - SOMBRA

    Actual (
    1
    )


    Borde-Sombra

      B1 (s)  
      B2  
      B3  
      B4  
      B5  
    Sombra Iquierda Superior

      SIS1  
      SIS2  
      SIS3  
    Sombra Derecha Superior

      SDS1  
      SDS2  
      SDS3  
    Sombra Iquierda Inferior

      SII1  
      SII2  
      SII3  
    Sombra Derecha Inferior

      SDI1  
      SDI2  
      SDI3  
    Sombra Superior

      SS1  
      SS2  
      SS3  
    Sombra Inferior

      SI1  
      SI2  
      SI3  
    Reloj - Negrilla
    RELOJ - NEGRILLA

    Reloj-Fecha - Opacidad
    Reloj - Posición
    Reloj - Presentación
    Reloj-Fecha - Rotar
    Reloj - Vertical
    RELOJ - VERTICAL

    SEGUNDOS
    Segundos - Dos Puntos
    SEGUNDOS - DOS PUNTOS

    Segundos

    ▪ Quitar

    ▪ Mostrar (s)
    Dos Puntos Ocultar

    ▪ Ocultar

    ▪ Mostrar (s)
    Dos Puntos Quitar

    ▪ Quitar

    ▪ Mostrar (s)
    Segundos - Posición
    TAMAÑO
    Tamaño - Reloj
    TAMAÑO - RELOJ

    Tamaño - Fecha
    TAMAÑO - FECHA

    Tamaño - Hora
    TAMAÑO - HORA

    Tamaño - Minutos
    TAMAÑO - MINUTOS

    Tamaño - Segundos
    TAMAÑO - SEGUNDOS

    ANIMACIÓN
    Seleccionar Efecto para Animar
    Tiempo entre efectos
    TIEMPO ENTRE EFECTOS

    SECCIÓN

    Animación
    (
    seg)


    Avatar 1-2-3-4-5-6-7
    (Cambio automático)
    (
    seg)


    Color Borde
    (
    seg)


    Color Fondo 1
    (
    seg)


    Color Fondo 2
    (
    seg)


    Color Fondo cada uno
    (
    seg)


    Color Reloj
    (
    seg)


    Estilos Predefinidos
    (
    seg)


    Imágenes para efectos
    (
    seg)


    Movimiento Avatar 1
    (
    seg)

    Movimiento Avatar 2
    (
    seg)

    Movimiento Avatar 3
    (
    seg)

    Movimiento Fecha
    (
    seg)


    Movimiento Reloj
    (
    seg)


    Movimiento Segundos
    (
    seg)


    Ocultar R-F
    (
    seg)


    Ocultar R-2
    (
    seg)


    Tipos de Letra
    (
    seg)


    Todo
    SEGUNDOS A ELEGIR

      0  
      0.01  
      0.02  
      0.03  
      0.04  
      0.05  
      0.06  
      0.07  
      0.08  
      0.09  
      0.1  
      0.2  
      0.3  
      0.4  
      0.5  
      0.6  
      0.7  
      0.8  
      0.9  
      1  
      1.1  
      1.2  
      1.3  
      1.4  
      1.5  
      1.6  
      1.7  
      1.8  
      1.9  
      2  
      2.1  
      2.2  
      2.3  
      2.4  
      2.5  
      2.6  
      2.7  
      2.8  
      2.9  
      3(s) 
      3.1  
      3.2  
      3.3  
      3.4  
      3.5  
      3.6  
      3.7  
      3.8  
      3.9  
      4  
      5  
      6  
      7  
      8  
      9  
      10  
      15  
      20  
      25  
      30  
      35  
      40  
      45  
      50  
      55  
    Animar Reloj-Slide
    Cambio automático Avatar
    Cambio automático Color - Bordes
    Cambio automático Color - Fondo 1
    Cambio automático Color - Fondo 2
    Cambio automático Color - Fondo H-M-S-F
    Cambio automático Color - Reloj
    Cambio automático Estilos Predefinidos
    Cambio Automático Filtros
    CAMBIO A. FILTROS

    ELEMENTO

    Reloj
    50 msg
    0 seg

    Fecha
    50 msg
    0 seg

    Hora
    50 msg
    0 seg

    Minutos
    50 msg
    0 seg

    Segundos
    50 msg
    0 seg

    Dos Puntos
    50 msg
    0 seg
    Slide
    50 msg
    0 seg
    Avatar 1
    50 msg
    0 seg

    Avatar 2
    50 msg
    0 seg

    Avatar 3
    50 msg
    0 seg

    Avatar 4
    50 msg
    0 seg

    Avatar 5
    50 msg
    0 seg

    Avatar 6
    50 msg
    0 seg

    Avatar 7
    50 msg
    0 seg
    FILTRO

    Blur

    Contrast

    Hue-Rotate

    Sepia
    VELOCIDAD-TIEMPO

    Tiempo entre secuencia
    msg

    Tiempo entre Filtro
    seg
    TIEMPO

    ▪ Normal

    Cambio automático Imágenes para efectos
    Cambio automático Tipo de Letra
    Movimiento automático Avatar 1
    Movimiento automático Avatar 2
    Movimiento automático Avatar 3
    Movimiento automático Fecha
    Movimiento automático Reloj
    Movimiento automático Segundos
    Ocultar Reloj
    Ocultar Reloj - 2
    Rotación Automática - Espejo
    ROTACIÓN A. - ESPEJO

    ESPEJO

    Avatar 1

    Avatar 2

    Avatar 3

    Avatar 4

    Avatar 5

    Avatar 6

    Avatar 7
    ▪ Slide
    NO ESPEJO

    Avatar 1

    Avatar 2

    Avatar 3

    Avatar 4

    Avatar 5

    Avatar 6

    Avatar 7
    ▪ Slide
    ELEMENTO A ROTAR

    Reloj
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Hora
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Minutos
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Segundos
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Dos Puntos 1
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Dos Puntos 2
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Fecha
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Hora, Minutos y Segundos
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Hora y Minutos
    0 grados
    30 msg
    0 seg
    Slide
    0 grados
    30 msg
    0 seg
    Avatar 1
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Avatar 2
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Avatar 3
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Avatar 4
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Avatar 5
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Avatar 6
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Avatar 7
    0 grados
    30 msg
    0 seg
    VELOCIDAD-TIEMPO

    Tiempo Movimiento

    Tiempo entre Movimiento

    Rotar
    ROTAR-VELOCIDAD

      45     90  

      135     180  
    ROTAR-VELOCIDAD

    ▪ Parar

    ▪ Normal

    ▪ Restaurar Todo
    VARIOS
    Alarma 1
    ALARMA 1

    ACTIVADA
    SINCRONIZAR

    ▪ Si
    ▪ No


    Seleccionar Minutos

      1     2     3  

      4     5     6  

      7     8     9  

      0     X  




    REPETIR-APAGAR

    ▪ Repetir

    ▪ Apagar Sonido

    ▪ No Alarma


    REPETIR SONIDO
    1 vez

    ▪ 1 vez (s)

    ▪ 2 veces

    ▪ 3 veces

    ▪ 4 veces

    ▪ 5 veces

    ▪ Indefinido


    SONIDO

    Actual:
    1

    ▪ Ventana de Música

    ▪ 1-Alarma-01
    - 1

    ▪ 2-Alarma-02
    - 18

    ▪ 3-Alarma-03
    - 10

    ▪ 4-Alarma-04
    - 8

    ▪ 5-Alarma-05
    - 13

    ▪ 6-Alarma-06
    - 16

    ▪ 7-Alarma-08
    - 29

    ▪ 8-Alarma-Carro
    - 11

    ▪ 9-Alarma-Fuego-01
    - 15

    ▪ 10-Alarma-Fuego-02
    - 5

    ▪ 11-Alarma-Fuerte
    - 6

    ▪ 12-Alarma-Incansable
    - 30

    ▪ 13-Alarma-Mini Airplane
    - 36

    ▪ 14-Digital-01
    - 34

    ▪ 15-Digital-02
    - 4

    ▪ 16-Digital-03
    - 4

    ▪ 17-Digital-04
    - 1

    ▪ 18-Digital-05
    - 31

    ▪ 19-Digital-06
    - 1

    ▪ 20-Digital-07
    - 3

    ▪ 21-Gallo
    - 2

    ▪ 22-Melodia-01
    - 30

    ▪ 23-Melodia-02
    - 28

    ▪ 24-Melodia-Alerta
    - 14

    ▪ 25-Melodia-Bongo
    - 17

    ▪ 26-Melodia-Campanas Suaves
    - 20

    ▪ 27-Melodia-Elisa
    - 28

    ▪ 28-Melodia-Samsung-01
    - 10

    ▪ 29-Melodia-Samsung-02
    - 29

    ▪ 30-Melodia-Samsung-03
    - 5

    ▪ 31-Melodia-Sd_Alert_3
    - 4

    ▪ 32-Melodia-Vintage
    - 60

    ▪ 33-Melodia-Whistle
    - 15

    ▪ 34-Melodia-Xiaomi
    - 12

    ▪ 35-Voz Femenina
    - 4

    Alarma 2
    ALARMA 2

    ACTIVADA
    Avatar - Elegir
    AVATAR - ELEGIR

    Desactivado SM
    ▪ Abrir para Selección Múltiple

    ▪ Cerrar Selección Múltiple
    AVATAR 1-2-3

    Avatar 1

    Avatar 2

    Avatar 3
    AVATAR 4-5-6-7

    Avatar 4

    Avatar 5

    Avatar 6

    Avatar 7
    TOMAR DE BANCO

    # del Banco

    Aceptar
    AVATARES

    Animales


    Deporte


    Halloween


    Navidad


    Religioso


    San Valentín


    Varios
    ▪ Quitar
    Avatar - Opacidad
    Avatar - Posición
    Avatar Rotar-Espejo
    Avatar - Tamaño
    AVATAR - TAMAÑO

    AVATAR 1-2-3

    Avatar1

    Avatar 2

    Avatar 3
    AVATAR 4-5-6-7

    Avatar 4

    Avatar 5

    Avatar 6

    Avatar 7
    TAMAÑO

    Avatar 1(
    10%
    )


    Avatar 2(
    10%
    )


    Avatar 3(
    10%
    )


    Avatar 4(
    10%
    )


    Avatar 5(
    10%
    )


    Avatar 6(
    10%
    )


    Avatar 7(
    10%
    )

      20     40  

      60     80  

    100
    Más - Menos

    10-Normal
    ▪ Quitar
    Colores - Posición Paleta
    Elegir Color o Colores
    Filtros
    FILTROS

    ELEMENTO

    Reloj
    0 Blur
    100 Contrast
    0 Hue-Rotate
    0 Sepia

    Fecha
    0 Blur
    100 Contrast
    0 Hue-Rotate
    0 Sepia

    Hora
    0 Blur
    100 Contrast
    0 Hue-Rotate
    0 Sepia

    Minutos
    0 Blur
    100 Contrast
    0 Hue-Rotate
    0 Sepia

    Segundos
    0 Blur
    100 Contrast
    0 Hue-Rotate
    0 Sepia

    Dos Puntos
    0 Blur
    100 Contrast
    0 Hue-Rotate
    0 Sepia
    Slide
    0 Blur
    100 Contrast
    0 Hue-Rotate
    0 Sepia
    Avatar 1
    0 Blur
    100 Contrast
    0 Hue-Rotate
    0 Sepia

    Avatar 2
    0 Blur
    100 Contrast
    0 Hue-Rotate
    0 Sepia

    Avatar 3
    0 Blur
    100 Contrast
    0 Hue-Rotate
    0 Sepia

    Avatar 4
    0 Blur
    100 Contrast
    0 Hue-Rotate
    0 Sepia

    Avatar 5
    0 Blur
    100 Contrast
    0 Hue-Rotate
    0 Sepia

    Avatar 6
    0 Blur
    100 Contrast
    0 Hue-Rotate
    0 Sepia

    Avatar 7
    0 Blur
    100 Contrast
    0 Hue-Rotate
    0 Sepia
    FILTRO

    Blur
    (0 - 20)

    Contrast
    (1 - 1000)

    Hue-Rotate
    (0 - 358)

    Sepia
    (1 - 100)
    VALORES

    ▪ Normal

    Fondo - Opacidad
    Generalizar
    GENERALIZAR

    ACTIVAR

    DESACTIVAR

    ▪ Animar Reloj
    ▪ Avatares y Cambio Automático
    ▪ Bordes Color, Cambio automático y Sombra
    ▪ Filtros
    ▪ Filtros, Cambio automático
    ▪ Fonco 1 - Color y Cambio automático
    ▪ Fondo 2 - Color y Cambio automático
    ▪ Fondos Texto Color y Cambio automático
    ▪ Imágenes para Efectos y Cambio automático
    ▪ Mover-Voltear-Aumentar-Reducir Imagen del Slide
    ▪ Ocultar Reloj
    ▪ Ocultar Reloj - 2
    ▪ Reloj y Avatares 1-2-3 Movimiento Automático
    ▪ Rotar-Voltear-Rotación Automático
    ▪ Tamaño
    ▪ Texto - Color y Cambio automático
    ▪ Tiempo entre efectos
    ▪ Tipo de Letra y Cambio automático
    Imágenes para efectos
    Mover-Voltear-Aumentar-Reducir Imagen del Slide
    M-V-A-R IMAGEN DEL SLIDE

    VOLTEAR-ESPEJO

    ▪ Voltear

    ▪ Normal
    SUPERIOR-INFERIOR

    ▪ Arriba (s)

    ▪ Centrar

    ▪ Inferior
    MOVER

    Abajo - Arriba
    REDUCIR-AUMENTAR

    Aumentar

    Reducir

    Normal
    PORCENTAJE

    Más - Menos
    Pausar Reloj
    Restablecer Reloj
    PROGRAMACIÓN

    Programar Reloj
    PROGRAMAR RELOJ

    DESACTIVADO
    ▪ Activar

    ▪ Desactivar

    ▪ Eliminar

    ▪ Guardar
    H= M= R=
    -------
    H= M= R=
    -------
    H= M= R=
    -------
    H= M= R=
    -------
    Prog.R.1

    H
    M

    Reloj #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días
    Prog.R.2

    H
    M

    Reloj #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días
    Prog.R.3

    H
    M

    Reloj #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días
    Prog.R.4

    H
    M

    Reloj #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días


    Programar Estilo
    PROGRAMAR ESTILO

    DESACTIVADO
    ▪ Activar

    ▪ Desctivar

    ▪ Eliminar

    ▪ Guardar
    H= M= E=
    -------
    H= M= E=
    -------
    H= M= E=
    -------
    H= M= E=
    -------
    Prog.E.1

    H
    M

    Estilo #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días
    Prog.E.2

    H
    M

    Estilo #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días
    Prog.E.3

    H
    M

    Estilo #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días
    Prog.E.4

    H
    M

    Estilo #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días

    Programar RELOJES
    PROGRAMAR RELOJES


    DESACTIVADO
    ▪ Activar

    ▪ Desactivar

    ▪ Guardar
    Almacenar

    ▪1
    ▪2
    ▪3


    ▪4
    ▪5
    ▪6
    Cargar

    ▪1
    ▪2
    ▪3


    ▪4
    ▪5
    Borrar

    ▪1 ▪2 ▪3

    ▪4 ▪5 ▪6
    HORAS
    Cambiar cada

    1 2 3 4 5

    6 7 8 9 0

    X
    MINUTOS
    Cambiar cada

    1 2 3 4 5

    6 7 8 9 0

    X
    RELOJES #
    Relojes a cambiar

    1 2 3

    4 5 6

    7 8 9

    10 11 12

    13 14 15

    16 17 18

    19 20

    T X


    Programar ESTILOS
    PROGRAMAR ESTILOS


    DESACTIVADO
    ▪ Activar

    ▪ Desactivar

    ▪ Guardar
    Almacenar

    ▪1
    ▪2
    ▪3


    ▪4
    ▪5
    ▪6
    Cargar

    ▪1
    ▪2
    ▪3


    ▪4
    ▪5
    ▪6
    Borrar

    ▪1 ▪2 ▪3

    ▪4 ▪5 ▪6
    HORAS
    Cambiar cada

    1 2 3 4 5

    6 7 8 9 0

    X
    MINUTOS
    Cambiar cada

    1 2 3 4 5

    6 7 8 9 0

    X
    ESTILOS #

    A B C D

    E F G H

    I J K L

    M N O P

    Q R T S

    TODO X


    Programar lo Programado
    PROGRAMAR LO PROGRAMADO

    DESACTIVADO
    ▪ Activar

    ▪ Desactivar
    Programación 1

    Reloj:
    h m

    Estilo:
    h m

    RELOJES:
    h m

    ESTILOS:
    h m
    Programación 2

    Reloj:
    h m

    Estilo:
    h m

    RELOJES:
    h m

    ESTILOS:
    h m
    Programación 3

    Reloj:
    h m

    Estilo:
    h m

    RELOJES:
    h m

    ESTILOS:
    h m
    Almacenado en RELOJES y ESTILOS

    ▪1
    ▪2
    ▪3


    ▪4
    ▪5
    ▪6
    Borrar Programación
    HORAS

    1 2 3 4 5

    6 7 8 9 0

    X
    MINUTOS

    1 2 3 4 5

    6 7 8 9 0

    X


    IMÁGENES PERSONALES

    Esta opción permite colocar de fondo, en cualquier sección de la página, imágenes de internet, empleando el link o url de la misma. Su manejo es sencillo y práctico.

    Ahora se puede elegir un fondo diferente para cada ventana del slide, del sidebar y del downbar, en la página de INICIO; y el sidebar y la publicación en el Salón de Lectura. A más de eso, el Body, Main e Info, incluido las secciones +Categoría y Listas.

    Cada vez que eliges dónde se coloca la imagen de fondo, la misma se guarda y se mantiene cuando regreses al blog. Así como el resto de las opciones que te ofrece el mismo, es independiente por estilo, y a su vez, por usuario.

    FUNCIONAMIENTO

  • Recuadro en blanco: Es donde se colocará la url o link de la imagen.

  • Aceptar Url: Permite aceptar la dirección de la imagen que colocas en el recuadro.

  • Borrar Url: Deja vacío el recuadro en blanco para que coloques otra url.

  • Quitar imagen: Permite eliminar la imagen colocada. Cuando eliminas una imagen y deseas colocarla en otra parte, simplemente la eliminas, y para que puedas usarla en otra sección, presionas nuevamente "Aceptar Url"; siempre y cuando el link siga en el recuadro blanco.

  • Guardar Imagen: Permite guardar la imagen, para emplearla posteriormente. La misma se almacena en el banco de imágenes para el Header.

  • Imágenes Guardadas: Abre la ventana que permite ver las imágenes que has guardado.

  • Forma 1 a 5: Esta opción permite colocar de cinco formas diferente las imágenes.

  • Bottom, Top, Left, Right, Center: Esta opción, en conjunto con la anterior, permite mover la imagen para que se vea desde la parte de abajo, de arriba, desde la izquierda, desde la derecha o centrarla. Si al activar alguna de estas opciones, la imagen desaparece, debes aceptar nuevamente la Url y elegir una de las 5 formas, para que vuelva a aparecer.


  • Una vez que has empleado una de las opciones arriba mencionadas, en la parte inferior aparecerán las secciones que puedes agregar de fondo la imagen.

    Cada vez que quieras cambiar de Forma, o emplear Bottom, Top, etc., debes seleccionar la opción y seleccionar nuevamente la sección que colocaste la imagen.

    Habiendo empleado el botón "Aceptar Url", das click en cualquier sección que desees, y a cuantas quieras, sin necesidad de volver a ingresar la misma url, y el cambio es instantáneo.

    Las ventanas (widget) del sidebar, desde la quinta a la décima, pueden ser vistas cambiando la sección de "Últimas Publicaciones" con la opción "De 5 en 5 con texto" (la encuentras en el PANEL/MINIATURAS/ESTILOS), reduciendo el slide y eliminando los títulos de las ventanas del sidebar.

    La sección INFO, es la ventana que se abre cuando das click en .

    La sección DOWNBAR, son los tres widgets que se encuentran en la parte última en la página de Inicio.

    La sección POST, es donde está situada la publicación.

    Si deseas eliminar la imagen del fondo de esa sección, da click en el botón "Quitar imagen", y sigues el mismo procedimiento. Con un solo click a ese botón, puedes ir eliminando la imagen de cada seccion que hayas colocado.

    Para guardar una imagen, simplemente das click en "Guardar Imagen", siempre y cuando hayas empleado el botón "Aceptar Url".

    Para colocar una imagen de las guardadas, presionas el botón "Imágenes Guardadas", das click en la imagen deseada, y por último, click en la sección o secciones a colocar la misma.

    Para eliminar una o las imágenes que quieras de las guardadas, te vas a "Mi Librería".
    MÁS COLORES

    Esta opción permite obtener más tonalidades de los colores, para cambiar los mismos a determinadas bloques de las secciones que conforman el blog.

    Con esta opción puedes cambiar, también, los colores en la sección "Mi Librería" y "Navega Directo 1", cada uno con sus colores propios. No es necesario activar el PANEL para estas dos secciones.

    Así como el resto de las opciones que te permite el blog, es independiente por "Estilo" y a su vez por "Usuario". A excepción de "Mi Librería" y "Navega Directo 1".

    FUNCIONAMIENTO

    En la parte izquierda de la ventana de "Más Colores" se encuentra el cuadro que muestra las tonalidades del color y la barra con los colores disponibles. En la parte superior del mismo, se encuentra "Código Hex", que es donde se verá el código del color que estás seleccionando. A mano derecha del mismo hay un cuadro, el cual te permite ingresar o copiar un código de color. Seguido está la "C", que permite aceptar ese código. Luego la "G", que permite guardar un color. Y por último, el caracter "►", el cual permite ver la ventana de las opciones para los "Colores Guardados".

    En la parte derecha se encuentran los bloques y qué partes de ese bloque permite cambiar el color; así como borrar el mismo.

    Cambiemos, por ejemplo, el color del body de esta página. Damos click en "Body", una opción aparece en la parte de abajo indicando qué puedes cambiar de ese bloque. En este caso da la opción de solo el "Fondo". Damos click en la misma, seguido elegimos, en la barra vertical de colores, el color deseado, y, en la ventana grande, desplazamos la ruedita a la intensidad o tonalidad de ese color. Haciendo esto, el body empieza a cambiar de color. Donde dice "Código Hex", se cambia por el código del color que seleccionas al desplazar la ruedita. El mismo procedimiento harás para el resto de los bloques y sus complementos.

    ELIMINAR EL COLOR CAMBIADO

    Para eliminar el nuevo color elegido y poder restablecer el original o el que tenía anteriormente, en la parte derecha de esta ventana te desplazas hacia abajo donde dice "Borrar Color" y das click en "Restablecer o Borrar Color". Eliges el bloque y el complemento a eliminar el color dado y mueves la ruedita, de la ventana izquierda, a cualquier posición. Mientras tengas elegida la opción de "Restablecer o Borrar Color", puedes eliminar el color dado de cualquier bloque.
    Cuando eliges "Restablecer o Borrar Color", aparece la opción "Dar Color". Cuando ya no quieras eliminar el color dado, eliges esta opción y puedes seguir dando color normalmente.

    ELIMINAR TODOS LOS CAMBIOS

    Para eliminar todos los cambios hechos, abres el PANEL, ESTILOS, Borrar Cambios, y buscas la opción "Borrar Más Colores". Se hace un refresco de pantalla y todo tendrá los colores anteriores o los originales.

    COPIAR UN COLOR

    Cuando eliges un color, por ejemplo para "Body", a mano derecha de la opción "Fondo" aparece el código de ese color. Para copiarlo, por ejemplo al "Post" en "Texto General Fondo", das click en ese código y el mismo aparece en el recuadro blanco que está en la parte superior izquierda de esta ventana. Para que el color sea aceptado, das click en la "C" y el recuadro blanco y la "C" se cambian por "No Copiar". Ahora sí, eliges "Post", luego das click en "Texto General Fondo" y desplazas la ruedita a cualquier posición. Puedes hacer el mismo procedimiento para copiarlo a cualquier bloque y complemento del mismo. Cuando ya no quieras copiar el color, das click en "No Copiar", y puedes seguir dando color normalmente.

    COLOR MANUAL

    Para dar un color que no sea de la barra de colores de esta opción, escribe el código del color, anteponiendo el "#", en el recuadro blanco que está sobre la barra de colores y presiona "C". Por ejemplo: #000000. Ahora sí, puedes elegir el bloque y su respectivo complemento a dar el color deseado. Para emplear el mismo color en otro bloque, simplemente elige el bloque y su complemento.

    GUARDAR COLORES

    Permite guardar hasta 21 colores. Pueden ser utilizados para activar la carga de los mismos de forma Ordenada o Aleatoria.

    El proceso es similiar al de copiar un color, solo que, en lugar de presionar la "C", presionas la "G".

    Para ver los colores que están guardados, da click en "►". Al hacerlo, la ventana de los "Bloques a cambiar color" se cambia por la ventana de "Banco de Colores", donde podrás ver los colores guardados y otras opciones. El signo "►" se cambia por "◄", el cual permite regresar a la ventana anterior.

    Si quieres seguir guardando más colores, o agregar a los que tienes guardado, debes desactivar, primero, todo lo que hayas activado previamente, en esta ventana, como es: Carga Aleatoria u Ordenada, Cargar Estilo Slide y Aplicar a todo el blog; y procedes a guardar otros colores.

    A manera de sugerencia, para ver los colores que desees guardar, puedes ir probando en la sección MAIN con la opción FONDO. Una vez que has guardado los colores necesarios, puedes borrar el color del MAIN. No afecta a los colores guardados.

    ACTIVAR LOS COLORES GUARDADOS

    Para activar los colores que has guardado, debes primero seleccionar el bloque y su complemento. Si no se sigue ese proceso, no funcionará. Una vez hecho esto, das click en "►", y eliges si quieres que cargue "Ordenado, Aleatorio, Ordenado Incluido Cabecera y Aleatorio Incluido Cabecera".

    Funciona solo para un complemento de cada bloque. A excepción del Slide, Sidebar y Downbar, que cada uno tiene la opción de que cambie el color en todos los widgets, o que cada uno tenga un color diferente.

    Cargar Estilo Slide. Permite hacer un slide de los colores guardados con la selección hecha. Cuando lo activas, automáticamente cambia de color cada cierto tiempo. No es necesario reiniciar la página. Esta opción se graba.
    Si has seleccionado "Aplicar a todo el Blog", puedes activar y desactivar esta opción en cualquier momento y en cualquier sección del blog.
    Si quieres cambiar el bloque con su respectivo complemento, sin desactivar "Estilo Slide", haces la selección y vuelves a marcar si es aleatorio u ordenado (con o sin cabecera). Por cada cambio de bloque, es el mismo proceso.
    Cuando desactivas esta opción, el bloque mantiene el color con que se quedó.

    No Cargar Estilo Slide. Desactiva la opción anterior.

    Cuando eliges "Carga Ordenada", cada vez que entres a esa página, el bloque y el complemento que elegiste tomará el color según el orden que se muestra en "Colores Guardados". Si eliges "Carga Ordenada Incluido Cabecera", es igual que "Carga Ordenada", solo que se agrega el Header o Cabecera, con el mismo color, con un grado bajo de transparencia. Si eliges "Carga Aleatoria", el color que toma será cualquiera, y habrá veces que se repita el mismo. Si eliges "Carga Aleatoria Incluido Cabecera", es igual que "Aleatorio", solo que se agrega el Header o Cabecera, con el mismo color, con un grado bajo de transparencia.

    Puedes desactivar la Carga Ordenada o Aleatoria dando click en "Desactivar Carga Ordenada o Aleatoria".

    Si quieres un nuevo grupo de colores, das click primero en "Desactivar Carga Ordenada o Aleatoria", luego eliminas los actuales dando click en "Eliminar Colores Guardados" y por último seleccionas el nuevo set de colores.

    Aplicar a todo el Blog. Tienes la opción de aplicar lo anterior para que se cargue en todo el blog. Esta opción funciona solo con los bloques "Body, Main, Header, Menú" y "Panel y Otros".
    Para activar esta opción, debes primero seleccionar el bloque y su complemento deseado, luego seleccionas si la carga es aleatoria, ordenada, con o sin cabecera, y procedes a dar click en esta opción.
    Cuando se activa esta opción, los colores guardados aparecerán en las otras secciones del blog, y puede ser desactivado desde cualquiera de ellas. Cuando desactivas esta opción en otra sección, los colores guardados desaparecen cuando reinicias la página, y la página desde donde activaste la opción, mantiene el efecto.
    Si has seleccionado, previamente, colores en alguna sección del blog, por ejemplo en INICIO, y activas esta opción en otra sección, por ejemplo NAVEGA DIRECTO 1, INICIO tomará los colores de NAVEGA DIRECTO 1, que se verán también en todo el blog, y cuando la desactivas, en cualquier sección del blog, INICIO retomará los colores que tenía previamente.
    Cuando seleccionas la sección del "Menú", al aplicar para todo el blog, cada sección del submenú tomará un color diferente, según la cantidad de colores elegidos.

    No plicar a todo el Blog. Desactiva la opción anterior.

    Tiempo a cambiar el color. Permite cambiar los segundos que transcurren entre cada color, si has aplicado "Cargar Estilo Slide". El tiempo estándar es el T3. A la derecha de esta opción indica el tiempo a transcurrir. Esta opción se graba.

    SETS PREDEFINIDOS DE COLORES

    Se encuentra en la sección "Banco de Colores", casi en la parte última, y permite elegir entre cuatro sets de colores predefinidos. Sirven para ser empleados en "Cargar Estilo Slide".
    Para emplear cualquiera de ellos, debes primero, tener vacío "Colores Guardados"; luego das click en el Set deseado, y sigues el proceso explicado anteriormente para activar los "Colores Guardados".
    Cuando seleccionas alguno de los "Sets predefinidos", los colores que contienen se mostrarán en la sección "Colores Guardados".

    SETS PERSONAL DE COLORES

    Se encuentra seguido de "Sets predefinidos de Colores", y permite guardar cuatro sets de colores personales.
    Para guardar en estos sets, los colores deben estar en "Colores Guardados". De esa forma, puedes armar tus colores, o copiar cualquiera de los "Sets predefinidos de Colores", o si te gusta algún set de otra sección del blog y tienes aplicado "Aplicar a todo el Blog".
    Para usar uno de los "Sets Personales", debes primero, tener vacío "Colores Guardados"; y luego das click en "Usar". Cuando aplicas "Usar", el set de colores aparece en "Colores Guardados", y se almacenan en el mismo. Cuando entras nuevamente al blog, a esa sección, el set de colores permanece.
    Cada sección del blog tiene sus propios cuatro "Sets personal de colores", cada uno independiente del restoi.

    Tip

    Si vas a emplear esta método y quieres que se vea en toda la página, debes primero dar transparencia a todos los bloques de la sección del blog, y de ahí aplicas la opción al bloque BODY y su complemento FONDO.

    Nota

    - No puedes seguir guardando más colores o eliminarlos mientras esté activo la "Carga Ordenada o Aleatoria".
    - Cuando activas la "Carga Aleatoria" habiendo elegido primero una de las siguientes opciones: Sidebar (Fondo los 10 Widgets), Downbar (Fondo los 3 Widgets), Slide (Fondo de las 4 imágenes) o Sidebar en el Salón de Lectura (Fondo los 7 Widgets), los colores serán diferentes para cada widget.

    OBSERVACIONES

    - En "Navega Directo + Panel", lo que es la publicación, sólo funciona el fondo y el texto de la publicación.

    - En "Navega Directo + Panel", el sidebar vendría a ser el Widget 7.

    - Estos colores están por encima de los colores normales que encuentras en el "Panel', pero no de los "Predefinidos".

    - Cada sección del blog es independiente. Lo que se guarda en Inicio, es solo para Inicio. Y así con las otras secciones.

    - No permite copiar de un estilo o usuario a otro.

    - El color de la ventana donde escribes las NOTAS, no se cambia con este método.

    - Cuando borras el color dado a la sección "Menú" las opciones "Texto indicador Sección" y "Fondo indicador Sección", el código que está a la derecha no se elimina, sino que se cambia por el original de cada uno.
    3 2 1 E 1 2 3
    X
    Guardar - Eliminar
    Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    Para guardar, elige dónde, y seguido da click en la o las imágenes deseadas.
    Para dar Zoom o Fijar,
    selecciona la opción y luego la imagen.
    ---------------------------------------------------
    Slide 1     Slide 2     Slide 3




















    Header

    -------------------------------------------------
    Guardar todas las imágenes
    Fijar "Guardar Imágenes"
    Desactivar "Guardar Imágenes"
    Dar Zoom a la Imagen
    Fijar Imagen de Fondo
    No fijar Imagen de Fondo
    -------------------------------------------------
    Colocar imagen en Header
    No colocar imagen en Header
    Mover imagen del Header
    Ocultar Mover imagen del Header
    Ver Imágenes del Header


    Imágenes Guardadas y Personales
    Desactivar Slide Ocultar Todo
    P
    S1
    S2
    S3
    B1
    B2
    B3
    B4
    B5
    B6
    B7
    B8
    B9
    B10
    B11
    B12
    B13
    B14
    B15
    B16
    B17
    B18
    B19
    B20
    H

    OPCIONES GENERALES
    ● Activar Slide 1
    ● Activar Slide 2
    ● Activar Slide 3
    ● Desactivar Slide
    ● Desplazamiento Automático
    ● Ampliar o Reducir el Blog
  • Ancho igual a 1088
  • Ancho igual a 1152
  • Ancho igual a 1176
  • Ancho igual a 1280
  • Ancho igual a 1360
  • Ancho igual a 1366
  • Ancho igual a 1440
  • Ancho igual a 1600
  • Ancho igual a 1680
  • Normal 1024
  • ------------MANUAL-----------
  • + -

  • Transición (aprox.)

  • T 1 (1.6 seg)


    T 2 (3.3 seg)


    T 3 (4.9 seg)


    T 4 (s) (6.6 seg)


    T 5 (8.3 seg)


    T 6 (9.9 seg)


    T 7 (11.4 seg)


    T 8 13.3 seg)


    T 9 (15.0 seg)


    T 10 (20 seg)


    T 11 (30 seg)


    T 12 (40 seg)


    T 13 (50 seg)


    T 14 (60 seg)


    T 15 (90 seg)


    ---------- C A T E G O R I A S ----------

    ----------------- GENERAL -------------------


    ------------- POR CATEGORÍA ---------------




















    --------REVISTAS DINERS--------






















    --------REVISTAS SELECCIONES--------














































    IMAGEN PERSONAL



    En el recuadro ingresa la url de la imagen:









    Elige la sección de la página a cambiar imagen del fondo:

    BODY MAIN POST INFO

    SIDEBAR
    Widget 1 Widget 2 Widget 3
    Widget 4 Widget 5 Widget 6
    Widget 7














































































































    RESCATE DE UN SECRETO (Stanley G. Weinbaum)

    Publicado en septiembre 12, 2010
    ¿Han estado ustedes alguna vez completamente agotados, hambrientos como una rata de iglesia y, sin embargo, tan abatidos que no les importaba nada? Al rememorar ahora la situación, al cabo de un par de meses, resulta difícil expresarla en palabras. Todo empezó el anochecer en que el viejo capitán Harris Henshaw entró en mi habitación.
    Allí estaba yo sentado, Jack Sands, ex piloto de cohete. Sí, el.mismo Jack Sands en quien están ustedes pensando, el que se estrelló con la expedición Gunderson a Europa al tratar de aterrizar en el Campo de los Jovenes, Long Island, en marzo de 2110. Sólo hace año y medio y sin embargo parecían diez años y medio. Quinientos días de ocio. Dieciocho meses de ver cómo mis amigos miraban a otro lado cuando me cruzaba con ellos por la calle, en parte porque se avergonzaban de saludar a un piloto que ha sido tachado de cobarde, en parte porque sentían que era más compasivo dejarle creer a uno que había pasado desapercibido.
    Ni siquiera levanté la mirada cuando, tras una discreta llamada a mi puerta oí que ésta se abría, porque comprendí que sólo podía ser la patrona.
    -No necesito nada -gruñí-. Tengo derecho a que me dejen tranquilo.
    -Tienes derecho a portarte como un loco -respondió la voz de Henshaw-. ¿Por qué no comunicaste tu dirección a tus amigos?
    -¡Harris! -gríté, mirándole sorprendido. Él sólo era «capitán» a bordo de la nave. Luego me contuve-. ¿Qué pasa? -pregunté, sonriendo amargamente-. ¿También tú te has estrellado? ¿Vienes a revolcarte conmigo en el montón de estíércol?
    -Vengo a ofrecerte un empleo -gruñó él.
    -¿Sí? Debe de ser un condenado empleo, entonces. Acarrear arena para rellenar los baches de una pista, ¿no? Aún no estoy lo bastante hambriento para aceptarlo.
    -Es un empleo de piloto -explicó Henshaw plácidamente.
    -¿Quién puede querer a un piloto que ha sido marcado con pintura amarilla, la pintura de los cobardes? ¿Qué dotación confiaría su nave a un cobarde? ¿No sabes que Jack Sands ha quedado deshonrado para siempre?
    -Cierra el pico, Jack -dijo él brevemente-. Te ofrezco el empleo de piloto a mis órdenes en la nueva expedición interplanetaria a Europa.
    Me sobresalté. Compréndase, fue al regreso de la tercera luna de Júpiter, Europa, cuando estrellé al equipo Gunderson. Pensé con desagrado que Henshaw me tomaba el pelo.
    -¡Cristo! -exclamé-. Si quieres hacerte el gracioso...
    Pero no era eso. Me calmé cuando vi que él estaba serio y que proseguía lentamente.
    -Necesito un piloto en quien pueda confiar, Jack. No sé nada de tu accidente en el «Hera»; por aquel entonces yo estaba en la órbita de Venus. Todo lo que sé es que puedo confiar en ti.
    Al cabo de un rato empecé a creerle. Cuando me repuse de la sorpresa, pensé que Henshaw era lo bastante amigo para tener derecho a una explicación.
    -Escucha, Harris -empecé-. Estás dispuesto a contratarme a pesar de mi mala fama y creo que mereces una explicación. No me he lamentado de mi mala suerte ni voy a hacerlo ahora, Hice perecer a Gunderson y a sus hombres, es verdad, sólo que... -Vacilé; resulta duro pensar que tal vez uno está mostrándose injusto-, sólo que mi copiloto, ese tal Kratska, olvidó mencionar algunas cosas y añadió otras que no eran ciertas. Si, se trataba de mi turno, desde luego, pero olvidó decir al comité investigador que yo me había hecho cargo de su turno después de haber cumplido el mío propio. Llevaba dos turnos largos a mis espaldas cuando inicié el turno corto que me correspondía.
    -¡Dos turnos largos! -repitió Henshaw-. ¿Quieres decir que estuviste dieciséis horas de servicio antes del turno de aterrizaje?
    -Exacto. Te estoy explicando palabra por palabra lo que referí al comité. Quizá tú me creas, ellos no lo hicieron.
    »Cuando Kratska se presentó para relevarme estaba drogado. Llevaba una imponente borrachera de hexylamina y no podría haber pilotado ni un triciclo. No tuve otra alternativa: le dije que se marchase a dormirla e informé a Gunderson. En todo caso eso dejó a mi cargo la maniobra del aterrizaje.
    "La situación no habría sido tan mala de haber ocurrido en el espacio, porque allí la tarea del piloto se reduce a seguir el rumbo trazado por el capitán y tal vez a esquivar un meteorito si suena ]a alarma. Pero yo llevaba dieciséis largas horas de balanceo a través de un campo gravitacional y cuando se inició el turno de cuatro horas estaba hecho trizas.
    -No me extraña -dijo el capitán-. ¡Dos turnos largos!
    Antes de proseguir quizá será mejor que explique el sistema de pilotaje de un cohete. En recorridos cortos -Tierra-Venus o Tierra-Marte, por ejemplo-, una nave puede llevar tres pilotos y en estos casos se establece una simple rutina de tres turnos de ocho horas.
    Pero en cualquier recorrido más largo, ningún cohete lleva nunca más de dos pilotos, puesto que el aire, el combustible y la comida son elementos preciosos.
    El día se divide en cuatro turnos. Cada piloto tiene sucesivamente un turno largo de ocho horas, cuatro horas libres, otras cuatro horas de turno corto y finalmente ocho horas para dormir.
    Hace dos de sus comidas en la mesa de mandos y la tercera durante su corto período libre. Es una vida rara y algunas veces hay hombres que han sido copilotos durante años sin verse realmente uno a otro excepto al principio y al final de su viaje.
    Continué mi relato, preguntándome si Henshaw pensaría que estaba gimoteando.
    -Estaba hecho trizas -repetí-, pero Kratska se veía aún embotado y yo no me atrevía a confiar el aterrizaje a un drogado con hexylamina. En cualquier caso informé a Gunderson, que pasó así a compartir la responsabilidad, y dispuse que Kratska se quedase en la cabina de control. Empecé a descender.
    Contar aquella historia era algo que siempre me ponía malo.
    -¡Esos asquerosos reporteros! -estallé-. Todos parecían pensar que aterrizar con un cohete es tan simple como acostarse. Basta sólo con dejarse caer sobre el colchón. y no se dan cuenta de que hay que aterrizar a ciegas, porque a cien metros por debajo del cohete la tierra empieza a levantarse en remolinos. Uno vigila los postes de nivelación que bordean el campo y trata de juzgar por ellos la altura a que está; pero no ve la pista, lo que ve por debajo son las llamas del infierno. Y aún hay otra cosa que ellos no saben: hacer descender una nave es como bajar un plato en equilibrio sobre una caña de pescar. Si empieza a tumbarse aun lado, malo. Los chorros inferiores sólo sostienen la nave cuando están apuntando hacia abajo, eso tú lo sabes.
    Henshaw esperó sin interrumpirme a que me desahogara y yo retorné a mi historia.
    -Bien, estaba bajando todo lo bien que cabía esperar. El «Hera» siempre tuvo una tendencia a ladearse un poco, pero yo había conseguido posarme con cohetes peores. Cada vez que cabeceaba un poco, Kratska lanzaba un aullido. La droga lo tenía nervioso y sabía, además, que por aquello perdería su licencia. Por otra parte, sencillamente, estaba asustado por el bamboleo. Cuando llegamos a unos veinte metros de los postes de nivelación la nave tuvo un pronunciado cabeceo y Kratska se volvió loco.
    Vacilé antes de continuar mi relato.
    -No sé cómo contarte exactamente lo que ocurrió. Todo fue muy rápido y, naturalmente, no pude verlo en su totalidad. Kratska, que había estado luchando con el bache, gritó algo así como «jSe hunde!» y agarró el acelerador. Cerró el chorro antes de que yo pudiese parpadear, lo cerró y se lanzó afuera. Sí, abrió la escotilla.
    Estábamos a menos de veinte metros sobre el campo. Caímos como cae una manzana madura de un árbol. Ni siquiera tuve tiempo de moverme antes de chocar y, cuando chocamos, debió de derramarse todo el combustible de los reactores. El resto, ya lo habrás leído en los periódicos.
    -No -dijo Henshaw-. Tendrás que contármelo.
    -No lo sé con exactitud, pero puedo conjeturar lo que ocurrió. Parece que cuando los reactores estallaron, Kratska acababa de aterrizar a unos cuantos metros sobre la blanda arena y salió indemne. No tenía más que una muñeca rota. En cuanto a mí, por lo visto salí proyectado a una distancia considerable de la sala de mandos. En cuanto a Gunderson, sus profesores y todos los demás que iban en el «Hera», bien, quedaron reducidos a simples manchas en el amasijo de ferroaluminio fundido que resultó la catástrofe.
    -Entonces -preguntó Henshaw-, ¿cómo se explica que te echaran a ti toda la culpa?
    Traté de dominar la voz.
    -Kratska -dije ceñudamente-. El campo estaba listo para aterrizar; nadie puede permanecer cerca con los chorros de los reactores derramándose en un círculo de doscientos metros. Vieron saltar a alguien desde el morro de la nave después que los reactores se apagaran, pero, ¿cómo podían decir quién de nosotros era?
    La explosión barrió todo el campo y todo era confuso.
    -Entonces es que valió la palabra de él contra la tuya, ¿no?
    -Sí, así debió de ser. En el aeropuerto sabían que era mi turno, porque había estado hablando con el equipo de aterrizaje y además, Kratska fue el primero en llegar a los periodistas. No me enteré del jaleo hasta que desperté en el hospital trece días más tarde. Por aquel entonces Kratska ya había hablado y fui la víctima propiciatoria.
    -Pero, ¿y el comité investigador?
    Gruñí.
    -Desde luego, el comité investigador. Yo había informado a Gunderson, pero mal podía servirme de testigo al haberse convertido en una impureza en una masa de aleación de ferroaluminio. Y Kratska, además, había desaparecido.
    -¿No pudieron encontrarlo?
    -No con lo poco que yo sabía de él. Lo recogimos en Junópolis de Io, porque Briggs estaba dado de baja con fiebre blanca. Yo no lo veía en absoluto excepto cuando nos relevábamos y aun así, porque ya sabes lo que es eso, ver a alguien en una cabina de control y con mala visibilidad. En Europa nos atuvimos a la rutina del espacio, por lo que ni siquiera podría darte una buena descripción de él. Llevaba barba, pero también la tiene el noventa por ciento de nosotros después de un viaje largo. Cuando lo recogimos dijo que acababa de llegar de la Tierra. -Hice una pausa-. Lo encontraré algún día.
    -Esa espero -confirmó Henshaw vivamente-. y ahora hablemos de lo nuestro. Iremos tú y yo y también estarán Stefan Coretti, un físico-químico, y un tal Ivor Gogrol, biólogo. Ese es el personal científico de la expedición.
    -Sí, pero, ¿quién es mi copiloto? Eso es lo que me interesa.
    -Claro, claro -dijo Henshaw, y carraspeó-. Tu copiloto. Bueno, estaba a punto de decírtelo. Es Claire Avery.
    -¡Claire Avery!
    -Eso es -asintió el capitán lúgubremente-. El Relámpago Dorado en persona. La única mujer piloto que tiene su nombre en la copa Curry, la ganadora de la carrera Apogeo de este año.
    -¡Tiene de piloto lo que yo de obispo! -exclamé-. Es un rico filón de publicidad con nervios de acero. Me sentí lo bastante curioso para gastarme diez dólares en arrendar un telescopio con el que poder seguir esa carrera. Estaba en la novena vuelta a la Luna.
    ¡Novena! ¿Sabes cómo ganó? Disparó su cohete con aceleración completa prácticamente todo el camino de regreso y luego cayó en una órbita de frenado.
    »Cualquier estudiante de segundo de astronáutica sabe que no puede calcular una órbita de frenado sin conocer la densidad de la estratosfera y de la ionosfera y aun así es un puro juego de azar. Es lo que ella hizo: simplemente se arriesgó y dio la casualidad de que tuvo suerte. ¿Por qué has escogido a una rica imbécil aficionada a las emociones fuertes para una tarea como ésta?
    -No la he escogido yo, Jack. La ha escogido la Interplanetaria para sus propósitos de publicidad. A decir verdad, creo que toda esta expedición es un intento de conseguir una imagen favorable que borre los turbios resultados de la investigación de esta primavera. La Interplanetaria quiere mostrarse como el noble patrocinador de la exploración. Claire Avery acaparará la atención de la televisión y de los periódicos y a ti te dejarán cortésmente aun lado.
    -Y eso es lo que me conviene. Ni siquiera admitiría el empleo si las cosas fuesen un poco diferentes y... -de pronto me interrumpí, helado-. Oye -dije débilmente-, ¿tú sabías que han revocado mi licencia?
    -No me digas -contestó Henshaw-. y después de todo el trabajo que me he tomado para conseguir que te contratara la Interplanetaria... -Me dirigió una sonrisa jovial-. Aquí tienes -dijo, alargándome un sobre-. Mira a ver cuánto tiempo tardas en perder esto.
    La mera visión del conocido papel azul fue suficiente para hacerme olvidar un montón de cosas: Kratska, Claire Avery, incluso el hambre.
    El despegue fue peor de lo que yo había esperado. Tuve suficiente juicio para acudir al campo con mis anteojos de piloto, pero me reconocieron en cuanto me uní al grupo que estaba al pie del cohete. Nos habían dado el «Minos», una vieja nave, pero tenía aspecto de ser bastante manejable.
    Los periodistas debían de haber recibido órdenes de no ocuparse de mí, pero alcancé a oír muchísimos comentarios por parte del público. Para acabar de arreglar las cosas, allí estaba Claire Avery, muchísimo más bonita que cuando apareció en las pantallas de la televisión, pero con los mismos inconfundibles ojos azul cobalto y el cabello más parecido al oro que yo haya visto en la vida. El «Relámpago Dorado», la llamaban los periodistas. ¡Bah!
    Aceptó que me presentaran a ella con la más fría inclinación posible de cabeza, como si estuviera diciéndoles a los observadores y a las cámaras que no había sido cosa suya eso de que la aparejaran con Jack Sands. Ni los negros ojos latinos de Coretti, ni los anchos rasgos de Gogrol, tampoco se mostraron especialmente cordiales. El rostro de Gogrol me resultaba familiar, pero por el momento me era imposible recordar cuándo y dónde lo habría conocido.
    Por fin acabaron los discursos, y los fotógrafos y periodistas permitieron que el Relámpago Dorado dejase de posar. Clajre Avery y yo entramos en la cabina de control para el despegue. Yo todavía llevaba puestos los anteojos y me los bajé un poco mas, porque había una docena de cámaras telescópicas y de televisión persiguiéndonos desde los bordes del campo, Claire Avery se pavoneaba, sonriendo y despidiéndose con los brazos antes de entrar en la sección inferior.
    Mi compañera era peor de lo que yo había podido imaginar. El «Minos» era una nave delicadamente equilibrada, pero se bamboleaba como la cuna de un niño. La radio sintonizaba la emisora del aeropuerto y pude oír la descripción del despegue: «...pesadamente cargada. De aquí que se bambolee de nuevo. Pero está ganando altitud. El chorro ha dejado ahora de rociar y está bajando en un hermoso abanico de fuego. Un difícil despegue, incluso para el Relámpago Dorado», ¡Un difícil despegue! ¡Qué estupidez!
    Yo observaba la burbuja roja en el nivel, pero lancé una mirada al rostro de Claire Avery y no lo encontré tan frío y orgulloso como antes. En ese momento la burbuja del nivel se expandió y oí cómo la muchacha lanzaba un gritito de susto. Esto ya no era balanceo; estábamos en un auténtico tumbo,
    Le sujeté fuertemente las manos y empuñé la barra en U. Corté por completo los chorros inferiores, dejando que la nave cayese libremente, luego disparé todo el chorro por los laterales de babor. Juraría que todo se hizo en el momento crítico, pero el caso es que nos nivelamos y pude contar con el chorro inferior antes de que hubiésemos perdido treinta metros de altura, y allí seguía hablando aquella estúpida radio: «¡Se han tumbado! ¡No, se han nivelado de nuevo, pero qué bamboleo! Un verdadero piloto de primera, este Relámpago Dorado...»
    La miré; estaba pálida y desencajada, pero en sus ojos brillaba la cólera.
    -Relámpago Dorado, ¿eh? -me burlé-. El oro debe de referirse a su dinero, pero, ¿a qué viene lo de relámpago? No creo que tenga mucho que ver con su capacidad como piloto.
    En aquellos momentos yo no tenía la menor idea de sus pobrísimos conocimientos en cohetería.
    Sus ojos llamearon.
    -Puede estar seguro -silbó, torciendo los labios- que el oro por lo menos no se refiere al color, señor Malaria Sands. –Ella sabía que aquello iba a herirme; lo de «Malaria» había sido una idea de un brillante columnista para hacer un juego de palabras con mi nombre. Porque a la malaria se la llama popularmente Jack Amarillo-. Además -prosiguió ella desafiantemente-, yo misma podría haber dominado ese tumbo y usted lo sabe.
    -Seguro -dije con el menor sarcasmo posible. Habíamos ganado ya una considerable velocidad y mucha altitud, cosas ambas que proporcionan seguridad porque dan más tiempo para esquivar un tumbo-. Puede usted tomar de nuevo el mando. Lo difícil ha pasado ya.
    Empecé a comprender en qué clase de viaje me había metido. Coretti y Gogrol me habían indicado su enemistad lo bastante claramente y el cielo sabe que me era imposible no apreciar el odio en los ojos de Claire Avery. Únicamente me quedaba el capitán Henshaw. Pero el capitán de una nave no se atreve a mostrar favoritismo y ello me condenaba a un viaje solitario.
    Solitario no es la palabra más adecuada. Henshaw era bastante buena persona, pero desde que Claire Avery había empezado un turno largo, al igual que el capitán, tenían sus ratos libres y sus comidas a las mismas horas, juntamente con Gogrol. Eso me dejaba a solas con Coretti. Se mostraba bastante frío y a mí me quedaba orgullo suficiente para evitar avances no deseados.
    Gogrol era peor; lo veía ratas veces, pero nunca me dirigía una palabra excepto en cosas de rutina. Sin embargo había en él algo conocido... En cuanto a Claire Avery, simplemente yo no figuraba en absoluto en su mundo; incluso me relevaba en silencio.
    Por lo demás, me parecía una enorme estupidez enviar a una muchacha con cuatro hombres en un viaje como éste. Bien, eso tenía que reconocérselo a Claire Avery; en ese aspecto era espléndida. Aceptaba sin un murmullo todas las molestias de la rutina del espacio y era tan buena compañera, con los otros claro es, que resultaba como tener abordo aun hombre joven e insólitamente divertido.
    Y, después de todo, Gogrol le doblaba la edad y Henshaw casi se la triplicaba; Coretti era más joven, pero yo era el único que pertenecía realmente a su generación. Pero como he dicho, me odiaba; Coretti parecía ser el que mejor se llevaba con ella.
    Así se iban deslizando las pesadas semanas de viaje. El tamaño del sol fue reduciéndose mientras Júpiter crecía hasta convertirse en un disco colosal parecido a una luna con sus bandas y manchas gloriosamente coloreadas. Era una vista exquisita y a veces, puesto que ocho horas de sueño son más de las que suelo dormir, solía entrar en la sala de control mientras Claire Avery estaba de servicio, sólo para ver al gigantesco planeta y sus lunas. La muchacha y yo nunca cambiábamos una sola palabra.
    No íbamos a detenemos en Io, sino a posarnos directamente en Europa, nuestro destino, la tercera luna del vasto globo fundido de Júpiter. En algunos aspectos, Europa es la esfera más extraña del Sistema Solar y durante muchos años se creyó que era completamente inhabitable. En realidad lo es por lo que se refiere al setenta por ciento de su superficie, pero la zona restante es una región salvaje y misteriosa. Se trata de un hueco montañoso que se halla en la cara vuelta hacia Júpiter, porque Europa, como la Luna, mantiene siempre una cara vuelta hacia su planeta. Ahí, en esa vasta depresión, se reúne toda la exigua atmósfera del diminuto mundo, concentrada entre pequeños lagos y charcos en los valles existentes entre cordilleras que a menudo sobrepasan el aire enrarecido hasta llegar al vacío del espacio.
    Con bastante frecuencia, un simple valle forma un microcosmos separado del resto del satélite, un microcosmos que genera sus propias pequeñas tormentas bajo liliputienses bancos de nubes, habitado por vida indígena, inaccesible y sin contacto con nada del exterior.
    En la efemérides astronómica, a Europa la despachan prosaicamente con una ristra de cifras: diámetro: 3.300 kilómetros; periodo: 3 días, 13 horas, 23 minutos; distancia a Júpiter: 683.000 kilómetros. Porque una efemérides astronómica no se interesa por la delgada capa de vida que de vez en cuando irrumpe en la superficie de un satélite; no tiene nada que decir de la lenta libración de Europa que envía intermitentes mareas de aire que chocan contra las laderas de las montañas debido a la atracción de Júpiter, ni de las oleadas que a veces transportan aire de valle en valle y a veces también vida extraña.
    Y muchísimo menos la efemérides se interesa por las extrañas formas que de vez en cuando se arrastran aquí y allá desde las piscinas de aire, para yacer en los picos bañados por el vacío exactamente como extraños peces salidos de mares terráqueos para tomar el sol en las playas al final de la época devoniana.

    De nosotros cinco, yo era el único que había visitado alguna vez a Europa, o por lo menos así lo creía en aquel tiempo. En realidad, había pocos hombres en el mundo que hubiesen puesto el pie en el inhospitalario pequeño planeta; excepto yo y quizá Kratska, el resto de componentes de la expedición Gunderson habían muerto. Y habíamos sido la primera expedición organizada.
    Sólo unos cuantos aventureros descarriados de Io nos habían precedido. Por eso fue a mí a quien el capitán Henshaw se dirigió al ordenar:
    -Llévennos lo más cerca posible del sitio donde se posó la expedición Gunderson.
    Empezaba a resultar evidente que llegaríamos al suelo hacia el final del turno largo de Claire. por lo que me arrastré una hora antes fuera del nicho parecido a un ataúd que yo llamaba mi camarote y me dirigí a la sala de control para aconsejarla. Estábamos a cien o ciento treinta kilómetros de altura. pero allí no había nubes ni distorsión del aire y los valles se entrecruzaban debajo de nosotros como un mapa en relieve.
    Era infernalmente difícil localizar el valle de Gunderson. El sitio quemado por el chorro de llamas habría vuelto a criar hierbas desde entonces y yo sólo podía confiar en mi memoria, porque, desde luego, todos los mapas se habían perdido con el «Hera».
    Pero yo conocía la región en general y realmente no importaba mucho elegir un valle u otro, porque en aquella zona todos estaban conectados por pasos; uno podía andar entre ellos en aire respirable.
    Al cabo de un rato elegí uno entre una serie de estrechos valles paralelos, uno que yo sabía que tenía un estanque salado en el centro. Lo mismo les pasaba a muchos, sin eso habrían sido puro desierto. Se lo indiqué a Claire.
    -Ése -señalé. y añadí maliciosamente-: Será mejor que la advierta que es estrecho y profundo: un lugar difícil para posarse.
    Me lanzó una mirada hostil desde sus ojos de zafiro, pero no dijo nada. Y he aquí que una voz sonó inesperadamente a mis espaldas:
    -¡A la izquierda! Ese de la izquierda. Parece... parece más fácil.
    ¡Gogrol! Me quedé sorprendido un momento, luego me volví fríamente:
    -No entre en la sala de mandos cuando vamos a posarnos.
    -Me lanzó una mirada llameante. masculló algo y se retiró. Pero me dejó un poco preocupado; no porque aquel valle de la izquierda fuese más fácil para posarse, eso era una simple apreciación, sino porque me parecía reconocerlo. En realidad, no estaba seguro de que Gogrol no hubiese señalado el valle de Gunderson.
    Pero me atuve a mi primera hipótesis. y descargué la irritación que sentía sobre Claire.
    -Tómelo con calma -gruñí-. No estamos en un campo de aterrizaje. Nadie ha puesto postes de nivelación en estos valles. Va usted a tener que aterrizar completamente a ciegas. A ciento cincuenta metros ya no verá nada, porque en este aire tenue el estampido empieza a descargar antes. Tendrá que bajar nivelando y haciendo cálculos, y que el cielo nos ayude si damos un tumbo. No hay sitio para maniobrar entre los acantilados.
    Se mordió un labio nerviosamente. El «Minos» se balanceaba ya entre las inexpertas manos de la muchacha, aunque eso no fuera peligroso mientras nos manteníamos a quince o veinte kilómetros de altitud. Pero el suelo se Iba aproximando rápidamente.
    Yo estaba de un humor cruel. Veía pintarse el esfuerzo en sus lindos rasgos y si sentía alguna lástima la olvidé, al pensar en el modo como me había tratado. Así pues, la hostigué:
    -Éste no debería de ser un aterrizaje difícil para Relámpago Dorado. ¿O quizá preferiría usted aterrizar a toda velocidad para poder caer en una elipse de frenado? Pero ese sistema no le valdría aquí, porque el aire no se espesa a bastante altura para actuar como freno.
    Unos pocos minutos más tarde, cuando le temblaban los labios con la tensión, proseguí:
    -Se necesita algo más que publicidad y suerte para hacer un piloto, ¿no le parece?
    Se derrumbó. Gritó de pronto:
    -¡Oh, tómela! ¡Tómela, entonces! -y me puso en las manos la barra en U.
    Luego se retiró a su rincón sollozando, con el dorado cabello derramándose por la cara.
    Tomé el mando; no me quedaba otra elección. Corregí el balanceo que el ademán de Claire había imprimido al «Minos» y luego empecé a manejar los chorros inferiores. Era increíblemente fácil dada la poca gravitación de Europa y la escasa aceleración que de ello resultaba. El piloto tenía mucho tiempo para compensar el balanceo.
    Empecé a comprender lo poquísimo que el Relámpago Dorado sabía de cohetes, y, a mi pesar, sentí una oleada de lástima por ella. Pero, ¿por qué compadecerla? Todo el mundo sabía que Claire Avery no era más que una muchacha rica y temeraria embriagada por su afán sensacionalista y más que sobrecargada de dinero, belleza y adulación. ¿El despreciado Jack Sands compadeciéndola?
    ¡Qué sarcasmo!
    El chorro inferior se disparó y lanzó su estallido; el valle de color parduzco se inundó de llamas y negras cenizas. Empecé a bajar muy lentamente, porque abajo no se veía nada excepto la fiera capa del estallido, y miraba la burbuja del nivel como si mi vida dependiera de eso, como así era.
    En razón de la densidad del aire de Europa la rociada empezaba a unos ciento veinte metros. A partir de ahí no cabía ninguna certeza; todo residía en descender tan lentamente que, al posarnos en el suelo, no resultasen dañados los reactores inferiores. Si se me permite, diré que tomamos tierra tan suavemente que dudo que Claire Avery se diese cuenta de ello hasta que vio como desconectaba los motores.
    Se secó las lágrimas con una manga y me miró con un desafío azul en sus ojos. Antes de que pudiese hablar, Henshaw abrió la puerta.
    -Bonito aterrizaje, señorita Avery -dijo.
    -¿Verdad que sí? -aprobé, lanzando una sonrisa burlona a la muchacha.
    Ella se puso en pie, pálida y temblorosa.
    -No he sido yo la que ha hecho el aterrizaje -dijo ella ceñudamente-. Ha sido el señor Sands el que nos ha posado en el suelo.
    De un modo u otro mi buen corazón sacó a relucir lo mejor de mí mismo:
    -Desde luego -dije-. Me correspondía. Mire, es mi turno. -Y lo era; el cronómetro mostraba tres minutos de más-. A la señorita Avery le tocó la parte más difícil...
    Pero ella se había ido. Y por más que yo lo intentaba, no conseguía recordarla como la dura y brillante aventurera a la que periódicos y emisoras se empeñaban en retratar. En lugar de eso, me dejó con una extraña impresión, en ningún modo lógica, de... melancolía.
    La vida en Europa empezó sin incidentes dignos de mención. Poco a poco fuimos reduciendo la presión atmosférica del «Minos» hasta adaptarla a la del exterior. Primero Coretti y luego Claire Avery, tuvieron un amago de mareo de las alturas, pero al cabo de veinte horas todos nos habíamos aclimatado lo suficiente para encontrarnos cómodos al exterior.
    Henshaw y yo fuimos los primeros en aventurarnos al aire libre.
    Examiné el valle cuidadosamente buscando detalles conocidos, pero era difícil estar seguro; todas aquellas hendiduras en forma de cañón eran muy parecidas. Recordaba un matorral de matas canoras que crecía en el acantilado cuando el «Hera» se posó allí, pero nuestro chorro había golpeado desde más alto y si las matas habían estado en aquel sitio, sólo quedaría ahora un manchón de cenizas.
    En el extremo más lejano del valle tenía que haber una grieta entre las colinas, un paso por el que era posible trasladarse al valle siguiente, No estaba allí; todo lo que pude distinguir fue un estrecho barranco que cortaba las colinas hacia la izquierda.
    -Me temo que no he localizado el valle Gunderson -le comuniqué a Henshaw-. Creo que es el que tenemos inmediatamente a nuestra izquierda. Si no me equivoco, está unido a éste, al que vine a cazar algunas veces, por un paso.
    Recordé de pronto que Gogrol había señalado el valle de la izquierda,
    -¿Dices que hay un paso? -preguntó pensativamente Henshaw-.
    Entonces debemos quedarnos aquí antes que arriesgarnos a otro despegue y a otro aterrizaje. Podemos trabajar en el valle Gunderson utilizando el paso. ¿Estás seguro de que es lo bastante bajo como para no tener que utilizar los cascos de oxígeno?
    -Si es el verdadero paso, lo estoy. Pero, ¿trabajar en el valle Gunderson? Yo creía que se trataba de una empresa de exploración.
    Henshaw me dirigió una extraña y dura mirada y se apartó. En aquel momento vi a Gogrol en pie en la portezuela del «Minos» y no supe si la reticencia de Henshaw se debía a mi pregunta o a la presencia de aquél. Cuando me disponía a seguir al capitán, se abrió la puerta del cuarto de descompresión y apareció Claire Avery.
    Era la primera vez que la veía a una luz clara desde el despegue del Campo de los Jóvenes y casi se me había olvidado el delicioso color de su tez. Desde luego, su piel había palidecido durante las semanas transcurridas en la penumbra, pero su cabello de un amarillo cadmio y sus ojos de un azul zafiro resultaban claramente espectaculares, sobre todo cuando entró en la zona de penumbra del acantilado donde, fuera del alcance de la luz del Sol, permaneció bañada sólo por la dorada luz de Júpiter.
    Como Henshaw y yo, vestía el mono que se suele usar en la fresca y diminuta Europa. El pequeño mundo recibía sólo una cuarta parte de calor del que llegaba al humeante lo. No habría sido habitable en absoluto a no ser por el hecho de que mantenía una cara dirigida siempre hacia su planeta y por eso, si bien recibía con intermitencia el calor del Sol, lo recibía eternamente de Júpiter.
    La muchacha lanzó una ávida mirada sobre el valle; comprendí que ésta era su primera experiencia en un mundo inhabitado, y siempre hay una sensación de extrañeza y la fascinación de lo desconocido cuando se da el primer paso en un planeta inexplorado.
    Miró a Henshaw, que estaba examinando metódicamente el achicharrado suelo sobre el cual descansaba el «Minos», y luego su mirada se cruzó con la mía. Tras un breve instante tenso la cólera de sus ojos azules, si aquello había sido cólera, se extinguió y la muchacha avanzó deliberadamente hacia mí.
    Me miró, resuelta.
    -Jack Sands -dijo con un asomo de desafío-, tengo que pedirle que me disculpe. No crea que me estoy excusando por la opinión que tengo de usted, sino únicamente por el modo como lo he tratado, En un pequeño grupo como éste no hay sitio para la enemistad y, por lo que a mí se refiere, su pasado no me incumbe en absoluto, Lo que es más, quiero darle las gracias por haberme ayudado durante el despegue y -su desafío se estaba resquebrajando un poco- durante... durante... el aterrizaje.
    Me quedé mirándola fijamente, Aquella explicación debía de haberle costado un gran esfuerzo, porque el Relámpago Dorado era una orgullosa señorita, y noté cómo reprimía las lágrimas. Me tragué la réplica cruel que había estado apunto de darle y dije solamente:
    -Está bien. Usted se reserva la opinión que tenga de mí y yo haré lo mismo con respecto a usted. Se sonrojó y sonrió.
    -Creo que como piloto soy una inutilidad -reconoció compungida-. Odio los despegues y los aterrizajes. A decir verdad, estoy francamente asustada por el «Minos». Nunca hasta ahora había conducido nada mayor que mi pequeño cohete de carreras, el «Relámpago Dorado».
    No pude reprimir una exclamación. De no haber visto con mis propios ojos su escasa práctica y habilidad, aquello habría resultado increíble.
    -Pero, ¿por qué? -pregunté perplejo-. Si tan poco le gusta pilotar, ¿por qué lo hace? ¿Sólo por publicidad? No se comprende con todo el dinero que usted tiene.
    -¡Oh, mi dinero! -protestó ella con irritación. Caminó hacia el estrecho valle y exclamó de pronto-: ¡Mire! ¡Algo se mueve sobre las cumbres! ¡Es como una gran pelota! ¡Y más arriba no hay aire en absoluto!
    Alcé la mirada.
    -No es más que un pájaro vejiga -dije con indiferencia.
    Yo había visto muchísimos; eran la forma móvil de vida más común en Europa. Naturalmente, Claire jamás los había visto y se mostraba llena de ansiosa curiosidad.
    Quise explicárselo. Arrojé algunas piedras a un tintineante grupo de arbustos canoros hasta que conseguí hacer levantar el vuelo a otra de aquellas aves, que se deslizó sobre nuestras cabezas con sus membranas extendidas.
    Le dije a la muchacha que la criatura de un metro que había volado sobre nosotros era de la misma especie que el balón gigantesco que ella había atisbado entre los picachos sin aire, sólo que esta última había inflado su vejiga. Aquellas criaturas eran capaces de cruzar de valle a valle transportando su aire en grandes vejigas.
    Por supuesto, las aves vejiga no eran realmente aves; no volaban, sino que se deslizaban como nuestros lemures y ardillas voladoras y, naturalmente, ni siquiera podían hacer eso cuando estaban por encima de las alturas sin aire.
    Claire se mostraba tan ansiosa, interesada y boquiabierta, que olvidé por completo mi resentimiento y empecé a mostrarle todo lo que sabía sobre Europa. La llevé junto a los matorrales de arbustos canoros para que pudiese escuchar la dulce y quejumbrosa melodía de sus hojas respiratorias y la conduje luego- al charco salado en el centro del valle para buscar algunas de las criaturas primitivas a las que los hombres de Gunderson habían llamado «núxidas", porque se parecían mucho a nueces. Dentro de los caparazones había un pequeño bocado de carne deliciosa, ni animal ni vegetal, que se podía comer cruda sin peligro puesto que la vida bacterial no existe en Europa.
    Sospecho que me mostré bastante parlanchín. Después dé todo, por primera vez en muchas semanas, me sentía acompañado. Vagamos valle abajo y yo hablaba, hablaba sin parar sobre muchísimas cosas. Le expliqué las diversas formas que asumía la vida en los distintos planetas y satélites; cómo en Marte, Titán y Europa el sexo era algo desconocido, aunque en Venus, en la Tierra y en Io todos lo poseyeran; y cómo en Marte y en Europa la vida vegeta y animal nunca se habían diferenciado, tanto que incluso los muy inteligentes y picudos marcianos tenían un asomo de naturaleza vegetal, mientras que, a la inversa, los arbustos canoros de las colinas de Europa tenían una resonancia vagamente animal. Entretanto errábamos sin rumbo hasta que nos detuvimos al borde del estrecho paso o barranco que probablemente conducía al valle de Gunderson.
    En lo alto de la cuesta, un movimiento me llamó la atención,
    Pensé primero que se trataría de un pájaro vejiga, aunque me intrigó la escasa altitud a que se hallaba; los pájaros vejiga expanden generalmente sus vejigas en el punto mismo en que la respiración se hace imposible. Entonces vi que no se trataba de un pájaro vejiga; era un hombre. En efecto, era Gogrol.
    Emergía del paso y llevaba el cuello de su traje alzado en torno de la garganta como para defenderse contra el frío de la altura. Al parecer no nos había visto, ya que torció por lo que los alpinistas llaman un col, una comisa o cuello de roca que se adelantaba desde la boca del barranco a lo largo de la ladera hacia el «Minos». Pero Claire, siguiendo la dirección de mi mirada, lo vio en el momento mismo en que la maleza empezaba a ocultarlo.
    -¡Gogrol! -exclamó-. Debe de haber estado en el valle siguiente. Stefan querrá saber...
    Se contuvo a duras penas.
    -¿Por qué -pregunté ceñudamente- ese amigo de usted, Coretti, había de interesarse por las acciones de Gogrol? Al fin y al cabo, se supone que Gogrol es biólogo, ¿no es así? ¿Por qué no habría de echar un vistazo al valle próximo?
    Los labios de la muchacha se apretaron.
    -Sí, ¿por qué no habría de hacerlo? -repitió ella-. No dije que no debería hacerlo. No he dicho nada parecido.
    A partir de entonces mantuvo un obstinado silencio. En realidad, algo de la vieja enemistad y de la frialdad anterior pareció haberse restablecido entre nosotros mientras caminábamos por el valle, de vuelta al «Minos».

    Aquella noche Henshaw modificó nuestro horario con arreglo a un plan más de acuerdo con las exigencias del satélite. Dividimos nuestro tiempo en días y noches o más bien en períodos de sueño y de vigilia, porque, desde luego, no hay verdadera noche en Europa. Los cambios de luz son tan desconcertantes aquí como en el satélite vecino Io, pero no del todo, porque lo tiene su propia rotación para complicar más las cosas.
    En Europa, lo que más se acerca a la noche verdadera dura lo que el eclipse que se produce cada tres días poco más o menos, cuando el paisaje queda iluminado solamente por el dorado crepúsculo de Júpiter o, todo lo más, sólo por la luz de Júpiter e Io. Así pues, dispusimos nuestro tiempo nocturno con arreglo a arbitrarios cálculos terrestres, de forma que todos pudiésemos trabajar y dormir durante los mismos períodos.
    No había necesidad alguna de mantener ningún servicio de vigilancia. Nadie había informado nunca de que existieran amenazas para la vida del hombre en la pequeña Europa. El único peligro procedía de los meteoritos que pululan alrededor de la gigantesca órbita de Júpiter y que algunas veces podían venir a estrellarse a través del tenue aire de sus satélites.
    A la mañana siguiente acorralé a Henshaw y le obligué a escuchar mis preguntas.
    -Oye, Harris -dije resueltamente-. ¿Qué hay en esta expedición que todo el mundo sabe menos yo? Si se trata de un equipo de exploración, yo soy el archipámpano de las Indias. Ahora quiero saber de qué se trata.
    Henshaw pareció embarazado. Apartó sus ojos de los míos y masculló doloridamente:
    -No puedo decírtelo, Jack. Lo siento muchísimo, pero no puedo decírtelo.
    -¿Por qué no?
    Vaciló.
    -Porque tengo órdenes de no hacerlo, Jack.
    -¿Órdenes de quién?
    Henshaw sacudió la cabeza.
    -¡Maldita sea! -exclamó con vehemencia-. Confío en ti. Si de mí dependiera, serías el único al que elegiría por su honradez. Pero no depende de mí ¿Comprendes? -Hizo una pausa-. Está bien -se encerró en su autoridad de capitán-, ninguna pregunta más. Yo haré las preguntas y daré las órdenes.
    Bien, en ese plan, no se podía discutir. Siempre he sido un piloto de los pies a la cabeza y no desobedezco las órdenes de mi superior aun cuando sea un amigo tan íntimo como Henshaw. Pero empecé a insultarme a mí mismo por no haber visto algo raro en el asunto desde el momento en que Henshaw me ofreció el empleo.
    Si la Interplanetaria estaba buscando publicidad favorable, no la habría conseguido contratándome. Además, el gobierno no tenía por costumbre devolver a un piloto su licencia a menos que existiese para ello una razón sólida y suficiente, y yo sabía que por mi parte no había suministrado semejante razón al protestar y discutir respecto a mis calamidades. Sólo estos indicios deberían de haberme hecho imaginar que había algo retorcido en el asunto.
    También durante el viaje mismo hubo muchos indicios. Cierto que Gogrol parecía dominar el lenguaje de la biología, pero que me aspen si Coretti hablaba como un químico. Y había también en mí aquella sensación obsesiva de haber conocido a Gogrol. Y, para colmo de todo, estaba la incongruencia de llamar a esta caminata una exploración; porque toda la exploración que estábamos haciendo podría haberse realizado lo mismo si hubiésemos tomado tierra en Staten Island o en Buffalo. Mejor aun, porque en lo que a mí se refiere, conocía ya Europa, pero nunca había estado en Buffalo.
    Por ahora no había nada que hacer sobre el asunto. Disimulé mi disgusto y me esforcé hasta el máximo en cooperar con los demás. También eso resultó bastante difícil, porque se sucedieron sospechosos incidentes que me hicieron sentir como un extraño, marginado.
    Un ejemplo: Henshaw decidió que nos convendría un cambio en la dieta. En general, las especies de Europa eran comestibles, aun que no todas tan gustosas como las diminutas criaturas de concha de los estanques salados. Yo conocía una variedad que había servido de alimento a los hombres del «Hera», una excrecencia en forma de planta y que consistía en un solo miembro carnudo del tamaño de una mano. Lo habíamos llamado hoja hígado a causa de su gusto.
    El capitán nos designó a Coretti ya mí para que recogiéramos un buen surtido de aquella exquisitez. Encontré una muestra, se la enseñé a mi compañero y luego proseguí mi búsqueda hacia el norte, esto es, por el muro izquierdo del valle. Coretti pareció tomar la dirección opuesta, pero no había yo avanzado mucho cuando advertí que me venía siguiendo por el borde del estanque de sal. Eso no significaba nada; él era libre de buscar donde quisiese, pero pronto se me hizo evidente que no estaba buscando nada. Me estaba siguiendo; estaba cubriendo mis movimientos.
    Me sentí profundamente irritado, pero resolví no revelarlo. Seguí caminando, reuniendo las gordas hojas metódicamente en mi cesto hasta que llegué al extremo más alejado del valle y a las laderas que allí se alzaban.
    Cuando me reuní con Coretti, éste me dirigió una sonrisa burlona.
    -¿Ha tenido suerte? -preguntó.
    -Al parecer, más que usted -repliqué con una mirada despectiva a su cesta casi vacía.
    -Yo no he tenido suerte en absoluto. Pensé que quizás en el valle próximo, después del paso de allí, podríamos encontrar más.
    -Yo ya tengo mi parte -gruñí.
    Creí notar un resplandor de sorpresa en sus negros ojos.
    -¿No va usted a seguir? -preguntó secamente-. ¿Va a regresar?
    -Usted lo ha dicho -contesté con idéntica sequedad-. Mi cesta está llena y regreso.
    Me di cuenta de que me estuvo vigilando durante toda la vuelta, porque a mitad de camino volví la mirada y pude verlo de pie en la ladera que estaba cerca del paso.
    Hacia eso que nosotros llamábamos anochecer, el Sol entró en nuestro primer eclipse. Sólo la dorada luz de Júpiter bañaba el paisaje y me di cuenta de que había olvidado cuán bello podía ser aquel crepúsculo de oro.
    Me sentí extremadamente solo y salí a caminar para contemplar los centelleantes picachos recortarse contra el negro cielo y la inmensa e hinchada esfera de Júpiter con Ganímedes oscilando al lado como una perla luminosa. La escena era tan encantadora, que olvidé mi soledad hasta que de pronto volvieron a recordármela.
    Un destello de oro aun más brillante atrajo mi atención. Cerca de un bosquecillo de arbustos canoros distinguí a Claire. Junto a ella se hallaba Coretti. Mientras yo miraba, él se volvió de pronto y la estrechó entre sus brazos. Ella no opuso la menor resistencia; parecía aceptarlo contenta. Aquello no era cosa mía, desde luego, pero..., bueno, si antes me desagradaba Coretti, ahora lo odiaba, porque otra vez me sentía muy solo.

    Creo que fue al día siguiente cuando las cosas llegaron al punto culminante y empezó realmente el jaleo. A Henshaw le había agradado la comida indígena que trajimos y decidió que saliésemos de nuevo a buscarla. Esta vez dispuso que fuese Claire quien me acompañase. Partimos en silencio; la frialdad que había reinado en nuestro último encuentro alentaba aún y, además, lo que yo había visto la pasada noche a la luz del eclipse parecía impresionarme de modo decisivo. Así, pues, me limité a caminar junto a ella, preguntándome qué se podría elegir para la comida del día.
    No queríamos otra vez hojas hígado. Las pequeñas «núxidas» del estanque salado estaban muy bien, pero se necesitaba medio día de trabajo para reunir las necesarias y además eran demasiado saladas para ser el plato fuerte de toda una comida. En los pájaros vejigas no había que pensar: prácticamente no consistían en nada, sino en un delgado pellejo que se extendía sobre un armazón de huesos. Recordé que una vez habíamos probado un terrón parduzco y fungoso, una especie de gurumelo que crecía a la sombra de los arbustos canoros; a algunos de los hombres de Gunderson les habían gustado.
    Por fin, Claire rompió el silencio.
    -Si voy a ayudarle a buscar -sugirió-, debo saber qué estamos buscando.
    Le describí las setas subterráneas.
    -No estoy seguro de que les guste a todos. Si no recuerdo mal, tenían un sabor parecido a las trufas, con un débil regusto a carne.
    Los probamos crudos y cocidos, y cocidos estaban mejor.
    -Me gustan las trufas -dijo la muchacha-. Son...
    ¡Un disparo! No había error posible en el seco crujido de un revólver del 38, aunque sonaba con extraña agudeza en la atmósfera enrarecida. Pero sonó de nuevo, y una tercera vez, y luego toda una ráfaga.
    -¡Apártese de mí! -ordené mientras dábamos media vuelta y corríamos hacia el «Minos».
    La advertencia era innecesaria; Claire no estaba acostumbrada a correr en un pequeño satélite. Su peso en Europa no debía de ser más de seis o siete kilos, la octava parte de su peso normal en la Tierra, y aunque había aprendido a caminar bastante fácilmente, porque eso se aprende en cualquier viaje por el espacio, no había tenido ninguna oportunidad de aprender a correr. Su primer paso la levantó dos metros por el aire y yo me separé de ella con la larga zancada deslizante que hay que utilizar en satélites como Europa.
    Desemboqué desde la maleza en el claro abierto por el chorro de la nave y donde antes había habido vegetación. Por un momento sólo vi que el «Minos» descansaba pacíficamente en el claro, pero luego retrocedí aterrado. En la escotilla yacía un hombre, Henshaw, con el rostro convertido en una masa sangrienta, la cabeza hendida por dos balazos.
    Hubo un estrépito, voces, otro disparo. De la escotilla salió corriendo Coretti; se tambaleó unos diez pasos, luego cayó de costado mientras la sangre fluía del cuello de su traje. En la puerta, con un revólver en la mano derecha y una pistola lanzallamas en la izquierda, estaba Gogrol.
    Yo no iba armado; ¿para qué llevar armas en un satélite como Europa? Por un instante me quedé helado, lleno de consternación, sin comprender, y en aquel momento Gogrol me divisó. Vi que su mano se crispaba sobre el revólver, luego se encogió de hombros y avanzó hacia mí.
    -Bueno -dijo con un tono de burla en la voz-, tuve que hacerlo. Se volvieron locos. Anerosis, el mal de las montañas. Los atacó a ambos ala vez y enloquecieron. He actuado en legítima defensa.
    Naturalmente no le creí. Aun en un aire más enrarecido que el de Europa, nadie es víctima de la anerosis. Pero yo no podía discutir esos extremos con un jadeante asesino armado, y estando una muchacha a mis espaldas. Callé.
    Claire se acercó; oí su angustiada respiración y su lamento casi imperceptible.
    -¡Stefan! -Luego vio a Gogrol empuñando sus armas y le increpó furiosa-: ¡Conque lo hizo usted, eh! Ya sabía que sospechaban de usted. Pero no conseguirá...
    Se interrumpió bajo la súbita amenaza que se leía en los ojos de Gogrol y yo me coloqué delante de ella cuando él alzó su revólver.
    Por un instante la muerte nos miró con claridad a Claire y a mí, luego el hombre se encogió de hombros y la luz de maldad que había en sus ojos disminuyó.
    -Todavía queda tiempo -masculló-. Si Coretti muere...
    Retrocedió hasta la escotilla y sacó un casco del interior del «Minos», un casco de aire que llevábamos en previsión de tener que recorrer alturas privadas de aire.
    Luego Gogrol avanzó hacia nosotros y sentí cómo Claire se estremecía contra mi hombro. Pero el hombre se limitó a lanzamos una mirada llameante y escupió una sola palabra:
    -¡Atrás! -ordenó roncamente-. ¡Atrás!
    Retrocedimos. Con la amenaza de aquella mortífera pistola lanzallamas. nos condujo a lo largo del estrecho valle, hacia el este en dirección a la ladera de donde partía el barranco que conducía al valle de Gunderson.
    Y, ladera arriba, llegamos a las turbias sombras del paso en sí, tan estrecho en algunos sitios que con las manos extendidas me habría sido posible tocar ambas paredes. Un sitio salvaje, obscuro, ominoso y lleno de ecos sombríos; no me extrañaba que la muchacha temblase junto a mí. El aire estaba enrarecido hasta el borde de la insuficiencia y los tres jadeábamos al respirar.
    No había nada que yo pudiera hacer, porque las armas de Gogrol apuntaban obstinadamente a Claire Avery, Así pues, deslicé un brazo por su cintura para darle ánimos y caminamos trabajosamente por aquel sombrío cañón hasta que por fin se ensanchó. Trescientos metros más abajo. se extendía un valle. el valle Gunderson, como reconocí inmediatamente. A lo lejos estaba la ladera donde se había posado el «Hera». y abajo. en el extremo inferior, estaba el estanque de agua salada en forma de corazón.
    Gogrol se había puesto el casco, dejando abierta la visera. Y sus aplastados rasgos asomaban como los de una gárgola. Nos hizo avanzar valle abajo. Cuando atravesamos la boca del barranco. que no era más que una estrecha garganta entre escarpes colosales, se desvió momentáneamente entre las sombras y, cuando apareció de nuevo me pareció oír un leve borboteo. Entonces aquello no significó nada para mí.
    Blandió el revólver.
    -¡Más aprisa! -ordenó amenazante.
    Estábamos ahora en lo más bajo del talud y nos abríamos camino obstinadamente entre las rocas y los pedruscos, Él nos impulsaba hacia adelante hasta que avanzamos a trompicones hacia los peñascos que rodeaban el estanque central. De pronto Gogrol se detuvo.
    -¡Si me siguen -dijo con fría intensidad-. dispararé!
    Caminó no hacia el paso, sino a la ladera en sí, apartándose de las cuestas que estaban más cercanas al «Minos», invisibles en el otro valle. Desde luego, Gogrol podía cruzar aquellas alturas sin aire, confiado en su casco, llevando su suministro de aire como los pájaros vejiga.
    Pareció buscar el resguardo de una comisa ascendente. Cuando la empinada roca lo ocultó, salté a un peñasco.
    -¡Venga! -grité-. Quizá podamos adelantarnos por el paso y llegar antes que él a la nave.
    -¡No! -gritó Claire tan frenéticamente que me detuve-. ¡Dios mío, no! ¿No ha visto usted el explosivo que ha dejado montado?
    ¡El leve borboteo! Apenas tuve tiempo de tumbarme junto a la muchacha tendida tras una roca cuando la pequeña bomba atómica hizo explosión.
    Supongo que todo el mundo habrá visto, en vivo o por televisión, el efecto de las explosiones atómicas. Todos nosotros, por un medio u otro, habíamos visto cómo se demolían viejos edificios, cómo se terraplenaban terrenos o se cegaban canales y, los de más de cuarenta años, pueden incluso recordar el despliegue de bombas en la guerra del Pacífico. Pero ninguno de ustedes puede imaginar los efectos de esta explosión en Europa. Tenía lugar en una presión y una gravitación que sólo era una octava parte de la normal. Y esos eran los únicos frenos para su furia.
    Me pareció que toda la montaña se elevaba. Vastas masas de desmoronadas rocas se alzaban hacia el negro cielo. Pedazos de piedra, silbantes como balas e incandescentes como meteoritos, pasaban junto a nosotros, y el suelo mismo al que nos aferrábamos oscilaba como la cubierta de un cohete cogido en una tormenta.
    Cuando el terrible estrépito se hubo extinguido, cuando ya ningún escombro rugía por encima de nosotros, cuando las oleadas de rocas se habían posado de nuevo o habían escapado de la gravitación de Europa para estrellarse sobre un Júpiter indiferente, el paso había desaparecido. La montaña y el vacío, esto es, la altura sin aire, nos tenían aprisionados.
    Claire y yo estábamos ligeramente aturdidos por la explosión, aunque la tenue atmósfera transmitía un sonido extrañamente agudo en lugar del resonante retumbo que habíamos oído en la Tierra.
    Cuando la cabeza dejó de darme vueltas, miré alrededor buscando a Gogrol y lo vi por lo menos a unos ciento cincuenta o doscientos metros en la cuesta de la montaña. Se apoderó de mí la cólera; agarré una piedra de la orilla del estanque y se la lancé rencorosamente.
    Uno puede hacer lanzamientos a distancias asombrosamente grandes en mundos pequeños como Europa; vi cómo el proyectil levantaba una nubecilla de polvo a los pies mismos de nuestro enemigo.
    Éste dio media vuelta; con toda frialdad, levantó su revólver, y recibí en el rostro esquirlas del peñasco junto al cual estaba. Hice que Claire se tendiera detrás de aquel refugio porque comprendí sin ningún género de dudas que Gogrol había tirado a matar. En silencio lo vimos trepar hasta que se convirtió en una diminuta mancha negra cerca de la cresta.
    Se acercó aun pájaro vejiga que iba recorriendo su lento camino entre las alturas sin aire. Allá arriba, esas criaturas son lentas como caracoles, porque sus membranas de vuelo son inútiles en lo que es casi el vacío. Pero normalmente no tenían enemigo alguno en los picachos.
    Vi cómo Gogrol cambiaba intencionadamente de rumbo para interceptar a la criatura. Adrede, maliciosamente, hizo un agujero en la inflada vejiga, reventándola como el globo de un niño. Se quedó mirando mientras el pobre animal aleteaba en la agonía de la asfixia y luego siguió su camino plácidamente. Era la más fría exhibición de frívola crueldad que hubiese presenciado nunca.
    Claire se estremeció. Todavía en silencio, contemplábamos el metódico progreso de aquel hombre a lo largo del ribazo. Había algo en su actitud que sugería la búsqueda. De repente, aceleró el paso y luego se paró de pronto, examinando lo que parecía ser un montón de piedras que le llegaba a la cintura.
    Empezó a excavar, desparramando a su alrededor piedras y suciedad. Por último se incorporó; si había encontrado algo, la distancia impedía ver lo que era, pero ondeó hacia nosotros un pequeño objeto como en un ademán de triunfo y de mofa. Luego siguió andando por la cresta de la colina y desapareció.
    Claire suspiró descorazonadamente; se parecía muy poco a la orgullosa y arrogante muchacha a la que llamaban Relámpago Dorado.
    -Es el fin -murmuró, desconsolada-. Lo ha conseguido y nos tiene atrapados. No podemos hacer nada.
    -¿Conseguido qué? -pregunté-. ¿Qué estaba buscando?
    Sus azules ojos se agrandaron por el asombro.
    -¿No lo sabe usted?
    -Claro que no lo sé. Por lo visto, sé menos de este maldito viaje que de cualquier otra cosa del mundo.
    Ella se quedó mirándome con firmeza.
    -Ya había yo comprendido que Stefan estaba equivocado –dijo blandamente-. No me importa lo que usted fuese cuando se estrelló el «Hera», Jack Sands. En este viaje ha sido honrado y valiente y todo un caballero.
    -Gracias -dije con sequedad, pero estaba un poco conmovido por todo aquello, porque, al fin y al cabo, el Relámpago Dorado era una muchacha muy hermosa-. ¿Y si usted me desvelara algunos de los secretos? Por ejemplo, ¿en qué se ha equivocado Coretti? ¿Y qué es lo que estaba buscando Gogrol?
    -Gogrol -dijo ella, mirándome- estaba buscando en el pequeño montículo de piedras de Gunderson.
    La miré sin comprender.
    -¿De Gunderson? ¿Montículo? ¿Qué significa eso?
    Permaneció silenciosa unos momentos.
    -Jack Sands -dijo por fin-, no me importa lo que Stefan o el gobierno o quienquiera que sea piense de usted. Creo que es usted honrado y creo que se ha cometido una injusticia con .usted. No creo que tuviese la culpa del desastre del «Hera». Voy a decirle todo lo que sé de este asunto. Antes que nada, ¿sabe usted el objeto de la expedición de Gunderson a Europa?
    -Nunca lo supe, Soy piloto; no me interesaban lo más mínimo sus miras científicas.
    Ella asintió.
    -Bien, usted sabe cómo funciona un motor de cohete, cómo utilizan una diminuta cantidad de uranio o radio como catalizador para liberar la energía que hay en el combustible. El uranio tiene una actividad baja; sólo opera sobre metales como los álcalis, y las naves que utilizan motores de uranio queman sal. El radio, siendo más activo, opera sobre metales que van del hierro al cobre; por eso las naves que utilizan un iniciador de radio usualmente queman uno de los minerales más comunes del hierro o del cobre.
    -Sé todo eso -gruñí-. y cuanto más pesado es el metal, mayor es la energía que se desprende de su desintegración.
    -Exactamente. -Ella hizo una pausa un momento-. Bueno, Gunderson quería emplear elementos más pesados aún. Eso requería una fuente de rayos más penetrantes que los del radio, y él sabía que la única fuente disponible es el elemento noventa y uno, el protactinio. y ocurre que los depósitos más ricos de protactinio descubiertos hasta ahora están en las rocas de Europa; por eso vino a Europa a realizar sus experimentos.
    -Bien -dije-, pero, ¿qué pinto yo en todo esto?
    -No lo sé con certeza, Jack. Deje que termine de explicarle lo que sé, que es todo lo que Stefan ha querido decirme. Creen que Gunderson tuvo éxito; se supone que encontró la fórmula mediante la cual el protactinio puede operar sobre el plomo, lo que proporcionaría mucha más energía que ningún tipo actual de. iniciador.
    Pero, si lo consiguió, su fórmula y sus notas quedaron destruidas cuando se estrelló el «Hera».
    Yo empezaba a comprender.
    -Pero, ¿qué tiene que ver todo eso con el montón de piedras?
    -¿No lo comprende?
    -¡Que me aspen si lo entiendo! Si Gunderson construyó un túmulo, debió de ser el último día. Tenía turno de descanso y me pasé casi todo el tiempo durmiendo. Pero creo recordar que casi realizaron una especie de ceremonia.
    -Sí. Gunderson habló de algo de eso cuando la nave se detuvo en Junópolis, en Io. Lo que el gobierno imagina es que él enterró una copia de su fórmula bajo ese montón de piedras. Pero nadie podía conocer la situación de ese túmulo excepto usted y un hombre llamado Kratska que había desaparecido.
    »Así pues, la Interplanetaria, que está en un mal momento a causa de dificultades financieras, recibió la orden de respaldar esta expedición llevándolo a usted como piloto, Por lo menos eso es lo que me dijo Stefan. Me imagino que me contrataron también a mí para proporcionarle a la compañía un poco más de publicidad y, desde luego, a Stefan lo enviaron para vigilarlo a usted, con la esperanza de que de un modo u otro revelaría la situación del túmulo. Como usted comprende, la fórmula es de un valor inmenso.
    -Sí, comprendo. ¿y qué hay de Gogrol?
    Ella frunció el ceño.
    -No sé. Stefan insinuó que ese Gogrol tenía ciertas relaciones con Harrick de la Interplanetaria, o podía presionarlo de algún modo. Harrick insistió en que fuese uno de los miembros.
    -¡Demonios ! -estallé súbitamente-. Él estaba enterado de lo del montón de piedras. Sabía donde tenía que buscar.
    Los ojos de la muchacha se agrandaron.
    -Es verdad, lo sabía. ¿No será espía de un gobierno extranjero?
    ¡Si pudiéramos detenerle...! Pero nos ha dejado aquí absolutamente indefensos. ¿Por qué no nos ha matado?
    -Me lo imagino -dije ceñudamente-. Él solo no puede pilotar el «Minos». Henshaw ha muerto, y si Coretti muere..., bien, uno de nosotros tendrá que hacer de piloto.
    Se estremeció.
    -Preferiría morir -murmuró- a viajar con él a solas.
    -Ninguna de las dos cosas me gustaría para usted –comenté sombrío-. Lo que me habría gustado es que se hubiese mantenido alejada de esto. Podría usted estar en casa disfrutando de su dinero.
    -¡Mi dinero! -gritó-. No tengo ningún dinero-. ¿Cree usted que corro estos riesgos por afán de publicidad, de sensacionalismo, o de ganarme la admiración de la gente?
    Me quedé boquiabierto; desde luego eso era exactamente lo que yo pensaba.
    Ella estaba literalmente echando chispas.
    -Escúcheme, Jack Sands, sólo hay un motivo que explica las cosas absurdas que estoy haciendo: ¡el dinero! No existe ninguna fortuna Avery, y no ha existido desde que mi padre murió. Estos dos últimos años he necesitado dinero desesperadamente para retener la mansión de Connecticut para mi madre, porque ella moriría si tuviese que abandonarla. Por dos siglos ha sido el hogar de nuestra familia, y no seré yo la que vaya a perderlo.
    Tardé unos momentos en ajustarme a lo que ella estaba diciendo.
    -Pero un cohete de carreras no es un juguete de pobres –dije débilmente-. Y es seguro que una muchacha como usted podría encontrar...
    -¡Una muchacha como yo! -interrumpió amargamente-. Oh, ya sé que tengo una figura bonita y una voz pasable, y quizá pudiera haber encontrado trabajo en un cono de televisión, pero necesitaba dinero en cantidad. Podía elegir dos formas de conseguirlo: casarme o arriesgarme a cualquier cosa. Ya ve usted lo que elegí. En cuanto al Relámpago Dorado, puedo obtener grandes premios por anunciar marcas de desayuno y cremas de belleza. Por eso me expuse hasta el límite en aquella carrera; mi cohete era todo lo que me quedaba para jugármelo. y la cosa dio resultado, sólo que -la voz le tembló un poco-, sólo que me gustaría no tener que seguir jugando. ¡Es algo que odio!
    No fue sólo lástima lo que sentí entonces por ella. Su confesión había cambiado las cosas; ya no seguía siendo la muchacha acaudalada e inalcanzable que yo siempre me había imaginado. Simplemente era una muchacha solitaria e infeliz, una muchacha que necesitaba ser querida y consolada. Recordé entonces aquel anochecer del eclipse y los brazos de Coretti rodeándola. Así pues, la miré un instante mientras la luz del Sol encendía sus cabellos y luego me aparté lentamente.
    Al cabo de un rato recogimos algunas hojas hígado, las cocinamos, y traté de convencer a Claire de que era seguro que nos rescatarían. Ninguno de los dos lo creía; sabíamos muy bien que Gogrol no. llevaría ningún compañero vivo a Io; quienquiera que lo ayudase a pilotar el «Minos» moriría y sería arrojado al espacio antes del aterrizaje, y sabíamos que la versión de Gogrol, cualquiera que pudiese ser, no sería la más adecuada para alentar una expedición de rescate. Simplemente se limitaría a decir que todos habíamos muerto de una manera u otra.
    -No me importa -dijo Claire-. Estoy contenta contigo.
    Era la primera vez que me tuteaba. Pensé en Coretti y no dije nada. Estábamos sentados en sombrío silencio junto al fuego cuando Gogrol volvió a asomar sobre las colinas.
    Claire fue la primera en verlo y gritó. A pesar de que llevaba puesto el casco, ninguno de nosotros podía confundir su ancha y fornida figura. Pero no había nada que pudiésemos hacer excepto aguardar, aunque nos retiramos en dirección a la zona de peñascos que había junto al charco central.
    -¿Qué supones tú.:.? -preguntó Claire nerviosamente.
    -Coretti puede haber muerto o estar muy mal herido para poder ayudarle.
    El dolor contrajo los rasgos de la muchacha.
    -Sí, o más bien... ¡Oh, ya lo sé, Jack! Gogrol no sabe planear un rumbo. Sabe pilotar, sabe seguir un rumbo ya trazado, pero no sabe trazar uno... ¡Y Stefan tampoco!
    Inmediatamente comprendí que debía de tener razón. Pilotar una nave es simplemente cuestión de seguir determinadas instrucciones, pero planear un rumbo implica el cálculo de funciones y eso, permítanme decirlo, requiere un matemático. Yo sabía hacerlo. Y Claire podía determinar bastante bien un curso sencillo, cosa indispensable en las carreras de cohetes.
    Miren ustedes, la dificultad reside en que el piloto no dirige la nave directamente a su destino, porque ese destino está en movimiento; la dirige hacia el sitio donde el planeta estará cuando llegue la nave, y en este caso, suponiendo que Gogrol quisiera posarse en Io, un viaje desde Europa a aquel mundo significaba lanzarse en dirección a la colosal masa de Júpiter. Si en aquella dirección un cohete sobrepasaba la velocidad crítica, ¡adiós muy buenas!
    A unos treinta metros, Gogrol se detuvo.
    -Escuchen los dos -gritó-, ofrezco a la señorita Avery la oportunidad de incorporarse a la tripulación del «Minos».
    -Usted es toda la tripulación -repliqué-. Ella no acepta su oferta.
    Sin previo aviso, empuñó su revólver y disparó. Un golpe seco me entumeció la pierna izquierda. Caí detrás de un peñasco, empujando a Claire, mientras la atronadora voz de Gogrol seguía al estampido de su disparo:
    -¡Voy a cerrarte la boca para siempre!
    Entonces empezó un salvaje juego del escondite. Claire y yo nos arrastrábamos entre los peñascos sin atrevemos apenas a respirar.
    Gogrol disponía de todas las ventajas y las aprovechaba. Yo no podía tenerme en pie, las piernas me dolían tan terriblemente que temía, de un momento a otro, dejar escapar un gemido involuntario. Claire sufría conmigo; sus ojos eran azules manchitas atormentadas, pero no se atrevía ni siquiera a cuchichearme.
    Gogrol empezó a saltar sobre los peñascos. Me atisbó, y una segunda bala golpeó en la misma pierna que me ardía. Estaba cazándome deliberadamente y comprendí que era el final.
    Tuvimos un momentáneo respiro.
    -Voy a entregarme -dijo Claire-. De lo contrario, te matará y me llevará a mí de cualquier manera.
    -¡No! -gemí-. No.
    Gogrol nos oyó y se acercó al punto. Claire me susurró apresuradamente:
    -Es un monstruo. Por lo menos podré trazar un rumbo que..., que nos mate a los dos. -Luego gritó-: Gogrol, me rindo.
    La agarré por un tobillo... demasiado tarde. Intenté seguirla a rastras, pero andaba demasiado aprisa. La oí decir:
    -Me entrego si deja de disparar contra él.
    Gogrol masculló algo y luego oí de nuevo la voz de Claire:
    -Sí, le trazaré el rumbo, pero, ¿cómo voy a cruzar los picachos?
    -Camine -dijo él, y se echó a reír.
    -No podré respirar allá arriba.
    -Camine todo lo aprisa que pueda. No morirá si la llevo en brazos el resto del trayecto.
    No hubo ninguna réplica. Cuando por fin pude llegar a rastras hasta el claro, estaban ya a unos treinta metros cuesta arriba.
    Impotente, furioso, enloquecido por el dolor, agarré una piedra, y la tiré. Alcanzó a Gogrol en la espalda, pero sin ninguna contundencia. Se volvió irritado, dejó a Claire en el suelo, y me lanzó otro balazo. Me falló, pensé, aunque no estaba seguro, porque estaba embotado por el dolor. No podía estar seguro de nada.
    Claire vio que yo todavía conservaba cierto aspecto de conciencia.
    «jAdiós!», gritó, y añadió algo que no pude oír a causa de las rojas oleadas de dolor. Gogrol se reía. A continuación, durante lo que pareció ser un largo rato, únicamente percibí que estaba arrastrándome tercamente por un infierno de torturas.
    Cuando se disipó la niebla roja, sólo había alcanzado el pie del acantilado. Muy por encima de mí pude distinguir las figuras de Claire y Gogrol y percibí que, aunque él avanzaba con rápidas zancadas, protegido por su casco, la muchacha se tambaleaba a causa de la dificultosa respiración. Mientras yo miraba, ella tropezó y empezó a luchar frenética y espasmódicamente para alejarse de él. No es que quisiera romper su promesa, sino que la agonía de la asfixia la impulsaba a intentar conseguir aire respirable por cualquier medio.
    Pero la lucha fue breve. En menos de un minuto, se desmayó agotada por la falta de aire; Gogrol se la echó descuidadamente a un hombro y apretó el paso. Se detuvo en la cresta y miró atrás. En aquel aire tenue y diáfano pude ver todos los detalles con una claridad telescópica, incluso la sombra que él arrojaba sobre la rubia cabeza caída de Claire.
    Se llevó el revólver a la sien, lo agotó en un ademán burlón y lo arrojó luego hacia mí por la ladera de la montaña. La intención era inconfundible: me estaba aconsejando que me suicidara. Cuando llegué al revólver, sólo había un cartucho disponible en el tambor; alcé la mirada y traté de emplearlo contra el mismo Gogrol, pero yahabía desaparecido tras el ribazo.
    Comprendí entonces que me era preciso renunciar a toda esperanza. Quizá, de cualquier modo, iba a morir a causa del último balazo recibido, pero, fuese así o no, Claire estaba perdida. Todo lo que quedaba para mí era la locura de la soledad, aprisionado para siempre en aquel valle. Eso o el suicidio.
    No sé cuántas veces pensé en aquel único cartucho, pero tengo la certeza de que el pensamiento se hizo muy tentador al cabo de unas cuantas horas más de dolor.
    ¡Si me fuese posible cruzar aquellas colinas! Empecé a comprender que la seguridad de Claire era más importante que mi propia vida, aunque ello significase salvarla para Coretti. Pero no podía hacerlo, ni siquiera podía llegar hasta ella a menos que me fuese posible deslizarme sobre las colinas como un pájaro vejiga.
    ¡Como un pájaro vejiga! Estaba seguro de que sólo el delirio de la fiebre había sugerido aquella idea absurda. ¿Podría cristalizar en algo? Me respondí a mí mismo que, diese o no resultado, sería mejor que morir allí sin haber hecho ningún intento.
    Me dediqué a acechar a aquel pájaro vejiga con la tenacidad de un gato. Pasé largos minutos arrastrándome hacia un bosquecillo de arbustos canoros sólo para ver cómo alguna que otra de aquellas criaturas volaba venturosa sobre mi cabeza y cruzaba el valle. Pero al fin vi al animal acurrucado y dispuesto a emprender el vuelo.
    No me atreví a retrasar más mi plan por miedo a que mis heridas me debilitasen demasiado. Así es que disparé, consumiendo mi único cartucho.
    El pájaro vejiga se abatió. Pero aquello no fue más que el principio de mi tarea, Cuidadosamente, con meticulosidad exquisita, quité la vejiga de la criatura, dejando intacto el tubo de viento. Luego, a través de la abertura que conecta con el pulmón único del pájaro, deslicé mi cabeza, dejando que el sangriento reborde se contrajese en torno de mi garganta.
    Yo sabía que la adherencia no podía ser perfecta, por lo cual reforcé la unión con tiras de tela que corté de mi ropa, apretando al punto de la asfixia. Luego me metí el pegajoso tubo de viento en la boca y empecé una tarea inacabable: llenar de aire la vejiga. Inspiraba profundamente y soplaba después por el tubo, así una y otra vez. Gradualmente la vejiga fue hinchándose con un aire sucio, viciado, maloliente que ya había sido respirado una vez.
    Tenía la vejiga a medio llenar cuando comprendí que debía ponerme en marcha si quería tener la oportunidad de vivir lo suficiente para hacer una prueba. Soplando aún por el tubo de viento mientras hubo aire bastante, mirando turbiamente a través de las paredes semitranslúcidas de la vejiga, empecé a escalar la colina.
    No quiero describir aquel viaje increíble. En la Tierra habría sido absolutamente imposible; aquí, como no pesaba más de nueve kilos, estaba dentro de los límites de lo viable. Mientras subía, la vejiga se iba hinchando a medida que se reducía la presión exterior.
    Cuando tuve que empezar a respirar aquella cosa repugnante, pude sentir cómo se escapaba borboteando a través del reborde sanguinolento que me atenazaba el cuello.
    Como quiera que fuese, superé la cresta, casi directamente por encima del «Minos». Afortunadamente, la nave estaba aún allí. Gogrol no había bajado por este sitio y comprendí por qué. Había allí un descenso de unos cien metros. Bueno, eso equivalía sólo a unos quince metros en la Tierra, pero aun así... El caso era que tenía que probar, porque aquí en los picachos me estaba muriendo. Salté.
    Di en el suelo con un retorcimiento de dolor de mi pierna herida, pero mucho más leve de lo que había temido. ¡Claro! Al saltar a un aire más denso, la gran vejiga había funcionado como paracaídas y, al fin y al cabo, mi peso aquí no era más que de nueve kilos. Me arrastré en dirección a la nave, esperando con agonía el momento en que poder arrancarme la hedionda y asfixiante vejiga.
    Ese momento llegó, Había cruzado los picachos y ante mí estaba el «Minos». Seguí arrastrándome y llegué hasta el costado de la escotilla. Estaba abierta y una voz atronaba en el interior, la de Gogrol.
    -Conque querías jugármela, ¿eh? -chilló-. Trazas un rumbo que nos llevará a estrellarnos. ¡Vamos a ver! ¡Vamos a ver!
    Luego llegó el sonido inconfundible de un golpe y un débil gemido de dolor .
    En algún lado encontré la fuerza necesaria para ponerme en pie. Blandiendo el vacío revólver, entré por la escotilla y, sujetándome en las paredes, me deslicé hasta la sala de mandos.
    Había algo en aquella figura inclinada sobre una muchacha sollozante en la penumbra que descorrió el velo que había nublado mi mente. Al verlo así en la umbrosa sala con las persianas alzadas, descubrí lo que debería de haber reconocido varias semanas antes: Gogrol era Kratska.
    -¡Kratska! -rugí, y él dio media vuelta.
    Tanto él como Claire se quedaron helados y rígidos por la sorpresa y la incredulidad. Creo que ambos estaban realmente convencidos de que era un fantasma.
    -¿Cómo..., cómo...? -tartamudeó Gogrol, o más bien Kratska.
    -Crucé. Habría cruzado el infierno para encontrarte, Kratska.
    -Blandí el revólver-. Sal y aléjate rápidamente, si quieres escapar al estallido del despegue. Te dejaremos aquí hasta que la policía de Io venga a recogerte o te interrogue, entre otras cosas, sobre aquel asunto de «Hera». -Le hablé a la asombrada Claire-: Cierra la escotilla después que se haya ido. Vamos a despegar.
    -¡Jack -gritó ella, comprendiendo por fin-, Stefan está atado a un árbol ahí fuera! ¡La llamarada lo abrasaría!
    -Entonces, ve a soltarlo y, por el amor de Dios, date prisa.
    Pero no había hecho más que desaparecer cuando Kratska aprovechó su oportunidad. Fiando en mi evidente debilidad se abalanzó sobre mí. Creí que se había vuelto loco. No hacía más que gritar imprecaciones.
    -¡Maldito seas! -chilló-. No podrás derrotarme. Hice de ti la víctima propiciatoria del «Hera» y puedo hacerlo aquí también.
    Y comprendí que tenía razón si lograba reducirme antes de que Claire pusiese en libertad a Coretti. Ella sola no podría dominarlo y todos estaríamos a su merced. Así pues, luché con toda la vida que me quedaba y sentí cómo se me iba escapando igual que el ácido de un matraz. Al cabo de un rato llegué al límite y la obscuridad llenaba el vacío.

    Oí curiosos sonidos. Alguien estaba diciendo:
    -No, despegaré primero y trazaré el curso después que alcancemos la velocidad de escape. Eso ahorra tiempo. Tenemos que llevarlo a Io. -y un poco más tarde-: ¡Oh, Dios mío, Stefan! Si ahora doy un tumbo... ¿Por qué soy tan incapaz como piloto?
    Y luego se oyó el rugido de los motores que pareció durar horas y horas.
    Mucho tiempo después me di cuenta de que estaba tendido en la mesa de la cámara de navegación y que Coretti me miraba.
    -¿Cómo te sientes, Jack? -me preguntó.
    Era la primera vez que me tuteaba.
    -Muy bien -dije, y luego me volvió la memoria-. ¡Gogrol! ¡Es Kratska en realidad!
    -Era -corrigió Coretti-. Ha muerto.
    -¡Muerto!
    Ya no había posibilidad alguna de poner en claro el asunto del «Hera».
    -Sí, lo mataste. Le abriste la cabeza con el revólver antes de que pudiéramos intervenir. Pero se lo tiene muy merecido.
    -Sí, quizá, pero lo del «Hera»...
    -No te preocupes, Jack. Tanto Claire como yo oímos a Kratska reconocer su responsabilidad. Te libraremos de eso, desde luego.
    -Hizo una pausa-. y quizá te alegre saber que rescatamos la fórmula y que por ella hay una recompensa que nos permitirá vivir a nuestras anchas incluso haciendo tres partes. Es decir, Claire insiste en que se hagan tres partes, pero yo sé que no merezco nada.
    -Es justo hacer tres partes -dije-. Os haré un buen regalo a Claire ya ti.
    -¿A Claire y a mí?
    -Escucha, Stefan. No pensaba decíroslo, pero os vi el anochecer del eclipse. No me pareció que Claire se resistiera.
    Él sonrió
    -Conque lo viste, ¿eh? -dijo lentamente-. Entonces, escucha. Un hombre que le pide a una muchacha que se case .con él debería conseguir que la muchacha se le acercara un poco más. Se limitó a rechazarme lo más suavemente que le fue posible.
    -¿Dijo que no?
    -Es lo que hizo aquella vez. Pero apuesto lo que quieras a que será diferente contigo.
    -Ella... ella... -algo en el sonido rutinario de los reactores me llamó la atención-. ¡Estamos aterrizando!
    -Sí, en Io. Llevamos dos horas aterrizando.
    -¿Quién hizo el despegue?
    -Claire. Despegó y sigue gobernando. Lleva sentada allí cincuenta horas. Cree que necesitas un médico y yo no sé nada de navegación. Es ella quien lo trae desde Europa.
    Me incorporé de un salto.
    -Llévame allí -dije ceñudamente-. No discutas. Llévame allí.
    Claire apenas alzó los ojos cuando Coretti me hizo sentar junto a ella. Estaba agotadísima después de tantas horas y volvía a dominarla su viejo terror al aterrizaje.
    -¡Jack, Jack! -susurró como para sí misma-. Me alegro de que estés mejor.
    -Cariño -dije, admirando su cabello, que brillaba como la miel-, voy a ayudarte con la barra. Sólo te guiaré un poco.
    Bajamos sin el menor bamboleo y nos posamos como una pluma. Pero yo no tuve mucho que hacer; estaba tan débil, que apenas podía mover la barra, pero Claire se daba cuenta. Lo único que necesitaba era confianza. Por lo demás, tenía las cualidades de un magnífico piloto. Sí, lo he comprobado. Es un magnífico piloto. Pero de cualquier forma, se quedó dormida en mitad de nuestro primer beso.

    FIN

    No grabar los cambios  
           Guardar 1 Guardar 2 Guardar 3
           Guardar 4 Guardar 5 Guardar 6
           Guardar 7 Guardar 8 Guardar 9
           Guardar en Básico
           --------------------------------------------
           Guardar por Categoría 1
           Guardar por Categoría 2
           Guardar por Categoría 3
           Guardar por Post
           --------------------------------------------
    Guardar en Lecturas, Leído y Personal 1 a 16
           LY LL P1 P2 P3 P4 P5
           P6 P7 P8 P9 P10 P11 P12
           P13 P14 P15 P16
           --------------------------------------------
           
     √

           
     √

           
     √

           
     √


            
     √

            
     √

            
     √

            
     √

            
     √

            
     √
         
  •          ---------------------------------------------
  •         
            
            
                    
  •          ---------------------------------------------
  •         

            

            

            
         
  •          ---------------------------------------------
  •         

            
         
  •          ---------------------------------------------
  •         

            
         
  •          ---------------------------------------------
  •         

            

            

            
         
  •          ---------------------------------------------
  •         

            
         
  •          ---------------------------------------------
  • Para cargar por Sub-Categoría, presiona
    "Guardar los Cambios" y luego en
    "Guardar y cargar x Sub-Categoría 1, 2 ó 3"
         
  •          ---------------------------------------------
  • ■ Marca Estilos para Carga Aleatoria-Ordenada

                     1 2 3 4 5 6 7
                     8 9 B O C1 C2 C3
    ■ Marca Estilos a Suprimir-Aleatoria-Ordenada

                     1 2 3 4 5 6 7
                     8 9 B O C1 C2 C3



                   
    Si deseas identificar el ESTILO a copiar y
    has seleccionado GUARDAR POR POST
    tipea un tema en el recuadro blanco; si no,
    selecciona a qué estilo quieres copiarlo
    (las opciones que se encuentran en GUARDAR
    LOS CAMBIOS) y presiona COPIAR.


                   
    El estilo se copiará al estilo 9
    del usuario ingresado.

         
  •          ---------------------------------------------
  •      
  •          ---------------------------------------------















  •          ● Aplicados:
    1 -
    2 -
    3 -
    4 -
    5 -
    6 -
    7 -
    8 -
    9 -
    Bás -

             ● Aplicados:

             ● Aplicados:

             ● Aplicados:
    LY -
    LL -
    P1 -
    P2 -
    P3 -
    P4 -
    P5 -
    P6

             ● Aplicados:
    P7 -
    P8 -
    P9 -
    P10 -
    P11 -
    P12 -
    P13

             ● Aplicados:
    P14 -
    P15 -
    P16






























              --ESTILOS A PROTEGER o DESPROTEGER--
           1 2 3 4 5 6 7 8 9
           Básico Categ 1 Categ 2 Categ 3
           Posts LY LL P1 P2
           P3 P4 P5 P6 P7
           P8 P9 P10 P11 P12
           P13 P14 P15 P16
           Proteger Todos        Desproteger Todos
           Proteger Notas



                           ---CAMBIO DE CLAVE---



                   
          Ingresa nombre del usuario a pasar
          los puntos, luego presiona COPIAR.

            
           ———

           ———
           ———
            - ESTILO 1
            - ESTILO 2
            - ESTILO 3
            - ESTILO 4
            - ESTILO 5
            - ESTILO 6
            - ESTILO 7
            - ESTILO 8
            - ESTILO 9
            - ESTILO BASICO
            - CATEGORIA 1
            - CATEGORIA 2
            - CATEGORIA 3
            - POR PUBLICACION

           ———



           ———



    --------------------MANUAL-------------------
    + -

    ----------------------------------------------------



  • PUNTO A GUARDAR




  • Tipea en el recuadro blanco alguna referencia, o, déjalo en blanco y da click en "Referencia"

      - ENTRE LINEAS - TODO EL TEXTO -
      1 - 2 - 3 - 4 - 5 - 6 - Normal
      - ENTRE ITEMS - ESTILO LISTA -
      1 - 2 - Normal
      - ENTRE CONVERSACIONES - CONVS.1 Y 2 -
      1 - 2 - Normal
      - ENTRE LINEAS - BLOCKQUOTE -
      1 - 2 - Normal


      - DERECHA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2 - 3
      - BLUR BLANCO - 1 - 2 - 3

      - BLUR INTERNO NEGRO - 1 - 2
      - BLUR INTERNO BLANCO - 1 - 2

      - Original - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      BLUR NEGRO - 1 - 2
      BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar



              TEXTO DEL BLOCKQUOTE
      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

              FORMA DEL BLOCKQUOTE

      Primero debes darle color al fondo
      1 - 2 - 3 - 4 - 5 - Normal
      - DERECHA NEGRA - 1 - 2
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2
      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      BLUR NEGRO - 1 - 2
      BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar
      - DERECHA - 1 - 2
      - IZQUIERDA - 1 - 2

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar -

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      BLUR NEGRO - 1 - 2
      BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar
      - DERECHA - 1 - 2
      - IZQUIERDA - 1 - 2

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar -



      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar
      - DERECHA NEGRA - 1 - 2
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 -
      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar
      - DERECHA - 1 - 2
      - IZQUIERDA - 1 - 2

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar
      - TITULO
      - DERECHA - 1 - 2
      - IZQUIERDA - 1 - 2

      - BLUR NEGRO - 1 - 2 - 3
      - BLUR BLANCO - 1 - 2 - 3
      - Quitar

      - TODO EL SIDEBAR
      - DERECHA - 1 - 2
      - IZQUIERDA - 1 - 2

      - BLUR NEGRO - 1 - 2 - 3
      - BLUR BLANCO - 1 - 2 - 3

      - BLUR INTERNO - NEGRO - 1 - 2
      - BLUR INTERNO - BLANCO - 1 - 2
      - Quitar

                 ● Cambiar en forma ordenada
     √

                 ● Cambiar en forma aleatoria
     √

     √

                 ● Eliminar Selección de imágenes

                 ● Desactivar Cambio automático
     √

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      BLUR NEGRO - 1 - 2
      BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar




      - DERECHA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2 - 3
      - BLUR BLANCO - 1 - 2 - 3

      - Quitar -





      - DERECHA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2 - 3
      - BLUR BLANCO - 1 - 2 - 3

      - BLUR INTERNO NEGRO - 1 - 2
      - BLUR INTERNO BLANCO - 1 - 2

      - Quitar - Original



                 - IMAGEN DEL POST


    Bloques a cambiar color
    Código Hex
    No copiar
    BODY MAIN MENU HEADER
    INFO
    PANEL y OTROS
    MINIATURAS
    SIDEBAR DOWNBAR SLIDE
    POST
    SIDEBAR
    POST
    BLOQUES
    X
    BODY
    Fondo
    MAIN
    Fondo
    HEADER
    Color con transparencia sobre el header
    MENU
    Fondo

    Texto indicador Sección

    Fondo indicador Sección
    INFO
    Fondo del texto

    Fondo del tema

    Texto

    Borde
    PANEL Y OTROS
    Fondo
    MINIATURAS
    Fondo general
    SIDEBAR
    Fondo Widget 1

    Fondo Widget 2

    Fondo Widget 3

    Fondo Widget 4

    Fondo Widget 5

    Fondo Widget 6

    Fondo Widget 7

    Fondo Widget 8

    Fondo Widget 9

    Fondo Widget 10

    Fondo los 10 Widgets
    DOWNBAR
    Fondo Widget 1

    Fondo Widget 2

    Fondo Widget 3

    Fondo los 3 Widgets
    SLIDE
    Fondo imagen 1

    Fondo imagen 2

    Fondo imagen 3

    Fondo imagen 4

    Fondo de las 4 imágenes
    POST
    Texto General

    Texto General Fondo

    Tema del post

    Tema del post fondo

    Tema del post Línea inferior

    Texto Categoría

    Texto Categoría Fondo

    Fecha de publicación

    Borde del post

    Punto Guardado
    SIDEBAR
    Fondo Widget 1

    Fondo Widget 2

    Fondo Widget 3

    Fondo Widget 4

    Fondo Widget 5

    Fondo Widget 6

    Fondo Widget 7

    Fondo los 7 Widgets
    POST
    Fondo

    Texto
    BLOQUES
    Libros

    Notas

    Imágenes

    Registro

    Los 4 Bloques
    BORRAR COLOR
    Restablecer o Borrar Color
    Dar color

    Banco de Colores
    Colores Guardados


    Opciones

    Carga Ordenada

    Carga Aleatoria

    Carga Ordenada Incluido Cabecera

    Carga Aleatoria Incluido Cabecera

    Cargar Estilo Slide

    No Cargar Estilo Slide

    Aplicar a todo el Blog
     √

    No Aplicar a todo el Blog
     √

    Tiempo a cambiar el color

    Desactivar Carga Ordenada o Aleatoria
    Eliminar Colores Guardados

    Sets predefinidos de Colores

    Set 1 - Tonos Grises, Oscuro
    Set 2 - Tonos Grises, Claro
    Set 3 - Colores Varios, Pasteles
    Set 4 - Colores Varios

    Sets personal de Colores

    Set personal 1:
    Guardar
    Usar
    Borrar

    Set personal 2:
    Guardar
    Usar
    Borrar

    Set personal 3:
    Guardar
    Usar
    Borrar

    Set personal 4:
    Guardar
    Usar
    Borrar
  • Tiempo (aprox.)

  • T 0 (1 seg)


    T 1 (2 seg)


    T 2 (3 seg)


    T 3 (s) (5 seg)


    T 4 (6 seg)


    T 5 (8 seg)


    T 6 (10 seg)


    T 7 (11 seg)


    T 8 13 seg)


    T 9 (15 seg)


    T 10 (20 seg)


    T 11 (30 seg)


    T 12 (40 seg)


    T 13 (50 seg)


    T 14 (60 seg)


    T 15 (90 seg)