¿DE VERAS SE ACERCA EL FIN DEL MUNDO?
Publicado en
febrero 07, 2010
NOTA: Antes que lea este artículo le recuerdo que fue publicado en FEBRERO DE 1998.Las visiones de un cataclismo ecológico son muy populares, pero inexactas.
Por Ronald BaileyHACE POCO fui a dar una conferencia a una universidad y, antes de entrar en materia, pregunté a los asistentes cuántos de ellos creían que estábamos frente a una inminente crisis ecológica mundial. Soy periodista especializado en temas científicos y estoy acostumbrado a hablar en auditorios universitarios, así que no me sorprendió que todos los estudiantes levantaran la mano.
Antes, yo también lo creía. En la generación pasada una densa capa de smog pardusco cubría el aire de muchas ciudades y algunos lagos se estaban muriendo. Cuando era yo estudiante, a principios de los años 70, leí los augurios de expertos que afirmaban que estábamos envenenando la biosfera y acabando con los recursos naturales, y que no tardaríamos en morir asfixiados por la contaminación. El futuro parecía desolador.Sin embargo, han pasado 25 años desde entonces y, cuando miro a mi alrededor, me doy cuenta de que, en general, las cosas no han empeorado, sino mejorado. Lo que sigue igual son los vaticinios. He aquí seis visiones del apocalipsis que usted seguramente habrá escuchado. Las pruebas demuestran que no son ciertas.1) HAY DEMASIADAS BOCAS QUE ALIMENTAR
Hace 30 años el biólogo Paul Ehrlich, en su libro The Population Bomb ("La bomba demográfica"), pronosticó: "En los años 70 morirán de hambre cientos de millones de personas". En su opinión, el aumento de la población superaría al de la producción de alimentos.
No fue así. De 1950 a la fecha la población mundial creció a más del doble, pero la producción de alimentos aumentó a más del triple. En el mismo lapso, la esperanza media de vida pasó de 46,5 años a más de 64, lo que representa el mayor avance del bienestar de la humanidad de toda la historia.Si continúan las tendencias actuales, la población mundial podría alcanzar los 8000 millones en el año 2040. ¿Se podrá alimentar a tanta gente? Sí, responde Paul Waggoner, científico de la Estación de Experimentación Agrícola de Connecticut. Según él, si la tecnología sigue avanzando como lo ha venido haciendo hasta ahora, se podrá dar de comer a 10.000 millones de personas utilizando aproximadamente la misma extensión de tierra que hoy se dedica a la agricultura. Gracias al aumento de la productividad del campo, la superficie total de tierra que se cultiva en el mundo —unos 1200 millones de hectáreas—, apenas ha crecido en los 20 últimos años.2) LOS PRODUCTOS QUIMICOS ARTIFICIALES ESTAN CAUSANDO UNA EPIDEMIA DE CANCER
Esta idea se hizo famosa cuando, en 1962, Rachel Carson publicó Silent Spring ("Primavera silenciosa")."Por primera vez en la historia", decía, "todo ser humano tiene contacto con sustancias peligrosas desde la concepción hasta la muerte".
Esta aseveración no es cierta. "La inmensa mayoría de las sustancias a las que estamos expuestos son naturales, y cualquier sustancia es peligrosa cuando rebasa cierta cantidad", declaran los cancerólogos investigadores Bruce Ames y Lois Gold.Al decir de estos expertos: "Hasta 99,99 por ciento de los plaguicidas que ingerimos son sustancias que las plantas contienen de manera natural para protegerse contra los insectos y otros depredadores". Por ejemplo, los cacahuates contienen aflatoxinas; el pan blanco, furfural, y muchas frutas y verduras, ácido cafeico; los tres son cancerígenos naturales, pero no por ello dejaremos de comer estos alimentos. "Las enzimas defensivas del organismo humano son tan eficaces contra los productos químicos naturales como contra los sintéticos", afirman Ames y Gold.Por lo que toca a la epidemia de cáncer, "no hay tal", señala Ames. Mientras que la incidencia de ciertos tipos de cáncer (sobre todo los relacionados con el tabaquismo) ha ido en aumento en los últimos decenios, la incidencia de muchos otros ha disminuido. Además, el incremento en el número de casos detectados se debe principalmente a la invención de mejores técnicas de diagnóstico. Según un artículo publicado en 1996 en la revista Scientific American, de todas las muertes causadas por el cáncer en Estados Unidos, sólo alrededor de dos por ciento son atribuibles a la contaminación; la falta de ejercicio produce más casos de la enfermedad.3) LA ESTERILIDAD MASCULINA VA EN AUMENTO
En un libro publicado hace poco, Our Stolen Future ("El futuro que nos robaron"), la zoóloga Theo Colborn advierte que las sustancias sintéticas que se arrojan al ambiente son la causa probable de que el recuento espermático de los hombres de todo el mundo haya sufrido una merma de 50 por ciento en el curso de los 50 últimos años. Entre las sustancias que la científica menciona se cuenta el DDT, que, en su opinión, "afecta al sistema endocrino".
Sin embargo, destacados científicos niegan que el recuento espermático haya disminuido.Más aún, las concentraciones de algunas de las sustancias que inspiran desconfianza vienen disminuyendo desde hace decenios. Por ejemplo, en cierto informe de 1991 se indica que, en el periodo comprendido entre 1970 y 1983, la concentración de DDT en el tejido adiposo del ser humano se redujo de ocho partes por millón a sólo dos, aproximadamente.4) LA EXTINCION DE LAS ESPECIES AMENAZA EL EQUILIBRIO DE LA NATURALEZA
En su libro The Sinking Ark ("El arca se hunde"), publicado en 1979, el biólogo Norman Myers calculó que todos los días desaparecen más de 100 especies por causa del hombre, y que 1 millón de ellas se habrán extinguido para el año 2000. Sin embargo, no hay pruebas de que esto esté sucediendo ni remotamente. De la lista de especies en peligro elaborada en 1973, sólo siete han desaparecido.
Muchos científicos reconocen que la diversidad biológica es de vital importancia, pero las presuntas tasas de extinción masiva que se han propalado a los cuatro vientos se obtienen multiplicando incógnitas por hechos improbables.Muchos cálculos, por ejemplo, presuponen una relación entre el número de especies y la superficie, según la cual en 250 kilómetros cuadrados de terreno debe de haber el doble de especies que en 25. El error radica en que las especies no se distribuyen de manera uniforme. Por consiguiente, no basta medir la extensión de las zonas arrasadas de un bosque; hay que precisar de qué zonas se trata.Además, como señala Ariel Lugo, director del Instituto Internacional de Bosques Tropicales en Puerto Rico: "Los biólogos que pronostican un elevado ritmo de extinción de especies subestiman la capacidad de la naturaleza para recuperarse".Una de las principales causas de la extinción es la deforestación. Según el Grupo Consultivo para la Investigación Agrícola Internacional, la mayor parte de la deforestación tropical no se debe a la explotación maderera comercial, sino a que "los campesinos pobres no tienen más remedio que ta-lar y quemar una parte del bosque para dar de comer a su familia".En los países donde se practica la agricultura intensiva, los bosques no corren peligro. La superficie de los bosques de Europa aumentó de 146 millones de hectáreas a 195 millones en el periodo comprendido entre 1950 y 1990.5) LA GRADUAL DESAPARICION DE LA CAPA DE OZONO AMENAZA CON PRODUCIR UNA EPIDEMIA DE CANCER DE PIEL
A principios de los años 70, los meteorólogos advirtieron que los refrigerantes llamados clorofluoruros de carbono (CFC) —el más conocido es el freón— suben a la estratosfera, donde destruyen la capa de ozono, que intercepta la radiación ultravioleta perjudicial del sol. Tiempo después se confirmó que los CFC son la principal causa del agujero que cada año se forma tempo-ralmente en la ozonosfera sobre la Antártida.
En 1978 el gobierno de Estados Unidos prohibió el uso de CFC como agentes propulsores de los productos en aerosol, entre ellos desodorantes y perfumes. También se han firmado tratados internacionales que restringen la fabricación de CFC y otros gases nocivos para la capa de ozono. Algunos científicos esperan que las concentraciones de estos gases alcancen su punto máximo hacia fines de siglo y luego empiecen a declinar.Si bien es cierto que la incidencia del cáncer de piel va en aumento, muchos científicos atribuyen este hecho al cambio de las costumbres y no al adelgazamiento de la ozonosfera. En la actualidad la gente pasa más tiempo al aire libre y en la playa, y se cubre menos.6) EL CALENTAMIENTO DE LA TIERRA ES LA PEOR CRISIS A LA QUE JAMAS SE HA ENFRENTADO LA HUMANIDAD
Ninguna otra cuestión ambiental se ha prestado a tanta exageración como ésta. A fines de los años 70, ciertos modelos de computadora pronosticaron que la acumulación de bióxido de carbono en la atmósfera y el consiguiente efecto invernadero harían que la Tierra se calentara varios grados en el curso de un siglo contado a partir de entonces. En los medios de comunicación suele asociarse el mal tiempo con el calentamiento de la Tierra, y se augura que éste traerá por consecuencia huracanes más devastadores, sequías más prolongadas y tempestades más recias.
Pero, ¿qué ha ocurrido en realidad? De acuerdo con uno de los modelos de computadora mencionados, la temperatura de la Tierra ya debería haber aumentado de 0,3 a 0,4o C. —lo cual sería fácilmente detectable—, pero la información que transmiten los satélites meteorológicos revela que, por el contrario, el planeta se ha enfriado ligeramente en los 18 últimos años. Y a pesar de las variaciones estacionales, ni la frecuencia ni la velocidad máxima de los ciclones tropicales del Atlántico se han incrementado en 50 años.Si los modelos del clima resultaran correctos, sería prudente limitar la emisión de bióxido de carbono en el futuro, pero muchos expertos creen que no es urgente tomar medidas. "Aún disponemos de unos diez años para reunir más información y refinar nuestros modelos antes de que pudiéramos vernos en la necesidad de actuar", afirma el meteorólogo Jerry North. También estamos a tiempo para que los científicos discurran fuentes de energía que impliquen menos emisiones de bióxido de carbono y sean más económicas."AUNQUE esto va a decepcionar a muchos de ustedes, hay pruebas de que tienen toda una vida por delante". Fue así como concluí mi charla en la universidad, provocando algunas risitas en el auditorio.
Ya en un tono más serio, pedí a los estudiantes que consideraran un punto de vista radical: el crecimiento económico y el progreso técnico no son enemigos del ambiente, sino quizá sus mejores amigos, ya que nos permiten reducir el impacto que las actividades del hombre tienen sobre él. La agricultura moderna, que utiliza tecnología avanzada, eleva la productividad del campo, lo que significa suministrar alimentos más baratos a la población y conservar más tierras para la naturaleza. El tratamiento más eficaz de las aguas residuales significa que nuestros ríos y arroyos pueden correr más libres de contaminantes. Los convertidores catalíticos de los coches y los filtros más eficaces de las chimeneas de las termoeléctricas han reducido considerablemente el humo y el hollín del aire.Pero sólo las sociedades ricas pueden darse estos lujos. A fin de cuentas, el mejor programa para la protección del ambiente consiste en promover la prosperidad.RONALD BAILEY es miembro de la Sociedad de Periodistas Ecologistas y editor de The True State ofthe Planet ("La verdadera situación del planeta").