Publicado en
enero 21, 2010
¡NO HE DICHO NADA!
Al terminar la clase de ballet que yo impartía, una de mis alumnas, Karin de siete años, me dijo que ya no seguiría asistiendo porque el médico le había dicho que el ballet era malo para los pies. Entonces le aconsejé:
—En tu lugar, yo pediría una segunda opinión, porque me parece que ese médico no es muy bueno. A propósito, ¿quién es él?—Mi papá —contestó.—T.R.ANUNCIO CLASIFICADO que se publicó en un periódico de Indiana: "Vendo anillo de compromiso con diamante, tasado en 1695 dólares. El tipo que me lo regaló no valía ni dos centavos".
PALABRAS PARA LOS SABIOS
MIRA LA VIDA por el parabrisas, no por el espejo retrovisor.
HUYE DEL MÉDICO que pone el estetoscopio en tu billetera.—Johnny Hart, Creators SyndicateNo es permanente ninguna revolución que no haga surgir una vida mejor.
—Richard Níxon, en Seize the Moment (Simón & Schuster)MENTIRAS, MENTIRILLAS Y MENTIROTAS
La columnista de cuestiones sentimentales Ann Landers invitó a sus lectores a descubrir la tercera mentira más grande del mundo, después de "El cheque ya está en el correo" y "Soy funcionario público y mi deber es servirle". A continuación presentamos una muestra de las miles de respuestas que recibió:
Qué bueno que haya venido hoy. Sólo nos quedan dos en existencia.En una persona de tu estatura, dos kilos no son nada.¿Lo hiciste tú misma? Jamás lo habría adivinado.No aparentas un día más de 40 años.Está exquisito, pero no puedo comer ni un bocado más.El cambio de dueño no les afectará. La compañía seguirá siendo exactamente la misma.El perrito no va a causarte molestias, mamá. Te prometo hacerme cargo de él.El cabello se te ve perfecto.Guarda el mapa. Sé exactamente cómo llegar.No la necesita usted por escrito. Tiene mi garantía personal.—Creators SyndicateUno no se percata de que el perro es el mejor amigo del hombre... hasta que empieza a apostar a los caballos.
—Joey Adams¿CÓMO LE QUEDÓ EL OJO?
Cuando trabajaba en una tienda de ropa, noté que había una relación muy tensa entre el responsable del departamento y su asistente. Éste último se moría por tener cierto traje, que su superior, sólo para molestarlo, ordenó poner en el escaparate del negocio. Casi de inmediato, una anciana compró la prenda, y el jefe no pudo disimular su alegría.
Sin embargo, después de la comida, el subalterno regresó con el traje en cuestión puesto, y con un aire de indiferencia comentó:—Es un regalo de mi madre.—M.P.Un método infalible para poner en su sitio a telefonistas altaneras en hoteles caros es preguntar: "¿Cuentan ustedes con servicio de helipuerto?"
—"Peterborough", en el Daily Telegraph (Londres)EL INTERES TIENE PIES
Un día quedé en reunirme con una prima a la que no había visto en 20 años. Llegué sin retraso al restaurante convenido y me puse a escudriñar las caras. En eso, una mujer fue a sentarse a la mesa que estaba a mis espaldas, y pensé que tenía un vago parecido con mi prima, de manera que me volví hacia ella y le pregunté:
—¿Eres Beatrice?—Lo soy si usted invita —me respondió con una sonrisa.—G.G.NI EN LA TUMBA SE ESTA A SALVO
Le habíamos recomendado a mamá que no comentara con cualquiera que se había quedado viuda y vivía sola. Cierta mañana recibió una llamada de un agente de ventas por teléfono que insistía en venderle un lote en un cementerio.
—Si me permitiera hablar con su esposo, estoy seguro de que me compraría el terreno —dijo el agente.—Lo dudo mucho —replicó mamá, exasperada—. Ya tiene uno y lo está usando.—H.H.Cuando uno se coloca frente al refrigerador y se pregunta si tiene hambre, la respuesta siempre es no.
—Morris Mandel, en The Jewish PressA SU MANERA
Lograr que mi hijo adolescente limpiara su habitación era una batalla sin tregua. Un día, por fin, le lancé un ultimátum:
—Si no ordenas tu cuarto de aquí al lunes, lo voy a hacer yo misma.Llegó la fecha estipulada, y el cuarto seguía pareciendo zona de desastre. Cuando mi hijo se marchaba a la escuela, le recordé mi advertencia. Sin embargo, tuve tanto que hacer esa mañana que no me dio tiempo de cumplir mi amenaza. A su regreso, el chico pasó delante de mí sin pronunciar palabra; pero unos minutos después regresó a la cocina, me pasó el brazo por los hombros, y dijo:—Gracias, mamá. Limpiaste el cuarto tal como a mí me gusta.—S.S.ENTUSIASTA RECOMENDACIÓN
Como director del departamento de comercio exterior de una universidad, mi padre solía ayudar a los alumnos a conseguir puestos en el extranjero. Uno de ellos le pidió una carta de recomendación, así que papá se tomó el tiempo necesario para describir en detalle muchas de las cualidades del joven. Cuando éste pasó a recoger su carta, mi padre le preguntó en qué empresa pretendía prestar sus servicios.
—No es para un empleo —explicó el chico—. Pienso comprar un perro con pedigrí, y los vendedores me piden dos cartas de recomendación.EN FAMILIA
Un día en que tuve mucho trabajo en la oficina llamé a mi hija de 16 años para avisarle que llegaría tarde.
—¡Pobre mamá! —exclamó compasivamente—. Vas a estar muy cansada cuando llegues a casa. No te preocupes por la cena, yo me haré cargo.Cuando estaba a punto de agradecerle su comprensión, agregó:—¿Qué le digo a papá que prepare?— C.B.Un hombre hablaba por un teléfono público, y alcancé a oír lo que decía:
Estaba yo aplaudiendo en secreto su firmeza paterna, cuando vino el tiro de gracia:—¡Además, mamá, tienes 75 años! ¿Para qué quieres un tatuaje?—D.S.N.DEL TEATRO DEL ABSURDO
Mi compañero de habitación patinaba sobre hielo cuando se fue de bruces y se deslizó seis metros con la cara pegada al hielo. Al examinarlo, el médico de la pista se dio cuenta de que no podía hacer gran cosa por el enorme raspón que tenía en la frente, y lo único que acertó a decirle fue: —¿Quiere un poco de hielo para su herida?
—M.J.Tengo un puesto en un mercado de artículos baratos, donde los clientes acostumbran regatear. Cierto día una mujer se interesó en un abrelatas eléctrico que costaba cinco dólares, pero aseguró que sólo tenía 2,50. De mala gana accedí a vendérselo por ese precio.
Abrió entonces su bolso y me pagó con un billete de diez dólares.—L.A.D.Después de pasar una temporada con mi hija, mi esposo quiso dejarle un poco del analgésico que toma para las migrañas, pues ella también las padece. Al cabo de un mes, hablando por teléfono con ella, mi esposo le preguntó:
—¿Te sirvió el medicamento?—Aún no lo sé —respondió ella—. No he tenido un solo dolor de cabeza desde que tú y mamá se marcharon.—JoAnn Ridings, en ByLineLuego de seguir impacientemente durante varios kilómetros a una lenta camioneta de carga, en una carretera de dos sentidos, decidimos detenernos a comer en el pueblo más próximo para dejar que se adelantara.
Comimos con toda calma y nos pusimos de nuevo en camino. Unos metros más adelante se nos atravesó un vehículo que salía de otro restaurante: se trataba de la misma camioneta.—J.F.NI BEETHOVEN SE ESCAPA
De adolescente, tomé clases de armonía musical. Uno de los ejercicios de tarea consistía en escribir el acompañamiento para un tema dado. Cuando el maestro se dispuso a corregir el trabajo, admití haber reconocido el tema; como era la Novena sinfonía de Beethoven, me había limitado a copiar la armonía escrita originalmente por el gran compositor.
Esperé el regaño, pero el maestro acomodó mi trabajo sobre su escritorio, se arremangó y declaró:—Muy bien, pues, vamos a corregir a Beethoven.—M.A.Engaño colorido. Dice el fotógrafo Norman Parkinson: "La cámara no capta nunca lo que uno ve. Si le sacamos una foto a una persona o una cosa que nos gusta, le quitamos el aroma, el tacto, la sensación que produce. Las mejores fotOS cuentan las mayores mentiras".
— Observer Magazine, InglaterraNO ESTEMOS TAN SEGUROS
Al finalizar cada diciembre, cuando el reloj del Padre Granos está a punto de marcar el inicio de un nuevo año, los expertos parecen sentirse obligados a pronosticar lo que nos deparan los próximos meses. Los economistas estudian sus proyecciones econométricas y, de acuerdo con ellas, predicen épocas de estrechez o de abundancia; los psíquicos anuncian que éste será el año en que la falla de San Andrés hunda a California en el océano. En fin, antes de que demos crédito a las predicciones que se avecinan, consideremos estos vaticinios ya clásicos:
- Octave Chanute, pionero de la aviación, en 1904: "A la postre, la máquina [voladora] será veloz; se usará en algún deporte, pero no hay que esperar que algún día se convierta en medio de transporte comercial".- The Literary Digest, 1889: "El 'coche sin caballos' es en la actualidad un lujo de ricos; y aunque es probable que su precio baje en el futuro, nunca tendrá un uso tan generalizado como la bicicleta".- Thomas Edison, sobre la electricidad doméstica: "[George] Westinghouse matará a un cliente antes de seis meses de que instale un sistema, del tamaño que sea. Tan seguro estoy de esto como de que me voy a morir".- Science Digest, agosto de 1948: "Alunizar y caminar sobre la luna entraña tantos y tan graves problemas para el ser humano, que a la ciencia le llevará otros 200 años superarlos".- Lord Kelvin, físico y matemático (1824-1907), que en su época parecía tener el monopolio de las frases escuetas y desafortunadas: "Los rayos X son un fraude". "El vuelo en naves es imposible". "La radio no tiene futuro".—Paul Dickson, en The Future File (Rawson Associates)¡VAYA CHASCO!
Un día mi amigo Steve y yo explorábamos las montañas Rocosas. Al llegar a cierto lugar le di mi cámara y emprendí un peligroso ascenso, con la esperanza de alcanzar una gruta en lo alto de un acantilado. A trancas y barrancas llegué por fin a mi destino, y me volví para que Steve me tomara una foto que sirviera de constancia de mi hazaña. Mientras agitaba el brazo saludando a mi compañero, que parecía una hormiga a la distancia, me alcanzó su voz:
—¿Cómo funciona esta cámara?—M.HREPORTEROS POLICIACOS
Un periódico de Oregon informa: "Según la policía, alguien llamó de una cantina para avisar que tres hombres caminaban desnudos hacia el norte de la ciudad a las 2:30 de esta madrugada. Los oficiales no pudieron dar con nadie que correspondiera a esa descripción".
La columna policiaca de un diario californiano publicó esta nota: "Una mujer llamó para quejarse de que había un hombre en su casa que la estaba forzando a hacer ejercicio. Se determinó que el hombre en cuestión es un fisioterapeuta asignado a la mujer por órdenes de su médico".
ANTE EL JUEZ
Fui parte de un proceso penal en que el acusado, haciendo las veces de su propio abogado defensor, recibió repetidas amonestaciones del juez por intimidar al testigo. Por fin, este individuo que se defendía a sí mismo concluyó con una pregunta:
—A usted no le agrada mucho el acusado, ¿verdad?El testigo se inclinó hacia atrás en su silla durante unos instantes, y luego se acercó al micrófono:—En realidad no sé mucho sobre el acusado —dijo—. Pero su abogado me desagrada profundamente.— M.D.Durante el interrogatorio preliminar al que se somete a los posibles jurados, el juez le preguntó a mi cuñada si pertenecía a alguna sociedad secreta. Ella contestó que sí, pero no quiso decirle a cuál.
El juez le explicó que debía dar una respuesta completa, pero ella volvió a negarse rotundamente.Exasperado, el magistrado la amenazó:—Señorita, voy a preguntárselo una vez más, y si se niega a contestar, la acusaré de desacato al tribunal.—Está bien, Su Señoría —confesó ella—. Pertenezco a Comedores Compulsivos Anónimos—R.P.H.MOLESTIAS JUSTIFICADAS
Estaba en el aeropuerto para emprender un vuelo de negocios y me senté a esperar el avión en la sala 48. Entonces el altavoz anunció: "Lamentamos el inconveniente, pero los pasajeros del vuelo 1044 de Delta subirán al avión desde la sala 44". Todos recogimos nuestro equipaje y nos fuimos a la sala 44.
A los diez minutos, al altavoz anunció otro cambio: subiríamos al avión por la sala 48, como se había previsto desde el principio. Todos volvimos a tomar nuestras pertenencias y regresamos a la sala 48. Mientras nos sentábamos, oímos la bienvenida por el altavoz: "Gracias por participar en el programa de ejercicio de Delta".—P.C. —Sé que es algo que deseas mucho —dijo enfáticamente—, pero no estoy de acuerdo en que la gente se mande hacer tatuajes, ni se perfore el cuerpo. Mientras vivas en mi casa, creo que debes respetar mis deseos.