Publicado en
enero 09, 2010
Por Diego LombeidaNuestros negocios con las abejas comenzaron hace muchísimo tiempo. Hemos aprovechado su miel y ésta se ha convertido en un símbolo en varias culturas.
Los humanos hemos llegado a sentir un especial aprecio por estos insectos tan diferentes a nosotros, pero cuya organización y laboriosidad nos inspiran fuerza, en tanto que respeto por su aguijón y ferocidad.En efecto, nuestra relación es ya muy antigua. Pero incluso las mejores amistades pueden enturbiarse por causas a veces sin sentido. Aquí mismo, en el Ecuador, tuvimos una guerra para eliminar a la abeja productora de miel, a la que erróneamente se ha llamado "abeja asesina".Las "abejas" son en realidad un grupo complejo, con especies solitarias que no forman colonias y otras que son semi-socíales. Las abejas melíferas con las que estamos más familiarizados provienen del Viejo Mundo. De éstas podemos encontrar algunas razas: la abeja europea, relativamente tranquila a la hora de ser manipulada; la abeja africana, algo más agresiva, pero más productiva; y finalmente un híbrido entre ambas razas llamado variedad "africanizada", motivo de esta nota.LAS "TEMIBLES ASESINAS"
El origen de las abejas africanizadas (las "asesinas") data de los años cincuenta, cuando el biólogo Warwick Kerr solicitó la importación al Brasil de algunas colmenas de la raza africana para varios estudios de genética.
Una anécdota curiosa es que las primeras colonias nunca llegaron a su destino. Esto se debió a que durante su escala en Portugal las autoridades decidieron fumigar el embarque, pues se trataba de insectos...La segunda importación se hizo directamente al Brasil, y es así que las primeras abejas africanas llegaron a América en el año 1956. Las circunstancias de los sucesos que se dieron después todavía son algo inverosímiles, pero el hecho es que una colonia se escapó al medio silvestre, en donde se mezcló con las abejas europeas, usadas tradicionalmente como productoras de miel.Hace algunos años, durante un viaje al Brasil, tuve ocasión de conocer al profesor Kerr, en el estado norteño de Para, donde entonces trabajaba. Recuerdo que le preguntamos por los problemas causados por la abeja africanizada, cuya terrible reputación tuvo ecos incluso en el cine.El profesor Kerr nos respondió con toda tranquilidad que no había ningún problema serio, todo andaba muy bien y la producción de miel se había multiplicado varias veces. Confieso que entonces me sorprendió mucho la respuesta. Con el tiempo, sin embargo, ha llegado a sorprenderme aún más el hecho de que realmente sea tan poco lo que se ha divulgado sobre la verdadera naturaleza de este fascinante animal.EN EL CINE
El híbrido, la raza "africanizada", se diferencia de sus progenitores por el hecho de producir mucha más miel, pero también por ser mucho más agresiva, pudiendo fácilmente matar animales como perros e incluso vacas o caballos. El problema es que esto de la agresividad es la parte que nunca se ha explicado con claridad.
En las versiones cinematográficas se muestra a una horda incontenible de abejas que acaba con toda la vida que encuentra, destruyendo poblados enteros. Ahora bien, supongamos que yo voy caminando por ahí y veo una abeja africanizada en una flor, y decido que no me gusta y la espanto, no van a salir luego miles de abejas de todas partes a picarme salvajemente. No. La abeja se retirará pacíficamente. En cambio, si me acerco a su colmena y la ataco, por ejemplo si la golpeo o trato de moverla de forma inadecuada, entonces sí que puedo tener problemas.Los primeros incidentes con las abejas africanizadas se dieron por la ignorancia en cuanto a su manejo. Los apicultores acostumbrados a las tranquilas abejas europeas, solían tener las colmenas prácticamente a la puerta de sus casas y manejaban a las abejas casi sin tomar ninguna precaución.Los campesinos, por su parte, podían saquear tranquilamente los panales silvestres en busca de miel. Bajo estas circunstancias, era inevitable que se produjeran accidentes, algunos incluso tuvieron consecuencias fatales.Nadie sabe con exactitud cuándo llegaron las abejas africanizadas al Ecuador. Lo cierto es que para 1980 ya había, varias colmenas en Manabí y para 1985 en Quito.¿SON O NO SON?
Hoy en día, hay discusión sobre si las abejas melíferas americanas son todas pertenecientes a la raza africanizada, ya que algunos expertos opinan que muchas de las abejas que vemos no son de la raza africanizada, sino ejemplares africanos puros. La raza europea ha sido absorbida en su totalidad.
El apicultor manabita Berniz Loor Bermúdez comenta con pena que tras algunos incidentes, la persecución a las abejas llegó a límites extremos. Cuando se descubrían colmenas o enjambres, la acción inmediata era su destrucción. No había personal preparado que explique a la gente cómo manejar las abejas.El miedo motivado por la ignorancia siempre tiene consecuencias nefastas. Según Loor Bermúdez, basta con observar algunas reglas simples para que el manejo de colmenas y de enjambres de abejas africanizadas sea algo totalmente seguro.Con el tiempo y la experiencia, la gente ha aprendido que las colmenas deben estar alejadas de las casas y de los animales, en un terreno propio; que en épocas de escasez de miel, o sea cuando las principales plantas nectaríferas (en Manabí, por ejemplo, el ceibo y en la sierra el eucalipto) no están en flor, no es bueno molestar las colmenas.Estas y algunas reglas más son nuestro contrato con ellas que los expertos y sólo ellos pueden interpretar. La desinformación y el sensacionalismo ya han causado demasiados estragos.Algunos apicultores afirman haber tenido éxito en lograr variedades más "pacíficas". Es posible, sin embargo, que la mayor tranquilidad de las abejas se deba no a un cambio en su comportamiento, sino al hecho de que los apicultores han aprendido a tratar con ellas. "El hombre no ha domesticado a la abeja, sino al revés", me dijo alguna vez un experto en esta materia.Quizás el mejor ejemplo de la conquista de las abejas fue el hecho, tan poco conocido, de que había una colmena en la vieja estatua de la Independencia en la Plaza Grande. Desde las alturas nos miraban sin percatarse de los afanes diarios del hombre, sin molestarnos, las terribles, nuestras amigas, las abejas asesinas.Los negocios del hombre con las abejas son un buen ejemplo de nuestra relación con la naturaleza, una demostración más de que si respetamos sus reglas, el beneficio es mutuo.RAZAS Y ABEJAS
● Las abejas son un grupo complejo, con especies solitarias que no forman colonias y otras que son semi-sociales.● Las abejas melíferas provienen del Viejo Mundo: la europea (tranquila a la hora de ser manipulada); la africana (más agresiva); y la "africanizada" (híbrido de las dos anteriores y mal llamada "asesina").● El origen de las abejas "asesinas" corresponde a los años cincuenta cuando hubo una importación al Brasil de colmenas de la raza africana.● En el Ecuador aparece la abeja "africanizada" en 1980 en Manabí y en l985 en Quito.● La abeja "africanizada" produce más miel que las europeas o las africanas, pero con su agresividad puede matar a animales como perros, vacas y caballos.