EN LA COMPETENCIA MILITAR, ¿QUIÉN VA ADELANTE?
Publicado en
noviembre 06, 2009
Por Ralph Kinney Bennett.
DURANTE EL último decenio la Unión Soviética se ha dedicado al más impresionante fortalecimiento militar en la historia, al aplicar una pasmosa proporción de sus recursos nacionales a una infinita diversidad de nuevas armas. La minuciosa observación (por medio de una red de información secreta mundial que emplea los satélites detectores más refinados) de ese gran esfuerzo soviético ha sido la constante labor del teniente general Daniel Graham como jefe de la Agencia de Información Secreta de la Secretaría de la Defensa de los Estados Unidos. En este artículo, síntesis de una larga serie de entrevistas, el general Graham (jubilado recientemente y en la actualidad profesor investigador en el Centro de Estudios Internacionales de la Universidad de Miami) habla aquí de la nueva intensificación militar del Kremlin y lo que eso significa para la Unión Norteamericana y el mundo en general.
Entrevista con el teniente general Daniel Graham, ex jefe de la Agencia de Información Secreta de la Secretaría de la Defensa:
Pregunta. Como veterano observador, ¿de qué manera caracterizaría usted el equilibrio del poderío militar entre los Estados Unidos y la Unión Soviética?
Respuesta. De acuerdo con casi todas las normas de medición de las fuerzas militares, los soviéticos han superado ya, o están superando a los Estados Unidos, no obstante el "espíritu de detente (distensión)" y las Pláticas sobre Limitación de Armas Estratégicas (Salt) que se efectúan actualmente. Durante los diez años últimos los soviéticos han aumentado el número de sus proyectiles balísticos intercontinentales (Icbm) de 224 a más de 1600. En cuanto a proyectiles balísticos lanzados desde el mar, ese aumento ha sido de 29 a cerca de 800; y en lo concerniente a ojivas nucleares, de 390 a unas 3500.
Los Estados Unidos, que antes tenían 600 Icbm más que la Unión Soviética, ahora tienen 600 menos; antes tenían 16 submarinos provistos de proyectiles nucleares más, hoy tienen 13 menos; antes disponían de 2900 aviones tácticos más, hoy disponen de 350 menos, aproximadamente. Los soviéticos cuentan con más barcos de guerra importantes; tienen 168 divisiones terrestres, en comparación con 19 de los norteamericanos; ante sus 34.500 tanques los 9000 estadounidenses son poca cosa. Pero más alarmantes que tales cifras son la dedicación y rapidez con que se efectúa este fortalecimiento.
P. ¿Acaso los Estados Unidos no han preferido gastar sus dólares para la defensa en armas de más alta calidad, mientras que los rusos han optado por la cantidad?
R. Salta a la vista que los soviéticos están esforzándose vigorosamente para lograr, a la vez que una superioridad numérica, igual calidad. Los norteamericanos creíamos haberlos aventajado decisivamente con nuestra tecnología del Mirv (siglas de Múltiple Independently Targeted Re-entry Vehicle, o vehículo de reingreso de cabezas múltiples apuntadas independientemente). Pero a partir de 1972 la Urss ha ensayado y presentado cuatro nuevos Icbm, todos de capacidad considerablemente mayor que los nuestros en cuanto a carga útil, y tres de ellos provistos de ojivas Mirv. Uno de estos nuevos Icbm (el SS-18) es de tales dimensiones que podría llevar 45 ojivas Mirv del peso y del tamaño que carga nuestro proyectil que se lanza desde un submarino Poseidón.
Por añadidura, los soviéticos han empezado a demostrar un nuevo proyectil nuclear, con una ojiva de gran tamaño, para su lanzamiento desde un submarino (así como nuevos submarinos que lo transporten); este proyectil es capaz de dar en un blanco estadounidense desde alta mar y aun desde los puertos de origen de los submarinos. Los nuevos proyectiles con ojivas Mirv de los rusos y la mejorada precisión de estas casi igualan a la tecnología norteamericana. Los barcos soviéticos nuevos están dotados de unidades propulsoras de lo más moderno y armados de refinadísimos sistemas de proyectiles. Hace cinco o seis años nuestro servicio de información secreta descartaba la posibilidad de que la Urss llegara nunca a igualar a los Estados Unidos en lo que respecta a aviación naval. En los momentos actuales los rusos ya están construyendo una flota de portaaviones.
P. ¿Cómo es probable que la Unión Soviética emplee su poderío militar en un futuro no muy distante?
R. Actualmente, ni la Urss ni los Estados Unidos podrían lanzar un ataque nuclear sin padecer a cambio daños terribles. También queda descartada la idea de una invasión.
Pero hay muchas situaciones verosímiles en las que el creciente poderío de Rusia sería un factor tremendo. Entre esas situaciones podría figurar una embestida soviética contra Yugoslavia al morir el mariscal Tito, y la introducción de fuerzas soviéticas en el Oriente Medio o en el golfo Pérsico. Temo que en casos semejantes no tardaríamos en vernos obligados a ceder ante potentes fuerzas rusas de aire, tierra y mar.
P. Suele decirse en Occidente que la guerra nuclear es "inconcebible" porque ninguno de los dos bandos podría sobrevivir. ¿Creen lo mismo los soviéticos acerca de un conflicto nuclear?
R. De ninguna manera. En una reciente declaración de la doctrina bélica soviética, publicada en su más importante revista militar, se reafirma el invariable concepto del Kremlin de que la guerra es un instrumento de la política, y en realidad se ensalza el armamento nuclear como intensificación de esa política. Las armas nucleares, se dice en aquella declaración, significan que "el poder del Estado dispone ahora de medios de lucha inmensamente más eficaces".
Los soviéticos no han aumentado sus fuerzas, como lo hemos hecho nosotros, simplemente para impedir una guerra nuclear. Incrementan sus fuerzas para hacer la guerra nuclear y ven el enorme poder persuasivo que alcanza una nación capaz de enfrentarse a la perspectiva de una guerra tal con la confianza de que sobrevivirá.
Tal vez el aspecto de la estrategia soviética que más debe preocupar es su programa de defensa civil. Ahora ocupa un lugar preferente, con un presupuesto de más de 1000 millones de dólares al año. Todos los veranos cerca de 20 millones de jóvenes rusos reciben adiestramiento en defensa civil, como parte de los simulacros anuales de guerra. Algunos ejercicios que se efectúan son los siguientes: en Leningrado, prácticas de evacuación en convoy; la adaptación de grandes barcos frigoríficos para evacuar a la población de Sebastopol; la organización en todo el país de convoyes de ambulancias y autobuses para retirar a los enfermos de las grandes ciudades. En las zonas rurales se hacen pruebas de estado de preparación entre las personas a quienes se ha asignado la tarea de recibir a los evacuados de las ciudades.
El Kremlin cree firmemente que puede reducir las bajas rusas en una guerra nuclear a sólo 10 millones. Ningún país del mundo libre podría decir "sólo" al referirse a un número tan grande de muertos, pero los soviéticos sufrieron más de 20 millones de bajas en la segunda guerra mundial. Además, los comunistas no dudaron en matar a unos seis millones de su propia gente sólo para colectivizar la agricultura. No debemos cometer el error de atribuir nuestra misma manera de razonar a un adversario que no comparte nuestro criterio acerca de los riesgos o los costos que pueden considerarse aceptables.
P. Muchos de los partidarios de la "distensión", o detente, y de los convenios Salt sostienen que estos esfuerzos son la única alternativa de la guerra nuclear. ¿Está usted de acuerdo?
R. Los negociadores norteamericanos a menudo se muestran demasiado enamorados de "llegar a un acuerdo". Esto, en sí mismo, se convierte en una meta. Para los soviéticos, el "espíritu de distensión" es algo efímero, cuyo principal valor estriba en inhibir los esfuerzos defensivos de Estados Unidos. Buscan convenios que favorezcan los fines estratégicos que persiguen.
También es un serio problema la comprobación del cumplimiento de los tratados. Evidentemente, cualquier convenio efectivo a que se llegue en Salt exigirá saber qué está haciendo la otra parte. Desgraciadamente los soviéticos tratan siempre de negarnos información. Por ejemplo, se han tomado el trabajo de camuflar hectáreas enteras de astilleros, con objeto de privarnos de información acerca de sus naves submarinas portadoras de proyectiles nucleares. Asimismo, se esfuerzan en negarnos todo género de informes técnicos en lo que atañe a sus progresos en cuestión de armas, trabajando durante la noche, cuando pueden eludir las cámaras fotográficas de los satélites. El recurrir constantemente a tales tácticas de engaño y oposición no parece corresponder al espíritu de alivio de las tensiones.
En la época anterior al relajamiento de la tirantez fracasaron todas las aventuras militares soviéticas, tales como el bloqueo de Berlín, el intento de apoderarse de Corea del Sur, la agresión contra Vietnam del Sur y el plan de montar proyectiles nucleares en Cuba. Durante el actual período de detente las aventuras militares de los comunistas no han sido menos, sino precisamente aventuras de más éxito. Considérense la conquista de Vietnam del Sur, Camboya, Laos y Angola; considérense también las fuertes posiciones que han establecido en Siria, Irak, India, Somalia, Mozambique, Guinea.
Estoy convencido de que la política de distensión que siguen los Estados Unidos no aleja la guerra nuclear, sino que conduce a ella. Los soviéticos siempre se han mostrado cautos cuando se encuentran ante una fuerza militar superior; han sido menos moderados cuando ven que les permitimos alguna ventaja de índole militar.
P. ¿Qué aspecto de la defensa norteamericana respetan más los soviéticos?
R. Los soviéticos temen a la superior tecnología militar estadounidense. Más de una vez los hemos alcanzado y dejado muy atrás. Su primer desafío a nuestra superioridad estratégica fue su programa de proyectiles nucleares de largo alcance, pero en brevísimo tiempo los proyectiles balísticos intercontinentales y los submarinos Polaris norteamericanos dieron al traste con las primeras esperanzas soviéticas de superarnos. A la ventaja inicial soviética en el perfeccionamiento de un sistema de proyectiles antibalísticos contestamos en forma tal que los dejamos diez años atrás de nosotros en tecnología.
P. Pero algunos especialistas creen que los Estados Unidos están cediendo su ventaja en tecnología. ¿Están en lo cierto?
R. Temo mucho que los norte americanos hayamos renunciado a alguna técnica superior en nombre de la "limitación de armamento", como en el tratado de proyectiles antibalísticos de 1972. Y, con el consentimiento del gobierno, hemos vendido a los soviéticos tecnología de gran importancia militar. Por ejemplo, la venta de 164 máquinas para fabricar minúsculos cojinetes de bolas pulidos con tolerancias mínimas, lo que permitió a los soviéticos alcanzarnos en el crítico campo de los Mirv. Estos minúsculos cojinetes reducen la fricción de las piezas móviles del sistema de guía en las ojivas del Mirv, con lo que puede el proyectil cambiar rápidamente de dirección en pleno vuelo y así dar en el blanco con mayor precisión.
La gran ventaja de los Estados Unidos respecto a los soviéticos en la producción de computadoras da superioridad técnica a muchos de nuestros sistemas bélicos. Por ejemplo, la computadora incorporada en un Icbm norteamericano puede hacer 800.000 cálculos matemáticos en los primeros nueve minutos de vuelo. Pero también esa clase de ventaja se ha visto reducida por las miopes ventas de tecnología que hemos hecho a la Urss.
P. ¿Qué medidas se deben tomar para asegurar el poder defensivo norteamericano?
R. El remplazar nuestra anticuada flotilla de aviones B-52 con el bombardero B-l será muy provechoso, pues ello obligará a los soviéticos a seguir gastando sumas enormes en defensas aéreas. Esta es una de las razones de que el B-l sea arma que los soviéticos han tratado con gran empeño de eliminar en las pláticas Salt.
Y, cosa más importante aún, deberemos perfeccionar el proyectil de crucero, sistema que, según se espera, será tan preciso que podrá demoler blancos situados a gran distancia aun sin ojiva nuclear. Este proyectil atravesaría el actual sistema soviético de defensa aérea y, en comparación con los costos actuales, sería relativamente barato. (Creo que el proyectil de crucero podrá también desempeñar algunas de las tareas ahora asignadas al bombardero B-l. Si así fuera, necesitaremos menos B-I de los que suponemos.)
Lo más importante es que debemos conservar vigorosa y productiva nuestra investigación militar. Los Estados Unidos son ahora una potencia de primera fila que, por una combinación de ilusiones y descuidos, permitió a una potencia de segunda aventajarle en muchos aspectos del poderío militar. Debemos poner fin a esta pérdida del equilibrio militar.