Publicado en
agosto 16, 2009
Un individuo sospecha que su mujer tiene otro hombre. Un día decide regresar a casa antes de lo previsto y la sorprende efectivamente durmiendo con otro hombre.
Desenfundó el revólver con cuidado para no despertarlos. Apuntó... y cuando estaba listo para meter la primera bala... se puso a pensar. Fue ahí que se dió cuenta cómo su vida de casado había mejorado en los últimos tiempos.
La esposa ya no pedía dinero para comprar carne, ni para comprar vestidos, joyas o zapatos, a pesar de que todos los días se aparecía con un vestido nuevo, una joya nueva o una sandalia de moda. Los niños cambiaron la escuela pública del barrio para un colegio privado en un elegante sector de la ciudad.
¡Y qué decir del automóvil nuevo que su mujer había adquirido! A pesar de estar él hace cuatro años sin aumento de salario y de haberle suspendido desde entonces la mensualidad que solía pasarle.
Y de las provisiones, ¡ni hablar! Nunca habían tenido tanta abundancia en casa como en los últimos meses. Y las cuentas de luz, agua, teléfono, internet, móviles y tarjetas de crédito: hacía tiempo que ni oía hablar de ellas.
El caso es que su mujer era ¡UN MUJERÓN! Una mezcla de Nicole Kidman con Katherine Zeta Jones, enriquecida en un caldo de Elizabeth Hurley. ¡Una cosa de locos: deliciosa, apetitosa y deseada!
Guardó el arma con el mismo cuidado para no despertarlos y fue saliendo del cuarto despacito. Paró en la puerta de la sala, encendió un cigarrillo, reflexionó un poco y dijo para sí mismo:
El tipo paga el alquiler, el supermercado, la educación de los niños, las cuentas de la casa, el coche... ¡Todos los gastos! Y yo voy a la cama con ella todos los días...
Y saliendo de casa, concluyó:
¡A la mierd@#$%... el cornudo es él!