LA NIÑA CON LA CINTA ROJA - KASHIMA REIKO - TEKE TEKE
Publicado en
octubre 29, 2025
JAPÓN.
Conocida también como "La Chica de la Garganta Abierta" es una de las leyendas urbanas más conocidas de Japón, donde se la conoce como "Kashima Reiko" o "Teke Teke", aunque a menudo se mezcla con otro mito famoso: el de la "Kuchisake-Onna" (La Mujer de la Boca Cortada).
La leyenda se originó probablemente en el período Edo, pero resurgió con gran fuerza como pánico urbano en Japón en la década de 1970.
La historia se centra en una figura que aparece a menudo en las calles oscuras, cerca de las escuelas por la noche, o en estacionamientos solitarios.
Ella es una mujer joven, de estatura media, y esconde su rostro con una mascarilla quirúrgica (algo muy común en Asia) y, a veces, un sombrero o una bufanda. Lo único que realmente llama la atención en su atuendo es una cinta de seda roja atada alrededor de su cuello, que a menudo cuelga de forma inusual.
La mujer se acerca a una víctima solitaria (a menudo niños o estudiantes) y le plantea una pregunta aparentemente inofensiva con una voz dulce:
"¿Soy hermosa?" (Watashi, kirei?)
Si la víctima dice "No", ella reacciona de forma violenta, a menudo cortando a la persona con unas tijeras o un cuchillo grande.
Si la víctima, asustada, dice "Sí", ella se quita la mascarilla quirúrgica para revelar su horroroso desfiguramiento: su boca está cortada de oreja a oreja, formando una sonrisa grotesca y ensangrentada.
Con su rostro revelado, hace la segunda pregunta, con una voz ahora fría y malvada:
"¿Y AHORA, soy hermosa?"
Aquí es donde el terror se vuelve ineludible:
Si la víctima dice "No" o grita, ella la ataca inmediatamente, cortándola de la misma manera que su boca.
Si la víctima dice "Sí" de nuevo, ella se molesta por el halago forzado. En algunas versiones, simplemente corta a la víctima por la mitad. En las versiones de la cinta roja, la criatura le corta la garganta.
La única forma de sobrevivir, según el mito, es la confusión.
Si la víctima no la halaga ni la insulta, sino que le da una respuesta ambigua (como "Te ves normal", "Depende de tu perspectiva" o "Estás bien, pero ¿quién soy yo para juzgar?"), la criatura se frustra. Al tener que reflexionar sobre la respuesta, la víctima gana el tiempo suficiente para escapar.
Esta leyenda es una advertencia aterradora sobre la vanidad, la belleza superficial y el peligro de interactuar con desconocidos en la oscuridad.
Fuente del texto: IA-Gemini