Publicado en
febrero 17, 2016
Libres de grasas hidrogenadas y saturadas.
Por Laura Kohan.
En una época donde el colesterol se ha convertido en uno de los principales enemigos de la alimentación moderna, una dieta con tantos embutidos cárnicos como lo ha sido la nuestra en las últimas décadas tiene los días contados. En especial entre la población infantil, donde la tasa de obesidad no deja de aumentar. Muchas personas los han eliminado de su dieta por razones éticas, para no consumir productos animales o de la industria convencional. Otras, los evitan por problemas de salud o porque buscan cuidarse un poco más. Sea cual sea la razón, quienes los echen de menos en sus bocadillos o busquen nueras opciones proteicas tienen una nueva y deliciosa alternativa gracias al ingenio de la industria biológica.
ESAS PELIGROSAS GRASAS SATURADAS
El primer beneficio de los embutidos de soja frente a los tradicionales es que están libres de grasas hidrogenadas y saturadas, responsables del "colesterol malo". Sus proteínas de muy alta calidad se digieren más fácilmente que cualquier embutido animal. Por eso, deberían incluirse en la alimentación de niños, convalecientes o personas mayores. Además, al contener verduras frescas, algas, semillas, cereales o frutos secos, son una fuente extraordinaria de aminoácidos, vitaminas y minerales de todo tipo. Y, al estar elaborados con productos orgánicos, podemos estar seguros de que sus ingredientes, no son transgénicos ni aportan ningún aditivo químico indeseado a nuestro organismo, como los suIfitos y nitratos de los embutidos animales.
COCINA CON EMBUTIDOS
Algunos embutidos elaborados con tofu, como salchichas o similares, no poseen ni de cerca la grasa de sus homólogos cárnicos. Al cocinarlos a la plancha o asados, hay que cubrirlos de una homogénea capa de aceite. Lo mejor es hacerlo con las manos y, si mezclamos previamente el aceite con una selección de especias, tanto mejor. En frío, hay formas muy creativas de incluirlos en nuestra cocina más allá de los típicos sándwiches y bocadillos. Van muy bien con ensaladas de hojas, cuya frescura equilibra su posible sequedad. Podemos incluir tiritas de mortadela de tofu o taquitos de chorizo vegetal en una ensalada mixta, con un aliño de limón y aceite de oliva extra-virgen. También podemos picarlos y añadirlos a una ensalada de arroz con pasas y cebolla.
NUEVAS FORMAS DE PROTEINA
Todavía es muy difícil conseguir Quorn. En el Reino Unido, Bélgica, Holanda y algunos países escandinavos, hace años que disfrutan de esta proteína. Para quien nunca la ha probado, se trata de una carne vegetal, elaborada con el hongo Fusarium venenatum, y con una textura que recuerda sorprendentemente al pollo, su mismo contenido proteico y nada de su grasa o colesterol. Y. aunque algunos puristas albergan todavía dudas sobre su composición por percibirlo como un producto de laboratorio, muchos creen que se trata de uno de los mejores sustitutos posibles para los productos cárnicos por su exquisito sabor.
VALOR NUTRICIONAL: TOFU (100 g)
Fuente:
REVISTA INTEGRAL - MAYO 2009