CONFIAR EN LOS DEMÁS: UNA CLAVE PARA TRIUNFAR
Publicado en
enero 22, 2012

La confianza es uno de los pilares más importantes de cualquier relación. No puede existir un vínculo sincero si no se tiene confianza en el otro: ni las relaciones personales ni las laborales pueden progresar si no existe confianza entre sus miembros. Creer en el prójimo es también una clave que conduce al éxito.
Muchos libros, psicólogos y hasta varios programas llamados de autoayuda caen en lo que se denomina una categoría "de cielo azul". Es decir, en un tipo de sub mundo donde todo es perfecto y maravilloso, donde lo único que se hace es predicar un mensaje de fe en Dios o en uno mismo. Pero pocas veces se habla de la fe en los demás. Y si bien la confianza en una creencia religiosa es uno de los pilares espirituales de muchos, no hay que despreciar la fabulosa oportunidad de tener fe en quienes nos rodean.
Quienes lean libros "cielo azul" y crean que la fe puede resolver todos los problemas no están obteniendo ninguna ayuda. Al contrario, así se cae en la falsa creencia de que todo puede solucionarse como por arte de magia. No es así, y es imposible que algo se solucione si no tenemos confianza en nosotros mismos y en nuestros semejantes.LOS BENEFICIOS DE CONFIAR EN LOS DEMAS
En la época en que vivimos resulta prácticamente imposible no ser un poco cínicos. Pero ser completamente cínico es ser totalmente desgraciado. Tener fe en que cuando se está enfermo se volverá a estar sano es estupendo, pero también es necesaria la fe en el médico.
Hay muchas personas, por ejemplo, que no hacen más que protestar y decir que no confían en los doctores. Lo cierto es que suelen cambiar de opinión cuando les duele algo. Quienes acaban teniendo problemas son los que —por no confiar en nadie más que ellos mismos o en la voluntad divina— no van al médico cuando les hace falta. Es posible que hayan tenido una mala experiencia en alguna ocasión, o que alguna vez un médico haya errado en un diagnóstico. Pero ¿es esto razón suficiente para desconfiar de todos los médicos? Claro que no. Por desgracia existen malos médicos, como también hay pésimos profesores, jueces corruptos y comerciantes estafadores. Pero los buenos profesionales superan en cantidad a los malos.De este ejemplo se desprende que una buena manera de resolver problemas es llevando el inconveniente al especialista en la materia. Este es un buen sistema, a veces el único, de conseguir ayuda."Confiar en el prójimo" puede parecer una frase hecha, pero sin embargo es necesaria. Hay demasiada gente que se preocupa por millones de cositas sin importancia que nunca pasarán, simplemente porque no confían en los demás. Así que es hora de dejar la desconfianza a un lado y empezar a creer en quienes nos rodean. Como dijo un viejo sabio:Es posible que si confía demasiado lo engañen, pero vivirá atormentado si no coníia lo suficiente.¿CREE QUE LA GENTE SE APROVECHA DE USTED?
Si usted cree que los demás se aprovechan de usted, el problema no está en los otros sino dentro suyo. Tal vez haya llegado la hora de deshacerse de algunos defectos. Probablemente la primera sensación de la que tiene que desprenderse es de que usted carece de defectos. Sí, porque a menudo, la gente que no confía en los demás se cree superior al resto y considera que nadie hace las cosas mejor qué ellos. Y la llave es la confianza.
Es muy perjudicial no ser consciente de los propios defectos y limitaciones, y encima contar con un ego que le haga creer que cualquiera de sus defectos es mejor que las virtudes ajenas. Esta actitud de autosuficiencia y desconfianza en el prójimo hace a la gente desdichada en todos los ámbitos de su vida: en el trabajo, en las relaciones de amistad y en la pareja.La clave para abandonar este sentimiento de desconfianza está dentro de cada uno: propóngase empezar a confiar pequeñas cosas a sus seres más cercanos. Con el tiempo verá que la confianza es una excelente compañera de ruta, y que puede tener buenos resultados si se la sabe repartir entre quienes la merecen.
CÓMO DESHACERSE DE LA DESCONFIANZA
Cuando la falta de confianza se ha vuelto un hábito y una característica incorporada a la personalidad, es necesario volver a trabajar sobre ciertos aspectos de la conducta cotidiana que -de a poco- puedan revertir esta situación.
Y para esto es importante recordar que un hábito puede ser el mejor de los sirvientes o el peor de los amos, de cada uno depende. Desconfiar exageradamente del prójimo es una muy mala costumbre; tener confianza en quienes nos rodean puede ser un buen aliado para progresar y alcanzar las metas que nos proponemos, tanto a nivel personal como profesional.Todos sabemos que no es fácil romper con un hábito arraigado, pero tampoco es imposible. Si usted es de los que no confían en nadie y le cuesta abrirse a los otros, estos son algunos consejos que pueden ayudarlo:• Empiece por las cosas más pequeñas: deje que alguien lo ayude en las tareas de hogar o que haga las compras del supermercado por usted. En la oficina, acepte la ayuda de sus colegas y piense que los demás también pueden hacer las cosas bien.• Analice las capacidades y cualidades de cada persona que lo rodea: algunos serán aptos para que usted les confíe determinadas cosas, otros para diferentes cuestiones.• Destierre la creencia de que nadie hará las cosas mejor que usted. Déle posibilidades a los demás y verá que -si cada uno hace lo que sabe- el resultado final es muy superior a si uno solo se encarga de todo, por la simple razón de que es imposible que un único ser humano sea brillante en todo.• Las cuestiones personales siempre son más difíciles de confiar, pero no es imposible abrirle el corazón al prójimo (o al menos, a nuestros seres más cercanos). Confíe en sus amigos, en su pareja, en su familia. Olvídese de pensar siempre lo peor de los demás, y regálese la oportunidad de confiar en un ser amado.• Si sufrió una traición o si pagaron mal su confianza, no se desanime. Las personas no son todas iguales (de hecho, no hay dos seres idénticos), así que si uno lo engañó, olvídese de él pero no les quite la confianza a los otros.• Confiar implica compartir: cuando las penas se comparten pesan menos. Las alegrías compartidas, en cambio, se multiplican.Para más información ver el libro de Harry Lorayne, Cómo aumentar la memoria y mejorar la concentración, una guía esencial para potenciar las facultades intelectuales y alcanzar el éxito y la paz mental, Editorial Oniro.Fuente: Revista MEDICINAS ALTERNATIVAS, Argentina Abril 2002