TÁCTICA PARA LOS INFIELES
Publicado en
septiembre 19, 2009
Mi novia y yo habíamos andado por mas de un año, y decidimos casarnos. Mis padres nos ayudaron en toda forma posible y mis amigos me apoyaban. Mi novia era un sueño. Solo había una cosa que me molestaba mucho, y era la mejor amiga de ella. Era inteligente y sexy, y a veces flirteaba conmigo, lo que me consternaba.
Un día, la amiga de mi novia me hablo por teléfono y me pidió que fuera a su casa a ayudarle con la lista de los invitados a la boda. Así que fui para allá. Ella estaba sola, y cuando llegue, me susurró que, ya que me iba a casar con su mejor amiga, y tomando en cuenta que ella tenia ciertos sentimientos y deseos hacia mi persona, y que ya no podía aguantarse mas, y que antes que me casara y comprometiera mi vida a su mejor amiga, quería hacer conmigo el amor una sola vez.
¿Qué podía decir?
Estaba totalmente sorprendido, y no pude decir palabra. Así que me dijo:
―Iré al cuarto, y si tu lo deseas, entra y me tendrás.
Admiré su maravilloso trasero mecerse al subir las escaleras. Me levanté del sillón y estuve así, de pie, por un momento. Me di vuelta y fui a la puerta principal, la cual abrí, y salí a la calle, me dirigía a mi carro. ¡Mi novia estaba afuera!
Con lagrimas en sus ojos, me abrazo y me dijo:
―Estoy muy feliz y orgullosa de ti. Has pasado mi pequeña prueba. No podía tener a un mejor hombre como esposo.
MORALEJA
Siempre deja los condones en el carro.