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septiembre 13, 2009
―¡Mañana los quiero a todos aquí a las 6:00 A.M. sin pretextos! -Les decia el general del 4to regimiento de caballería a sus soldados.
Al día siguiente, a la hora señalada, ¡nadie había llegado! El general estaba furioso, cuando ve que viene uno de sus soldados a pie.
―¿Qué le paso? ¡Les dije que a las 6:00!
―Sí, mi general, pero venía en mi caballo y que mete la pata en un pozo y se le quebró la pata, y no me quedó más remedio que matarlo y dejarlo en el camino y venirme a pie.
―¡Ah, caray! No, pos pásele.
Otro soldado que venía atrás escuchó el pretexto del caballo y cuando llega con el general:
―Fíjese mi general que yo venía en mi caballo, pero lo mordió una víbora y se me murió en el camino y yo me vine a pie.
Otro soldado:
―Fijese mi general que venía en mi yegua y se puso a dar a luz y la dejé en el camino y me tuve que venir caminando.
Y todos los soldados que llegaban daban el pretexto del caballo, y el general más se iba molestando.
―¡A ver usted! ¿Por qué llegó tarde?
―Fíjese mi general, que venía en mi caballo, y que le da la encefalitis equina, y se me muere en el camino y me tuve que venir a pie.
―¡Me lleve el chanfle! Próximo soldado que me salga conque le pasó algo a su caballo, ¡lo mando a fusilar!
En eso llega el soldado Pepito.
―¡Usted, soldado Pepito!, ¿por qué llega tarde? ¡No vaya a salir con el pretexto del caballo!
―¡No, mi general! Yo venía a toda madre en mi camioneta, pero el camino estaba lleno de caballos muertos, y no pude pasar, así que dejé la camioneta y me vine a pie.