Publicado en
marzo 17, 2009
Un turista se va de viaje a la China. Durante su estancia, fue promiscuo sexualmente y no tomó precauciones. Una semana después de llegar a su casa, se levantó una mañana y descubrió que su órgano estaba lleno de unas manchas verdes y moradas.
Horrorizado se va a ver al médico inmediatamente. El doctor le ordenó unas pruebas y después le dice:
―Le tengo malas noticias. Usted está infectado por el virus de Mongolia. Es extremadamente raro y lo siento, pero no hay cura. Vamos a tener que amputarle el órgano.
El hombre grita invadido por el horror:
―¡Nooooo! ¡Quiero una segunda opinión!
El doctor le dice:
―Bueno, es su decisión, pero le aseguro que la amputación es la única solución.
Al día siguiente el hombre se busca un doctor chino. El doctor lo examina y proclama:
―¡¡¡¡¡Ohhhh!!!!!... Vilus de Mongolia. Muy lala enfelmedad.
―Sí... Sí... Ya eso lo sé; pero... ¿QUÉ PUEDE HACER UD? ¡EL DOCTOR QUIERE AMPUTARME EL ORGANO!
El doctor chino se ríe, moviendo la cabeza:
―¡Estúpido doctol! Siemple quelel opelal pala sacale más dinelo. ¡Esto no necesita opelal!
―¡¡¡Gracias a Dios!!! ―Contesta el paciente, agradecido y feliz.
―No se pleocupe ―dice el doctor―, a vel, SALTE…
―SALTE…
―SALTE…
―SALTE…
―SALTE…
―SALTE…
― ¿VE?... ¡SE CAYÓ SOLITO!