CACHOS SOBRE EL PRESIDENTE
Publicado en
marzo 17, 2009
El presidente lleva juguetes a los niños del Hospital Materno Infantil y el Subdirector del Hospital le dice:
―Señor Presidente, ¡usted le trae juguetes y los niños hace dos dias que no comen!
―¡Ah no! ¡Dígales bien claro que si no comen no hay juguetes!
A una de las amantes del Presidente la muerde un perro negro. Ella va y le avisa y éste ordena matar a todos los perros negros de Ecuador. Todos los perros negros empiezan a correr por la carretera y al final corre un perrito blanco, y un perro negro le pregunta:
―¿Y tú por qué corres, si mandó a matar solo a los perros negros?
―Y tu, ¡vas a creerle a ese mentiroso hijo de #$@!
Un borracho està en el Parque de la Carolina gritando: ¡EL PRESIDENTE ES UN HIJO DE #$@!, EL PRESIDENTE ES UN HIJO DE #$@! Ràpidamente aparecen dos chapas y le empiezan a dar de golpes por traicion a la Patria y se lo llevan a rastras. El pobre borracho empieza a implorarles:
―Pero si me referìa al Presidente de los Estados Unidos.
A lo que los policias le contestan:
―¡No trates de confundirnos, nosotros bien sabemos quién es el Hijo de #$@!.
Llega un borrachito al parque "El Ejido", donde el presidente va a dar un discurso y habla con uno de los guardias de la avanzada del presidente:
―¡Apártense, voy a pasar! ¡Yo quiero ser el nuevo presidente del Ecuador, carajo! ¡Hic!
―¿Quèeee? ¿Qué eres tonto, estàs loco, eres retrasado mental, tienes mier#$% en la cabeza, ah?
―¡Pus, no que va, mejor ya no, no sabìa que para ser presidente pedían tantos requisitos¡ ¡Hic!
Un buen dìa un señor va a al Palacio de Gobierno y le pregunta al portero por el presidente. Este le contesta que hay un nuevo presidente. El señor pide disculpas, agradece y se va. Vuelve al otro dìa el mismo señor queriendo ver al presidente y encuentra al mismo portero. Este vuelve a contestarle que hay un nuevo presidente. La misma escena se repite al otro día y durante diez días consecutivos. La ùltima vez el portero, ya aburrido, le dice al señor:
―¡Pero si ya le vengo diciendo durante diez días, carajo, que hay un nuevo presidente! ¿Acaso no entiende?
―Si, ya lo sè... ¡pero es que se siente tan bien oirlo!
El Presidente molesto, manda llamar a Pepito y le dice:
―Veràs guambra, me enterè que estas diciendo por ahi que cuando me muera vas a escupir en mi tumba, ¿es verdad eso?
― ¡No señor Presidente, eso es mentira! Usted sabe que a mi no me gusta hacer fila.
Le pregunta el Presidente a Pepito:
―¿Así que tú eres el de los cuentos?
―¡No, señor presidente! Yo soy el de los chistes... ¡el de los cuentos es usted!