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septiembre 20, 2024
CUANDO llegamos a casa después de un viaje en automóvil por Cornualles, en Inglaterra, mi novia, que hacía de chofer, se volvió a mí con aire preocupado para decirme:
—En el viaje de regreso tardamos dos horas menos. Nos saltaríamos algunos lugares.
—K.J. Coles, de Somerset (Inglaterra)
MARÍA y yo habíamos estado saliendo juntos durante varios meses ya, cuando me ausenté en un viaje de dos semanas de vacaciones. Me complació mucho el regalo que me dio de despedida: una hermosa caja de papel de escribir. Pero al abrirla vi que todas las hojas estaban encabezadas con las palabras: "Mi querida María".
—F.Q.
EN LA cartelera de una lavandería automática había una tarjeta escrita a máquina: "Hago trabajos domésticos; 25 dólares al día". En seguida aparecía un nombre y un número de teléfono. Más abajo, alguien había garrapateado a lápiz: "Yo los hago gratis, pero no me llamen".
—P.A.
UN LETRERO a la entrada del Capitolio de Sacramento (California) advierte: "Se recuerda a los visitantes que este edificio quizá no sea seguro en caso de terremotos". Un día apareció debajo un segundo cartel de idéntico formato, que decía: "Ni tampoco cuando los legisladores están en sesiones".
—A.C:
AVISO en las habitaciones de un gran hotel frecuentado principalmente por hombres de negocios internacionales: "Si no puede usted dormir, no lo achaque a la cama; primero examine su conciencia".
—Journal de Dimanche, de París
LETRERO en una taberna: "No cuente sus penas al tabernero: afectan a su sicoanalista".
—R.S
Uno de los distintivos de la libertad es el sonido de la risa.
—H.S.A.
EL REVERENDO Rob Yeomans, de Pontesbury (Inglaterra), daba saltos tratando de animar a la congregación, que entonaba el himno: Quién sabe adónde me encamino. En una de sus acrobacias cedió la rejilla del aire caliente, en el piso, y el pastor desapareció por el conducto de la calefacción central de la iglesia.
—UPI
EN LAS convenciones políticas filipinas tratan de ganarse a los delegados con ofertas de puestos remunerados... o agasajándolos en banquetes políticos con emparedados de un peso, que consisten en dos rebanadas de pan con un billete de banco de ese valor en medio.
—D.B.
UNA SEÑORA, al gerente de crédito: "Su plan de abonos fáciles se nos ha dificultado mucho. ¿No tiene usted otro más fácil?"
—A.K.
CIERTO oficinista a otro: "¡Pobre Juan! Para darle trabajo, lo obligaron a cortarse el bigote, las patillas y la barba... Y en cuanto le vieron la cara, lo rechazaron".
—E.R.
UN VENDEDOR de automóviles, al cliente: "Mire usted esos grandes parachoques. Hay espacio suficiente para cualquier mensaje que desee usted transmitir al mundo".
—Serrano, en The Wall Street Journal
LA ESPOSA al marido, mientras suena el despertador: "El café está listo... Lo encontrarás en un tarro, en la alacena".
—G.D.
"ENRIQUE es apenas un novato en las lomas", decía una esquiadora a otra, "pero en el après-ski es todo un especialista".
—Martin
EL MARIDO a la esposa, al salir del supermercado: "¿Qué se siente al ser nueva pobre?"
—M.B.
UNA SEÑORA comenta con una amiga suya: "He resuelto el problema de conseguir que mi marido me dé más dinero para el gasto diario. De vez en cuando lo amenazo con irme a casa de mi madre. El siempre me da para el pasaje".
—Stern, de Alemania
EL MÉDICO estaba muy disgustado porque lo habían llamado para atender a un mono. Examinó al animal como si fuera una persona. Luego, al ver al hijo de la dueña de la casa, le tomó el pulso. Tras un momento de reflexión recomendó:
—Señora, es una simple indigestión. Con una dieta ligera, sus dos hijos pronto estarán bien.
—Jean-Charles, en Vingt Cancres Aprés
EN LA ciudad francesa de Metz están experimentando con un nuevo tipo de cartero. Basta llamar por teléfono al correo, que envía a domicilio un empleado en motocicleta. Por diez francos le llevará su carta en un radio de seis kilómetros en menos de dos horas.
—Noel Anthony, en NANA
COMO PARTE de una nueva política de intercambio con el resto del mundo, el gobierno chino ha lanzado programas en inglés por toda la nación. Radio Pekín ofrece una serie de cursos en ese idioma que ya son populares. La primera emisión comenzaba diciendo en inglés: "Viva el jefe Mao".
—World
SE HA inventado en Alemania una nueva arma para ahuyentar a los ladrones y a los carteristas. Tiene la apariencia de una pistola, y se dispara con una detonación y un fogonazo, pero es en realidad una cámara que ciega momentáneamente al agresor y al mismo tiempo le toma una foto. Si el bandido tratase de apoderarse de la pistola, oprimiendo nuevamente el gatillo, la película salta y cae fuera de su alcance.
—Quick, de Alemania
LOS TÉCNICOS de la Marina norteamericana han construido una máquina que evita soñar despierto, la cual hace sonar una alarma si la persona que está conectada a ella se distrae de su trabajo. La máquina parece ser el remedio eficaz para mantener despabilados a los pilotos, a los encargados del radar y sonar y a los choferes.
—AP
NO PODEMOS cambiar a nuestros antepasados, pero sí podemos tener influencia sobre nuestros descendientes.
—W.I.
CUANDO un policía lo detuvo en Kitchener (Ontario) por dar un viraje en dirección prohibida, el automovilista esperó mohíno tras el volante mientras el agente escribía la papeleta de multa. Al darse cuenta de que el policía renegaba porque su pluma no escribía, le ofreció la suya, pero aquello colmó el disgusto del agente de la ley, que declaró: "No escribiré nunca una multa contra nadie con su propia pluma. ¡Siga su camino!"
—J.W.E en Maclean's, de Canadá
UNA EMPRESA de Great Bcnd (Kansas) está echando dinero en las profundidades de los pozos de petróleo.
La práctica se inició cuando Robert Davis, presidente de una compañía que suministra lodos de perforación y productos químicos a la industria petrolera, leyó que el Banco de la Reserva Federal en Dallas (Tejas) estaba moliendo los billetes viejos de banco, en vez de quemarlos. El papel molido es uno de los principales ingredientes del lodo de perforación, y Davis pensó que la alta calidad empleada en el papel moneda daría mejores resultados que el papel corriente. La compañía ha comprado más de 100 toneladas de billetes triturados, cuyo valor, cuando eran dinero, superaba los 400 millones de dólares.
—AP
EL JEFE de estación de un apeadero en la lejana Queensland (Australia) tenía la reputación de ser muy sucio. Cuando un inspector hizo su visita anual a la estación, quedó horrorizado por el desorden, el polvo y las telarañas que había por todas partes.
—¡Fíjese en ese mostrador de los billetes! —gritó— El polvo es tan espeso que podría yo escribir mi nombre en él.
—Claro que sí —contestó el jefe de estación—. ¡Pero no olvide que usted es un hombre instruido!
—Fair Go, Spinner
EL DICTAMEN DE LOS PÁJAROS. Paseando un día por el bosque me senté a descansar a orillas de un claro, apoyé la espalda contra un tronco y me quedé dormida. Al despertar oí un ruido confuso. La luz se filtraba oblicuamente por entre los pinos, dando al claro del bosque el aspecto de una majestuosa catedral. Sobre una rama muerta estaba posado un enorme cuervo; tenía en el pico un polluelo que se retorcía.
Los sonidos que me habían despertado eran los gritos de ira y angustia de los padres del pichón, que volaban impotentes en torno al claro. El reluciente monstruo negro era indiferente a ellos. Tragó, se limpió el pico contra la rama y luego se quedó quieto.
De pronto comenzó a levantarse de toda la zona aledaña del bosque una algarabía de protesta. En el claro entraron volando pajaritos de media docena de especies, convotados por los lamentos de los padres. Y todos emitían gritos de dolor e indignación. El claro se llenó con el ruido de sus aleteos y chillidos. Aleteaban como señalando al asesino con la punta de las alas. El otro había quebrantado una ética intangible. Todos sabían que era un pájaro de la muerte.
Y el asesino, el ave negra e intrusa en el corazón de la vida, seguía posado en su rama, reluciente a la luz del sol, quieto, impasible.
Cesó el coro plañidero y entonces presencié el dictamen de los pájaros. Fue un fallo a favor de la vida, en contra de la muerte. Jamás volveré a sentirlo tan claramente emitido. Jamás lo oiré en notas más trágicamente prolongadas. En medio de su protesta, olvidaron la violencia. En el silencio del claro del bosque se oyó primero, tímidamente, el reclamo alegre de un gorrión. Por último, tras penosos aleteos, otro se unió al canto, y luego varios más fueron entonando sus vivas notas, vacilantes al principio, como si algo vil se estuviese relegando lentamente al olvido. De pronto los demás pájaros tomaron aliento y muchas voces se sumaron al alegre coro. Cantaban porque la vida es bella, y la luz del sol hermosa. Entonaban melodías a la sombra siniestra del cuervo. En realidad ya habían olvidado completamente al torvo y maligno asesino, pues eran los cantores de la vida, y no de la muerte.
—Loren Eiseley, en The Immense Journey
El incrédulo sólo cree en la duda.
—Sinlogismos de Sofocleto
FUE EL ministro de Hacienda de Francia, Valery Giscard d'Estaing, quien comentó un día: "Un hombre, al declarar sus ingresos, puede compararse con una muchacha que llega a una playa. Ambos comienzan a quitarse tanto como la ley les permite... y si no se les observa cuidadosamente, se quitarán un poco más".
—Echo de la Mode, de Francia
PALOMA, nuestra cachorra de San Bernardo, de 25 kilos de peso, había aprendido que dando una manotada lograba alguna caricia. Un día, sin embargo, todos en casa estábamos demasiado atareados para ocuparnos de ella. Su primer manotazo lo dio a nuestra hija, que estaba estudiando; la niña la rechazó. Luego fue hacia nuestro hijo, que en ese momento limpiaba el acuario, y tampoco le hizo caso. La perra se dirigió después a mi esposa, que estaba muy ocupada y le respondió con otro manotazo. Paloma entró cabizbaja en la sala y, un momento después, la vi acercarse al televisor, que estaba apagado, y dar un manotazo a la pantalla.
—G.L.O.
CIERTO día entré en casa de un cliente donde había un perrito muy amistoso y una gata siamesa. Cuando intenté acariciar al cachorro, éste comenzó a gruñir. La dueña me explicó:
"El animalito llegó a casa a las seis semanas de nacido. La gata, que había perdido una carnada de gatitos, inmediatamente adoptó al cachorrito y ambos se hicieron inseparables. Al crecer el perro comenzaba a gruñir cada vez que le hacían caricias. En un principio nos desconcertamos, hasta que descubrimos que el can estaba tratando de imitar el ronroneo de la gata".
—L.K.
LA ACTRIZ y humorista Jacqueline Maillan recuerda los esfuerzos iniciales de la campaña política de un candidato a la alcaldía en las elecciones municipales. Su "charla franca" comenzaba así: "Al empezar mi carrera contaba sólo con mi inteligencia, es decir, con nada".
—Paris Match
CUANDO llegan las desgracias, es muy posible que nos estén salvando de algo peor; o cuando se comete un error grave, puede fácilmente servirle a uno mejor que la más deliberada decisión.
—Winston Churchill, en A Roving Commission: My Early Life (Editorial Fontana)
EN EL cuartel de un regimiento de cadetes australianos, un subalterno estaba instruyendo a un pelotón. Todo iba bien hasta que un oficial del estado mayor se acercó. Al instructor se le olvidó de pronto la voz de mando: "¡Vista a la derecha!" que era necesaria para que los cadetes saludaran. Cuando el pelotón se acercó al oficial, una voz de mando gritó: "¡Mírenlo a él!" El sorprendido militar contestó el saludo, pero se extrañó mucho más al escuchar otra voz de mando, "¡No lo miren!" a medida que se alejaba el pelotón.
—K.A.H.
CUANDO yo era comandante de una unidad de adiestramiento para oficiales, durante la guerra, dos reclutas me hacían muy a menudo la vida imposible. Perdí la cuenta de las veces que fueron traídos ante mí por diferentes faltas.
En su último día con la unidad, me informaron que habían pedido permiso para hablar conmigo. Accedí. Me sorprendí al verlos marchar elegantemente y saludar en forma impecable al entregarme un paquete.
—Hemos estado sobre el felpudo frente a su escritorio tantas veces —dijo uno de ellos— que juzgamos imperdonable irnos sin antes traerle a usted uno nuevo.
—E.J.
MI ESPOSO, que presta servicio con las Fuerzas Británicas de Seguridad en Irlanda del Norte, me cuenta que una vez los alborotadores capturaron en Londonderry un autobús municipal y lo atravesaron en el camino a modo de barricada. Cuando la batalla estaba en todo su furor, fue evidente que el autobús (un último modelo de 700 libras esterlinas) quedaría pronto completamente arruinado.
Los oficiales del Ejército acordaron una apresurada tregua y tras una breve discusión el autobús fue retirado. Poco después un sustituto decrépito asomó pesadamente y lo colocaron en medio del camino. Protegido el honor y el dinero de los contribuyentes, se reanudaron las hostilidades.
—V.F.N.
EL AMA de casa de hoy tiene a su disposición más de 8000 productos alimenticios en los anaqueles de los supermercados. Pero, en caso de necesidad, ella y su familia podrían subsistir durante varios meses con sólo cuatro clases de víveres, según el médico internista Albert Behnke, de San Francisco. Lo que realmente necesita el hombre para sobrevivir, dice Behnke, es leche en polvo, aceite de cocina, algún cereal y cápsulas de vitaminas. Pero, agrega el médico, también podría necesitar una botella de whisky para sobrellevar un régimen tan estricto.
—La doctora Phyllis Wright y David Zimmerman, en Ladies' Home Journal
UNA DAMA que llenaba un formulario de solicitud de empleo se quedó perpleja al llegar a una pregunta que pedía anotar el color del pelo. Tras pensarlo un rato, escribió: "¿Cuándo?"
—R.S.
EN EL Estado de Florida una ley contra la contaminación de las aguas requiere permiso para todo expendio de gasolina para lanchas. En la solicitud de licencia hay un espacio que dice: "¿Con qué medios de limpieza cuenta usted para el caso de un derrame de petróleo?" El dueño de un muelle llenó dicho renglón así: "Un módulo de absorción de hidrocarburos, multicelular, ensanchable, sensible a tensiones moleculares diferenciales". Es decir: "una esponja".
—Herald, de Miami
EL LEMA del correo de los Estados Unidos es: "Ni la nieve, ni la lluvia, ni el calor, ni la tétrica noche impiden a nuestros correos cumplir puntualmente sus rondas". Un senador preguntaba a Harry Truman qué significaba aquello.
—Pues significa —explicó Truman— que también entregan la correspondencia en invierno.
—W.S.N.
Silencio: Ruido muerto.
—Sinlogismos de Sofocleto
EL MÁS amable ex-libris que he visto decía: "Este libro pertenece a Fulano de Tal y a sus amigos".
—S.J.H.
UN INQUILINO nos dice que su casero es hombre de gran visión: "Previendo la crisis de energéticos, hace ya muchos años que nos tiene racionada la calefacción en invierno".
—J.K.
UNA NOCHE, cuando las congojas del mundo pesaban más que de ordinario sobre los hombros de mi cónyuge, lo dejé viendo el noticiario de la televisión y me fui a la cama. Pensando animarlo, saqué una tarjeta que había guardado para el momento oportuno, y con cinta adhesiva la pegué a la cabecera de la cama. Decía así: "¡Animo! Las cosas podrían ser mucho peores. ¿Qué tal si tuvieras mi trabajo?"
A la mañana siguiente encontré escrito a lápiz en la tarjeta el siguiente recado: "No, gracias. No soporto a tu marido".
—L.H.
UN RESPETABLE magistrado francés regresó a su hogar con un paquete impresionante bajo el brazo. Su esposa, frunciendo el ceño y con voz llena de amargo reproche, le dijo:
—¡Apuesto a que te compraste otra toga!
—Le Hérisson, de Francia
¡QUÉ pocas veces está satisfecho el hombre con su propio destino! Siempre envidia a su vecino, quien está igualmente dispuesto a cambiar de suerte.
—Goethe