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febrero 28, 2024
Los mejores amigos son aquellos que saben guardar los mismos silencios.
—Fulton Sheen
EN LA biblioteca de mi pueblo, pedí a la joven ayudante un libro titulado Armonía en el matrimonio. Se quedó pensando un momento y luego preguntó en tono de duda: "¿Es una obra de ficción?"
—E.R.
UN SEÑOR amigo nuestro sueña, despierto y dormido, con la bolsa de valores. Si alguien le pregunta cuántos años tiene, dice: "Cuarenta y cinco y medio: subí un cuarto".
—S.K.
"ES CASI imposible ganar en la ruleta", decía el comediante Fernandel. "Nosotros sólo tenemos manos y ellos tienen un rastrillo".
—Tempo, de Italia
CIERTA señora a una amiga: "Los supermercados se abren temprano en este pueblo: antes de levantarme, ya han subido todos los precios".
—D.R.
UNA CAMARERA, cansada, a otra: "Siempre comienzo el día con una sonrisa... y salgo de esa obligación de una vez por todas".
—M.T.
EN LA oficina, durante un descanso: "No me entusiasma el papel reelaborado, a menos que pudieran convertirlo en árboles".
—O.C.C.
"ES UNA mujer que aparenta menos edad de la que tiene, pero da la impresión de ser más vieja de lo que es".
—Benjamín Varón, en Si yo fuera paraguayo (Editorial Centenario, Paraguay)
ENTRE dos que asisten al teatro: "No está mal que se hagan evocaciones nostálgicas del pasado... con tal que entre ellas no vayan a quedar también el alimento, el aire y el agua".
—O.C.E.
UN BAÑISTA, en una playa: "Lo único que debe meterse en agua tan fría como esta es el whisky".
—B.T.
PARA CONMEMORAR la llegada del nuevo embajador norteamericano, Daniel Patrick Moynihan, en febrero de 1973, la empresa Air India puso en sus oficinas del centro de Nueva Delhi un gran cartelón, en el cual un marajá en caricatura (que es el emblema de dicha línea aérea) aparece besando a Moynihan.
—J.F.C.
EN HAWAI se acostumbra bendecir oficialmente la inauguración de obras. En una nueva carretera de reluciente asfalto negro aparecía este letrero: "Este camino todavía no se ha bendecido. Recórralo por su cuenta y riesgo".
—R.J.
LA CIVILIZACIÓN occidental ha llegado por fin a una de las últimas culturas de la edad de piedra que aún quedaban en la Tierra. Ciertos aborígenes de Marawaka, en Papúa (Nueva Guinea), están abandonando las tradicionales narigueras de hueso y sustituyéndolas por bolígrafos de plástico que se insertan elegantemente en las perforaciones nasales.
—J.F.
SI PIENSA usted que la playa adonde acude se llena demasiado, lea lo que sucede en Tokio. En una playa cercana a la capital japonesa, a veces suelen reunirse 500.000 personas a un mismo tiempo. Por encima de todas esas cabezas, un helicóptero equipado con altavoces advierte a la multitud que debe permanecer sentada, pues tendidos ocuparían demasiado espacio.
—Herald, de Auckland (Nueva Zelanda)
UN muchacho, explicando a su padre las notas de la escuela: "Mi profesora está furiosa con el Presidente de la República... yo soy quien paga los vidrios rotos".
—J.M.
PARA celebrar la visita real a nuestra base de la Real Fuerza Aérea, se decidió regalarle un perro guardián a Su Majestad la Reina. Durante semanas el perro fue adiestrado para que se sentara y alargara una pata a la Reina. En sus prácticas extendía una de las patas a la esposa del ayudante.
Llegó el gran día, el perro se sentó obedientemente frente a Su Majestad durante la ceremonia. A la orden de mando "¡Estrechen la mano a la Reina!" el perro se levantó y ofreció la pata a la señora del ayudante.
—M.H.
ERRAR es humano... pero nos hacen falta mejores pretextos.
—B.D.
LOS ESCOCESES inventaron el golf... por lo que no es extraño que también inventaran el whisky.
—J.D.
MUY POCA gente vive de acuerdo con mi ideal del comportamiento humano. Esta regla me incluye.
—Death Is a Private Affair
EN UN artículo para el Christian Science Monitor en que explicaba cómo se mueven las piezas del ajedrez, el periodista Larry Eldridge termina diciendo: "Ahora ya sabe usted todo lo que sabe Bobby Fischer del movimiento de las piezas. Naturalmente, hay que guardar las proporciones, pues también sabe usted todo lo que sabía Shakespeare del alfabeto".
UN PINTOR de brocha gorda lleva estarcido en su camión el siguiente letrero: "Ama al prójimo: pinta tu casa".
—R.P.
AVISO en el escaparate de una tintorería: "Si no nos va a hacer ricos lo que hallemos en sus bolsillos, se lo devolveremos".
—E.W.
A LA entrada de una caseta de cobro de un camino de peaje se hallaba un barbado y simpático sujeto con este letrero en alto: "Me sé muy buenos chistes".
LETRERO: "3 de octubre: Reunión de la Sociedad de Telepatía (ya sabrá usted dónde)".
—B.R.B.
PRESTANDO testimonio en un tribunal, un médico declaró que un policía lesionado tenía "hematomas bilaterales, periorbitales y periféricos". Como el jurado pareciese perplejo, el juez que presidía el tribunal tradujo: "Los dos ojos amoratados".
—Daily Express, de Londres
UN ANTROPÓLOGO preguntaba a un indio cómo llamaba su pueblo a América antes de la llegada del hombre blanco, y el indígena respondió simplemente: "Nuestra".
—V.D.J.
EN UNA ocasión tuve necesidad de comunicarme urgentemente con mi jefe y llamé al Ministerio del Interior, donde asistía a una reunión. La secretaria a quien pedí que llamara a mi superior, me rogó que se lo describiera.
—Lleva un traje oscuro, con camisa blanca y de cuello duro —repuse—. Tiene poco pelo, es algo grueso y usa anteojos con armadura de carey.
Después de una breve pausa, la secretaria me dijo en tono seco:
—No creo poder serle útil. Aquí todos tienen ese aspecto.
UNA SEÑORA, evidentemente alterada, llamó a la policía local para decir que, mientras hablaba por teléfono con una amiga, cesó de repente la conversación y se oyeron sólo jadeos. Un agente del orden acudió corriendo a la dirección que dio la dama. Tocó a la puerta, pero no obtuvo respuesta. Asomándose por una ventana, pudo ver a una mujer tendida en el piso.
Antes de forzar la puerta el agente tocó una vez más y, para su gran sorpresa, la víctima se levantó y fue a abrirle. Explicó que su amiga había estado hablándole más de una hora y ella se había quedado dormida.
—B.M.N.
UN VICARIO de Norfolk (Inglaterra), informó a una feligresa de edad avanzada que pronto se retiraría y que sentía mucho marcharse.
—Sin embargo —le aseguró—, la persona que me sustituya probablemente será mejor que yo.
—No siempre sucede así —replicó ella con intención de decirle un cumplido—. Eso mismo fue lo que dijo el último párroco antes de irse.
—"Peterborough", en el Daily Telegraph, de Londres
¿RECUERDA USTED cuando la ropa interior de mujer era no sólo inmencionable, sino también invisible?
—HA.
¿RECUERDA USTED cuando la gente se preocupaba por el precio de las cosas, no por el tiempo que tardaría en pagarlas?
—E.W.
LO PRIMERO ES LO PRIMERO. Tras visitar el salón de exposiciones de la Rolls Royce, pasé dos horas tratando de convencer a mi esposa de que debíamos ser dueños de un descapotable Silver Cloud. Le hablé de todas sus ventajas y elegancia, sin omitir que el enchapado interior estaba hecho de la madera de un solo árbol centenario.
Al terminar de escuchar pacientemente mi emocionado discurso, asintió mi mujer con un suspiro:
—¡Está hien! Me has convencido. Llama a Londres por teléfono y diles que ya pueden plantar el árbol.
—N.D.
HAROLD MARTIN regaló a su dentista un ejemplar del libro que había escrito, poniéndole la siguiente dedicatoria: "Al Dr. W., el mejor orfebre desde Benvenuto Cellini".
—D.P.
WINSTON CHURCHILL envió a Franklin Roosevelt un ejemplar de uno de sus libros, dedicándoselo así: "Otro huevo fresco de una fiel gallina".
EL PROFESOR Theodore Howard Banks dedicó así su enjundioso libro Imágenes de Milton: "A mi esposa, cuya profunda y alegre ignorancia de Milton ha sido para mí una bendición del cielo".
—W.C.
MINUTOS antes de comenzar una función en tiempo de guerra, en un hospital militar, el director de orquesta decidió que el piano estaba muy bajo de tono para los otros instrumentos y ordenó a cuatro ordenanzas que fueran a buscar otro.
Después de transportar otro piano al escenario, uno de los ordenanzas sacó una regla del bolsillo y midió cuidadosamente el instrumento.
—No digas nada —murmuró—, pero este piano no es más alto que el otro.
—F.G.
DURANTE el mes anterior, el regimiento había estado sometido a una instrucción intensiva en el arte de camuflar los vehículos, y ahora lo estaba poniendo en práctica en el campo de batalla. El ejercicio tocaba a su fin cuando nuestro sargento vio a un mayor que se hallaba en un aprieto.
—¿Anda algo mal, mayor? —preguntó.
—Claro que algo anda mal —replicó éste—. El comandante va a dar una conferencia dentro de diez minutos y no podemos encontrar su automóvil.
—L.D.
NUEVE meses antes de la vida de campaña de nuestra división de transporte motorizado, apareció un aviso en las órdenes de la compañía pidiendo que compareciera todo el personal. "A los hombres casados", recalcaba, "se les advierte que no hagan nada ahora que pudiera resultar en un permiso compasivo".
—T.T.
CORRIENDO hacia el ascensor cierta mañana, choqué contra mi jefe.
—¡Otra vez tarde! —exclamó él.
—¡Sí, señor! —balbucí— Yo también.
—H.E.W.
UNA CASA de ventas por correo en los Estados Unidos anuncia un original artefacto para los felices recién casados. Es un hierro de marcar que, al calentarse, imprime las palabras "Buenos días" en las tostadas del desayuno.
—B.A.
AL PREGUNTÁRSELE su edad, la doctora Joyce Brothers lo remite a uno a la obra Quién es quién en América que, cosa rara, omite el dato.
—P.M.G.
CUENTAN de un señor que no quiso dar su edad durante una reciente fiesta de cumpleaños, pero confesó, en cambio, haber visto revivir tres veces la moda de la corbata ancha.
—B.V.
EL DIARIO Union Leader, de Manchester (New Hampshire), ofrece a cualquier residente de ese Estado que haya cumplido 100 años de edad una suscripción vitalicia gratis.
—The Wall Street Journal
UN TESTARUDO director de diario se niega a publicar los obituarios de las personas que en vida no se suscribieron a su periódico, y aduce la siguiente razón: "La gente que no compra el periódico de su pueblo está muerta en vida, y su fallecimiento, por tanto, no es noticia".
—H.P.J.
CIERTA suscriptora llamó por teléfono a un diario para solicitar que suspendieran la suscripción. La empleada preguntó si la suspensión era temporal o permanente.
—Permanente —respondió la señora—, tenemos un perrito y lo estábamos enseñando a traernos el periódico, pero ya aprendió.
—AP
DURANTE una tormenta de nieve, un amigo nuestro fue a dar un paseo con su perro. Al regresar a casa encontró un montón de nieve que llegaba hasta la mitad de la puerta. Cada vez que su esposa intentaba abrir desde dentro, la nieve acumulada amenazaba derramarse en el interior. Entonces a ella se le ocurrió una idea; abriendo sólo una rendija, gritó: "¡Ven, Príncipe! Tu comida..."
Inmediatamente el can empezó a husmear con ansiedad y se puso a cavar en el montón de nieve. En un santiamén dejó limpio el paso para abrir la puerta y la señora apareció allí con una salchicha en la mano.
—D.K.
ANUNCIOS CLASIFICADOS
"SE VENDEN dos colmillos de elefante de dos metros de largo y de 35 kilos de peso, usados sólo una vez".
"SI SIEMPRE ha deseado poseer un gran danés o un San Bernardo, he aquí una magnífica oportunidad: se vende una combinación de ambos. Sus antepasados son de raza pura".
"EN VENTA: caballos mansos para personas apacibles (desde 145 dólares en adelante); corceles briosos para gente dinámica (desde 350). Para los que no gustan de cabalgar, tenemos uno que no permite que lo monten (a 135 dólares)".
"MADRE desesperada busca objetos con muchas tuercas y tornillos que pueda destruir lentamente un niño pequeño. También se acepta canjear al niño".
—J.S.
Buena advertencia. Por todos los Estados Unidos hay letreros a lo largo de las carreteras en que se recomienda conducir con cuidado:
MANTÉNGASE DESPIERTO, LA CORTESÍA COMPENSA, CONDUZCA CON CUIDADO.
Todas estas advertencias son buenas, pero no pueden compararse con el recordatorio que emplea la Sección de Carreteras de Tejas, que dice simplemente: CONDUZCA AMISTOSAMENTE.
—J.T.C.
AUNQUE le advirtieron que privarse de fumar diariamente dos o tres cajetillas de cigarrillos la pondría nerviosa e irritable al principio, María Ramos, profesora universitaria, nos confía que a ella "no le cambió en absoluto su carácter risueño y afable". Pero, en cambio, a sus amigos "los puso tan fastidiosos que era imposible tolerarlos".
—J.C.
UNA SEÑORA recién llegada a cierto barrio participaba por primera vez en prestar su automóvil para conducir niños a la escuela. La vecina de la dama se aproximó al coche con dos chiquillos. En cuanto entraron los pasajeros, la conductora dijo:
—Niños: ahora, a taparse los oídos con las manos.
Los párvulos y la madre se quedaron mirándola, asombrados.
—¿Tanto ruido hace este auto? —preguntó uno de los chicos.
—No —respondió la señora—. Pero así sé dónde tienen los dedos cuando, su madre cierre la puerta de golpe.
—N.M.