BAJO LA CAMA HAY UNA SONRISA
Publicado en
octubre 17, 2023
Steven viajó a Noruega para completar sus estudios de diseño, y se aloja en la casa de unos amigos de su padre. Una casa grande, antigua, bien distribuía y limpia.
En su primera noche se dedicó a sus estudios. Pasado algunas horas, cerca de la 1h30 AM, sintió las vistas cansadas de tanto mirar la pantalla de su ordenador y mucho sueño. Se dio cuenta que el café estaba frío, asi que se acostó a dormir. Cayó en un sueño profundo. En el transcurso de la noche la puerta del armario se empezó a abrir, emitiendo un chirrido, tal, que despertó a Steven. Éste, medio dormido, se levantó y miró dentro del armario y nada extraño encontró y se volvió a acostar.
Dos noches después le ocurrió lo mismo. Pero esta vez, después de cerrar el armario y dirigirse a la cama, escuchó varios arañazos que procedían de debajo de la cama. Con gran valor se asomó a ver si veía algo, y nada había. Se acostó y se quedó dormido enseguida. Mientras dormía su brazo llega al borde de la cama y cae, dejando la mano entre el suelo y el borde. Se despierta sobresaltado porque sintió que algo agarraba su mano. Pensó que había sido una terrible pesadilla y continuó durmiendo.
A la mañana siguiente le comentó lo del armario a la dueña de la casa. Ésta se asustó mucho, negándose a comentar al respecto. Steven, preocupado, se dispuso a investigar.
Fue a la biblioteca y allí buscó la historia de la casa en que estaba hospedado. Lo que encontró le asombró bastante: dos chicos desaparecieron en esa misma casa hacía ya 17 años, la imagen, del reportaje, mostraba la habitación, en la que él dormía, cubierta completamente de sangre, y el texto decía, entre otras cosas, que la policía no tenía explicación de lo ocurrido en aquel lugar, ya que también encontraron una nota que decía: "Yo os protegeré. Venid conmigo, debajo de la cama o acercaros al armario y no temáis. Pronto dejareis de sentir".
Lo ocurrido a esos muchachos le intrigó más a Steven, por lo que siguió investigando. Encontró una página en la que su dueño, un joven, afirmaba que lo ocurrido en esa casa se debía a una entidad llamada Avedis; y daba una explicación detallada de cómo invocar a dicho ser. Pero que no se responsabilizaba de lo que ocurriese si lo invocaban. Pues él lo hizo, y por lo que ocurrió después, salió corriendo de la casa.
Steven, con toda la información recolectada, regresó a la casa en que se hospedaba a la hora de cenar. En el camino hizo algunas compras. Luego de una agradable comida y compañía de los dueños, fue directo a su habitación para continuar con sus estudios. Ya tarde se acostó en la cama, pensando en lo que ahora sabía de esa habitación. Luego de un rato e impulsado por la curiosidad, se levantó y se dispuso a probar el ritual que había leído en la página del joven.
Colocó dos velas de color oscuro cerca de la cama y se sentó en el suelo. Empezó a decir en voz baja: "Avedis, sal y enséñame tu gran sonrisa". Lo hizo cinco veces, tal como decía el ritual. Esperó diez minutos y nada. Decepcionado apagó las velas y se metió a la cama para dormir, pensando que todo eso era parte de una leyenda.
Alrededor de la 1:48, Steven se despertó con el sonido de arañazos que provenía debajo de la cama. Se sentó y pensó: "¿Qué más da...? Tengo que ver qué ocasiona el sonido". Se agacha para ver debajo de la cama, levanta las sábanas y mira. Ahí estaba, con los labios cortados en forma de sonrisa, ojos rojos en forma de gato, el pelo rubio cubierto de sangre; ¡era Avedis! Éste lo miró y le dijo: "Estás a salvo". Y con sus afiladas uñas lo agarró arrastrándolo debajo de la cama, recreando una escena ocurrida hace 17 años. La habitación quedó ensangrentada y de Steven no se volvió a saber nada nunca más.
Lo ocurrido a Steven y a los dos muchachos hace 17 años, inspiró a que foros noruegos exploraran más a fondo sobre el asunto. Y se encontraron con el siguiente texto:
"Cuando escuches los arañazos, te pones frente al armario o cama (según la procedencia del ruido), enciendes dos velas oscuras y dices: 'Avedis, sal y enséñame tu gran sonrisa', cinco veces y con solo las luces de las velas como única luz. Después de invocarlo, apagas las velas y esperas. Si todo se hizo bien, él estará esperando y te inquietará con más arañazos para que vayas a su encuentro. Si tu curiosidad o valentía te impulsa a buscarlo y lo ves, te arrastrará consigo".
Fuente del texto: Wiki Creepypasta