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mayo 14, 2021
TENER razón la mitad del tiempo es mucho mejor que tenerla siempre a medias.
—M.F.
PRONTO pasará a la historia aquel cuadernillo tan socorrido de frases en idioma extranjero que durante muchos decenios los turistas han estado llevando. La empresa norteamericana Lexicon, con sede en Florida, ha fabricado una computadora de bolsillo que traduce al español, francés, italiano, alemán, portugués o inglés. Se planean ocho idiomas más, inclusive el ruso y el chino.
—J.K.
SI LA ciencia fuera capaz de aprovechar la energía de los que protestan contra la energía atómica, no tendríamos necesidad de esta última.
—H.B.
DE EXISTIR el acatamiento voluntario, Moisés habría bajado del monte Sinaí con las Diez Sugerencias.
—W.R.D.
HE TENIDO sueños y pesadillas; y gracias a mis sueños he dominado las pesadillas.
—Dr. Jonas Salk
EL MATRIMONIO Altschuller posee dos propiedades: una casa en la población estadounidense de Coconut Grove (Florida), y un apartamento en Pompano Beach, del mismo estado. Por razones que sólo entiende su abogado, la casa está a nombre del marido y el apartamento, al de la esposa. "En principio pareció mucha molestia por muy poca cosa", observa el señor Altschuller, "pero tiene, en cambio, cierto aspecto romántico. Ahora puedo preguntar: ¿En tu casa o en la mía?"
—S.R.
UNA Navidad les mandé tarjeta a unos amigos que tienen negocio de artículos de segunda mano. Al siguiente año me la devolvieron, con el nombre tachado y reemplazado por esta frase: "De su almacén de mercancías usadas".
— D.P.L.
UN EMPRESARIO de cine ha usado durante 20 años la misma tarjeta de Navidad, que representa una vista de sus propiedades. Hace poco vendió la finca veraniega, pero aún sigue usando los millares de tarjetas que le quedan, con un sello de goma que dice: "Ya no vivimos aquí".
— P.S.
LA TARJETA de Navidad que me mandó un amigo decía: "Esta postal no es tan buena como la del año anterior, pero tampoco estoy yo en las mismas condiciones de hace un año".
— G.G.
¿QUÉ SIGNIFICA tener éxito? ¿No será hacer con el mayor entusiasmo lo que nos gusta?
—A.H.
LE PREGUNTARON a un joven clérigo católico si creía que algún día se ordenarían las mujeres como sacerdotes. "Verán ustedes", respondió, "el chiste de moda entre nosotros es que al próximo concilio los obispos llevarán a sus esposas, y que para el siguiente las obispas llevarán a sus maridos".
—W.J.M.
TRABAJABA yo en una biblioteca cuando, cierto día, llegó un chico de unos once años de edad y me preguntó si tenía un libro sobre algún hombre famoso con malas calificaciones escolares.
—José de Jesús Mesina Quintero
UNA SEÑORA a la dependienta a propósito de un bikini de lunares: "Me gustaría algo con unos 30 lunares más".
—G.F.
SECRETARIA al jefe: "No se aflija, señor Barriga. EL Sol brilla, los pajaritos cantan, las abejas zumban, la inflación se remonta y las flores retoñan: cuatro contra uno no está mal".
—H.M.
EL EMPLEADO de un museo lee la papeleta que encuentra dentro de una momia: "Aquí dice: empacador número 264".
—D.T.
EMOCIONADA por el éxito obtenido con mi nueva dieta, calculé para el futuro y, con optimismo, anuncié a mi marido que le regalaría para Navidad una esposa de 50 kilos.
—¡Ah, muy bien! —contestó—. ¿La esposa de quién?
—M.A.J.
LA FELICIDAD es una mariposa que, cuando la perseguimos, siempre está un poco más allá de nuestro alcance, pero cuando nos sentamos tranquilos, puede posarse en nosotros.
—Nathaniel Hawthorne
LA ABUELA tenía 83 años y un derrame cerebral la había privado de la facultad de hablar. Uno de mis oficios de verano consistía en asearle su habitación, y me incomodaba hacerlo cuando ella estaba despierta porque con su mirada seguía todos mis movimientos.
Un día, mientras sacudía el polvo de su viejo baúl, se abrió la aldaba. La anciana dormía y no resistí el impulso de mirar adentro. No había gran cosa: varios libros viejos, la foto de su matrimonio y otra, de cuando tenía unos 16 años, en un guardapelo. Ojalá hubiera sabido antes lo parecida que era a ella.
Entonces abrí la primera página de uno de los libros, donde pude leer: "A mi adorada hija: La vida es tan efímera que bien vale la pena registrar todas las alegrías y tristezas de nuestra existencia. Ojalá tus diarios puedan reflejar a tus hijos y nietos una vida aprovechada. Tu amante padre".
Luego busqué el libro que tuviera los apuntes más recientes. El último se refería a mí: "Nancy vino hoy; siempre alegra la casa cuando está presente. Tiene muchas cosas interesantes que contarme y creo que a veces sólo necesita ser escuchada. Es muy parecida a mí. Espero que siempre seamos buenas amigas". Había más, pero no pude continuar mi lectura.
De pronto se movió y puse todo dentro del baúl, menos la fotografía de su matrimonio, que coloqué junto a la cama, donde pudiera verla. En seguida descorrí las cortinas para dejar entrar el sol que tanto amaba. Al despertar y mirar en derredor suyo sonrió. Le susurré al oído: "Te quiero tanto y tengo mucho que compartir contigo. Te comprendo, abuelita, te comprendo". Al observar lágrimas en sus mejillas supe que ella también comprendía.
—N.H.
JOAN GAINSLY MOLLYSON, actriz que interpreta ocho papeles en su propia representación individual, observa: "No hay como trabajar para una misma, misma, misma, misma, misma, misma, misma, misma".
—N.M.
EL LOBO siempre puede contratarse a menos precio para el oficio de pastor.
—Proverbio ruso
SI LA vida fuera justa, naceríamos viejos y llegaríamos a la juventud más o menos cuando hubiéramos ahorrado lo suficiente para disfrutar.
—J.F.
—¿QUÉ SIGNIFICA para ti, que eres todopoderoso, mil millones de dólares? —preguntó a Dios un creyente.
—Menos de un céntimo —respondió el Altísimo.
—¿Y qué son cien mil siglos?
—Escasamente un segundo.
—Entonces, Señor mío, dame un céntimo —imploró el fiel.
—Sí, como no. Espera un segundo.
—L.F.
La capacidad de reír juntos es la esencia del amor.
—F. Sagan
AL SALIR del consultorio, el médico le pidió a mi padre que llamara al próximo paciente. Al abrir la puerta de la sala de espera, dijo: "Señora Cortés, por favor".
Había recorrido unos 200 pasos, cuando una voz tras él lo interrogó: "¿A dónde vamos?"
—J.W.
EL TEATRO debe ser místico y mágico en el sentido literal de las palabras: en la pieza East hicimos en mímica una escena con motocicletas. Todavía algunas personas me preguntan cómo logramos poner las motos en el proscenio. Eso es precisamente lo que caracteriza este negocio: valerse de la brujería y el hipnotismo para conseguir que el público crea que ha visto lo que nunca estuvo allí.
—Steven Berkoff, actor y empresario británico
DURANTE un período de lucha especialmente cruenta en la guerra indo-paquistaní de 1971, nuestro sargento trataba de revivirnos el ánimo decaído contándonos la vieja superstición de que cada bala enemiga llega con nombre propio y, a menos que los nuestros vinieran escritos en alguna, podíamos sentirnos seguros.
"No les tengo miedo a esas", dijo con un suspiro un soldado no muy convencido; "las que me preocupan son las que vienen con el letrero de A quien corresponda".
—M.S.P.
EL SARGENTO de operaciones de nuestra compañía se mostraba irritado por las decenas de sellos oficiales estampados sobre los papeles que cursaban a diario sobre su escritorio. "Devolver a su origen", "Petición denegada", "Requiere endoso de todos los escalones"... todo documento que llegaba a su mesa iba recargado de advertencias, instrucciones y, a veces, sellos y marcas superfluas.
Con la ayuda de una tipografía local, el sargento mandó a confeccionar su propio sello, de apariencia muy oficial, para estamparlo sobre algunos de los papeles más ridículos que le tocaba manejar. Decía así: "Desaprobado... preséntese nuevamente en 90 días para desaprobación final".
Aunque el sello no aliviaba la carga de trabajo, sí solía levantar de vez en cuando el espíritu de la oficina.
—Teniente L.H.
Cada ser humano vive sólo en proporción a lo que crea.
—G.D.
Se es amo del perro; del gato, un simple alimentador.
—J.F.
LAS IDEAS luchaban por lograr un sitio de honor en sus labios.
—M.S.
Comedia estudiantil. Aviso que se hizo circular hace algunos años en la Universidad de Oxford (Inglaterra) sobre la costumbre de algunos estudiantes de arrojarse comida en la mesa: "Los caballeros que provengan de hogares en donde es habitual arrojar migajas de pan a la hora de comida, y que hallen dificultad en adaptarse de manera repentina a los usos de una civilización más avanzada, podrán proseguir su pasatiempo pagando cinco chelines por cada lanzamiento".
— J .W .H
EN NUESTRA academia militar teníamos un profesor civil de química, quien exigía que los cadetes lo saludaran militarmente. Un día amonestó a un cadete que no lo había hecho.
Esa misma noche se quejaba a un colega: "No puedo comprenderlo: cuando estoy solo, nadie me saluda; si voy con mi esposa, media academia lo hace, y si mi hija me acompaña, todos los cadetes me saludan".
—M.K.C.
"DEBEN trabajar más", exhortaba el padre a los hijos mientras los ayudaba a hacer la tarea; "si no, ¿cómo van a ayudar a sus hijos en sus deberes escolares?"
—M.L.D.
AL LLEGAR a casa y encontrarse a su mujer haciendo el amor con otro...
...un alemán correría al teléfono a llamar a su abogado.
...un francés llamaría a su amante.
...un inglés se sentaría a leer el Times.
...y un polaco le gritaría: "¡Cómo pierdes el tiempo, mujer! ¿No sabes que ya hay azúcar en las tiendas?"
—N.S.
EN AQUEL buen tiempo de los consejos paternos, decíale la madre al hijo mozo:
—...y cuando elijas mujer, no te fijes tanto en que sea linda, porque la belleza dura poco...
—De acuerdo, madre; pero la fealdad no se acaba nunca —respondió el muchacho.
—Wimpi, en Viajes alrededor del sofá
EN LA Navidad de 1941, en el Desierto Occidental sudafricano, los soldados allí acantonados recibimos regalos especiales del Fondo de Ouma Smuts, esposa del entonces Primer Ministro. Se resolvió enviarle una nota de agradecimiento firmada por los 120 miembros de las tres baterías de nuestro regimiento. Para el efecto fue despachado un correo a todas nuestras tropas muy dispersas.
A las ocho horas, el correo regresó con las firmas en una hoja de papel arrugada, borroneada y llena de manchas de grasa. Fue arrojada al cesto de la basura. El sargento mayor, el secretario de la batería y tres artilleros más, usando varios tipos de plumas y tintas pronto elaboraron una hoja muy presentable de firmas, que fue enviada al cuartel general.
Al día siguiente se recibió un lacónico parte: "¡Felicitaciones por una lista limpia y ordenada de firmas en la cual se incluye la del artillero Snooks, que voló a Sudáfrica hace dos semanas!"
—H.B.F.
EL HEREDERO al trono británico se había quejado de que los periódicos destacaban las noticias desfavorables. "Aunque sea por variar, ¿por qué no nos informan de cuántos reactores aterrizaron sin novedad en el Aeropuerto Heathrow?", preguntaba.
Así pues, para complacerlo con motivo de su trigésimo aniversario, el Sunday Times de Londres publicó en su primera plana una columna de buenas noticias: un 92 por ciento del correo de primera clase fue entregado a tiempo; nacieron 12.200 niños; no hubo ninguna quiebra bancaria; se celebraron 8.000 matrimonios; el Gobierno obtuvo 176 millones de libras esterlinas de ingresos por un pozo de petróleo. Y, como remate: la tasa de suicidios declinó.
—A.K. y C.W.
AL PICAR la cebolla me lloraban tanto los ojos que decidí ponerme mi máscara de buceo. Esto resolvió el problema, pero apareció en bicicleta el muchacho que entrega el periódico.
Al verme a través de la ventana, se sorprendió de tal manera que perdió el equilibrio y con un grito de espanto se estrelló contra el frente de la casa.
—A.J.R.
EN UNA venta de bocadillos de salchichas cercano a una estación de autobuses: "Se exige cambio exacto a los choferes de autobuses".
—B.K.
LETRERO en la sala de espera de un consultorio médico: "Para evitar perforaciones en las alfombras y en sus pulmones, por favor no fume".
—E.H.P.
Aviso en un costado de la camioneta de un evangelista de Durban (Sudáfrica): "¿Dónde pasarás la eternidad? La mayoría no se decide sino hasta la hora undécima. Nuestro servicio comienza a las 10:30".
—J.O.G.
SOBRE una máquina de copiar, en una oficina: "La reproducción es un placer".
—J.R.
Los celos nacen de la desconfianza en uno mismo.
—E.C.
ES MUY grato pretender ser santo. Yo lo consigo por espacio de unos cinco minutos al año.
Supongamos que hay tres autos en fila esperando que el semáforo cambie su luz a verde. Mi automóvil es el más próximo a la acera y el conductor que se encuentra a mi izquierda desea doblar a la derecha. Él sabe que debió colocarse en mi puesto, y me mira con ojos implorantes como de huérfano ante una ametralladora enemiga. Tímidamente se adelanta unos centímetros colocándose en ángulo hacia la derecha, pero sabiendo que está a mi merced.
De pronto siento una extraña calma y oigo música celestial. Con una sonrisa le hago señas de seguir adelante, un gesto como el del Papa cuando aparece en el balcón. Todos mis ademanes parecen decirle: Ve en paz, hijo mío. Luego desaparece esa sensación y en el semáforo siguiente ya he vuelto a recobrar la hostilidad normal de pinchar neumáticos.
¿Cuántos minutos de santidad logra por año el lector? Cuente las veces que le cede a una dama mayor que usted el sitio de estacionamiento, aun cuando todo demostrara claramente que ese espacio es suyo. Incluya aquel taxi que cedió a un extraño, quien le aseguraba que iba a perder el avión, pretexto que le pareció prioritario sobre su propio dolor de muelas. No olvide el asiento que ofreció en el autobús a una dama cuyo estado de gravidez estaba menos avanzado que su propia gota.
Hace poco tuve una experiencia que acicateó mi deseo de crecer en santidad, tal vez hasta diez minutos por año. Cuando contesté cierta llamada telefónica, me preguntó una voz áspera:
—¿Con quién hablo?
Normalmente contesto con mucha displicencia:
—Es usted quien llama, por tanto le corresponde nombrar específicamente a quien desea, y en tal caso le informaré si esa persona está disponible o no.
Sin embargo, sólo por aquella vez, contesté amablemente: "Habla Barry Farber. ¿En qué puedo servirle, señor?" La persona que llamaba era el dueño de una radioemisora y estaba considerando contratar mi programa de entrevistas por radio.
Así lo hizo.
—Barry Farber
Sólo por un instante, la caricatura siempre es verdad.
—C.M.
SOLICITUD de empleados en el News Advertiser de Hemet (en el estado norteamericano de California): "Se necesita entomólogo: Niño de seis años de edad desea hablar con alguien sobre los insectos".
MI PADRE, que es duro de oído, acostumbra clavar recados en la puerta cuando sale, para no defraudar a algún visitante. Varían entre: "Salí a la farmacia" y "Estoy en la iglesia... volveré a las 12". Un día, al visitar a mis padres, me causó gracia encontrar un letrero que decía: "Toque más recio. Hoy sí estamos".
—M.J.C.