NOTICIAS DEL MUNDO DE LA MEDICINA
Publicado en
junio 28, 2020
"LA PÍLDORA" PARA LAS PERRAS
MUCHOS dueños de perros han descubierto lo difícil que es retener en casa a las hembras en celo, pues no es raro que escapen para regresar después y obsequiar a sus dueños con una carnada de cachorros. En los Estados Unidos ya se puede obtener con receta de los veterinarios un anticonceptivo oral para perras llamado Ovaban.
La píldora se administra durante ocho días consecutivos, una diariamente, empezando los primeros días del celo, e inhibe la fase sexualmente activa en que el animal busca y atrae a los machos. El Dr. Harlan Bigbee, portavoz de Schering-Plough Corp., compañía que fabrica la píldora, pondera así algunas de sus ventajas:
El propietario de la perra se evita la molestia de las manchas en las alfombras y las perturbaciones del temperamento del animal durante los días del celo. Además, al regular la fertilidad de los animales, los dueños ayudan a contener el aumento de los perros extraviados o sin amo que se reciben anualmente en los asilos caninos.
—Frank Field, WNBC, de Nueva York
LA CONDUCTA DE TIPO "A", OTRA VEZ ACUSADA
EL úLTimo informe de un estudio de ocho años y medio confirma los resultados anteriores: los individuos demasiado activos están mucho más expuestos a ataques cardiacos que las personas tranquilas. Más de 3000 hombres empleados en diez compañías de California, con edades de 39 a 59 años, participaron en el programa llamado Grupo Occidental de Estudio en Colaboración, que se constituyó para investigar las enfermedades coronarias.
El estudio a que nos referimos se publicó hace poco en la Revista de la Asociación Médica Norteamericana, y en él se llega a la conclusión de que los hombres cuya conducta habitual está caracterizada por "el ímpetu agresivo, las aspiraciones dominantes, el impulso de competir y un sentimiento crónico de urgencia en las tareas" sufren en conjunto doble número de ataques cardiacos que los individuos de temperamento más tranquilo. También confirmó que los clásicos factores predisponentes (antecedentes familiares, diabetes, tabaquismo, hipertensión arterial y exceso de lípidos sanguíneos) desempeñan una función muy importante en la frecuencia de los ataques cardiacos. De 1067 hombres entre 39 y 49 años con tendencias agresivas (esto es, con conducta de tipo A), 95 sufrieron estos ataques. De 1182 de la misma categoría de edades, pero con personalidad más reposada, 50 los padecieron.
"Se ve claramente", asentaba el informe, "que el esquema A de conducta encierra una fuerza patógena que actúa adicional y conjuntamente con los factores clásicos predisponentes". En el documento se recomienda investigar más para determinar si la modificación de la conducta de un individuo amengua el peligro de ataque cardiaco a que está expuesto.
—AP
INVITACIÓN AL BAILE
AFECTADAS no sólo física sino también sicológicamente por la mastectomía (extirpación de un seno) a que las han sometido, algunas mujeres se sumen en la inactividad. Pero hay el ejemplo de una docena de californianas que han sufrido este tipo de cirugía y, no obstante, formaron un grupo con perspectivas más optimistas. Aprovechando un programa de danza organizado por Diana Welch, artista de 41 años de edad que trabaja en la Universidad de Santa Clara, se han beneficiado de la gracia y la fluidez de la danza para rehabilitar los movimientos de los brazos, que las cicatrices de la operación habían limitado.
El programa de terapia, iniciado ya hace más de un año, se ganó el apoyo de médicos y fisioterapeutas, pero sus principales defensoras son las beneficiarias directas. Esas mujeres, cuyas edades se escalonan entre los 32 y los 64 años, se reúnen todas las semanas en el estudio de la señorita Welch para practicar pliés y rondes de jambe y para compartir sus experiencias.
"Me parecía tener el brazo congelado y me sentía fea", recuerda la señora Virginia Carmody, de 50 años. Y dice que en la primera clase le dolía tanto el brazo que gritaba cuando alguien se lo tocaba. Pero los ejercicios la ayudaron a vencer rápidamente sus dificultades. "Al cabo de dos semanas ya no sentía dolor", añade. A los cinco meses ya dominaba la quinta posición del ballet, esto es, arqueaba los brazos por encima de la cabeza. Fue un gran éxito, pues muchas aspirantes a bailarinas que no han sufrido la mastectomía encuentran sumamente difícil la quinta posición.
—Time