ADIÓS AL DOLOR DE ESPALDA
Publicado en
mayo 08, 2020
Nuevos y sorprendentes tratamientos pueden rendirle buenos resultados.
Por Claudia Kalb.
COMO UN CARRO DEPORTIVO COSTOSO pero temperamental, la columna vertebral humana está bellamente diseñada y es enojosamente indigna de confianza. Si usted es un ser humano de carne y hueso, lo más probable es que haya sufrido la agonía del dolor de espalda: 80 por ciento de los estadounidenses combatirán este trastorno en alguna etapa de su vida, convirtiéndolo en la razón no. 2 para visitar un médico (después de la tos y otras infecciones respiratorias).
Las personas que padecen dolor de espalda le cuestan a este país $90,000 millones anuales en cuentas médicas, pagos por incapacidad y pérdida de productividad laboral. Y mientras continuemos teniendo un estilo de vida con sobrepeso, sedentario y estresante, esa cifra difícilmente dejará de elevarse.
Consecuentemente, legiones de nuevos pacientes con dolor de espalda, muchos de ellos desesperados e incluso incapacitados, buscarán alivio. Cuando lo hagan, descubrirán pronto lo complicado que es realmente su problema, con su desconcertante combinación de síntomas físicos y componentes psicológicos. Lo cierto es que el dolor desaparece a menudo por sí mismo, aunque resulte difícil creerlo cuando uno se está retorciendo sobre el piso de la cocina. Pero el dolor es dolor, y los estadounidenses, especialmente los de la generación posbélica, quieren un remedio rápido, lo cual significa cirugía. La cirugía de fusión de columna vertebral, que es la terapia más invasiva y costosa (aproximadamente $42,000), se ha más que duplicado desde 1993, alcanzando la cifra de alrededor de 350,000 en 2003. La discotomía, que con frecuencia es realizada de manera menos invasora, se ha incrementado también a 342,000 cirugías anuales. Pero estas operaciones no funcionan en todas las personas. Los médicos, preocupados de que demasiados pacientes parecen dispuestos a que se les meta cuchillo, buscan ahora métodos más simples y más efectivos de tratar uno de los problemas más arduos de la medicina.
EL GRAN MISTERIO DEL DOLOR
El dolor de espalda puede originarse en cualquier sitio de la complicada arquitectura vertebral. Los discos degenerados, que pueden producir hernias y compresión nerviosa, son un problema común. Conviene mencionar, también, los dolorosos espasmos provocados por lesiones de músculos, tendones y ligamentos, que pueden derribar a hombres robustos. El aspecto más misterioso de los problemas dorsales es la frecuente desconexión entre los defectos anatómicos y el dolor. A diferencia de la presión sanguínea y del colesterol, que pueden ser fácilmente medidos con esfigmomanómetros y pruebas sanguíneas, no existe un método objetivo —¿del volumen lacrimal?, ¿la intensidad de las gesticulaciones?— para cuantificar el dolor de la región lumbar. En muchas ocasiones, la causa del dolor permanece oculta. Los estudios de imaginología han encontrado que dos personas con discos herniados pueden tener estilos de vida radicalmente distintos: una pasa los días consumiendo sedantes, mientras que la otra va por el mundo bailando como Fred Astaire. En un estudio muy difundido, los investigadores sometieron a 98 sujetos sanos a estudios de resonancia magnética: dos tercios de ellos tenían discos anormales, aunque ninguno reportaba dolor. En otra investigación, los expertos compararon un grupo de pacientes que se quejaban de dolor de espalda con un grupo control exento de éste. Casi dos tercios de los pacientes que sufrían dolor tenían grietas en sus discos, denominadas zonas de alta intensidad o ZAI. Pero también las tenían 24 por ciento de los individuos que no referían dolor. El doctor Eugene Carragee, conductor principal del estudio y director del Centro Ortopédico de la Columna Vertebral de Stanford, afirma que: "La cuestión esencial es por qué algunas personas tienen dolores dorsales leves, mientras que otras sufren dolores que realmente incapacitan".
La respuesta, en opinión de Carragee y de otros médicos, está tan relacionada con tanto la mente como el cuerpo. En el estudio de ZAI, el factor más eficiente para pronosticar dolor no era la mala apariencia del defecto, sino la aflicción psicológica del paciente. Desde hace mucho tiempo la depresión y la ansiedad han sido vinculadas con el dolor; un estudio canadiense reciente descubrió que las personas que sufren depresión severa tienen cuatro veces más probabilidades de contraer dolor que incapacita del cuello o de la región lumbar. En el Hospital para Cirugía Especial de Nueva York, el fisiatra Gregory Lutz afirma que a menudo ve a individuos que tienen dos cosas en común: una ciática dolorosa y un próximo compromiso matrimonial. Es probable, señala el doctor Lutz, que el problema dorsal, posiblemente un disco degenerado o herniado, ya existía, pero que haya sido intensificado por el nerviosismo prematrimonial.
No hay nada extraño en que los médicos estén cada vez más interesados en la medicina alternativa. Incluso el Hospital para Cirugía Especial de Nueva York estableció un centro de medicina complementaria hace cerca de cuatro años. Actualmente, aproximadamente 13,000 pacientes al año, muchos de ellos con problemas dorsales, consultan especialistas en rehabilitación, masajistas y quiroprácticos, además de tomar clases de yoga y de tai chi y de trabajar con entrenadores para fortalecer sus músculos. Recurren, en suma, a cualquier método no invasivo en busca de aliviar su dolor.
Craig Jordan, de 42 años de edad, solía correr seis millas diarias y se sentía suficientemente fuerte para levantar un pesado sillón de cuero sin ayuda, lo cual terminó por herniar dos de sus discos. Como muchas otras personas que padecen dolor dorsal, Jordan se sometió a toda la gama existente de tratamientos. "Intentos de curación mediante la fe, colgarme del cielo raso, golpear uno de mis talones contra el otro y desear estar en casa: he hecho todo lo que usted pueda imaginar". Jordan está ahora siendo tratado regularmente con acupuntura y tres veces al año con inyecciones de cortisona para neutralizar el dolor. La primavera pasada, al sentirse particularmente abrumado, decidió probar la biorretroalimentación, una técnica que lo entrena para distanciarse del dolor. "Uno nunca se deshace del dolor", afirma Jordan, aunque agrega que sus tratamientos, que incluyen además algunos sedantes de prescripción, suministran algún alivio. "Uno se acostumbra a vivir con el problema".
Si la actitud del paciente puede mitigar el dolor, ¿puede la intervención de un pensamiento más creativo entre los expertos mejorar las probabilidades de derrotarlo? El doctor David Eisenberg, jefe del Instituto Osher de la Facultad de Medicina de Harvard, dirige un programa piloto auspiciado por los Institutos Nacionales de Salud para investigar ese punto. Un grupo interdisciplinario de 25 especialistas se reúne con regularidad para enseñarse mutuamente a diagnosticar y tratar el dolor de espalda. Su objetivo consiste en averiguar si existe una manera más eficiente, multidisciplinaria, de atacar el problema y de reducir sus costos. En el Hospital Brigham y de la Mujer de Boston, un grupo pequeño de pacientes son asignados de manera aleatoria a un equipo con una estrategia experimental e integral, en el que se reúnen con un médico y un especialista en medicina complementaria. Posteriormente, los dos expertos conferencian con sus colegas para trazar un plan terapéutico que puede incluir de todo, desde medicación hasta acupuntura.
¿PUEDE LA IRA ARRUINAR SU ESPALDA?
En la ciudad de Nueva York, el doctor John Sarno, profesor de medicina de rehabilitación en la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York, piensa que casi todos los dolores de espalda son producidos por inhibición de las emociones. Durante 30 años, pese a la disponibilidad de alta tecnología de imaginología y de refinados procedimientos quirúrgicos para el tratamiento de discos y vértebras en los Estados Unidos, el doctor Sarno ha empleado toda su energía para estudiar los mecanismos internos de la mente. Él explica cómo la ira y la ansiedad reprimidas —por el divorcio de nuestros padres, el abuso sexual, los problemas laborales— pueden forzar el cuerpo, manifestándose, al paso del tiempo, como espasmos musculares, disfunción nerviosa, entumecimiento y dolor. La recuperación se inicia con el reconocimiento de la conexión entre la mente y el cuerpo, les dice a sus pacientes, a quienes se solicita que asistan a una presentación de dos horas. La mayoría de ellos leen, además, su libro "Curación del dolor dorsal" (Healing Back Pain).
Él les hace preguntas: ¿Cómo fue su niñez? ¿Qué los hace enojarse? Se asigna "tarea" a los pacientes, la cual empieza con una lista de las fuentes de presión en sus vidas. Posteriormente, deben entregarse a ciertas actividades, entre ellas, la meditación sobre alguno de los puntos de su lista. "El dolor es creado por el cerebro para asegurarse de que no se exteriorice la ira", afirma Sarno. "Nos protege al proporcionarnos algo físico en qué fijar nuestra atención".
Sarno no ha publicado investigaciones académicas sobre su teoría y puede ofrecer pocas pruebas científicas de que está en lo correcto. Pero sus pacientes satisfechos, que él afirma suman miles, conceden crédito total a sus métodos y lo tratan como si fuera una especie de mesías de la estructura lumbar. Los escépticos opinan que Sarno ofrece un placebo, el cual pudiera enmascarar la verdadera causa del dolor.
Después de siglos de agonía, la humanidad agradecería, ciertamente, algún alivio. Pero más importante que el éxito de cualquier tratamiento es la buena noticia de que los pacientes de dolor de espalda y el sistema médico están abrazando nuevos modos de abordar esa muy exquisita y frustratoria obra de arte que es la columna vertebral.
TRATAMIENTOS ALTERNATIVOS
PARA UN NÚMERO creciente de individuos que padecen dolor de espalda, las terapias complementarias y alternativas son la respuesta.
Quiropráctica: Es la terapia dorsal no quirúrgica más popular. Los expertos, por lo general, concuerdan en que el tratamiento, que involucra manipulación de las articulaciones y de los tejidos de la columna vertebral, es seguro para la región lumbar. En una revisión de datos, el doctor Dan Cherkin, del Centro de Estudios de la Salud en Seattle, descubrió que la atención quiropráctica proporciona beneficios modestos, equivalentes a los de los tratamientos convencionales.
Masaje: Su número de practicantes también se ha incrementado, y hay investigaciones que muestran que puede ayudar a deshacerse del dolor persistente. Steven Smith, fisioterapeuta del Centro de Rendimiento Schuldt en Deerfield, Illinois, utiliza el masaje en pacientes con dolor de espalda para relajar sus músculos tensos e incrementar el flujo sanguíneo.
Acupuntura: Este método es también popular, y aun los médicos convencionales están a favor de que uno se someta a él si lo hace sentirse bien. El doctor Jeffrey Ngeow, quien introduce diminutas agujas a sus pacientes del Centro de Cuidado Integral de Nueva York, afirma que la acupuntura, que parece estimular la liberación de endorfinas que promueven una sensación de bienestar, genera un cúmulo de efectos. Los pacientes describen una euforia prolongada, una sensación agradable, independientemente de que se tenga o no un problema lumbar.
¿ROTO, HERNIADO O DESPLAZADO?
LOS DISCOS son láminas suaves, elásticas, ubicadas entre los huesos duros (vértebras) de la espina dorsal. Cuando son jóvenes y sanos, los discos están henchidos de agua que los mantiene hidratados y boyantes, con la consistencia perfecta para funcionar como amortiguadores de las vértebras. Pero al paso del tiempo, el esfuerzo diario de caminar, sentarse, retorcerse, además del simple envejecimiento, los seca como uvas que se convierten en pasas.
Al deteriorarse los discos, su dura cubierta exterior se debilita. Un giro en la cancha de tenis o, incluso, el levantar un portafolio puede provocar el escape del gel interior a través de la cubierta, como la mermelada de una dona. El resultado es un funesto disco herniado (conocido también como roto o desplazado). En ocasiones pasa inadvertido, pero cuando un disco protuberante comprime uno de los dos largos nervios ciáticos, que corren de la médula espinal a la pierna, el dolor puede ser atroz.
AVANCE EN LA CIRUGIA DE COLUMNA
EL AUMENTO del número de modalidades de cirugía de columna obedece, en parte, a avances técnicos que prometen mejores resultados. Quizás el nuevo desarrollo más sorprendente es el disco artificial de cobalto-cromo. El pasado octubre, la FDA aprobó el primer disco de ese tipo, llamado Chanté, manufacturado por DePuy Spine, Inc., de Raynham, Massachusetts, destinado a pacientes con enfermedad degenerativa de los discos. El artefacto, que se compone de tres elementos, tiene un núcleo deslizante de plástico específicamente fabricado para uso médico ubicado entre dos placas metálicas, y permite la movilización de la columna vertebral. Los pacientes deben haber seguido algún tratamiento no quirúrgico durante por lo menos seis meses, a fin de ser elegibles para esta cirugía.
Otros tres fabricantes de discos artificiales esperan obtener aprobación de la FDA en los próximos meses; con el aumento de opciones, el número de pacientes en procura de tratamiento aumentará también. El doctor Jeffrey Goldstein, un cirujano de columna del Hospital para Padecimientos Articulares de la Universidad de Nueva York, ha insertado en pacientes, como parte de un estudio clínico, docenas de un artefacto similar: el implante ProDisc, hecho por la empresa Spine Solutions, de Nueva York. Él cree que tales discos, como los reemplazos de rodillas, ofrecerán más movilidad a los pacientes que la cirugía de fusión tradicional. Y podrán, además, abandonar la cama mucho más pronto. La clave, en su opinión, es "ser muy específico y muy cuidadoso en la selección de pacientes. No todas las personas que padecen degeneración de discos deben ser operadas".
ILUSTRACIÓN DE 5W INFOGRAPHIC
CONDENSADO DE NEWSWEEK (26-IV-2004). © 2004 POR NEWSWEEK, INC., DE NUEVA YORK, CON ADICIONES DEL AUTOR.
Con reportajes de KAREN SPRINGEN, ANNE UNDERWOOD, MARY CARMICHAEL y ELLISE PIERCE