APRENDA A DISFRUTAR DE SU TRABAJO
Publicado en
diciembre 08, 2019
¿Se siente usted descontento en su trabajo? He aquí algunas sugerencias para que encuentre nuevas fuentes de satisfacción en su empleo.
Por Mark Golin, Mark Bricklin, David Diamond, y el Centro Rodale para el desarrollo de ejecutivos
A CUATRO de cada cinco personas les disgusta algún aspecto importante de su trabajo. Tal es la conclusión a la que llegó Richard Germann, consultor en desarrollo profesional que ha asesorado a trabajadores desde hace 25 años. El problema es que para tener éxito hay que disfrutar del empleo que se tiene. "Quienes no están contentos en su trabajo, están condenados al fracaso", afirma Germann.
¿Por qué hay tanta gente insatisfecha en su empleo? Por dos razones principales. En primer lugar, algunas personas están convencidas de que ganarse la vida significa desperdiciar un tiempo que podrían dedicar a divertirse o a descubrir sus verdaderos talentos.
Si así piensa usted, recuerde la última vez que se tomó unas vaca-ciones largas. ¿Fueron acaso dos semanas de ininterrumpido gozo? Lo más probable es que hayan sido una semana y media de diversión, seguida por otra media semana de desasosiego, en que se dijo a sí mismo: "¡Dios mío! ¡Qué ganas de volver al trabajo!" Si esto no le sucedió, imagínese entonces lo que ocurriría si se ausentara de su empleo por tiempo indefinido. Podría dedicar ese tiempo a escribir una novela, a inscribirse en un curso, o simplemente a ver televisión. Lo más seguro es que, al cabo de tres meses, su autoestima bajaría hasta el suelo. Si bien es cierto que dedicarse sólo a trabajar y negarse todo esparcimiento resulta dañino, sólo divertirse, sin trabajar, es desastroso. Necesitamos sentir que estamos haciendo algo de provecho. Necesitamos, asimismo, dar cierto orden a nuestra vida.
La segunda razón, y tal vez la más común, por la que a la gente no le gusta su trabajo, es que se siente atrapada en él. Cuando hemos estado en una empresa cinco años y tenemos una esposa y un hijo a quienes mantener, además de una hipoteca que pagar, nos resulta muy difícil optar por dejar el empleo si no todo es miel sobre hojuelas, como lo habíamos planeado. Un sueldo constante y seguro puede ser el peor de los grilletes. A la gente le enoja tener que hacer algo porque no le queda más remedio.
Si le enfada su trabajo porque no puede darse el lujo de dejarlo, tal vez haya llegado el momento de preparar lo que un consultor de desarrollo profesional llama en broma una "cápsula de cianuro". Alude a las películas de espionaje en que el agente secreto lleva oculta una de estas cápsulas en alguna región del cuerpo. En caso de que lo capturen y lo torturen sin piedad, dispone de una opción. Y el hecho de contar con esta opción le infunde la fuerza necesaria para resistir un poco más, con la esperanza de que en cualquier momento cambie la situación.
En vez de una cápsula de cianuro, su opción puede ser un currículum vitae actualizado. Otra posibilidad es echar un vistazo una vez por semana a la sección de empleos del periódico, y hacer algunas visitas a otras empresas de la industria, donde pueda tener un discreto intercambio de información con personas de su mismo campo de actividad, con miras a enterarse de nuevas oportunidades de empleo. Al hacerlo, no está dándose por vencido en su empleo actual. Más bien, está armándose de una opción. En caso de que la situación se volviera insoportable en su trabajo, usted tendría la posibilidad de cambiar de empleo. Estar en esta posición puede obrar milagros en su actitud. Le permite disfrutar de su trabajo, puesto que, en realidad, está allí porque así lo desea.
El ingrediente básico para adoptar una actitud positiva hacia el lugar de trabajo es asumir la responsabilidad de la propia situación. "La mayoría de las personas se sienten controladas por su entorno cuando, de hecho, la realidad es muy distinta", puntualiza Diane Blumenson, consultora en desarrollo profesional. "Deben aprender a desenvolverse en ese entorno de manera que les brinde lo que necesitan".
Recuerde que muy probablemente nadie —ni su patrón ni sus cole-gas— tendrá el tiempo o la voluntad de ayudarle a superar su malestar en el trabajo. De usted dependerá hacer todo lo posible para promover un cambio de actitud. He aquí cinco maneras de empezar:
1. Sueñe un poco y haga muchos planes. Richard Germann suele pedir a sus clientes insatisfechos en el trabajo que se imaginen cómo sería el empleo de sus sueños; desde lo que realmente les gustaría hacer, hasta el ambiente de trabajo que preferirían. Esto permite a las personas formular su propia definición de satisfacción laboral. Sin esa definición o meta, es fácil sentirse deprimido en el trabajo.
Para hacer este ejercicio, divida su empleo ideal en fragmentos lo más pequeños que pueda. Si sueña usted con ser un ejecutivo a las órdenes de un genio de la mercadotecnia, cuando en realidad es un empleado de oficina a las órdenes de un tirano del departamento de compras, busque metas de "trampolín" que lo impul-sen hacia el próximo puesto.
Por ejemplo: podría empezar por investigar si se le puede transferir a otra sección del departamento de compras para librarse del yugo del tirano. O, ¿por qué no buscar un puesto de bajo nivel en mercadotecnia? Luego, tome algunos cursos para estar mejor preparado y ser un buen candidato a ejecutivo. Por lo menos, averigüe qué requisitos debe satisfacer para progresar en el trabajo. Idear y seguir su propio plan de acción es una de las maneras más eficaces de mejorar su actitud.
2. Piense en sí mismo como en una persona autónoma. Imagínese que es un contratista independiente, propietario de la poderosa Empresa Yo Mismo, con un cliente importantísimo: su patrón. Luego, distribuya su tiempo de manera tal, que no sólo pueda satisfacer las exigencias de su cliente, sino que también esté en posibilidad de mejorar aquellos aspectos de su negocio que usted considere necesarios para su propio crecimiento futuro.
Supongamos que tiene un puesto en el que debe redactar informes y descubre que tiene un estilo agradable. Tal vez esto no le interese a los ejecutivos de la empresa, pero usted, como contratista independiente, debe darse cuenta de que su talento para la redacción puede abrirle las puertas de un nuevo campo de actividad en el área de ventas. Entonces, en vez de limitarse a la palabrería que todos esperan de un informe, dedicará tiempo a pulir sus oraciones y a perfeccionar así su producto, con miras a explorar un mercado más amplio.
El aspecto más útil de este concepto es que nos hace pasar de una motivación externa —complacer al jefe— a otra en que reconocemos y perfeccionamos nuestras aptitudes por nuestras propias razones.
3. Establezca una distinción entre el trabajo y el asueto. Imagine la siguiente situación: Usted invita a un amigo suyo a quedarse en su casa algunos días. Al segundo día, encuentra la ropa de él esparcida por toda la casa. Al tercero, descubre que el enorme perro de su amigo se ha adueñado de su sofá predilecto. Al cuarto, se ve obligado a dejar su auto en la calle, porque el vehículo de su amigo ocupa el garaje. ¿Empieza a sentirse molesto?
Lo mismo sucede con algunas personas y su trabajo. Al principio, de vez en cuando trabajan una o dos horas extras. Luego comienzan a llevarse regularmente trabajo a su casa durante la semana. Pronto, los fines de semana se convierten en horas de oficina. Y así, el trabajo llega a convertirse en el huésped descortés que acapara cada vez más tiempo y espacio. De pronto, la gente se percata de que no tiene una vida aparte de su trabajo, y lo resiente.
Esto no significa que sea pecado llevarse trabajo a casa. Pero sí lo es hacerlo siempre. Si efectivamente tiene usted una carga pesada de trabajo, alterne las noches de mucha actividad con las de ocio total. Los lunes, miércoles y viernes, por ejemplo, cumpla con su trabajo y procure no distraerse. Pero en sus noches de ocio, ni siquiera se moleste en llevarse trabajo a casa.
4. Busque el éxito fuera de su trabajo. Tome sus aficiones y pasatiempos favoritos tan en serio como su trabajo, y dedíqueles el mismo interés. Demasiadas personas caen en la trampa de identificarse por completo con el papel que desempeñan en la oficina. Esto es estupendo cuando las cosas marchan bien; sin embargo, si su autoestima es resultado directo de su situación laboral, se sentirá humillado cuando haya dificultades. Si usted logra asociar su propia estima a sus actividades externas, logrará mantener una acti-tud positiva incluso cuando presagien tormenta los negros nubarrones de la oficina.
5. Modifique su actitud hacia los demás. Si le aterra la perspectiva de ir al trabajo cada mañana, ello quizá se deba, en parte, a que no se lleva bien con quienes lo rodean. No es indispensable que le agraden sus compañeros de trabajo; pero, por lo menos, debería ser capaz de interactuar positivamente con ellos.
Cuando usted sonríe en un ascensor, los demás pasajeros responden con una sonrisa. Lo mismo puede suceder en la oficina. "Si usted inicia una interacción positiva", asegura Diane Blumenson, "atraerá una reacción igualmente positiva. Está en nuestra naturaleza pagar con la misma moneda".
No tenga miedo de que se vaya a interpretar como falta de sinceridad el hecho de que, de buenas a primeras, entable usted relaciones con personas a las que hasta ahora no había hecho el menor caso. Lo cierto es que usted está siendo sincero en sus esfuerzos por mejorar sus relaciones de trabajo, y sus compañeros de trabajo lo apreciarán.
Procure iniciar más interacciones. Sálgase de la oficina y participe en la plática de sus colegas sobre las hazañas de algún equipo de futbol. Si no sabe gran cosa de la película que todo el mundo está comentando, demuestre su interés haciendo preguntas a alguien que esté más enterado que usted.
Si ha caído en el hábito de quejarse —de su trabajo, de su jefe, del clima— comience a dirigirse a la gente en una forma más positiva. Hable de las cosas que sí le agradan.
Es probable que encuentre puntos de coincidencia con algunos de sus compañeros de trabajo.
Modifique su actitud, y seguramente cambiará la opinión que la gente tiene de usted. Quizá hasta les agrade su compañía, y viceversa.
PUEDE USTED pasarse la vida lamentándose de que no lo ascienden, de que le pagan muy poco, de que el mundo empresarial no lo trata como usted quisiera; pero ello no le servirá de nada. El dinero, el poder y el prestigio son algo que sólo su patrón puede darle. Pero la propia estimación, el orgullo del trabajo bien hecho y el sentimiento de ser importante, son beneficios que usted puede otorgarse a sí mismo. No tiene nada que perder y mucho que ganar si aprende a disfrutar de su trabajo.
CONDENSADO DE "SECRETS OF EXECUTIVE SUCCESS", © 1991 POR RODALE PRESS, INC., PUBLICADO POR RODALE PRESS, INC., DE EMMAUS, PENSILVANIA. FOTO: © RAY MORSCH/THE STOCK MARKET.