¿VA A LA VANGUARDIA LA FUERZA AÉREA SOVIÉTICA?
Publicado en
septiembre 08, 2016
El poderío aéreo de los Estados Unidos se ve amenazado, y en muchos niveles está quedando en segundo lugar.
Por James Winchester.
HACE DIEZ años el poderío aéreo militar de los Estados Unidos era sin duda alguna, en todos los niveles, extraordinariamente superior al de la Unión Soviética. Hoy la situación ha cambiado.
La mayoría de los especialistas en cuestiones militares están acordes en que el incremento de la Fuerza Aérea soviética es mucho más importante, aunque menos conocido, que el de su Marina de guerra. Los norteamericanos tienen aún la supremacía relativa en el número de bombarderos pesados de gran radio de acción y en refinados artefactos electrónicos aerotransportados, pero los rusos van ahora a la vanguardia, sobre todo, en el número total de aviones de guerra, pues poseen cerca de 10.000 aparatos de primera línea, preparados para entrar inmediatamente en combate. Además, la Fuerza Aérea soviética está acumulando nuevos aviones a un ritmo que sobrepasa al de cualquiera otra nación del mundo libre.
Si en Estados Unidos se suman los misiles estratégicos intercontinentales, las fuerzas aéreas de la Marina, las unidades de la Guardia Nacional y la reserva, y se cuenta además con la pericia de las dotaciones, el poderío aéreo de los norteamericanos posee todavía una ligera superioridad en eficacia de operación. Pero mientras los soviéticos están produciendo nuevos y perfeccionados aviones de todas clases, los contingentes aéreos estadounidenses disminuyen. La Fuerza Aérea de los Estados Unidos, que tenía 1509 bombarderos en 1964, ahora dispone solamente de 503, y sus aviones interceptores y de ataque han bajado, desde aquella fecha, de 3538 a 2537. Los rusos, en cambio, tienen actualmente cerca de 900 bombarderos pesados y medios, además de 7400 cazas e interceptores. Los peritos de la Fuerza Aérea estadounidense afirman: "Mientras nosotros estamos ocupadísimos desechando material, la Fuerza Aérea soviética construye sin cesar nuevos aparatos".
Pero aun más grave que la disminución del número de aviones de guerra norteamericanos, es que la mayoría de ellos son anticuados. Más de la mitad de los aparatos de la Fuerza Aérea norteamericana pasan ya de los diez años (los últimos B-52 se construyeron hace 12). Y a pesar de las pérdidas sufridas en el sudeste asiático, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos construyó en el año fiscal de 1973 únicamente 168 aviones nuevos de todos los tipos, incluyendo cazas, transportes, aparatos de instrucción y helicópteros.
Los adelantos soviéticos se deben a un intensivo programa de investigación y desarrollo. Durante los últimos años los rusos han producido cada año y medio un nuevo tipo de caza. Pierre Gallois, general retirado de la Fuerza Aérea francesa y consejero de los constructores del famoso avión Mirage, advierte: "Los rusos son hoy los mejores constructores de aviones que hay en el mundo".
Evidentemente la Fuerza Aérea soviética está desplegando nuevas y más potentes alas. Veamos la relación, grupo por grupo, entre su material aéreo y el de los norteamericanos.
BOMBARDEROS
El nuevo bombardero ruso de largo alcance y alas retráctiles, codificado por la OTAN con el nombre de "Backfire", vuela a dos veces la velocidad del sonido y a altitudes superiores a los 20.000 metros, con autonomía de vuelo casi igual a su jet pesado estándar, el Bison, lo cual da a los rusos una ventaja de al menos cinco años sobre los norteamericanos en la categoría de bombarderos estratégicos. Equipado con cohetes de largo alcance de aire a superficie, bombas nucleares de caída libre y perfeccionados aparatos electrónicos para evitar la detección, el Backfire puede ir y volver, abasteciéndose en el aire, desde el más apartado lugar de la Unión Soviética hasta cualquier objetivo del mundo libre.
Por lo menos doce de estos nuevos Backfire estaban ya en vuelo a principios de 1973, y se espera que en 1974 operen escuadrillas completas. Por el momento la Fuerza Aérea soviética cuenta con una flota de cerca de 200 bombarderos de largo alcance Bear y Bison, aproximadamente comparables a los B-52 del Comando Aéreo Estratégico de los Estados Unidos, que alcanzan una velocidad de 1200 k.p.h y de los que en la actualidad existen menos de 400.
Para modernizar su fuerza de bombardeo de largo alcance (que en Vietnam del Norte ha demostrado ser muy vulnerable a los cohetes rusos de superficie a aire), la Fuerza Aérea norteamericana necesita el B-1, avión del cual se opina que superará al Backfire ruso. Actualmente se están construyendo tres modelos de B-1, y se les someterá a prueba en 1974, pero en el Congreso norteamericano aún están discutiendo acaloradamente la conveniencia de seguir adelante con el programa. El avión no entrará en operación hasta 1980.
La flota soviética de bombarderos de tipo medio, que tiene ahora unos 700 aviones en funcionamiento, no puede ser igualada por la de ningún país. Su piedra angular es el "Blinder", bimotor con una velocidad máxima de cerca de 2000 k.p.h. capaz de lanzar cohetes nucleares de aire a superficie (impulsados por combustible líquido) hasta distancias de casi 600 kilómetros. Proyectados para misiones contra países eurasiáticos, ataque naval y reconocimiento, estos aparatos tienen autonomía para llegar desde la Unión Soviética hasta los Estados Unidos, en viaje de ida.
Los norteamericanos no tienen aviones comparables al Blinder ni cohetes como los que éste dispara. Lo más aproximado es el caza-bombardero FB-111, que fue recibido con vítores para reemplazar a los anticuados B-52. Sin embargo, desde que entregaron en 1969 el primero de ellos, han llovido problemas técnicos sobre el FB-111. El pedido de 263 de estos aviones que se hizo al principio, quedó luego reducido sustancialmente, y en la actualidad están en servicio menos de 75.
AVIONES DE CAZA
Norteamérica tiene aproximadamente la cuarta parte de cazas que la URSS y, además, los aparatos soviéticos son iguales o superiores a los que tienen en servicio los norteamericanos. Desde 1960 hasta la fecha la Fuerza Aérea de los Estados Unidos ha puesto en servicio activo cuatro nuevos modelos de cazas, mientras los rusos pusieron 13 en vuelo.
El avión básico de ataque norteamericano, el McDonnell-Douglas F-4, puesto en servicio en 1962, no puede ni soñar en competir con el nuevo Mig-25 soviético, conocido como el "Foxbat", capaz de volar a unos 3500 k.p.h. y trabar combate a más de 25 kilómetros de altura. No hace mucho tiempo la Fuerza Aérea israelí, al descubrir un par de Foxbat, tripulados por aviadores rusos y procedentes de una base aérea egipcia, intentó darles caza con sus Phantom F-4 fabricados en los Estados Unidos. Pero los Phantom no pudieron ni acercarse a los Mig soviéticos. Un general de la Fuerza Aérea norteamericana comentó preocupado: "Nada en Occidente puede alcanzarlos". Los rusos poseen ahora varias escuadrillas de Mig-25 ya en vuelo, y se están construyendo nuevos aviones de este tipo a ritmo veloz.
Otro nuevo caza ruso es el Mig-23, el "Flogger", equipado con cohetes y con alas retráctiles, que puede operar desde ras del suelo hasta altitudes de 18 kilómetros. Ya están volando veintenas de estos Flogger y siguen fabricándolos. Estos aviones están apoyados por los Sukhoi "Flagon", de alas en delta, que operan a velocidades de 3000 k.p.h. Para interceptar a los bombarderos de gran altura, los rusos cuentan con el bimotor de largo alcance Tupolev "Fiddler". También tienen otros dos cazas en etapa de perfeccionamiento.
Los Estados Unidos construyen dos nuevos cazas, el F-15 de la Fuerza Aérea y el F-14 de la Marina, este último fabricado por Grumman, que está considerado sólo como "marginal" junto a los últimos cazas soviéticos. En cuanto al F-15, la Fuerza Aérea insiste en que ninguno de los actuales aviones soviéticos podría competir con él en combates aéreos. No obstante, la producción de estos dos modernos aparatos norteamericanos está retrasada o amenazada de suspensión por dificultades técnicas o escollos económicos. Ninguno está aún en servicio, y los voceros de la Fuerza Aérea informan que las primeras escuadrillas F-15 no estarán completas hasta dentro de dos años.
CAPACIDAD DE TRANSPORTE AÉREO
La fuerza de transporte aéreo soviética posee actualmente más de 1000 aviones de tipo medio y pesado, 1400 ligeros y 2500 helicópteros para transportar tropas, incluyendo el Mil V-12, el mayor del mundo, que puede llevar 40 toneladas o 200 soldados con armas y bagajes. En caso de urgencia, la Aeroflot, líneas aéreas rusas, podría aumentar esta fuerza formidable con cerca de 300 aviones más.
La capacidad de los rusos en materia de transportes aéreos se demostró espectacularmente en agosto de 1968, en la invasión de Checoslovaquia, y desde entonces ha mejorado enormemente. Sólo en 16,5 horas los transportes aéreos rusos trasladaron dos divisiones del Ejército soviético con todos sus pertrechos, incluso tanques, a un aeródromo situado cerca de Praga. Y en 1970, en unas maniobras militares, cerca de 8000 paracaidistas soviéticos se lanzaron en 22 minutos de sus aviones, junto con 160 vehículos. El profesor John Erickson, de la Universidad de Edimburgo, uno de los peritos más autorizados en cuestiones aéreas soviéticas, afirma: "La evolución de los rusos en su capacidad de transporte aéreo es uno de los factores más alarmantes del fortalecimiento de su poderío militar".
En cambio los Estados Unidos tienen solamente unos 1200 aviones de transporte militar de todos los tipos, apoyados por 390 reactores y unos 25 de turbohélice de la flota aérea de la Reserva Civil. El gigantesco avión de transporte Lockheed C-5 estaba llamado a ser la columna vertebral de la flota de transporte de la aviación militar estadounidense, pero ha tropezado con muchísimos problemas, y se suspendió la orden de construirlo, pues su costo superaba la astronómica cifra de 56 millones de dólares por unidad.
MATERIAL ELECTRÓNICO Y DE RECONOCIMIENTO
Aunque los norteamericanos tienen aún, en conjunto, superioridad en este campo vital, no deben dormirse sobre sus laureles. Los rusos, cada vez en mayor escala, están equipando sus aviones con perfeccionados mecanismos para interferir el radar, y con aparatos de radio y termosensibles de tan buena calidad como los estadounidenses. Por ejemplo, los aviones espías soviéticos que vuelan sobre los Grandes Bancos del Atlántico Septentrional, captan vuelos que despegan de las cercanías de Washington.
En aviones de reconocimiento Norteamérica va a la cabeza, con el SR-71, Lockheed sucesor del U-2 de grandes altitudes. Con un techo que dicen alcanza 36 kilómetros, remonta el 97 por ciento del espesor de la atmósfera terrestre a una velocidad media de más de 3700 k.p.h. Un artificio absolutamente secreto oculta incluso su emisión térmica para despistar los rastreos infrarrojos del enemigo. Hasta ahora Rusia no tiene un avión de reconocimiento tan perfeccionado, aunque el Foxbat se le aproxima.
En su afán de superar a los Estados Unidos, Rusia está dedicando este año a sus fuerzas aéreas el equivalente de 20.000 millones de dólares de su presupuesto total de defensa, que asciende a 75.000 millones. El presupuesto de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos para el año fiscal de 1973 es de 24.800 millones de dólares, de la asignación total de 80.900 que el Pentágono destina a gastos de defensa. Sin embargo, la mayor parte de esa cantidad se emplea en nóminas. Sólo 3000 millones de dólares se han destinado este año para investigación y desarrollo, y únicamente 2600 millones para nuevos aviones, piezas de repuesto y equipo logístico y de apoyo, mientras que la Fuerza Aérea soviética, sólo para investigación y desarrollo, está gastando aproximadamente 5000 millones de dólares al año.
Conforme se va fortaleciendo, la Fuerza Aérea soviética trasciende las tareas exclusivamente defensivas del territorio nacional y da mayor importancia a la ofensiva y a la adaptabilidad. La influencia de las fuerzas aéreas en la estrategia militar y política soviética es tan decisiva como la de cualquier otra arma. En opinión de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, "los soviéticos tienen de la misión estratégica de sus fuerzas aéreas un concepto mucho más amplio que el de los Estados Unidos. Procuran, por ejemplo, que sus bombarderos estratégicos desempeñen muy variados cometidos, entre ellos ataques intercontinentales, ataques contra fuerzas navales y mayor actividad bélica en las fronteras de las naciones eurasiáticas. En todos estos terrenos, así como en vuelos de reconocimiento, operaciones electrónicas y vigilancia del mar a largo alcance y profundidad, los soviéticos demuestran mucha más imaginación y flexibilidad que los Estados Unidos".
¿ Cómo pueden los norteamericanos recuperar el fundamental seguro de vida que supone la superioridad aérea? Lo primero que necesitan es incrementar la investigación básica y acortar el tiempo que media entre el diseño de aparatos y las pruebas de vuelo; lo segundo es sustituir los anticuados B-52 con superbombarderos B-1, aumentar la capacidad de transporte aéreo y construir más y mejores cazas, además de sistemas de vigilancia e interceptación aéreas.
Si no se logra que la Fuerza Aérea norteamericana y las demás unidades militares de los Estados Unidos se modernicen, las consecuencias de tal fracaso pueden ser desastrosas. La declaración que completó al informe del Grupo Especial de Defensa del presidente Nixon asienta claramente: "Es irracional pensar que, con la balanza del poderío militar inclinada a su favor, la Unión Sóviética vaya a adoptar una política menos hostil, destructiva e imperialista. Las consecuencias de quedarnos en segundo lugar, aunque no estuviera en juego la supervivencia nacional, podrían ser muy perjudiciales para los Estados Unidos. La debilidad de nuestro país en su eficacia militar y en sus decisiones podría constituir la más grave amenaza para la paz del mundo".