CURAS NATURALES PARA LOS MALES DE HOY
Publicado en
diciembre 22, 2013
No tiene que correr al médico para aliviar el estrés de la vida moderna.
EL RITMO acelerado de la vida actual mina nuestra salud. La gente se excede en el trabajo y en las diversiones, y luego tiene que pagar el precio.
La medicina natural —desde la meditación hasta el té de romero—puede hacer mucho para ayudar a recuperar la salud y el vigor.
He aquí algunas ideas sencillas para combatir el estrés, las resacas y ese malestar de un mundo cada vez más pequeño: la descompensación ocasionada por el cambio brusco de husos horarios en viajes largos por avión (jet lag).
ESTRES
Si bien cierta dosis de estrés puede hacernos rendir al máximo, cuando es demasiado o dura mucho tiempo nos hace perder la capacidad de hacer frente a la vida e incluso nos enferma. Todos necesitamos aprender técnicas efectivas para lidiar con el estrés inevitable.
El estrés puede ser estimulante o energizante, e inspirar a algunas personas a tratar de alcanzar metas altas. La mayoría de la gente, sin embargo, sólo puede hacer frente a sus problemas durante determinado tiempo antes de presentar trastornos físicos.
La concentración de las hormonas del estrés generalmente baja cuando la situación que lo produjo ha pasado y uno se puede relajar, pero permanece alta si el estrés continúa o se repite, o si usted cae en el hábito de reaccionar desproporcionadamente ante cualquier situación de estrés, por insignificante que sea.
Las investigaciones indican que el estrés es responsable de hasta un 75 por ciento de las enfermedades, entre ellas, la presión arterial alta, los infartos, las apoplejías, la depresión, la angustia, el síndrome de fatiga crónica, el síndrome de colon irritable, la obesidad, la migraña y los trastornos respiratorios. El estrés constante también afecta el sistema inmunitario, volviéndonos más propensos al cáncer, a las infecciones y a las enfermedades autoinmunitarias.
El abuso en el consumo del tabaco y de la comida por lo regular está relacionado con el estrés.
Estrategias para el alivio del estrés
Relajación
Las muchas formas de relajación incluyen:
● Tomar descansos frecuentes en el trabajo
● Irse de vacaciones
● Cultivar aficiones
● Hacer ejercicios de respiración
● Tener mascotas
● Hablar con amigos
● Rezar o meditar
● Tomar baños calientes y aromáticos
● Visitar un spa o una sala de belleza.
Equilibrio y perspectiva
Tal vez necesite:
● Aceptar que no puede cambiar el comportamiento de los demás; sólo el suyo
● Aceptar que no puede tener todo lo que quiera
● Identificar lo que es realmente importante
● Reconsiderar los "debería" de su vida Perdonarse a sí mismo y a los demás
● Ver las situaciones estresantes como oportunidades Aprender a decir "no"
● Rechazar el perfeccionismo
● Seleccionar la información para evitar saturarse
● No magnificar ni subestimar los problemas
● Aceptar lo inevitable
Cuidado de si Mismo
Mejore su capacidad para lidiar con situaciones estresantes:
● Sea asertivo en vez de pasivo o agresivo
● Defina sus problemas, escoja metas y decida cómo alcanzarlas
● Preste oídos a sus propias necesidades y preocupaciones.
● Tome una decisión y apéguese a ella
● Recuerde que cada decisión implica renunciar a algo.
Administración de tiempo
Para sentir que lleva las riendas de su vida:
● Identifique sus prioridades
● Fíjese plazos realistas
● Haga las tareas más difíciles o importantes cuando se sienta con más energía
● Prevea los periodos de estrés y planee con anticipación
● Dése un tiempo todos los días
● Delegue responsabilidades
● Haga una cosa a la vez
Relaciones
Otras personas pueden disminuir o provocar el estrés. Trate de:
● Cultivar relaciones cercanas
● Mejorar su comunicación
● Reconocer los sentimientos de otras personas y separarlos de los propios
● Resolver los problemas de relación
● Mantenerse en contacto con amigos
● Ofrecer estímulo y apoyo a los que están cerca de usted
Ayuda y apoyo
Dése cuenta de que tiene recursos dentro y fuera de usted:
● Todos los días dése una palmada imaginaria en el hombro por sus progresos en el control del estrés.
● Pida la ayuda que necesite, ya sea de su familia, sus amigos o un terapeuta.
Prevención. Aunque no siempre se pueden prevenir los sucesos que lo causan, sí se puede modificar la respuesta a los estímulos aprendiendo técnicas de control del estrés (consejos en "Estrategias para el alivio del estrés"). Esto lo ayudará la siguiente vez que deba hacer frente a una situación estresante. Controlar el estrés permite que se reduzca la concentración hormonal, y lo ayuda a usted a "fluir" con lo que la vida le presente.
Existen diversos factores que intervienen en nuestra respuesta al estrés, como el orden del nacimiento, la edad, el sexo, la educación, la experiencia, la personalidad y la salud.
Tratamiento. La primera parte del control del estrés consiste en reconocer qué situaciones nos lo provocan y cómo respondemos a ellas. La segunda es reducir las tensiones evitables; por ejemplo, dejar un empleo insatisfactorio o vivir de acuerdo con nuestros ingresos. El tercer elemento es recurrir a estrategias que nos ayuden a responder a las presiones inevitables de una manera constructiva.
Durante los periodos de estrés, el organismo consume los nutrientes más rápidamente que de costumbre. Esto puede ocasionar deficiencias y pérdida de inmunidad, a menos que dichos nutrientes se repongan por medio de los alimentos o los suplementos alimenticios.
Coma a intervalos regulares y trate de estar relajado durante las comidas. Consuma alimentos ricos en vitaminas A, B, C y E, así como flavonoides, calcio, magnesio, selenio y ácidos grasos esenciales. Reduzca el consumo de cafeína y alcohol.
Los efectos calmantes de la meditación pueden ayudarlo a poner en perspectiva las causas del estrés. Tome una clase de técnicas básicas y practique todos los días.
Los tés de hierbas calmantes son efectivos en tiempos de mucho estrés. Beba una taza de té de manzanilla, valeriana, tila o flor de trébol una o dos veces al día. La tintura de avena es eficaz para la angustia y la hierba de San Juan puede ayudarlo a salir de una depresion provocada por el estrés.
La acupuntura y otras formas de terapia corporal como el tai chi, el masaje y el yoga también son útiles.
Para suavizar el golpe– Cúrese esa resaca con un batido de plátano y leche para reponer los nutrientes perdidos.
RESACAS
Aunque en sí mismas no son un mal grave y por lo regular desaparecen en pocas horas, las resacas son señal de que usted ha bebido demasiado. Entre los síntomas más comunes están el dolor de cabeza, las náuseas, el mareo y el vómito. El alcohol dilata los vasos sanguíneos, lo que ocasiona que la cabeza palpite, y tiene un efecto deshidratante pues hace que los riñones eliminen más agua del organismo que de costumbre.
Existen varios factores que influyen en la velocidad con que el alcohol pasa del aparato digestivo al torrente sanguíneo. Si hay comida en el estómago, la absorción es más lenta, y algunas investigaciones indican que mientras más pese una persona, más tardará en absorber el alcohol. Las mujeres lo metabolizan más lentamente, tal vez porque tienen más grasa corporal, un hígado más pequeño y producen una cantidad menor de la enzima que descompone el alcohol. Como consecuencia, tienen una concentración más alta de alcohol en la sangre que un varón que haya bebido la misma cantidad.
Si se sufren resacas frecuentes o éstas duran mucho, es señal de que debe reducirse la cantidad de alcohol que se consume. Ingerir con regularidad grandes cantidades puede perjudicar su salud de manera permanente; por ejemplo dañando el hígado o aumentando las probabilidades de sufrir ciertos tipos de cáncer.
Límites del alcohol. No beba más allá de los límites recomendados oficialmente para hombres y mujeres. Tenga en cuenta su talla, peso, salud y metabolismo, pues su límite podría estar por debajo de la norma.
Una unidad de alcohol equivale a una lata (340 ml) y media de cerveza, un vasito (25 ml) de licor fuerte o una copa (125 ml) de vino. En un hombre, la probabilidad de enfermarse aumenta si bebe más de 21 unidades de alcohol por semana. El límite para una mujer que no esté embarazada es de 14 unidades por semana.
Prevención. Además de la disminución en el consumo de alcohol, existen varias formas de prevenir una resaca. Coma antes de beber y mientras lo esté haciendo, para volver más lenta la absorción. Beba lentamente.
No mezcle bebidas y evite las que le caigan mal. Algunas personas sufren resacas cuando beben vino tinto corriente (debido a su gran contenido de aditivos) o vino encabezado como el jerez (por sus saborizantes y colorantes naturales). Alterne bebidas alcohólicas y no alcohólicas. Beba mucha agua antes y después de consumir alcohol.
Tratamiento. Tome un vaso grande de agua para recuperar los líquidos. Reponga nutrientes como el magnesio y el potasio con un batido de leche y plátano.
No beba otra copa. Sólo empeorará o prolongará los síntomas. No tome café, pues sólo lo pondrá nervioso y lo deshidratará más.
Tome una taza de té de hierbas cada hora hasta que se sienta bien. El té de romero alivia el dolor de cabeza y se cree que ayuda al hígado a desintoxicarse del alcohol. Los tés de cardo lechero y de diente de león cumplen la misma función. El té de corteza de sauce contiene sustancias naturales similares a la aspirina, que le ayudarán con el dolor de cabeza. El té de manzanilla alivia la irritación del estómago y los intestinos.
"JET LAG"
Cruzar los 24 husos horarios del mundo puede acortar o alargar el día del viajero, y trastornar los ritmos hormonales y el ciclo normal de 24 horas del organismo. Esto ocasiona una fatiga conocida como jet lag. La deshidratación y los largos periodos de inmovilidad durante un vuelo largo pueden acarrear otros malestares.
Durante el ciclo de 24 horas, las funciones de nuestro organismo, que van desde el estado de alerta hasta el interés sexual, fluctúan de acuerdo con los ritmos de nuestro ambiente y son afectadas por factores como la hora, la temperatura y la luz.
La actividad hormonal que regula estos "biorritmos" es regida por el hipotálamo (el centro de control del sistema nervioso que se localiza en la base del cerebro) y las glándulas pituitaria y pineal. Esta última, por ejemplo, reacciona a la variación en la intensidad de la luz produciendo una hormona llamada melatonina. Su producción comienza al atardecer, continúa durante las horas de oscuridad y cesa al amanecer. La cantidad de melatonina en el organismo determina que tengamos sueño o no.
Todos estos biorritmos se ven alterados en un vuelo largo, lo que produce el jet lag. Los síntomas son similares a los de una resaca: fatiga, deseo de dormir durante el día y dificultades para ajustarse a la nueva hora de dormir. También pueden afectarse la memoria y la concentración. Un viaje hacia el este ocasiona un malestar más severo que uno hacia el oeste.
Volar entraña otros riesgos a la salud. Respirar el aire seco y reciclado de los aviones por un periodo largo puede provocar deshidratación, resequedad de la piel y cefaleas. Permanecer sentado mucho tiempo hace que se hinchen los pies y los tobillos y aumenta el riesgo de que se produzca un coágulo peligroso en alguna vena profunda de la pierna. Además, algunas personas sufren de estrés por el miedo a volar.
Prevención. Pocure dormir bien durante algunas noches previas al viaje.
Antes de viajar hacia el este, intente acostumbrarse a la que será su nueva hora de irse a la cama acostándose una o dos horas antes de su hora habitual durante varias noches. Cuando vaya a viajar al oeste, acuéstese a dormir una o dos horas más tarde durante varias noches.
Ajuste su reloj a la hora local de su destino tan pronto como se suba al avión. Luego, durante el vuelo, empiece a ajustar a esta hora su ciclo sueño-vigilia para reducir el esfuerzo de adaptación que su organismo tiene que hacer al llegar a su destino.
Prevenga la deshidratación ingiriendo mucha agua o refresco. Evite el alcohol y la cafeína, que causan pérdida de líquidos, y las bebidas carbonatadas, que causan hinchazón.
La comida de los aviones suele contener mucha sal y grasas. Pida con anticipación alimentos sin ellas. Llévese consigo algunas frutas.
Camine entre cinco y diez minutos cada dos horas para prevenir la hinchazón de pies y tobillos. Esto reduce la probabilidad de que se le forme un coágulo en las piernas. Dése un masaje hacia arriba en los tobillos y las pantorrillas.
No cruce las piernas, pues esto favorece la hinchazón de los tobillos. Combata la tensión con un masaje de cuello y hombros; salpique unas gotas de aceite esencial relajante de lavanda o geranio en un pañuelo e inhálelo.
Tratamiento. Si llega a su destino durante el día, salga al exterior de inmediato y permanezca allí por lo menos una hora. La exposición a la luz solar ayuda al reloj biológico a reajustarse. Trate de mantenerse despierto o tome una siesta muy corta. Haga algo de ejercicio al aire libre para no quedarse dormido. Váyase a dormir a la hora local.
Si llega durante la noche, duérmase a la hora local, aunque no tenga sueño. Para dormir mejor, agregue aceite de lavanda o geranio a la tina de baño.
© READER'S DIGEST. CONDENSADO DE "CURING EVERYDAY AILMENTS THE NATURAL WAY", PUBLICADO POR READER'S DIGEST, SUDÁFRICA, MAYO DE 2001.