Publicado en
noviembre 03, 2013
SABER ESCUCHAR
AMY GRANT, cantante de gospel (cantos religiosos populares) y después estrella pop, toma muy en serio su papel de modelo para sus admiradores. Recuerda su encuentro con una adolescente canadiense:
Era una muchachita larguirucha y desgarbada, de unos 13 años, que se me acercó con ojos llorosos. Al verla volví a sentir el enorme dolor de la adolescencia. Se llamaba Ellie, y dos amigos míos acababan de tener una niña a la que le habían puesto ese mismo nombre. Al término de nuestra charla le dije que iba a telefonear a mis amigos para contarles que había conocido a una chica llamada Ellie, a quien le iba muy bien. Me lo agradeció con una enorme sonrisa.
Recuerdo que cuando era yo niña tenía cuatro álbumes de recortes de los cantantes Sonny y Cher. Sé que si en aquel entonces hubiera conocidoa Cher y ella me hubiera rechazado, ello habría sido un duro golpe para mí. Por eso, cuando me encuentro con mis admiradores, los miro a los ojos y los dejo que hablen. Creo que, muchas veces, mi trabajo consiste en escuchar.
—Patrick Connolly, en The Saturday Evening Post
EL DON DE UNA MADRE
LA LAUREADA novelista Louise Erdrich recuerda lo que su madre le enseñó:
Mi madre es una mujer paciente. Antes de cumplir 30 años ya tenía siete hijos. Cuando el bullicio y la fogosidad de nuestra juventud la abrumaban, pisaba hasta el fondo el pedal de su máquina de coser, y la aguja emprendía una loca carrera. Jamás golpeó a ninguno de sus hijos. Esa fue una lección profunda.
Yo no tengo la paciencia de mí madre; en realidad, comencé escribiendo poemas porque no podía permanecer sentada el tiempo suficiente para crear obras más extensas. La paciencia nunca se me ha dado en forma natural. Tuve incluso que adquirir la habilidad necesaria para criar a mis hijos.
Pero un día, el don de mi madre me llegó en forma misteriosa. Estaba sola con los niños, y en toda la semana ninguno de ellos había dormido bien. La mañana después de mi cuarta noche seguida de desvelo se venció el plazo que tenía yo para presentar un trabajo, y mi bebé seguía llorando. Entonces pasé de un estado de frustración aunado a la falta de sueño, tan intenso que creí que iba a estallar, a una dimensión de sorprendente calma. Sé en qué preciso momento ocurrió esto. Temblando de ira, extendí la mano hacia la niña que no cesaba de exigir atención, pero en lugar de maltratarla, toqué su cuerpecito tan delicadamente como si la estuviera envolviendo en un susurro. En ese instante ya no era la mujer que estaba a punto de desbocarse, sino que me sentí dotada de la paciencia de mi madre. Sus manos la habían vertido en mí. Este don había permanecido agazapado dentro de mí toda la vida, como un ave en su nido, aguardando el momento en que mis manos necesitaran la suave fuerza de las alas.
—Ladies' Home J ournal
LA ACTITUD DEL TRIUNFADOR
CUANDO TENÍA alrededor de 85 años, el gran chelista Pablo Casals seguía practicando su instrumento cuatro o cinco horas diarias. En cierta ocasión, una persona le preguntó por qué, a su edad, seguía trabajando con tanto empeño.
"Porque tengo la impresión de que estoy haciendo progresos", fue la genial respuesta.
—Leonard Lyons
PRIMERO LO PRIMERO
RICHARD FEYNMAN, físico ganador del Premio Nobel, atrajo la atención del mundo entero durante la investigación realizada por una comisión presidencial de Estados Unidos en torno a las causas de la explosión que destruyó el trasbordador espacial Challenger. Feynman dejó caer en un vaso de agua helada un fragmento del aro tórico de un cohete auxiliar de la nave. Así demostró que ese pedazo de hule en el que nadie se había fijado podía ser la causa del desastre, pues el hule se volvió quebradizo en el agua helada. Sobre su manera de ver el mundo, Feynman explica:
Para aprender, hay que empezar por tratar de entender las cosas simples: ¿qué es lo que sostiene las nubes en el aire?, ¿por qué de día no se distinguen las estrellas?, ¿por qué el agua aceitosa se ve irisada?, ¿por qué oscilan las lámparas que están colgadas del techo? Cuando se ha aprendido lo que es una explicación, se puede avanzar hacia cuestiones más sutiles.
—Tomado de una carta
FOTOS: (AMY GRANT) © A.J. PANTSIOS/LONDON FEATURES; (LOUISE ERDRICH) © CHRISTOPHER LITTLE/OUTLINE PRESS; (RICHARD FEYNMAN) CORTESÍA DE CALTECH.