LA SEÑAL, LA PALABRA (Bruno Henríquez)
Publicado en
abril 14, 2013
© 1995. En Axxón 74, Diciembre de 1995.
Para retornar a la producción latinoamericana, que suele ser rica y poderosa, elegimos este breve pero exacto cuento de Bruno Henríquez, activo y emprendedor profesor de Cuba que es uno de los generadores y movilizadores de la CF en este querido país del Caribe, donde el tema pega con gran fuerza entre los jóvenes y los no tan jóvenes.
Las señales del pulsar archivadas durante años cobraron nueva vida y se compararon con las recién recibidas.
Diana intuyó que la regularidad podría encerrar algo más que un fenómeno natural. Sin embargo Néstor pensó que la regularidad era sólo una ley natural en la evolución de las estrellas. Ambos, cada uno por su cuenta, debían desarrollar un programa para descifrar señales, eliminar el ruido, extraer la información y conocer, llevando a símbolos o imágenes de fácil interpretación, lo que se escondía detrás de cualquier proceso, ya fuera natural o artificial. Esto permitiría, ante la presencia de una señal cualquiera, conocer tanto qué la provocaba como en qué situación había sido producida. Esto tenía sus antecedentes en las investigaciones de análisis de señales, ya fueran provenientes de las estrellas o de los registros geofísicos, el descifrado de códigos, de mensajes secretos y en la teoría de las comunicaciones y la información.
Diana y Néstor debían desarrollar programas con una nueva variante en la cual, además de la información de los archivos, se usaría la de sus propios cerebros, donde al programa inteligente de la máquina se acoplaría el programa inteligente que la evolución natural había colocado en el homo sapiens.
Cada trabajo daría una forma diferente de acople. El de Diana proponía analizar la información usando los mecanismos aleatorios de la intuición femenina y el reflejo anticipado de la realidad, el de Néstor proponía usar el reflejo anticipado en combinación con un sistema de pronóstico determinista en el cual combinaba la relación causa efecto con los sistemas aleatorios subconscientes de asimilación de la información.
Diana:
Las señales indican una estructura compleja en el sistema de la estrella, las señales son a todas luces artificiales y se mezclan en ellas señales de radio y de televisión, con códigos variables como varían los países y las emisiones en la superficie del planeta lejano que se observa orbitando alrededor de la estrella. Es una tarea gigantesca descifrar los mensajes, hay que escoger de entre ellos los que se repiten cada cierto tiempo en bandas estrechas con periodicidad estable, como la rotación del planeta sobre sí mismo, o su desplazamiento a lo largo de su órbita.
Nestor:
Las señales indican una estructura compleja en la estrella, el ruido aleatorio de la radioemisión muestra las erupciones de la superficie, remolinos magnéticos que a la par de lanzar al vacío grandes masas de la materia estelar se sumergen con grandes sacudidas en el interior del astro hasta donde las estructuras neutrónicas permiten conocer fenómenos nunca antes observados por los terrestres.
–son palabras, conversaciones, pensamientos, mensajes...
–son señales aleatorias, ruidos, descargas eléctricas en atmósferas plasmáticas...
–...poesías, ideas hilvanadas, fragmentos de discursos...
–...números, descargas, pulsos y señales que se decodifican, imágenes de un mundo turbulento...
–...se demodulan voces que suenan como cantos, voces como de ángeles, voces como de diablos, voces, en fin, humanas...
Se acopla la mente de Diana a la mente artificial y el programa corre para descifrar los mensajes del idioma remoto donde pueden venir señales coherentes de amor o de odio, de guerras o de arte. Las ondas podían ser música o palabras, comerciales, conversaciones; quizás mensajes al espacio, mensajes a otro mundo, mensajes perdidos en el tiempo, mensajes lejanos en la historia.
Néstor usa toda la lógica humana, todo el poder de su mente para llegar a la comprensión del mundo caótico, inorgánico, que bulle y se rehace en cada interpretación de las señales en desorden que vienen de la estrella. Con su sistema nervioso que comparte bancos de datos y conocimientos con las más potentes computadoras trata de entender las leyes que regulan el desorden, el ritmo que hace oscilar la materia de la estrella, a fin de hacer entendible el ruido que genera la turbulencia del astro del problema y así sentir lo que no se sabe y saber lo que no se puede interpretar.
–...se recomponen las señales en imágenes, es una estrella que pulsa, con manchas como el Sol…
–...amor, historia, coro de voces que canta una leyenda de un reino amenazado, una princesa...
–...los patrones se identifican y recurren con una periodicidad exacta...
–...cada vez se repite más una palabra, como un aviso, un susurro o un lamento...
–...torbellinos magnéticos, nubes de plasma...
–...se narran historias de amores y de guerras y como fondo, dicha por alguien, en cada escena se repite la palabra...
–...un patrón de frecuencias se repite, algunas veces es como el resonar de alguna parte del sistema...
–...quizás sea el título de una obra, el nombre de un gobernante, de un profeta, una consigna...
–...se repite otra vez ese pulso con un espectro ya familiar y aumenta su presencia...
Las señales eran tan complejas y la periodicidad en algunos patrones tan sorprendente que en una turbulencia plasmática tan intensa se podría deber a resonadores internos, a satélites o planetas que orbitaban a gran velocidad o a pulsaciones autoexcitadas en plasmas de alta presión, y una señal, un patrón que se repite cada vez con más intensidad a partir del nivel de ruido de fondo, se adivina a veces en correlaciones que parecen más casuales que constantes, pero su amplitud aumenta y las explosiones del ruido no logran esconderla, y sigue creciendo hasta imponerse sobre el patrón de rotación, por encima de la radiación relicta, el fondo cósmico, las tormentas solares, el ruido ionosférico, más allá del ruido industrial de la Tierra...
–...es el estribillo de una canción de moda, pero en las voces se nota un tono ansioso, como un apremio o un aviso...
–...relámpagos, tormentas, sistemas que se quiebran...
–...es un grito hay miedo, una amenaza...
–...todos los factores se combinan, en todas las frecuencias aparece el patrón que se repite...
–...la palabra, como en un grito, la repiten todas las voces del planeta...
–...todo el astro tiembla de la misma forma, es el reflejo de un cambio de estructura...
–...es como una plegaria, un pedido de auxilio, un llanto inconsolable...
–...la señal de patrones repetidos, el ruido natural cubre todo el espectro. Aparece otra vez esa estructura que da la idea absurda de una voz, una palabra, que se eleva en toda su potencia y se oye como un grito...
–...la voz se quiebra en muchas voces y su suma se vuelve un estallido donde desaparece la palabra y ruge como un trueno, sólo ruido...
Desde el lugar de origen de los ruidos, de las voces, de la estrella que vibra o el mundo que nos habla, de aquel lugar que pulsa o vive con señales que desvelan a la ciencia y al mundo que la sigue, llega la luz intensa nacida hace dos siglos de la explosión inevitable de una estrella.
Fin