CIUDAD DE MÉXICO: CIFRAS QUE ASOMBRAN
Publicado en
abril 08, 2012
La capital mexicana vibra con un ritmo complejo y febril que involucra el destino común de muchos millones de personas. SELECCIONES emprendió una exhaustiva investigación y, luego de consultar medio centenar de fuentes autorizadas, pudo construir el siguiente cuadro, típico de 24 horas en la vida de esta gran ciudad y sus habitantes
Por Sergio SinaySON LAS 6 horas de una tibia mañana de septiembre. Mientras los primeros rayos del Sol iluminan suavemente los 1.499 kilómetros cuadrados —saturados de calles, edificios, monumentos y casas— que componen la capital mexicana, muchos de sus 13 millones de habitantes ya han abierto los ojos, dispuestos a emprender las actividades cotidianas. En más de la mitad de los 2.280.000 hogares que alberga la metrópoli, el sonido implacable de los despertadores rompe el sueño de los más remolones. Otros prefieren ser despertados por una voz humana, y para ello han llamado la noche anterior al 585-40-40, y pidieron a quienes atienden este servicio de Teléfonos de México que los despertaran hoy. Eso les cuesta 6,95 pesos que serán incluidos a fin de mes en su cuenta telefónica.
Como luciérnagas comienzan a encenderse las luces de los hogares —especialmente en los baños y cocinas— para iniciar el consumo eléctrico que, tomando en su conjunto al Distrito Federal, al vecino estado de México y a las ciudades de Pachuca, Toluca y Cuernavaca, alcanza los 42 millones de kilovatios/ hora por día. De las duchas y las canillas surgen las gotas iniciales de agua que, al final del día, se convertirán en un consumo superior a los 3.000 millones de litros.Luego del desayuno, más de tres millones y medio de los habitantes del Distrito Federal parten hacia sus trabajos, para lo cual se valen de las tres líneas del Metro, o de los 225 tranvías, los 424 trolebuses y los aproximadamente 7.500 autobuses que circulan por el área urbana junto a 40.000 taxis y un millón y medio de automóviles particulares. Un 12 por ciento de ellos elegirá el Metro —que transporta algo más de dos millones y medio de pasajeros por día— en tanto un 42 por ciento optará por los autobuses. El sistema de transportes resulta insuficiente para las necesidades de la ciudad, y un millón y medio de horas laborables se pierden al día por esta causa.En el camino hacia el trabajo o durante el regreso al hogar, muchos miles de estos ciudadanos comprarán uno de los 25 periódicos que se publican diariamente en México: 18 matutinos, cuatro de ellos especializados en deportes, y siete vespertinos con un tiraje total que supera el millón y medio de ejemplares.No es lo deseable, pero puede ocurrir, y ocurre, que alguno de estos millones de personas protagonice uno de los 50 accidentes de tránsito que conmueven diariamente a la metrópoli con un saldo de 53 heridos, tres muertos y daños materiales por 770.000 pesos (unos 35.000 dólares). También pueden ser víctimas de alguno de los 27 robos que se producen cada minuto o de los robos de autos denunciados cada 24 horas.Lo cierto es que entre las 8 y las 9 de la mañana la gran mayoría de la población económicamente activa estará ya en sus puestos de trabajo en 163.639 establecimientos comerciales, 82.549 de servicio y 33.873 industrias, y no los abandonará hasta las 6 o 7 de la tarde, cuando cumpla —generalmente con interrupción de una hora para comer— sus ocho horas promedio de labor.Simultáneamente con los trabajadores salen de sus hogares los estudiantes —130.000 del ciclo preescolar, 1.440.000 de enseñanza primaria, 445.000 de la secundaria, 217.102 de bachillerato y 240.689 de la universidad— para recibir los conocimientos transmitidos por 92.610 maestros en 4.372 escuelas. Un millar de vehículos escolares se encargará de trasladar a 50.000 de estos estudiantes desde y hacia sus casas.A medida que avanza la jornada el ritmo de la ciudad se agita. Alrededor de 1.650.000 aparatos telefónicos dejarán oír su sonido. Las fábricas, vehículos y maquinarias utilizarán en el día 15.000 toneladas de gas natural, 2.300 de gas licuado; 5.000 de combustóleo y 7.000 de gasolina. A medida que se acerca el mediodía, los ciudadanos se apurarán para hacer sus operaciones monetarias en una de las 500 sucursales bancarias, abiertas de las 9 a las 13:30 horas.La actividad tendrá una pausa reconfortante a la hora de la comida, cuando bares, cafeterías, restaurantes, taquerías, loncherías y hogares se preparan para el alimento principal en el día de los mexicanos. A esa hora, los habitantes del Distrito Federal consumen buena parte de los dos millones de toneladas de cereales, los 83 millones de kilos de otros granos, los 55 millones de kilos de féculas, el millón y medio de kilos de frutas y verduras, los 285.600 kilos de huevo, los 2.954 millones de litros de leche, los 47 millones de kilos de pescado y los 210 millones de kilos de trigo que son necesarios anualmente para alimentar a la población de la ciudad, esto, sumado a las 3.500 reses diarias para el suministro de carne vacuna a la metrópoli.También a mediodía aumenta el tráfico en el Aeropuerto Benito Juárez, 3.5 millones de turistas extranjeros llegan anualmente a través de 580 vuelos diarios y aprovechan para visitar los seis sitios arqueológicos, los 58 museos, las 40 galerías de arte o los dos parques zoológicos que existen en la capital. Se hospedan en los 165 hoteles disponibles, 69 de los cuales se encuentran en la zona céntrica y, de ellos, 14 clasificados con la distinguida doble A se levantan en la Zona Rosa. Por este polifacético sector comercial de la ciudad circulan diariamente 250.000 personas, invariablemente tentadas por los 793 diferentes hoteles, restaurantes, tiendas y negocios asentados en la zona.Hacia las 4 de la tarde se empiezan a poblar de imágenes las pantallas de los 220 cines que funcionan en el área metropolitana. Unas cuatro horas más tarde abrirán sus puertas los 32 teatros que incluye la cartelera de espectáculos. Para ese entonces el cielo comienza a oscurecer, en parte por la caída del Sol y en parte por la opacidad que le brinda la capa de smog de 650 toneladas que se extiende sobre la ciudad.Entonces millones de mexicanos recorren en sentido inverso su itinerario matutino y regresan a sus hogares. Parte de ellos buscará relajarse a través de la música y los programas que le ofrecen 49 emisoras de radio (30 en Amplitud Modulada y 19 en Frecuencia Modulada); otros apelarán a los televisores: existen 1.800.000 aparatos (el 79,8 por ciento de los hogares capitalinos tiene uno) para captar seis canales en español y dos en inglés.Antes del reposo, las amas de casa planearán las compras que harán al día siguiente en alguna de las 235 tiendas de autoservicio diseminadas en las diferentes colonias de la ciudad. También sacarán a la calle, para su recolección, las 11 toneladas diarias de desperdicios que produce la capital, las cuales son enviadas a plantas industrializadoras de desechos sólidos. Muchos mexicanos optarán por entregar los últimos momentos del día a la lectura de una obra que adquirieron en alguna de las 365 librerías del Distrito Federal.Entre 800 y 1.000 nuevos habitantes de la ciudad, provenientes en su mayoría de los estados de Michoacán, Puebla, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco y el estado de México, verán cumplidas sus primeras 24 horas en el nuevo lugar de residencia. Más de 4.000 reclusos en las cárceles habrán cumplido un día más de sus condenas.Hay quienes no descansan: los bomberos y los policías. Cada 24 horas ocurren en la Ciudad de México unos 10 incendios, y en las delegaciones policiales —cuya dotación total de agentes es de 35.000— se efectúa un promedio de 220.611 denuncias diarias. Tampoco descansan quienes durante la jornada han perdido a un ser querido: aproximadamente 224 personas mueren cada día en el Distrito Federal, y 70 son niños menores de cinco años.La madrugada sorprende también a quienes, noctámbulos empedernidos u ocasionales, saborean una copa o un café en alguno de los casi 200 bares, cafeterías, cabarés o clubes nocturnos que ofrecen sus servicios a esa hora.Cuando las más de 200.000 lámparas de alumbrado público finalmente se apaguen y comience la nueva jornada, algo habrá cambiado aunque ninguno de los habitantes lo note: México, capital erigida en lo que hace muchos años fue el lecho de un enorme lago, se habrá hundido, como todos los días, otros 12 milímetros.ADAPTADO DE UN ARTICULO DE MICHEL FIEDMAN EN PARIS MATCH