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Vivir la vida intensamente no es tan difícil como parece.
MI SUEGRO, cuando tenía 20 años, le dijeron que le quedaba poco tiempo de vida, porque su presión arterial era excesivamente alta. Pero ha sido afortunado. Con los años surgieron nuevos medicamentos para él y, como resultado, hoy tiene más de 70 años y disfruta de excelente salud. Pese al pronóstico de que su vida iba a ser corta, se casó, tuvo hijos y destacó profesionalmente. Debido a ese mismo pronóstico, viajó por toda Europa en una camper, pintó, practicó distintos deportes y mantuvo lazos estrechos con parientes y amigos de todo el mundo. Vivió una vida mucho más plena que muchos de sus contemporáneos.
Viva cada día como si fuera el último. Se dice que la gente que ha sobrevivido a una enfermedad o un accidente mortal, que ha vivido una tragedia o perdido a un ser querido, tiene una perspectiva distinta de la vida. Mu-chos dirán que ya no dejan nada para después. Viajan ahora, aprenden cosas nuevas ahora, se comunican con un amigo ahora. Por experiencia, saben —y todos deberíamos recordarlo— que podría no haber un
Haga una lista de las cosas buenas que le suceden cada día. ¿Qué fue aquello tan lindo que le dijo su hija el otro día? No lo recordará si no lo anota. Escribiéndolos, también los problemas pueden resolverse y las cosas malas apartarse del pensamiento. Pruébelo: ¡sí funciona!
Piense en cómo le gustaría que lo recordaran y qué le gustaría decirles a sus nietos acerca de su vida. ¿Realmente es tan importante cambiar las sábanas cada semana y tener los pisos inmaculados? Aquella junta del año pasado que le impidió asistir al concierto escolar de su hijo... ¿importa ahora?
No vale la pena que desperdicie sus energías enojándose por los muchos contratiempos pequeños de la vida. Sonría y agite la mano al conductor que no quiso cederle el paso. Es descortés y agresivo, pero ése es su problema. ¿Perdió usted su transporte? Irritarse no sirve de nada; el transporte ya se fue. Disfrute un café mientras espera que llegue el siguiente.
Hágalas ya. Dejar las cosas para después desgasta el espíritu y agobia la mente. Si está pensando y preocupándose por algo que tiene que hacer, más vale que ponga manos a la obra.
La vida empieza a parecer una faena tediosa cuando hacemos lo mismo día tras día, semana tras semana. Necesitamos darle interés y variedad. Si usted acostumbra dormir los domingos por la mañana, levantarse tarde deja de ser algo especial. ¿Por qué no se levanta temprano y se va a desayunar al parque o al campo? Llegará antes que el resto de la gente y se irá cuando los demás estén llegando. El día le parecerá mucho más largo. (O, si usted nunca se levanta tarde, ¡busque la manera de hacerlo un día! ¡Verá qué agasajo!)
De acuerdo, otros tienen una piscina, el último equipo de sonido, un auto nuevo... ¿Y qué? Es probable que trabajen todos los fines de semana y que jamás vean a sus amigos. ¿Quién está mejor, en realidad?
La ropa que no ha usado en un año, la vajilla que siempre ha odiado, los utensilios de cocina que sólo estorban y las sábanas que ya no usa (¡todavía guarda ropa de cuna y su
No tiene por qué hacer eso que le piden. Su vida ya es bastante complicada y usted siempre anda de un lado a otro. Regálese un espacio para pensar y un tiempo para hacer algo por usted mismo.
¿De veras él o ella ha cambiado tanto? O (¡piénselo!), ¿será en realidad la misma persona de la que usted se enamoró? Quizá la relación necesite atención —todo necesita cierto trabajo de reparación o mantenimiento después de unos años—, ¡pero sin duda las piezas aún funcionan bien!
Tanto su pareja como su familia merecen, por lo menos, la misma consideración que usted muestra hacia sus amigos. Y usted también merece lo mismo de todos ellos.
Dígales lo que le gusta de ellos. Elógielos cuando hagan algo bien. Un poco de alabanza no daña a nadie, y pronto le van a decir a usted también que está haciendo bien las cosas. Todo eso, y mucho más, es posible.
Tal vez le resulte difícil pero, si los problemas de ellos están empezando a afectarlo a usted, necesita tratar de no estar siempre tan disponible. Ellos necesitan hacer frente a sus problemas y salir adelante en la vida.
Aunque haya perdido contacto con ellos, no tiene que ser para siempre. Y, ¿cuánto tiempo ha pasado desde que habló con la tía Susana? A ella le encantará saber de usted.
Corte unas flores frescas de su jardín, o levántese temprano y vaya al mercado para llenar su casa de flores, frutas y verduras poco costosas. ¡Reviva la costumbre de tener plantas en macetas! Llenarán su casa de vida y color.
El vasto horizonte, el viento, las olas, los pies descalzos en la arena, el sol en la espalda... no hay nada mejor para el alma. (Kendra, una amiga mía, se siente igual de renovada y revitalizada caminando en la montaña. Cada cual lo suyo.)
Pinte, esculpa, cosa, hornee, haga jardinería... ¡Lo que sea!
Salga de su casa o abra las ventanas de par en par. Respire profundamente de tal modo que llene los pulmones y sienta cómo, poco a poco, sale de ellos el aire viciado.
Este suave ejercicio lo llenará de vigor físico y mental desde la primera vez. Hágalo regularmente y se sentirá cada día mejor.
Ríase todo lo que pueda. También a carcajadas. Es muy bueno para el alma.
Es cierto: un cambio de atmósfera es tan bueno como disfru-tar un día libre.
Programe unas vacaciones largamente anheladas, una salida en la noche, un masaje.
Haga que todos se vistan con sus mejores galas y decore el comedor y la mesa. Reciba a sus invitados con cocteles o champaña y ponga música. Dedique tiempo suficiente a planear el menú y disfrute salir de compras y preparar los alimentos. La gente va a responder de manera positiva al ver que usted hizo un verdadero esfuerzo por complacerlos a todos. La noche resultará muy divertida. Y no se preocupe demasiado por limpiar antes la casa- nadie reparará en la diferencia.
Pruebe y lo verá.
Tal vez pueda sonar un poco cursi, pero, ¿qué tiene de malo? Empiece por dominar el impulso de tocarle la bocina al conductor del automóvil de adelante. Podría incluso hacer algo positivo dedicando su tiempo a una obra de beneficencia.