• 10
  • COPIAR-MOVER-ELIMINAR POR SELECCIÓN

  • Copiar Mover Eliminar


    Elegir Bloque de Imágenes

    Desde Hasta
  • GUARDAR IMAGEN


  • Guardar por Imagen

    Guardar todas las Imágenes

    Guardar por Selección

    Fijar "Guardar Imágenes"


  • Banco 1
    Banco 2
    Banco 3
    Banco 4
    Banco 5
    Banco 6
    Banco 7
    Banco 8
    Banco 9
    Banco 10
    Banco 11
    Banco 12
    Banco 13
    Banco 14
    Banco 15
    Banco 16
    Banco 17
    Banco 18
    Banco 19
    Banco 20
    Banco 21
    Banco 22
    Banco 23
    Banco 24
    Banco 25
    Banco 26
    Banco 27
    Banco 28
    Banco 29
    Banco 30
    Banco 31
    Banco 32
    Banco 33
    Banco 34
    Banco 35
    Banco 36
    Banco 37
    Banco 38
    Banco 39
    Banco 40
    Banco 41
    Banco 42
    Banco 43
    Banco 44
    Banco 45
    Banco 46
    Banco 47
    Banco 48
    Banco 49
    Banco 50

  • COPIAR-MOVER IMAGEN

  • Copiar Mover

  • Transición (aprox.)

  • T 1 (1 seg)


    T 2 (3 seg)


    T 3 (5 seg)


    T 4 (s) (8 seg)


    T 5 (10 seg)


    T 6 (15 seg)


    T 7 (20 seg)


    T 8 (30 seg)


    T 9 (40 seg)


    T 10 (50 seg)

    ---------------------

    T 11 (1 min)


    T 12 (5 min)


    T 13 (10 min)


    T 14 (15 min)


    T 15 (20 min)


    T 16 (30 min)


    T 17 (45 min)

    ---------------------

    T 18 (1 hor)


  • Efecto de Cambio

  • SELECCIONADOS


    OPCIONES

    Todos los efectos


    Elegir Efectos


    Desactivar Elegir Efectos


    Borrar Selección


    EFECTOS

    Ninguno


    Bounce


    Bounce In


    Bounce In Left


    Bounce In Right


    Fade In (estándar)


    Fade In Down


    Fade In Up


    Fade In Left


    Fade In Right


    Flash


    Flip


    Flip In X


    Flip In Y


    Heart Beat


    Jack In The box


    Jello


    Light Speed In


    Pulse


    Roll In


    Rotate In


    Rotate In Down Left


    Rotate In Down Right


    Rotate In Up Left


    Rotate In Up Right


    Rubber Band


    Shake


    Slide In Up


    Slide In Down


    Slide In Left


    Slide In Right


    Swing


    Tada


    Wobble


    Zoom In


    Zoom In Down


    Zoom In Up


    Zoom In Left


    Zoom In Right


  • CAMBIAR TIEMPO DE LECTURA

  • Tiempo actual:
    m

    Ingresar Minutos

  • OTRAS OPCIONES
  • ▪ Eliminar Lecturas
  • ▪ Historial de Nvgc
  • ▪ Borrar Historial Nvgc
  • ▪ Ventana de Música
  • ▪ Zoom del Blog:
  • ▪ Última Lectura
  • ▪ Manual del Blog
  • ▪ Resolución:
  • ▪ Listas, actualizado en
  • ▪ Limpiar Variables
  • ▪ Imágenes por Categoría
  • PUNTO A GUARDAR



  • Tipea en el recuadro blanco alguna referencia, o, déjalo en blanco y da click en "Referencia"
  • CATEGORÍAS
  • ▪ Libros
  • ▪ Relatos
  • ▪ Arte-Gráficos
  • ▪ Bellezas del Cine y Televisión
  • ▪ Biografías
  • ▪ Chistes que Llegan a mi Email
  • ▪ Consejos Sanos Para el Alma
  • ▪ Cuidando y Encaminando a los Hijos
  • ▪ Datos Interesante. Vale la pena Saber
  • ▪ Fotos: Paisajes y Temas Varios
  • ▪ Historias de Miedo
  • ▪ La Relación de Pareja
  • ▪ La Tía Eulogia
  • ▪ La Vida se ha Convertido en un Lucro
  • ▪ Leyendas Urbanas
  • ▪ Mensajes Para Reflexionar
  • ▪ Personajes de Disney
  • ▪ Salud y Prevención
  • ▪ Sucesos y Proezas que Conmueven
  • ▪ Temas Varios
  • ▪ Tu Relación Contigo Mismo y el Mundo
  • ▪ Un Mundo Inseguro
  • REVISTAS DINERS
  • ▪ Diners-Agosto 1989
  • ▪ Diners-Mayo 1993
  • ▪ Diners-Septiembre 1993
  • ▪ Diners-Noviembre 1993
  • ▪ Diners-Diciembre 1993
  • ▪ Diners-Abril 1994
  • ▪ Diners-Mayo 1994
  • ▪ Diners-Junio 1994
  • ▪ Diners-Julio 1994
  • ▪ Diners-Octubre 1994
  • ▪ Diners-Enero 1995
  • ▪ Diners-Marzo 1995
  • ▪ Diners-Junio 1995
  • ▪ Diners-Septiembre 1995
  • ▪ Diners-Febrero 1996
  • ▪ Diners-Julio 1996
  • ▪ Diners-Septiembre 1996
  • ▪ Diners-Febrero 1998
  • ▪ Diners-Abril 1998
  • ▪ Diners-Mayo 1998
  • ▪ Diners-Octubre 1998
  • ▪ Diners-Temas Rescatados
  • REVISTAS SELECCIONES
  • ▪ Selecciones-Enero 1965
  • ▪ Selecciones-Agosto 1965
  • ▪ Selecciones-Julio 1968
  • ▪ Selecciones-Abril 1969
  • ▪ Selecciones-Febrero 1970
  • ▪ Selecciones-Marzo 1970
  • ▪ Selecciones-Mayo 1970
  • ▪ Selecciones-Marzo 1972
  • ▪ Selecciones-Mayo 1973
  • ▪ Selecciones-Junio 1973
  • ▪ Selecciones-Julio 1973
  • ▪ Selecciones-Diciembre 1973
  • ▪ Selecciones-Enero 1974
  • ▪ Selecciones-Marzo 1974
  • ▪ Selecciones-Mayo 1974
  • ▪ Selecciones-Julio 1974
  • ▪ Selecciones-Septiembre 1974
  • ▪ Selecciones-Marzo 1975
  • ▪ Selecciones-Junio 1975
  • ▪ Selecciones-Noviembre 1975
  • ▪ Selecciones-Marzo 1976
  • ▪ Selecciones-Mayo 1976
  • ▪ Selecciones-Noviembre 1976
  • ▪ Selecciones-Enero 1977
  • ▪ Selecciones-Febrero 1977
  • ▪ Selecciones-Mayo 1977
  • ▪ Selecciones-Septiembre 1977
  • ▪ Selecciones-Octubre 1977
  • ▪ Selecciones-Enero 1978
  • ▪ Selecciones-Octubre 1978
  • ▪ Selecciones-Diciembre 1978
  • ▪ Selecciones-Enero 1979
  • ▪ Selecciones-Marzo 1979
  • ▪ Selecciones-Julio 1979
  • ▪ Selecciones-Agosto 1979
  • ▪ Selecciones-Octubre 1979
  • ▪ Selecciones-Abril 1980
  • ▪ Selecciones-Agosto 1980
  • ▪ Selecciones-Septiembre 1980
  • ▪ Selecciones-Diciembre 1980
  • ▪ Selecciones-Febrero 1981
  • ▪ Selecciones-Septiembre 1981
  • ▪ Selecciones-Abril 1982
  • ▪ Selecciones-Mayo 1983
  • ▪ Selecciones-Julio 1984
  • ▪ Selecciones-Junio 1985
  • ▪ Selecciones-Septiembre 1987
  • ▪ Selecciones-Abril 1988
  • ▪ Selecciones-Febrero 1989
  • ▪ Selecciones-Abril 1989
  • ▪ Selecciones-Marzo 1990
  • ▪ Selecciones-Abril 1991
  • ▪ Selecciones-Mayo 1991
  • ▪ Selecciones-Octubre 1991
  • ▪ Selecciones-Diciembre 1991
  • ▪ Selecciones-Febrero 1992
  • ▪ Selecciones-Junio 1992
  • ▪ Selecciones-Septiembre 1992
  • ▪ Selecciones-Febrero 1994
  • ▪ Selecciones-Mayo 1994
  • ▪ Selecciones-Abril 1995
  • ▪ Selecciones-Mayo 1995
  • ▪ Selecciones-Septiembre 1995
  • ▪ Selecciones-Diciembre 1995
  • ▪ Selecciones-Junio 1996
  • ▪ Selecciones-Mayo 1997
  • ▪ Selecciones-Enero 1998
  • ▪ Selecciones-Febrero 1998
  • ▪ Selecciones-Julio 1999
  • ▪ Selecciones-Diciembre 1999
  • ▪ Selecciones-Febrero 2000
  • ▪ Selecciones-Diciembre 2001
  • ▪ Selecciones-Febrero 2002
  • ▪ Selecciones-Mayo 2005
  • CATEGORIAS
  • Arte-Gráficos
  • Bellezas
  • Biografías
  • Chistes que llegan a mi Email
  • Consejos Sanos para el Alma
  • Cuidando y Encaminando a los Hijos
  • Datos Interesantes
  • Fotos: Paisajes y Temas varios
  • Historias de Miedo
  • La Relación de Pareja
  • La Tía Eulogia
  • La Vida se ha convertido en un Lucro
  • Leyendas Urbanas
  • Mensajes para Reflexionar
  • Personajes Disney
  • Salud y Prevención
  • Sucesos y Proezas que conmueven
  • Temas Varios
  • Tu Relación Contigo mismo y el Mundo
  • Un Mundo Inseguro
  • TODAS LAS REVISTAS
  • Selecciones
  • Diners
  • REVISTAS DINERS
  • Diners-Agosto 1989
  • Diners-Mayo 1993
  • Diners-Septiembre 1993
  • Diners-Noviembre 1993
  • Diners-Diciembre 1993
  • Diners-Abril 1994
  • Diners-Mayo 1994
  • Diners-Junio 1994
  • Diners-Julio 1994
  • Diners-Octubre 1994
  • Diners-Enero 1995
  • Diners-Marzo 1995
  • Diners-Junio 1995
  • Diners-Septiembre 1995
  • Diners-Febrero 1996
  • Diners-Julio 1996
  • Diners-Septiembre 1996
  • Diners-Febrero 1998
  • Diners-Abril 1998
  • Diners-Mayo 1998
  • Diners-Octubre 1998
  • Diners-Temas Rescatados
  • REVISTAS SELECCIONES
  • Selecciones-Enero 1965
  • Selecciones-Agosto 1965
  • Selecciones-Julio 1968
  • Selecciones-Abril 1969
  • Selecciones-Febrero 1970
  • Selecciones-Marzo 1970
  • Selecciones-Mayo 1970
  • Selecciones-Marzo 1972
  • Selecciones-Mayo 1973
  • Selecciones-Junio 1973
  • Selecciones-Julio 1973
  • Selecciones-Diciembre 1973
  • Selecciones-Enero 1974
  • Selecciones-Marzo 1974
  • Selecciones-Mayo 1974
  • Selecciones-Julio 1974
  • Selecciones-Septiembre 1974
  • Selecciones-Marzo 1975
  • Selecciones-Junio 1975
  • Selecciones-Noviembre 1975
  • Selecciones-Marzo 1976
  • Selecciones-Mayo 1976
  • Selecciones-Noviembre 1976
  • Selecciones-Enero 1977
  • Selecciones-Febrero 1977
  • Selecciones-Mayo 1977
  • Selecciones-Octubre 1977
  • Selecciones-Septiembre 1977
  • Selecciones-Enero 1978
  • Selecciones-Octubre 1978
  • Selecciones-Diciembre 1978
  • Selecciones-Enero 1979
  • Selecciones-Marzo 1979
  • Selecciones-Julio 1979
  • Selecciones-Agosto 1979
  • Selecciones-Octubre 1979
  • Selecciones-Abril 1980
  • Selecciones-Agosto 1980
  • Selecciones-Septiembre 1980
  • Selecciones-Diciembre 1980
  • Selecciones-Febrero 1981
  • Selecciones-Septiembre 1981
  • Selecciones-Abril 1982
  • Selecciones-Mayo 1983
  • Selecciones-Julio 1984
  • Selecciones-Junio 1985
  • Selecciones-Septiembre 1987
  • Selecciones-Abril 1988
  • Selecciones-Febrero 1989
  • Selecciones-Abril 1989
  • Selecciones-Marzo 1990
  • Selecciones-Abril 1991
  • Selecciones-Mayo 1991
  • Selecciones-Octubre 1991
  • Selecciones-Diciembre 1991
  • Selecciones-Febrero 1992
  • Selecciones-Junio 1992
  • Selecciones-Septiembre 1992
  • Selecciones-Febrero 1994
  • Selecciones-Mayo 1994
  • Selecciones-Abril 1995
  • Selecciones-Mayo 1995
  • Selecciones-Septiembre 1995
  • Selecciones-Diciembre 1995
  • Selecciones-Junio 1996
  • Selecciones-Mayo 1997
  • Selecciones-Enero 1998
  • Selecciones-Febrero 1998
  • Selecciones-Julio 1999
  • Selecciones-Diciembre 1999
  • Selecciones-Febrero 2000
  • Selecciones-Diciembre 2001
  • Selecciones-Febrero 2002
  • Selecciones-Mayo 2005

  • SOMBRA DEL TEMA
  • ▪ Quitar
  • ▪ Normal
  • Publicaciones con Notas

    Notas de esta Página

    Todas las Notas

    Banco 1
    Banco 2
    Banco 3
    Banco 4
    Banco 5
    Banco 6
    Banco 7
    Banco 8
    Banco 9
    Banco 10
    Banco 11
    Banco 12
    Banco 13
    Banco 14
    Banco 15
    Banco 16
    Banco 17
    Banco 18
    Banco 19
    Banco 20
    Banco 21
    Banco 22
    Banco 23
    Banco 24
    Banco 25
    Banco 26
    Banco 27
    Banco 28
    Banco 29
    Banco 30
    Banco 31
    Banco 32
    Banco 33
    Banco 34
    Banco 35
    Banco 36
    Banco 37
    Banco 38
    Banco 39
    Banco 40
    Banco 41
    Banco 42
    Banco 43
    Banco 44
    Banco 45
    Banco 46
    Banco 47
    Banco 48
    Banco 49
    Banco 50
    Ingresar Clave



    ÍNDICE
  • FAVORITOS
  • Instrumental
  • 12 Mornings - Audionautix - 2:33
  • Allegro (Autumn. Concerto F Major Rv 293) - Antonio Vivaldi - 3:35
  • Allegro (Winter. Concerto F Minor Rv 297) - Antonio Vivaldi - 3:52
  • Americana Suite - Mantovani - 7:58
  • An Der Schonen Blauen Donau, Walzer, Op. 314 (The Blue Danube) (Csr Symphony Orchestra) - Johann Strauss - 9:26
  • Annen. Polka, Op. 117 (Polish State Po) - Johann Strauss Jr - 4:30
  • Autumn Day - Kevin Macleod - 3:05
  • Bolereando - Quincas Moreira - 3:04
  • Ersatz Bossa - John Deley And The 41 Players - 2:53
  • España - Mantovani - 3:22
  • Fireflies And Stardust - Kevin Macleod - 4:15
  • Floaters - Jimmy Fontanez & Media Right Productions - 1:50
  • Fresh Fallen Snow - Chris Haugen - 3:33
  • Gentle Sex (Dulce Sexo) - Esoteric - 9:46
  • Green Leaves - Audionautix - 3:40
  • Hills Behind - Silent Partner - 2:01
  • Island Dream - Chris Haugen - 2:30
  • Love Or Lust - Quincas Moreira - 3:39
  • Nostalgia - Del - 3:26
  • One Fine Day - Audionautix - 1:43
  • Osaka Rain - Albis - 1:48
  • Read All Over - Nathan Moore - 2:54
  • Si Señorita - Chris Haugen.mp3 - 2:18
  • Snowy Peaks II - Chris Haugen - 1:52
  • Sunset Dream - Cheel - 2:41
  • Swedish Rhapsody - Mantovani - 2:10
  • Travel The World - Del - 3:56
  • Tucson Tease - John Deley And The 41 Players - 2:30
  • Walk In The Park - Audionautix - 2:44
  • Naturaleza
  • Afternoon Stream - 30:12
  • Big Surf (Ocean Waves) - 8:03
  • Bobwhite, Doves & Cardinals (Morning Songbirds) - 8:58
  • Brookside Birds (Morning Songbirds) - 6:54
  • Cicadas (American Wilds) - 5:27
  • Crickets & Wolves (American Wilds) - 8:56
  • Deep Woods (American Wilds) - 4:08
  • Duet (Frog Chorus) - 2:24
  • Echoes Of Nature (Beluga Whales) - 1h00:23
  • Evening Thunder - 30:01
  • Exotische Reise - 30:30
  • Frog Chorus (American Wilds) - 7:36
  • Frog Chorus (Frog Chorus) - 44:28
  • Jamboree (Thundestorm) - 16:44
  • Low Tide (Ocean Waves) - 10:11
  • Magicmoods - Ocean Surf - 26:09
  • Marsh (Morning Songbirds) - 3:03
  • Midnight Serenade (American Wilds) - 2:57
  • Morning Rain - 30:11
  • Noche En El Bosque (Brainwave Lab) - 2h20:31
  • Pacific Surf & Songbirds (Morning Songbirds) - 4:55
  • Pebble Beach (Ocean Waves) - 12:49
  • Pleasant Beach (Ocean Waves) - 19:32
  • Predawn (Morning Songbirds) - 16:35
  • Rain With Pygmy Owl (Morning Songbirds) - 3:21
  • Showers (Thundestorm) - 3:00
  • Songbirds (American Wilds) - 3:36
  • Sparkling Water (Morning Songbirds) - 3:02
  • Thunder & Rain (Thundestorm) - 25:52
  • Verano En El Campo (Brainwave Lab) - 2h43:44
  • Vertraumter Bach - 30:29
  • Water Frogs (Frog Chorus) - 3:36
  • Wilderness Rainshower (American Wilds) - 14:54
  • Wind Song - 30:03
  • Relajación
  • Concerning Hobbits - 2:55
  • Constant Billy My Love To My - Kobialka - 5:45
  • Dance Of The Blackfoot - Big Sky - 4:32
  • Emerald Pools - Kobialka - 3:56
  • Gypsy Bride - Big Sky - 4:39
  • Interlude No.2 - Natural Dr - 2:27
  • Interlude No.3 - Natural Dr - 3:33
  • Kapha Evening - Bec Var - Bruce Brian - 18:50
  • Kapha Morning - Bec Var - Bruce Brian - 18:38
  • Misterio - Alan Paluch - 19:06
  • Natural Dreams - Cades Cove - 7:10
  • Oh, Why Left I My Hame - Kobialka - 4:09
  • Sunday In Bozeman - Big Sky - 5:40
  • The Road To Durbam Longford - Kobialka - 3:15
  • Timberline Two Step - Natural Dr - 5:19
  • Waltz Of The Winter Solace - 5:33
  • You Smile On Me - Hufeisen - 2:50
  • You Throw Your Head Back In Laughter When I Think Of Getting Angry - Hufeisen - 3:43
  • Halloween-Suspenso
  • A Night In A Haunted Cemetery - Immersive Halloween Ambience - Rainrider Ambience - 13:13
  • A Sinister Power Rising Epic Dark Gothic Soundtrack - 1:13
  • Acecho - 4:34
  • Alone With The Darkness - 5:06
  • Atmosfera De Suspenso - 3:08
  • Awoke - 0:54
  • Best Halloween Playlist 2023 - Cozy Cottage - 1h17:43
  • Black Sunrise Dark Ambient Soundscape - 4:00
  • Cinematic Horror Climax - 0:59
  • Creepy Halloween Night - 1:54
  • Creepy Music Box Halloween Scary Spooky Dark Ambient - 1:05
  • Dark Ambient Horror Cinematic Halloween Atmosphere Scary - 1:58
  • Dark Mountain Haze - 1:44
  • Dark Mysterious Halloween Night Scary Creepy Spooky Horror Music - 1:35
  • Darkest Hour - 4:00
  • Dead Home - 0:36
  • Deep Relaxing Horror Music - Aleksandar Zavisin - 1h01:28
  • Everything You Know Is Wrong - 0:46
  • Geisterstimmen - 1:39
  • Halloween Background Music - 1:01
  • Halloween Spooky Horror Scary Creepy Funny Monsters And Zombies - 1:21
  • Halloween Spooky Trap - 1:05
  • Halloween Time - 0:57
  • Horrible - 1:36
  • Horror Background Atmosphere - Pixabay-Universfield - 1:05
  • Horror Background Music Ig Version 60s - 1:04
  • Horror Music Scary Creepy Dark Ambient Cinematic Lullaby - 1:52
  • Horror Sound Mk Sound Fx - 13:39
  • Inside Serial Killer 39s Cove Dark Thriller Horror Soundtrack Loopable - 0:29
  • Intense Horror Music - Pixabay - 1:37
  • Long Thriller Theme - 8:00
  • Melancholia Music Box Sad-Creepy Song - 3:42
  • Mix Halloween-1 - 33:58
  • Mix Halloween-2 - 33:34
  • Mix Halloween-3 - 58:53
  • Mix-Halloween - Spooky-2022 - 1h19:23
  • Movie Theme - A Nightmare On Elm Street - 1984 - 4:06
  • Movie Theme - Children Of The Corn - 3:03
  • Movie Theme - Dead Silence - 2:56
  • Movie Theme - Friday The 13th - 11:11
  • Movie Theme - Halloween - John Carpenter - 2:25
  • Movie Theme - Halloween II - John Carpenter - 4:30
  • Movie Theme - Halloween III - 6:16
  • Movie Theme - Insidious - 3:31
  • Movie Theme - Prometheus - 1:34
  • Movie Theme - Psycho - 1960 - 1:06
  • Movie Theme - Sinister - 6:56
  • Movie Theme - The Omen - 2:35
  • Movie Theme - The Omen II - 5:05
  • Música - 8 Bit Halloween Story - 2:03
  • Música - Esto Es Halloween - El Extraño Mundo De Jack - 3:08
  • Música - Esto Es Halloween - El Extraño Mundo De Jack - Amanda Flores Todas Las Voces - 3:09
  • Música - For Halloween Witches Brew - 1:07
  • Música - Halloween Surfing With Spooks - 1:16
  • Música - Spooky Halloween Sounds - 1:23
  • Música - This Is Halloween - 2:14
  • Música - This Is Halloween - Animatic Creepypasta Remake - 3:16
  • Música - This Is Halloween Cover By Oliver Palotai Simone Simons - 3:10
  • Música - This Is Halloween - From Tim Burton's The Nightmare Before Christmas - 3:13
  • Música - This Is Halloween - Marilyn Manson - 3:20
  • Música - Trick Or Treat - 1:08
  • Música De Suspenso - Bosque Siniestro - Tony Adixx - 3:21
  • Música De Suspenso - El Cementerio - Tony Adixx - 3:33
  • Música De Suspenso - El Pantano - Tony Adixx - 4:21
  • Música De Suspenso - Fantasmas De Halloween - Tony Adixx - 4:01
  • Música De Suspenso - Muñeca Macabra - Tony Adixx - 3:03
  • Música De Suspenso - Payasos Asesinos - Tony Adixx - 3:38
  • Música De Suspenso - Trampa Oscura - Tony Adixx - 2:42
  • Música Instrumental De Suspenso - 1h31:32
  • Mysterios Horror Intro - 0:39
  • Mysterious Celesta - 1:04
  • Nightmare - 2:32
  • Old Cosmic Entity - 2:15
  • One-Two Freddys Coming For You - 0:29
  • Out Of The Dark Creepy And Scary Voices - 0:59
  • Pandoras Music Box - 3:07
  • Peques - 5 Calaveras Saltando En La Cama - Educa Baby TV - 2:18
  • Peques - A Mi Zombie Le Duele La Cabeza - Educa Baby TV - 2:49
  • Peques - Halloween Scary Horror And Creepy Spooky Funny Children Music - 2:53
  • Peques - Join Us - Horror Music With Children Singing - 1:58
  • Peques - La Familia Dedo De Monstruo - Educa Baby TV - 3:31
  • Peques - Las Calaveras Salen De Su Tumba Chumbala Cachumbala - 3:19
  • Peques - Monstruos Por La Ciudad - Educa Baby TV - 3:17
  • Peques - Tumbas Por Aquí, Tumbas Por Allá - Luli Pampin - 3:17
  • Scary Forest - 2:37
  • Scary Spooky Creepy Horror Ambient Dark Piano Cinematic - 2:06
  • Slut - 0:48
  • Sonidos - A Growing Hit For Spooky Moments - Pixabay-Universfield - 0:05
  • Sonidos - A Short Horror With A Build Up - Pixabay-Universfield - 0:13
  • Sonidos - Castillo Embrujado - Creando Emociones - 1:05
  • Sonidos - Cinematic Impact Climax Intro - Pixabay - 0:26
  • Sonidos - Creepy Ambience - 1:52
  • Sonidos - Creepy Atmosphere - 2:01
  • Sonidos - Creepy Cave - 0:06
  • Sonidos - Creepy Church Hell - 1:03
  • Sonidos - Creepy Horror Sound Ghostly - 0:16
  • Sonidos - Creepy Horror Sound Possessed Laughter - Pixabay-Alesiadavina - 0:04
  • Sonidos - Creepy Ring Around The Rosie - 0:20
  • Sonidos - Creepy Soundscape - Pixabay - 0:50
  • Sonidos - Creepy Vocal Ambience - 1:12
  • Sonidos - Creepy Whispering - Pixabay - 0:03
  • Sonidos - Cueva De Los Espiritus - The Girl Of The Super Sounds - 3:47
  • Sonidos - Disturbing Horror Sound Creepy Laughter - Pixabay-Alesiadavina - 0:05
  • Sonidos - Eerie Horror Sound Evil Woman - 0:06
  • Sonidos - Eerie Horror Sound Ghostly 2 - 0:22
  • Sonidos - Efecto De Tormenta Y Música Siniestra - 2:00
  • Sonidos - Erie Ghost Sound Scary Sound Paranormal - 0:15
  • Sonidos - Ghost Sigh - Pixabay - 0:05
  • Sonidos - Ghost Sound Ghostly - 0:12
  • Sonidos - Ghost Voice Halloween Moany Ghost - 0:14
  • Sonidos - Ghost Whispers - Pixabay - 0:23
  • Sonidos - Ghosts-Whispering-Screaming - Lara's Horror Sounds - 2h03:28
  • Sonidos - Halloween Horror Voice Hello - 0:05
  • Sonidos - Halloween Impact - 0:06
  • Sonidos - Halloween Intro 1 - 0:11
  • Sonidos - Halloween Intro 2 - 0:11
  • Sonidos - Halloween Sound Ghostly 2 - 0:20
  • Sonidos - Hechizo De Bruja - 0:11
  • Sonidos - Horror - Pixabay - 1:36
  • Sonidos - Horror Demonic Sound - Pixabay-Alesiadavina - 0:15
  • Sonidos - Horror Sfx - Pixabay - 0:04
  • Sonidos - Horror Sound Effect - 0:21
  • Sonidos - Horror Voice Flashback - Pixabay - 0:10
  • Sonidos - Magia - 0:05
  • Sonidos - Maniac In The Dark - Pixabay-Universfield - 0:15
  • Sonidos - Miedo-Suspenso - Live Better Media - 8:05
  • Sonidos - Para Recorrido De Casa Del Terror - Dangerous Tape Avi - 1:16
  • Sonidos - Posesiones - Horror Movie Dj's - 1:35
  • Sonidos - Risa De Bruja 1 - 0:04
  • Sonidos - Risa De Bruja 2 - 0:09
  • Sonidos - Risa De Bruja 3 - 0:08
  • Sonidos - Risa De Bruja 4 - 0:06
  • Sonidos - Risa De Bruja 5 - 0:03
  • Sonidos - Risa De Bruja 6 - 0:03
  • Sonidos - Risa De Bruja 7 - 0:09
  • Sonidos - Risa De Bruja 8 - 0:11
  • Sonidos - Scary Ambience - 2:08
  • Sonidos - Scary Creaking Knocking Wood - Pixabay - 0:26
  • Sonidos - Scary Horror Sound - 0:13
  • Sonidos - Scream With Echo - Pixabay - 0:05
  • Sonidos - Suspense Creepy Ominous Ambience - 3:23
  • Sonidos - Terror - Ronwizlee - 6:33
  • Suspense Dark Ambient - 2:34
  • Tense Cinematic - 3:14
  • Terror Ambience - Pixabay - 2:01
  • The Spell Dark Magic Background Music Ob Lix - 3:23
  • Trailer Agresivo - 0:49
  • Welcome To The Dark On Halloween - 2:25
  • Zombie Party Time - 4:36
  • 20 Villancicos Tradicionales - Los Niños Cantores De Navidad Vol.1 (1999) - 53:21
  • 30 Mejores Villancicos De Navidad - Mundo Canticuentos - 1h11:57
  • Blanca Navidad - Coros de Amor - 3:00
  • Christmas Ambience - Rainrider Ambience - 3h00:00
  • Christmas Time - Alma Cogan - 2:48
  • Christmas Village - Aaron Kenny - 1:32
  • Clásicos De Navidad - Orquesta Sinfónica De Londres - 51:44
  • Deck The Hall With Boughs Of Holly - Anre Rieu - 1:33
  • Deck The Halls - Jingle Punks - 2:12
  • Deck The Halls - Nat King Cole - 1:08
  • Frosty The Snowman - Nat King Cole-1950 - 2:18
  • Frosty The Snowman - The Ventures - 2:01
  • I Wish You A Merry Christmas - Bing Crosby - 1:53
  • It's A Small World - Disney Children's - 2:04
  • It's The Most Wonderful Time Of The Year - Andy Williams - 2:32
  • Jingle Bells - 1957 - Bobby Helms - 2:11
  • Jingle Bells - Am Classical - 1:36
  • Jingle Bells - Frank Sinatra - 2:05
  • Jingle Bells - Jim Reeves - 1:47
  • Jingle Bells - Les Paul - 1:36
  • Jingle Bells - Original Lyrics - 2:30
  • La Pandilla Navideña - A Belen Pastores - 2:24
  • La Pandilla Navideña - Ángeles Y Querubines - 2:33
  • La Pandilla Navideña - Anton - 2:54
  • La Pandilla Navideña - Campanitas Navideñas - 2:50
  • La Pandilla Navideña - Cantad Cantad - 2:39
  • La Pandilla Navideña - Donde Será Pastores - 2:35
  • La Pandilla Navideña - El Amor De Los Amores - 2:56
  • La Pandilla Navideña - Ha Nacido Dios - 2:29
  • La Pandilla Navideña - La Nanita Nana - 2:30
  • La Pandilla Navideña - La Pandilla - 2:29
  • La Pandilla Navideña - Pastores Venid - 2:20
  • La Pandilla Navideña - Pedacito De Luna - 2:13
  • La Pandilla Navideña - Salve Reina Y Madre - 2:05
  • La Pandilla Navideña - Tutaina - 2:09
  • La Pandilla Navideña - Vamos, Vamos Pastorcitos - 2:29
  • La Pandilla Navideña - Venid, Venid, Venid - 2:15
  • La Pandilla Navideña - Zagalillo - 2:16
  • Let It Snow! Let It Snow! - Dean Martin - 1:55
  • Let It Snow! Let It Snow! - Frank Sinatra - 2:35
  • Los Peces En El Río - Los Niños Cantores de Navidad - 2:15
  • Music Box We Wish You A Merry Christmas - 0:27
  • Navidad - Himnos Adventistas - 35:35
  • Navidad - Instrumental Relajante - Villancicos - 1 - 58:29
  • Navidad - Instrumental Relajante - Villancicos - 2 - 2h00:43
  • Navidad - Jazz Instrumental - Canciones Y Villancicos - 1h08:52
  • Navidad - Piano Relajante Para Descansar - 1h00:00
  • Noche De Paz - 3:40
  • Rocking Around The Christmas Tree - Brenda Lee - 2:08
  • Rocking Around The Christmas Tree - Mel & Kim - 3:32
  • Rodolfo El Reno - Grupo Nueva América - Orquesta y Coros - 2:40
  • Rudolph The Red-Nosed Reindeer - The Cadillacs - 2:18
  • Santa Claus Is Comin To Town - Frank Sinatra Y Seal - 2:18
  • Santa Claus Is Coming To Town - Coros De Niños - 1:19
  • Santa Claus Is Coming To Town - Frank Sinatra - 2:36
  • Sleigh Ride - Ferrante And Teicher - 2:16
  • Sonidos - Beads Christmas Bells Shake - 0:20
  • Sonidos - Campanas De Trineo - 0:07
  • Sonidos - Christmas Fireworks Impact - 1:16
  • Sonidos - Christmas Ident - 0:10
  • Sonidos - Christmas Logo - 0:09
  • Sonidos - Clinking Of Glasses - 0:02
  • Sonidos - Deck The Halls - 0:08
  • Sonidos - Fireplace Chimenea Fire Crackling Loop - 3:00
  • Sonidos - Fireplace Chimenea Loop Original Noise - 4:57
  • Sonidos - New Year Fireworks Sound 1 - 0:06
  • Sonidos - New Year Fireworks Sound 2 - 0:10
  • Sonidos - Papa Noel Creer En La Magia De La Navidad - 0:13
  • Sonidos - Papa Noel La Magia De La Navidad - 0:09
  • Sonidos - Risa Papa Noel - 0:03
  • Sonidos - Risa Papa Noel Feliz Navidad 1 - 0:05
  • Sonidos - Risa Papa Noel Feliz Navidad 2 - 0:05
  • Sonidos - Risa Papa Noel Feliz Navidad 3 - 0:05
  • Sonidos - Risa Papa Noel Feliz Navidad 4 - 0:05
  • Sonidos - Risa Papa Noel How How How - 0:09
  • Sonidos - Risa Papa Noel Merry Christmas - 0:04
  • Sonidos - Sleigh Bells - 0:04
  • Sonidos - Sleigh Bells Shaked - 0:31
  • Sonidos - Wind Chimes Bells - 1:30
  • Symphonion O Christmas Tree - 0:34
  • The First Noel - Am Classical - 2:18
  • Walking In A Winter Wonderland - Dean Martin - 1:52
  • We Wish You A Merry Christmas - Rajshri Kids - 2:07
  • Código Hexadecimal


    Seleccionar Efectos (
    0
    )
    Normal
    Aleatorio
    Activar Desactivar Borrar
    Seleccionar Tipos de Letra (
    0
    )
    Normal
    Aleatorio
    Activar Desactivar Borrar
    Seleccionar Colores (
    0
    )
    Elegir Sección

    Bordes
    Fondo 1
    Fondo 2

    Fondo Hora
    Reloj-Fecha
    Normal
    Aleatorio
    Activar Desactivar Borrar
    Seleccionar Avatar (
    0
    )
    Normal
    Aleatorio
    Activar Desactivar Borrar
    Seleccionar Imágenes para efectos (
    0
    )
    Normal
    Aleatorio
    Activar Desactivar Borrar
    LETRA - TIPO

    ACTUAL

    Desactivado SM
    ▪ Abrir para Selección Múltiple

    ▪ Cerrar Selección Múltiple
    SECCIÓN

    ▪ Reloj y Fecha
    Saira Stencil One


    ▪ Reloj


    ▪ Fecha


    ▪ Hora


    ▪ Minutos


    ▪ Segundos


    ▪ Dos Puntos 1


    ▪ Dos Puntos 2

    ▪ Restaurar

    ▪ Original

    NORMAL

    ▪ ADLaM Display: H33-V66

    ▪ Akaya Kanadaka: H37-V67

    ▪ Audiowide: H23-V50

    ▪ Chewy: H35-V67

    ▪ Croissant One: H35-V67

    ▪ Delicious Handrawn: H55-V67

    ▪ Germania One: H43-V67

    ▪ Kavoon: H33-V67

    ▪ Limelight: H31-V67

    ▪ Marhey: H31-V67

    ▪ Orbitron: H25-V55

    ▪ Revalia: H23-V54

    ▪ Ribeye: H33-V67

    ▪ Saira Stencil One(s): H31-V67

    ▪ Source Code Pro: H31-V67

    ▪ Uncial Antiqua: H27-V58

    CON RELLENO

    ▪ Cabin Sketch: H31-V67

    ▪ Fredericka the Great: H37-V67

    ▪ Rubik Dirt: H29-V66

    ▪ Rubik Distressed: H29-V66

    ▪ Rubik Glitch Pop: H29-V66

    ▪ Rubik Maps: H29-V66

    ▪ Rubik Maze: H29-V66

    ▪ Rubik Moonrocks: H29-V66

    DE PUNTOS

    ▪ Codystar: H37-V68

    ▪ Handjet: H51-V67

    ▪ Raleway Dots: H35-V67

    DIFERENTE

    ▪ Barrio: H41-V67

    ▪ Caesar Dressing: H39-V66

    ▪ Diplomata SC: H19-V44

    ▪ Emilys Candy: H35-V67

    ▪ Faster One: H27-V58

    ▪ Henny Penny: H29-V64

    ▪ Jolly Lodger: H55-V67

    ▪ Kablammo: H33-V66

    ▪ Monofett: H33-V66

    ▪ Monoton: H25-V55

    ▪ Mystery Quest: H37-V67

    ▪ Nabla: H39-V64

    ▪ Reggae One: H29-V64

    ▪ Rye: H29-V65

    ▪ Silkscreen: H27-V62

    ▪ Sixtyfour: H19-V46

    ▪ Smokum: H53-V67

    ▪ UnifrakturCook: H41-V67

    ▪ Vast Shadow: H25-V56

    ▪ Wallpoet: H25-V54

    ▪ Workbench: H37-V65

    GRUESA

    ▪ Bagel Fat One: H32-V66

    ▪ Bungee Inline: H27-V64

    ▪ Chango: H23-V52

    ▪ Coiny: H31-V67

    ▪ Luckiest Guy : H33-V67

    ▪ Modak: H35-V67

    ▪ Oi: H21-V46

    ▪ Rubik Spray Paint: H29-V65

    ▪ Ultra: H27-V60

    HALLOWEEN

    ▪ Butcherman: H37-V67

    ▪ Creepster: H47-V67

    ▪ Eater: H35-V67

    ▪ Freckle Face: H39-V67

    ▪ Frijole: H27-V63

    ▪ Irish Grover: H37-V67

    ▪ Nosifer: H23-V50

    ▪ Piedra: H39-V67

    ▪ Rubik Beastly: H29-V62

    ▪ Rubik Glitch: H29-V65

    ▪ Rubik Marker Hatch: H29-V65

    ▪ Rubik Wet Paint: H29-V65

    LÍNEA FINA

    ▪ Almendra Display: H42-V67

    ▪ Cute Font: H49-V75

    ▪ Cutive Mono: H31-V67

    ▪ Hachi Maru Pop: H25-V58

    ▪ Life Savers: H37-V64

    ▪ Megrim: H37-V67

    ▪ Snowburst One: H33-V63

    MANUSCRITA

    ▪ Beau Rivage: H27-V55

    ▪ Butterfly Kids: H59-V71

    ▪ Explora: H47-V72

    ▪ Love Light: H35-V61

    ▪ Mea Culpa: H42-V67

    ▪ Neonderthaw: H37-V66

    ▪ Sonsie one: H21-V50

    ▪ Swanky and Moo Moo: H53-V68

    ▪ Waterfall: H43-V67

    NAVIDAD

    ▪ Mountains of Christmas: H51-V68

    SIN RELLENO

    ▪ Akronim: H51-V68

    ▪ Bungee Shade: H25-V56

    ▪ Londrina Outline: H41-V67

    ▪ Moirai One: H34-V64

    ▪ Rampart One: H31-V63

    ▪ Rubik Burned: H29-V64

    ▪ Rubik Doodle Shadow: H29-V65

    ▪ Rubik Iso: H29-V64

    ▪ Rubik Puddles: H29-V62

    ▪ Tourney: H37-V66

    ▪ Train One: H29-V64

    ▪ Ewert: H27-V62

    ▪ Londrina Shadow: H41-V67

    ▪ Londrina Sketch: H41-V67

    ▪ Miltonian: H31-V67

    ▪ Rubik Scribble: H29-V65

    ▪ Rubik Vinyl: H29-V64

    ▪ Tilt Prism: H33-V67
  • OPCIONES

  • Otras Opciones
    Relojes

    1
    2
    3
    4
    5
    6
    7
    8
    9
    10
    11
    12
    13
    14
    15
    16
    17
    18
    19
    20
    Dispo. Posic.
    H
    H
    V

    Estilos Predefinidos
    FECHA
    Fecha - Formato
    Horizontal-Vertical
    Fecha - Posición
    Fecha - Quitar
    RELOJ
    Reloj - Bordes Curvatura
    RELOJ - BORDES CURVATURA

    Reloj - Sombra
    RELOJ - SOMBRA

    Actual (
    1
    )


    Borde-Sombra

      B1 (s)  
      B2  
      B3  
      B4  
      B5  
    Sombra Iquierda Superior

      SIS1  
      SIS2  
      SIS3  
    Sombra Derecha Superior

      SDS1  
      SDS2  
      SDS3  
    Sombra Iquierda Inferior

      SII1  
      SII2  
      SII3  
    Sombra Derecha Inferior

      SDI1  
      SDI2  
      SDI3  
    Sombra Superior

      SS1  
      SS2  
      SS3  
    Sombra Inferior

      SI1  
      SI2  
      SI3  
    Reloj - Negrilla
    RELOJ - NEGRILLA

    Reloj-Fecha - Opacidad
    Reloj - Posición
    Reloj - Presentación
    Reloj-Fecha - Rotar
    Reloj - Vertical
    RELOJ - VERTICAL

    SEGUNDOS
    Segundos - Dos Puntos
    SEGUNDOS - DOS PUNTOS

    Segundos

    ▪ Quitar

    ▪ Mostrar (s)
    Dos Puntos Ocultar

    ▪ Ocultar

    ▪ Mostrar (s)
    Dos Puntos Quitar

    ▪ Quitar

    ▪ Mostrar (s)
    Segundos - Posición
    TAMAÑO
    Tamaño - Reloj
    TAMAÑO - RELOJ

    Tamaño - Fecha
    TAMAÑO - FECHA

    Tamaño - Hora
    TAMAÑO - HORA

    Tamaño - Minutos
    TAMAÑO - MINUTOS

    Tamaño - Segundos
    TAMAÑO - SEGUNDOS

    ANIMACIÓN
    Seleccionar Efecto para Animar
    Tiempo entre efectos
    TIEMPO ENTRE EFECTOS

    SECCIÓN

    Animación
    (
    seg)


    Avatar 1-2-3-4-5-6-7
    (Cambio automático)
    (
    seg)


    Color Borde
    (
    seg)


    Color Fondo 1
    (
    seg)


    Color Fondo 2
    (
    seg)


    Color Fondo cada uno
    (
    seg)


    Color Reloj
    (
    seg)


    Estilos Predefinidos
    (
    seg)


    Imágenes para efectos
    (
    seg)


    Movimiento Avatar 1
    (
    seg)

    Movimiento Avatar 2
    (
    seg)

    Movimiento Avatar 3
    (
    seg)

    Movimiento Fecha
    (
    seg)


    Movimiento Reloj
    (
    seg)


    Movimiento Segundos
    (
    seg)


    Ocultar R-F
    (
    seg)


    Ocultar R-2
    (
    seg)


    Tipos de Letra
    (
    seg)


    Todo
    SEGUNDOS A ELEGIR

      0  
      0.01  
      0.02  
      0.03  
      0.04  
      0.05  
      0.06  
      0.07  
      0.08  
      0.09  
      0.1  
      0.2  
      0.3  
      0.4  
      0.5  
      0.6  
      0.7  
      0.8  
      0.9  
      1  
      1.1  
      1.2  
      1.3  
      1.4  
      1.5  
      1.6  
      1.7  
      1.8  
      1.9  
      2  
      2.1  
      2.2  
      2.3  
      2.4  
      2.5  
      2.6  
      2.7  
      2.8  
      2.9  
      3(s) 
      3.1  
      3.2  
      3.3  
      3.4  
      3.5  
      3.6  
      3.7  
      3.8  
      3.9  
      4  
      5  
      6  
      7  
      8  
      9  
      10  
      15  
      20  
      25  
      30  
      35  
      40  
      45  
      50  
      55  
    Animar Reloj-Slide
    Cambio automático Avatar
    Cambio automático Color - Bordes
    Cambio automático Color - Fondo 1
    Cambio automático Color - Fondo 2
    Cambio automático Color - Fondo H-M-S-F
    Cambio automático Color - Reloj
    Cambio automático Estilos Predefinidos
    Cambio Automático Filtros
    CAMBIO A. FILTROS

    ELEMENTO

    Reloj
    50 msg
    0 seg

    Fecha
    50 msg
    0 seg

    Hora
    50 msg
    0 seg

    Minutos
    50 msg
    0 seg

    Segundos
    50 msg
    0 seg

    Dos Puntos
    50 msg
    0 seg
    Slide
    50 msg
    0 seg
    Avatar 1
    50 msg
    0 seg

    Avatar 2
    50 msg
    0 seg

    Avatar 3
    50 msg
    0 seg

    Avatar 4
    50 msg
    0 seg

    Avatar 5
    50 msg
    0 seg

    Avatar 6
    50 msg
    0 seg

    Avatar 7
    50 msg
    0 seg
    FILTRO

    Blur

    Contrast

    Hue-Rotate

    Sepia
    VELOCIDAD-TIEMPO

    Tiempo entre secuencia
    msg

    Tiempo entre Filtro
    seg
    TIEMPO

    ▪ Normal

    Cambio automático Imágenes para efectos
    Cambio automático Tipo de Letra
    Movimiento automático Avatar 1
    Movimiento automático Avatar 2
    Movimiento automático Avatar 3
    Movimiento automático Fecha
    Movimiento automático Reloj
    Movimiento automático Segundos
    Ocultar Reloj
    Ocultar Reloj - 2
    Rotación Automática - Espejo
    ROTACIÓN A. - ESPEJO

    ESPEJO

    Avatar 1

    Avatar 2

    Avatar 3

    Avatar 4

    Avatar 5

    Avatar 6

    Avatar 7
    ▪ Slide
    NO ESPEJO

    Avatar 1

    Avatar 2

    Avatar 3

    Avatar 4

    Avatar 5

    Avatar 6

    Avatar 7
    ▪ Slide
    ELEMENTO A ROTAR

    Reloj
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Hora
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Minutos
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Segundos
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Dos Puntos 1
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Dos Puntos 2
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Fecha
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Hora, Minutos y Segundos
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Hora y Minutos
    0 grados
    30 msg
    0 seg
    Slide
    0 grados
    30 msg
    0 seg
    Avatar 1
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Avatar 2
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Avatar 3
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Avatar 4
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Avatar 5
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Avatar 6
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Avatar 7
    0 grados
    30 msg
    0 seg
    VELOCIDAD-TIEMPO

    Tiempo Movimiento

    Tiempo entre Movimiento

    Rotar
    ROTAR-VELOCIDAD

      45     90  

      135     180  
    ROTAR-VELOCIDAD

    ▪ Parar

    ▪ Normal

    ▪ Restaurar Todo
    VARIOS
    Alarma 1
    ALARMA 1

    ACTIVADA
    SINCRONIZAR

    ▪ Si
    ▪ No


    Seleccionar Minutos

      1     2     3  

      4     5     6  

      7     8     9  

      0     X  




    REPETIR-APAGAR

    ▪ Repetir

    ▪ Apagar Sonido

    ▪ No Alarma


    REPETIR SONIDO
    1 vez

    ▪ 1 vez (s)

    ▪ 2 veces

    ▪ 3 veces

    ▪ 4 veces

    ▪ 5 veces

    ▪ Indefinido


    SONIDO

    Actual:
    1

    ▪ Ventana de Música

    ▪ 1-Alarma-01
    - 1

    ▪ 2-Alarma-02
    - 18

    ▪ 3-Alarma-03
    - 10

    ▪ 4-Alarma-04
    - 8

    ▪ 5-Alarma-05
    - 13

    ▪ 6-Alarma-06
    - 16

    ▪ 7-Alarma-08
    - 29

    ▪ 8-Alarma-Carro
    - 11

    ▪ 9-Alarma-Fuego-01
    - 15

    ▪ 10-Alarma-Fuego-02
    - 5

    ▪ 11-Alarma-Fuerte
    - 6

    ▪ 12-Alarma-Incansable
    - 30

    ▪ 13-Alarma-Mini Airplane
    - 36

    ▪ 14-Digital-01
    - 34

    ▪ 15-Digital-02
    - 4

    ▪ 16-Digital-03
    - 4

    ▪ 17-Digital-04
    - 1

    ▪ 18-Digital-05
    - 31

    ▪ 19-Digital-06
    - 1

    ▪ 20-Digital-07
    - 3

    ▪ 21-Gallo
    - 2

    ▪ 22-Melodia-01
    - 30

    ▪ 23-Melodia-02
    - 28

    ▪ 24-Melodia-Alerta
    - 14

    ▪ 25-Melodia-Bongo
    - 17

    ▪ 26-Melodia-Campanas Suaves
    - 20

    ▪ 27-Melodia-Elisa
    - 28

    ▪ 28-Melodia-Samsung-01
    - 10

    ▪ 29-Melodia-Samsung-02
    - 29

    ▪ 30-Melodia-Samsung-03
    - 5

    ▪ 31-Melodia-Sd_Alert_3
    - 4

    ▪ 32-Melodia-Vintage
    - 60

    ▪ 33-Melodia-Whistle
    - 15

    ▪ 34-Melodia-Xiaomi
    - 12

    ▪ 35-Voz Femenina
    - 4

    Alarma 2
    ALARMA 2

    ACTIVADA
    Avatar - Elegir
    AVATAR - ELEGIR

    Desactivado SM
    ▪ Abrir para Selección Múltiple

    ▪ Cerrar Selección Múltiple
    AVATAR 1-2-3

    Avatar 1

    Avatar 2

    Avatar 3
    AVATAR 4-5-6-7

    Avatar 4

    Avatar 5

    Avatar 6

    Avatar 7
    TOMAR DE BANCO

    # del Banco

    Aceptar
    AVATARES

    Animales


    Deporte


    Halloween


    Navidad


    Religioso


    San Valentín


    Varios
    ▪ Quitar
    Avatar - Opacidad
    Avatar - Posición
    Avatar Rotar-Espejo
    Avatar - Tamaño
    AVATAR - TAMAÑO

    AVATAR 1-2-3

    Avatar1

    Avatar 2

    Avatar 3
    AVATAR 4-5-6-7

    Avatar 4

    Avatar 5

    Avatar 6

    Avatar 7
    TAMAÑO

    Avatar 1(
    10%
    )


    Avatar 2(
    10%
    )


    Avatar 3(
    10%
    )


    Avatar 4(
    10%
    )


    Avatar 5(
    10%
    )


    Avatar 6(
    10%
    )


    Avatar 7(
    10%
    )

      20     40  

      60     80  

    100
    Más - Menos

    10-Normal
    ▪ Quitar
    Colores - Posición Paleta
    Elegir Color o Colores
    Filtros
    FILTROS

    ELEMENTO

    Reloj
    0 Blur
    100 Contrast
    0 Hue-Rotate
    0 Sepia

    Fecha
    0 Blur
    100 Contrast
    0 Hue-Rotate
    0 Sepia

    Hora
    0 Blur
    100 Contrast
    0 Hue-Rotate
    0 Sepia

    Minutos
    0 Blur
    100 Contrast
    0 Hue-Rotate
    0 Sepia

    Segundos
    0 Blur
    100 Contrast
    0 Hue-Rotate
    0 Sepia

    Dos Puntos
    0 Blur
    100 Contrast
    0 Hue-Rotate
    0 Sepia
    Slide
    0 Blur
    100 Contrast
    0 Hue-Rotate
    0 Sepia
    Avatar 1
    0 Blur
    100 Contrast
    0 Hue-Rotate
    0 Sepia

    Avatar 2
    0 Blur
    100 Contrast
    0 Hue-Rotate
    0 Sepia

    Avatar 3
    0 Blur
    100 Contrast
    0 Hue-Rotate
    0 Sepia

    Avatar 4
    0 Blur
    100 Contrast
    0 Hue-Rotate
    0 Sepia

    Avatar 5
    0 Blur
    100 Contrast
    0 Hue-Rotate
    0 Sepia

    Avatar 6
    0 Blur
    100 Contrast
    0 Hue-Rotate
    0 Sepia

    Avatar 7
    0 Blur
    100 Contrast
    0 Hue-Rotate
    0 Sepia
    FILTRO

    Blur
    (0 - 20)

    Contrast
    (1 - 1000)

    Hue-Rotate
    (0 - 358)

    Sepia
    (1 - 100)
    VALORES

    ▪ Normal

    Fondo - Opacidad
    Generalizar
    GENERALIZAR

    ACTIVAR

    DESACTIVAR

    ▪ Animar Reloj
    ▪ Avatares y Cambio Automático
    ▪ Bordes Color, Cambio automático y Sombra
    ▪ Filtros
    ▪ Filtros, Cambio automático
    ▪ Fonco 1 - Color y Cambio automático
    ▪ Fondo 2 - Color y Cambio automático
    ▪ Fondos Texto Color y Cambio automático
    ▪ Imágenes para Efectos y Cambio automático
    ▪ Mover-Voltear-Aumentar-Reducir Imagen del Slide
    ▪ Ocultar Reloj
    ▪ Ocultar Reloj - 2
    ▪ Reloj y Avatares 1-2-3 Movimiento Automático
    ▪ Rotar-Voltear-Rotación Automático
    ▪ Tamaño
    ▪ Texto - Color y Cambio automático
    ▪ Tiempo entre efectos
    ▪ Tipo de Letra y Cambio automático
    Imágenes para efectos
    Mover-Voltear-Aumentar-Reducir Imagen del Slide
    M-V-A-R IMAGEN DEL SLIDE

    VOLTEAR-ESPEJO

    ▪ Voltear

    ▪ Normal
    SUPERIOR-INFERIOR

    ▪ Arriba (s)

    ▪ Centrar

    ▪ Inferior
    MOVER

    Abajo - Arriba
    REDUCIR-AUMENTAR

    Aumentar

    Reducir

    Normal
    PORCENTAJE

    Más - Menos
    Pausar Reloj
    Videos
    Restablecer Reloj
    PROGRAMACIÓN

    Programar Reloj
    PROGRAMAR RELOJ

    DESACTIVADO
    ▪ Activar

    ▪ Desactivar

    ▪ Eliminar

    ▪ Guardar
    H= M= R=
    -------
    H= M= R=
    -------
    H= M= R=
    -------
    H= M= R=
    -------
    Prog.R.1

    H
    M

    Reloj #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días
    Prog.R.2

    H
    M

    Reloj #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días
    Prog.R.3

    H
    M

    Reloj #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días
    Prog.R.4

    H
    M

    Reloj #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días


    Programar Estilo
    PROGRAMAR ESTILO

    DESACTIVADO
    ▪ Activar

    ▪ Desctivar

    ▪ Eliminar

    ▪ Guardar
    H= M= E=
    -------
    H= M= E=
    -------
    H= M= E=
    -------
    H= M= E=
    -------
    Prog.E.1

    H
    M

    Estilo #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días
    Prog.E.2

    H
    M

    Estilo #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días
    Prog.E.3

    H
    M

    Estilo #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días
    Prog.E.4

    H
    M

    Estilo #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días

    Programar RELOJES
    PROGRAMAR RELOJES


    DESACTIVADO
    ▪ Activar

    ▪ Desactivar

    ▪ Guardar
    Almacenar

    ▪1
    ▪2
    ▪3


    ▪4
    ▪5
    ▪6
    Cargar

    ▪1
    ▪2
    ▪3


    ▪4
    ▪5
    Borrar

    ▪1 ▪2 ▪3

    ▪4 ▪5 ▪6
    HORAS
    Cambiar cada

    1 2 3 4 5

    6 7 8 9 0

    X
    MINUTOS
    Cambiar cada

    1 2 3 4 5

    6 7 8 9 0

    X
    RELOJES #
    Relojes a cambiar

    1 2 3

    4 5 6

    7 8 9

    10 11 12

    13 14 15

    16 17 18

    19 20

    T X


    Programar ESTILOS
    PROGRAMAR ESTILOS


    DESACTIVADO
    ▪ Activar

    ▪ Desactivar

    ▪ Guardar
    Almacenar

    ▪1
    ▪2
    ▪3


    ▪4
    ▪5
    ▪6
    Cargar

    ▪1
    ▪2
    ▪3


    ▪4
    ▪5
    ▪6
    Borrar

    ▪1 ▪2 ▪3

    ▪4 ▪5 ▪6
    HORAS
    Cambiar cada

    1 2 3 4 5

    6 7 8 9 0

    X
    MINUTOS
    Cambiar cada

    1 2 3 4 5

    6 7 8 9 0

    X
    ESTILOS #

    A B C D

    E F G H

    I J K L

    M N O P

    Q R S T

    U TODO X


    Programar lo Programado
    PROGRAMAR LO PROGRAMADO

    DESACTIVADO
    ▪ Activar

    ▪ Desactivar
    Programación 1

    Reloj:
    h m

    Estilo:
    h m

    RELOJES:
    h m

    ESTILOS:
    h m
    Programación 2

    Reloj:
    h m

    Estilo:
    h m

    RELOJES:
    h m

    ESTILOS:
    h m
    Programación 3

    Reloj:
    h m

    Estilo:
    h m

    RELOJES:
    h m

    ESTILOS:
    h m
    Almacenado en RELOJES y ESTILOS

    ▪1
    ▪2
    ▪3


    ▪4
    ▪5
    ▪6
    Borrar Programación
    HORAS

    1 2 3 4 5

    6 7 8 9 0

    X
    MINUTOS

    1 2 3 4 5

    6 7 8 9 0

    X


    IMÁGENES PERSONALES

    Esta opción permite colocar de fondo, en cualquier sección de la página, imágenes de internet, empleando el link o url de la misma. Su manejo es sencillo y práctico.

    Ahora se puede elegir un fondo diferente para cada ventana del slide, del sidebar y del downbar, en la página de INICIO; y el sidebar y la publicación en el Salón de Lectura. A más de eso, el Body, Main e Info, incluido las secciones +Categoría y Listas.

    Cada vez que eliges dónde se coloca la imagen de fondo, la misma se guarda y se mantiene cuando regreses al blog. Así como el resto de las opciones que te ofrece el mismo, es independiente por estilo, y a su vez, por usuario.

    FUNCIONAMIENTO

  • Recuadro en blanco: Es donde se colocará la url o link de la imagen.

  • Aceptar Url: Permite aceptar la dirección de la imagen que colocas en el recuadro.

  • Borrar Url: Deja vacío el recuadro en blanco para que coloques otra url.

  • Quitar imagen: Permite eliminar la imagen colocada. Cuando eliminas una imagen y deseas colocarla en otra parte, simplemente la eliminas, y para que puedas usarla en otra sección, presionas nuevamente "Aceptar Url"; siempre y cuando el link siga en el recuadro blanco.

  • Guardar Imagen: Permite guardar la imagen, para emplearla posteriormente. La misma se almacena en el banco de imágenes para el Header.

  • Imágenes Guardadas: Abre la ventana que permite ver las imágenes que has guardado.

  • Forma 1 a 5: Esta opción permite colocar de cinco formas diferente las imágenes.

  • Bottom, Top, Left, Right, Center: Esta opción, en conjunto con la anterior, permite mover la imagen para que se vea desde la parte de abajo, de arriba, desde la izquierda, desde la derecha o centrarla. Si al activar alguna de estas opciones, la imagen desaparece, debes aceptar nuevamente la Url y elegir una de las 5 formas, para que vuelva a aparecer.


  • Una vez que has empleado una de las opciones arriba mencionadas, en la parte inferior aparecerán las secciones que puedes agregar de fondo la imagen.

    Cada vez que quieras cambiar de Forma, o emplear Bottom, Top, etc., debes seleccionar la opción y seleccionar nuevamente la sección que colocaste la imagen.

    Habiendo empleado el botón "Aceptar Url", das click en cualquier sección que desees, y a cuantas quieras, sin necesidad de volver a ingresar la misma url, y el cambio es instantáneo.

    Las ventanas (widget) del sidebar, desde la quinta a la décima, pueden ser vistas cambiando la sección de "Últimas Publicaciones" con la opción "De 5 en 5 con texto" (la encuentras en el PANEL/MINIATURAS/ESTILOS), reduciendo el slide y eliminando los títulos de las ventanas del sidebar.

    La sección INFO, es la ventana que se abre cuando das click en .

    La sección DOWNBAR, son los tres widgets que se encuentran en la parte última en la página de Inicio.

    La sección POST, es donde está situada la publicación.

    Si deseas eliminar la imagen del fondo de esa sección, da click en el botón "Quitar imagen", y sigues el mismo procedimiento. Con un solo click a ese botón, puedes ir eliminando la imagen de cada seccion que hayas colocado.

    Para guardar una imagen, simplemente das click en "Guardar Imagen", siempre y cuando hayas empleado el botón "Aceptar Url".

    Para colocar una imagen de las guardadas, presionas el botón "Imágenes Guardadas", das click en la imagen deseada, y por último, click en la sección o secciones a colocar la misma.

    Para eliminar una o las imágenes que quieras de las guardadas, te vas a "Mi Librería".
    MÁS COLORES

    Esta opción permite obtener más tonalidades de los colores, para cambiar los mismos a determinadas bloques de las secciones que conforman el blog.

    Con esta opción puedes cambiar, también, los colores en la sección "Mi Librería" y "Navega Directo 1", cada uno con sus colores propios. No es necesario activar el PANEL para estas dos secciones.

    Así como el resto de las opciones que te permite el blog, es independiente por "Estilo" y a su vez por "Usuario". A excepción de "Mi Librería" y "Navega Directo 1".

    FUNCIONAMIENTO

    En la parte izquierda de la ventana de "Más Colores" se encuentra el cuadro que muestra las tonalidades del color y la barra con los colores disponibles. En la parte superior del mismo, se encuentra "Código Hex", que es donde se verá el código del color que estás seleccionando. A mano derecha del mismo hay un cuadro, el cual te permite ingresar o copiar un código de color. Seguido está la "C", que permite aceptar ese código. Luego la "G", que permite guardar un color. Y por último, el caracter "►", el cual permite ver la ventana de las opciones para los "Colores Guardados".

    En la parte derecha se encuentran los bloques y qué partes de ese bloque permite cambiar el color; así como borrar el mismo.

    Cambiemos, por ejemplo, el color del body de esta página. Damos click en "Body", una opción aparece en la parte de abajo indicando qué puedes cambiar de ese bloque. En este caso da la opción de solo el "Fondo". Damos click en la misma, seguido elegimos, en la barra vertical de colores, el color deseado, y, en la ventana grande, desplazamos la ruedita a la intensidad o tonalidad de ese color. Haciendo esto, el body empieza a cambiar de color. Donde dice "Código Hex", se cambia por el código del color que seleccionas al desplazar la ruedita. El mismo procedimiento harás para el resto de los bloques y sus complementos.

    ELIMINAR EL COLOR CAMBIADO

    Para eliminar el nuevo color elegido y poder restablecer el original o el que tenía anteriormente, en la parte derecha de esta ventana te desplazas hacia abajo donde dice "Borrar Color" y das click en "Restablecer o Borrar Color". Eliges el bloque y el complemento a eliminar el color dado y mueves la ruedita, de la ventana izquierda, a cualquier posición. Mientras tengas elegida la opción de "Restablecer o Borrar Color", puedes eliminar el color dado de cualquier bloque.
    Cuando eliges "Restablecer o Borrar Color", aparece la opción "Dar Color". Cuando ya no quieras eliminar el color dado, eliges esta opción y puedes seguir dando color normalmente.

    ELIMINAR TODOS LOS CAMBIOS

    Para eliminar todos los cambios hechos, abres el PANEL, ESTILOS, Borrar Cambios, y buscas la opción "Borrar Más Colores". Se hace un refresco de pantalla y todo tendrá los colores anteriores o los originales.

    COPIAR UN COLOR

    Cuando eliges un color, por ejemplo para "Body", a mano derecha de la opción "Fondo" aparece el código de ese color. Para copiarlo, por ejemplo al "Post" en "Texto General Fondo", das click en ese código y el mismo aparece en el recuadro blanco que está en la parte superior izquierda de esta ventana. Para que el color sea aceptado, das click en la "C" y el recuadro blanco y la "C" se cambian por "No Copiar". Ahora sí, eliges "Post", luego das click en "Texto General Fondo" y desplazas la ruedita a cualquier posición. Puedes hacer el mismo procedimiento para copiarlo a cualquier bloque y complemento del mismo. Cuando ya no quieras copiar el color, das click en "No Copiar", y puedes seguir dando color normalmente.

    COLOR MANUAL

    Para dar un color que no sea de la barra de colores de esta opción, escribe el código del color, anteponiendo el "#", en el recuadro blanco que está sobre la barra de colores y presiona "C". Por ejemplo: #000000. Ahora sí, puedes elegir el bloque y su respectivo complemento a dar el color deseado. Para emplear el mismo color en otro bloque, simplemente elige el bloque y su complemento.

    GUARDAR COLORES

    Permite guardar hasta 21 colores. Pueden ser utilizados para activar la carga de los mismos de forma Ordenada o Aleatoria.

    El proceso es similiar al de copiar un color, solo que, en lugar de presionar la "C", presionas la "G".

    Para ver los colores que están guardados, da click en "►". Al hacerlo, la ventana de los "Bloques a cambiar color" se cambia por la ventana de "Banco de Colores", donde podrás ver los colores guardados y otras opciones. El signo "►" se cambia por "◄", el cual permite regresar a la ventana anterior.

    Si quieres seguir guardando más colores, o agregar a los que tienes guardado, debes desactivar, primero, todo lo que hayas activado previamente, en esta ventana, como es: Carga Aleatoria u Ordenada, Cargar Estilo Slide y Aplicar a todo el blog; y procedes a guardar otros colores.

    A manera de sugerencia, para ver los colores que desees guardar, puedes ir probando en la sección MAIN con la opción FONDO. Una vez que has guardado los colores necesarios, puedes borrar el color del MAIN. No afecta a los colores guardados.

    ACTIVAR LOS COLORES GUARDADOS

    Para activar los colores que has guardado, debes primero seleccionar el bloque y su complemento. Si no se sigue ese proceso, no funcionará. Una vez hecho esto, das click en "►", y eliges si quieres que cargue "Ordenado, Aleatorio, Ordenado Incluido Cabecera y Aleatorio Incluido Cabecera".

    Funciona solo para un complemento de cada bloque. A excepción del Slide, Sidebar y Downbar, que cada uno tiene la opción de que cambie el color en todos los widgets, o que cada uno tenga un color diferente.

    Cargar Estilo Slide. Permite hacer un slide de los colores guardados con la selección hecha. Cuando lo activas, automáticamente cambia de color cada cierto tiempo. No es necesario reiniciar la página. Esta opción se graba.
    Si has seleccionado "Aplicar a todo el Blog", puedes activar y desactivar esta opción en cualquier momento y en cualquier sección del blog.
    Si quieres cambiar el bloque con su respectivo complemento, sin desactivar "Estilo Slide", haces la selección y vuelves a marcar si es aleatorio u ordenado (con o sin cabecera). Por cada cambio de bloque, es el mismo proceso.
    Cuando desactivas esta opción, el bloque mantiene el color con que se quedó.

    No Cargar Estilo Slide. Desactiva la opción anterior.

    Cuando eliges "Carga Ordenada", cada vez que entres a esa página, el bloque y el complemento que elegiste tomará el color según el orden que se muestra en "Colores Guardados". Si eliges "Carga Ordenada Incluido Cabecera", es igual que "Carga Ordenada", solo que se agrega el Header o Cabecera, con el mismo color, con un grado bajo de transparencia. Si eliges "Carga Aleatoria", el color que toma será cualquiera, y habrá veces que se repita el mismo. Si eliges "Carga Aleatoria Incluido Cabecera", es igual que "Aleatorio", solo que se agrega el Header o Cabecera, con el mismo color, con un grado bajo de transparencia.

    Puedes desactivar la Carga Ordenada o Aleatoria dando click en "Desactivar Carga Ordenada o Aleatoria".

    Si quieres un nuevo grupo de colores, das click primero en "Desactivar Carga Ordenada o Aleatoria", luego eliminas los actuales dando click en "Eliminar Colores Guardados" y por último seleccionas el nuevo set de colores.

    Aplicar a todo el Blog. Tienes la opción de aplicar lo anterior para que se cargue en todo el blog. Esta opción funciona solo con los bloques "Body, Main, Header, Menú" y "Panel y Otros".
    Para activar esta opción, debes primero seleccionar el bloque y su complemento deseado, luego seleccionas si la carga es aleatoria, ordenada, con o sin cabecera, y procedes a dar click en esta opción.
    Cuando se activa esta opción, los colores guardados aparecerán en las otras secciones del blog, y puede ser desactivado desde cualquiera de ellas. Cuando desactivas esta opción en otra sección, los colores guardados desaparecen cuando reinicias la página, y la página desde donde activaste la opción, mantiene el efecto.
    Si has seleccionado, previamente, colores en alguna sección del blog, por ejemplo en INICIO, y activas esta opción en otra sección, por ejemplo NAVEGA DIRECTO 1, INICIO tomará los colores de NAVEGA DIRECTO 1, que se verán también en todo el blog, y cuando la desactivas, en cualquier sección del blog, INICIO retomará los colores que tenía previamente.
    Cuando seleccionas la sección del "Menú", al aplicar para todo el blog, cada sección del submenú tomará un color diferente, según la cantidad de colores elegidos.

    No plicar a todo el Blog. Desactiva la opción anterior.

    Tiempo a cambiar el color. Permite cambiar los segundos que transcurren entre cada color, si has aplicado "Cargar Estilo Slide". El tiempo estándar es el T3. A la derecha de esta opción indica el tiempo a transcurrir. Esta opción se graba.

    SETS PREDEFINIDOS DE COLORES

    Se encuentra en la sección "Banco de Colores", casi en la parte última, y permite elegir entre cuatro sets de colores predefinidos. Sirven para ser empleados en "Cargar Estilo Slide".
    Para emplear cualquiera de ellos, debes primero, tener vacío "Colores Guardados"; luego das click en el Set deseado, y sigues el proceso explicado anteriormente para activar los "Colores Guardados".
    Cuando seleccionas alguno de los "Sets predefinidos", los colores que contienen se mostrarán en la sección "Colores Guardados".

    SETS PERSONAL DE COLORES

    Se encuentra seguido de "Sets predefinidos de Colores", y permite guardar cuatro sets de colores personales.
    Para guardar en estos sets, los colores deben estar en "Colores Guardados". De esa forma, puedes armar tus colores, o copiar cualquiera de los "Sets predefinidos de Colores", o si te gusta algún set de otra sección del blog y tienes aplicado "Aplicar a todo el Blog".
    Para usar uno de los "Sets Personales", debes primero, tener vacío "Colores Guardados"; y luego das click en "Usar". Cuando aplicas "Usar", el set de colores aparece en "Colores Guardados", y se almacenan en el mismo. Cuando entras nuevamente al blog, a esa sección, el set de colores permanece.
    Cada sección del blog tiene sus propios cuatro "Sets personal de colores", cada uno independiente del restoi.

    Tip

    Si vas a emplear esta método y quieres que se vea en toda la página, debes primero dar transparencia a todos los bloques de la sección del blog, y de ahí aplicas la opción al bloque BODY y su complemento FONDO.

    Nota

    - No puedes seguir guardando más colores o eliminarlos mientras esté activo la "Carga Ordenada o Aleatoria".
    - Cuando activas la "Carga Aleatoria" habiendo elegido primero una de las siguientes opciones: Sidebar (Fondo los 10 Widgets), Downbar (Fondo los 3 Widgets), Slide (Fondo de las 4 imágenes) o Sidebar en el Salón de Lectura (Fondo los 7 Widgets), los colores serán diferentes para cada widget.

    OBSERVACIONES

    - En "Navega Directo + Panel", lo que es la publicación, sólo funciona el fondo y el texto de la publicación.

    - En "Navega Directo + Panel", el sidebar vendría a ser el Widget 7.

    - Estos colores están por encima de los colores normales que encuentras en el "Panel', pero no de los "Predefinidos".

    - Cada sección del blog es independiente. Lo que se guarda en Inicio, es solo para Inicio. Y así con las otras secciones.

    - No permite copiar de un estilo o usuario a otro.

    - El color de la ventana donde escribes las NOTAS, no se cambia con este método.

    - Cuando borras el color dado a la sección "Menú" las opciones "Texto indicador Sección" y "Fondo indicador Sección", el código que está a la derecha no se elimina, sino que se cambia por el original de cada uno.
    3 2 1 E 1 2 3
    X
    Guardar - Eliminar
    Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    Para guardar, elige dónde, y seguido da click en la o las imágenes deseadas.
    Para dar Zoom o Fijar,
    selecciona la opción y luego la imagen.
    ---------------------------------------------------
    Slide 1     Slide 2     Slide 3




















    Header

    -------------------------------------------------
    Guardar todas las imágenes
    Fijar "Guardar Imágenes"
    Desactivar "Guardar Imágenes"
    Dar Zoom a la Imagen
    Fijar Imagen de Fondo
    No fijar Imagen de Fondo
    -------------------------------------------------
    Colocar imagen en Header
    No colocar imagen en Header
    Mover imagen del Header
    Ocultar Mover imagen del Header
    Ver Imágenes del Header


    Imágenes Guardadas y Personales
    Desactivar Slide Ocultar Todo
    P
    S1
    S2
    S3
    B1
    B2
    B3
    B4
    B5
    B6
    B7
    B8
    B9
    B10
    B11
    B12
    B13
    B14
    B15
    B16
    B17
    B18
    B19
    B20
    H

    OPCIONES GENERALES
    ● Activar Slide 1
    ● Activar Slide 2
    ● Activar Slide 3
    ● Desactivar Slide
    ● Desplazamiento Automático
    ● Ampliar o Reducir el Blog
  • Ancho igual a 1088
  • Ancho igual a 1152
  • Ancho igual a 1176
  • Ancho igual a 1280
  • Ancho igual a 1360
  • Ancho igual a 1366
  • Ancho igual a 1440
  • Ancho igual a 1600
  • Ancho igual a 1680
  • Normal 1024
  • ------------MANUAL-----------
  • + -

  • Transición (aprox.)

  • T 1 (1.6 seg)


    T 2 (3.3 seg)


    T 3 (4.9 seg)


    T 4 (s) (6.6 seg)


    T 5 (8.3 seg)


    T 6 (9.9 seg)


    T 7 (11.4 seg)


    T 8 13.3 seg)


    T 9 (15.0 seg)


    T 10 (20 seg)


    T 11 (30 seg)


    T 12 (40 seg)


    T 13 (50 seg)


    T 14 (60 seg)


    T 15 (90 seg)


    ---------- C A T E G O R I A S ----------

    ----------------- GENERAL -------------------


    ------------- POR CATEGORÍA ---------------




















    --------REVISTAS DINERS--------






















    --------REVISTAS SELECCIONES--------














































    IMAGEN PERSONAL



    En el recuadro ingresa la url de la imagen:









    Elige la sección de la página a cambiar imagen del fondo:

    BODY MAIN POST INFO

    SIDEBAR
    Widget 1 Widget 2 Widget 3
    Widget 4 Widget 5 Widget 6
    Widget 7














































































































    VIENTO (Carlos Antognazzi)

    Publicado en julio 04, 2010
    Del libro "Décimo círculo", de Carlos Antognazzi. -1991-

    “El mundo era una gran palabra, un gran festín, una gran carrera”.
    Carlos Gardini
    Historia de Lunario

    Había comenzado a soplar la semana anterior, cuando la mujer salió a tender la ropa lavada y el hombre aún no había regresado del campo. Al comienzo había sido una brisa suave, casi placentera, por lo que la mujer tendió con tranquilidad la ropa en el alambre del patio trasero a la espera de que, durante el transcurso de la siesta, se secara. El hombre no debía tardar en llegar y querría, como todos los días, cambiarse la ropa sudada y llena de tierra con que siempre regresaba.
    Las primeras ráfagas fueron suaves. Un poco del norte primero, luego girando, rotando un poco hacia el oeste, provenientes de la línea brumosa de las montañas. Era normal el viento a esa hora; desde que la mujer tenía conciencia el viento había comenzado a soplar en las pesadas horas de la siesta y se calmaba luego hacia la noche, junto con la caída del sol. Quedaban, eso sí, algunos jirones de brisa, aunque ya fresca, para cuando las primeras estrellas iniciaban su borboteo nocturno. Pero eso ocurría pocas veces. Tan normal como ese viento que ahora soplaba era el sopor de las noches, extendiéndose lento y constante sobre la pradera, cubriendo con su presencia profunda las montañas del horizonte y el valle, los campos arados, el camino de tierra, el río manso al otro lado de la casa, después del cerco y los primeros costurones de tierra removida y recién sembrada, hacia el naciente.
    Con las manos en el agua la mujer había presentido, antes de que el polvo llegara, que el viento había comenzado a soplar en alguna parte y que no tardaría en llegar. Nunca, después de ese día, se preguntó cómo era que lo había presentido, pero la verdad fue que había sentido su presencia adentro, como si el viento soplara en su estómago y en sus pulmones antes de abrirse paso sobre el valle verde y marrón, ocre, de los campos arados.
    Terminé de echar jabón dentro de la palangana de plástico y saqué las manos del agua. Parecía como un zumbido, un ulular sordo y constante, algo que se acercaba. Miré hacia el camino, pero sólo estaba la tierra abovedada, las cunetas derruidas a los costados, marginándolo como para que se distinguiera en esa soledad calcinante y plana de la llanura, algunos árboles más allá. No había nada afuera. Volví a meter las manos en el agua fresca y entonces lo sentí de nuevo, agazapado, expectante, pero dentro mío, Dios, dentro mío.
    Fue después, cuando ya el hombre había llegado, cuando los dos cenaban alguna cosa en la cocina de la casa, que comprendió que esa rara experiencia de la siesta había sido, justamente, presentir el viento que llegaba, pues poco después, cuando salía del cobertizo de chapa en donde lavaba la ropa y la colgaba bien estirada al sol en el único alambre tendido del patio, le llegaron las primeras oleadas cálidas, ásperas por el polvo y la tierra, del viento de la siesta.
    El hombre todavía no había llegado y eso la preocupó, aunque nunca supo el porqué de esa primera angustia. Sin embargo había tendido la ropa igual, como siempre hacía a mitad de semana desde que, cuando chica, tuvo que comenzar a ayudar en la casa de sus padres, "para cuando se case m'hija". Aprendió eso y otras cosas y fue, dentro de todo, una suerte para mi. Era una época de cambios en el mundo. Había ocurrido lo de la Gran Luz hacía unos años y de pronto llegaba, sin aviso, la primera oleada de la peste. Lo demás no fue fácil, pero al menos se hizo más llevadero. Además, encontré la casa vacía de mis padres, ésta donde vivimos ahora, y con techo propio la cosa fue distinta. Pero yo aún no había llegado del campo cuando comenzó a soplar ese viento del norte. Qué diablos, si parecía que nunca hubiera soplado. Comenzó suavecito, como todas las tardes, como todos los días en la llanura, y después fue cambiando, pasándose al oeste, y cada vez más fuerte y más fuerte y la tierra que no me dejaba ver para qué lado estaba la casa. Pero por fin divisé el tanque entre las montañas de polvo y tierra y me encaminé como pude, a tientas, despacio, hasta que choqué contra la baranda de madera que le daba la vuelta completa. Entonces supo que había llegado y se tranquilizó un poco.
    El jabón se disolvía en el agua y poco a poco la iba llenando de una espuma oleosa, espesa, que crecía trepando por los costados de la palangana. El blanco de la espuma cremosa resaltaba aún más el rojo fuerte del plástico, que iba desapareciendo cada vez más lentamente hasta que el crecimiento se detuvo. Las manos entraron entonces en la masa blanca y rompieron la magia, volviendo la espuma a descender y a mezclarse con el agua. Estaba justamente por poner las ropas cuando sentí el primer pinchazo de la desgracia. Fue una punzada en el costado, algo como un presagio que me hizo dar la vuelta pensando que él ya había regresado. Pero no. El pinchazo venía de adentro mío y era como un silbido, un silbido áspero y lastimero que se hizo viento de pronto en la llanura. Venía del norte, primero suave, calmo como todos los días desde que estoy aquí, tranquilo, levantando apenas un poco de tierra. Pero después cambió, se volcó para el lado del oeste y aumentó. Así y todo, después de lavar la ropa salió igual a tenderla, a pesar del viento que amenazaba con llevársela: había que hacer lo posible porque se secara, ya que el hombre no debía demorar en llegar y querría, como todos los días, cambiarse la ropa sudada y llena de tierra con que siempre regresaba.
    Las primeras ráfagas fueron tenues. Después, con el transcurso del día, fueron aumentando hasta transformarse en una verdadera tormenta de viento y tierra. Hacía ya tiempo la línea de montañas, que tan bien se recortaba sobre el horizonte todos los días, había desaparecido cubierta por el polvo en suspensión. Había sido una suerte que él llegara antes de que el viento se desatara con toda su fuerza. Eso me tranquilizó bastante. Siempre estuvimos juntos para todos los problemas, y sentir que él justamente ahora podía faltar hubiese sido un desastre. Lo necesitaba acá, conmigo, en la casa. Acá estaríamos protegidos del viento y de cualquier cosa. Por eso me puso bien sentir que me llamaba en medio del viento, al otro lado de la casa. En ese momento estaba con la ropa en la mano, dispuesta a colgarla del único alambre tendido del patio, al reparo de la casa, y el viento soplaba ya fuerte. Al principio creyó que era sólo el sonido de las ráfagas, pero luego, al rato, cuando nuevamente lo escuchó, comprendió que eso era un grito y que venía de más allá de la casa.
    Dejó la ropa a medio colgar y corrió como pudo, envuelta en tierra, hacia donde escuchaba la voz. La hubiese reconocido en medio de una multitud. Al doblar en la esquina se topó con el viento de frente, que la hizo tambalear. Después llegó hasta la barandilla de madera, y sintió que de pronto lo estaba abrazando, ahogando un sollozo. "Tranquila, tranquila, ya estoy acá y no pasa nada, tranquila. Vamos, vamos para adentro que ya va a pasar. Sólo es una tormenta, vamos, vamos". En realidad yo estaba bastante preocupado. Con un viento así es muy fácil perderse en el campo, donde cada surco es igual a otro, donde no hay nada que sobresalga como para guiarse. Y aún así, bien podría haber pasado a sólo un metro de alguna cosa, incluso de la casa misma, y no haberme dado cuenta por la tierra. Por eso había comenzado a gritar. No dudó tampoco, cuando sintió la madera entre sus manos, que la suerte lo había guiado secretamente hacia la casa. Y cuando, al rato, sintió que lo abrazaban unas manos húmedas y olorosas a jabón de lavar, terminó por convencerse de que la providencia lo había acompañado.
    La tierra se iba acumulando sobre la ropa limpia, recién colgada, y era como esas masas de hormigas que, cuando crece el río, se amontonan en manchones sobre algunas ramitas u otra cosa que flote para no perecer ahogadas. Así pueden recorrer grandes distancias o, al menos, llegar a tierra firme. Igual, la mancha ocre sobre la ropa iba agregándose en capas sucesivas, una detrás de otra, colgada del único alambre tendido allí, al resguardo, en el patio trasero de la casa. Ella había continuado lavando cuando comenzó el viento, primero suave, como todas las tardes desde que tenía uso de razón, pero luego más fuerte, con ráfagas que de pronto amenazaban con arrancar la ropa del alambre o, incluso, dada la resistencia que éste hacía, llevarse todo de una sola vez. Entonces había escuchado los gritos y supo por dentro, de la misma curiosa forma en que había presentido la tormenta, que esos gritos eran de su esposo, Dios, por fin, y no pudo evitar un sollozo mientras corría un tanto a ciegas, dando la vuelta a la casa y topándose con el viento, tocando con su mano izquierda la pared para guiarse, y llegaba hasta la barandita de madera del frente y se chocaba y fundía en un abrazo sentido, necesario como nunca, pensó, hubiese podido necesitarlo.
    Habían entrado en la casa y de pronto fue un golpe escuchar el aire detenido del interior. A poco de estar allí, parados y abrazados, en silencio, escucharon que el viento seguía afuera soplando con una furia nunca oída, y el abrazo fue más fuerte. Entre algunas lágrimas que aún se le escapaban balbuceó "creí que no venías". Tragué saliva y lo repetí, qué diablos con el viento, creía que ya no venías, que no ibas a ver la casa con la tierra que hay. Él dijo algo que no entendí bien entonces pero que me tranquilizó. Era él el que estaba allí conmigo, hablando, calmándome, sosteniéndome para que no cayera. Yo en realidad sólo quería abrazarla y nada más. El susto no se me había pasado y pensaba que si de pronto ella me soltaba me iba a caer redondo al suelo. Creo que incluso la apretaba tanto para evitar los temblores que me recorrían el cuerpo de a ratos, como descargas, como sacudones eléctricos. Y no los podía evitar, mi Dios. Entonces escuché que me decía entre sollozos que estaba asustada, que pensaba que con el viento yo me iba a perder, y yo sólo pude decirle algo que me salió del alma, pero que más que a ella me lo decía a mí, a mí mismo, a ver si de una vez por todas se me iba el susto de encima.
    Al rato se separaron, ella secándose las lágrimas que habían quedado sobre sus mejillas, él pasándose la mano grande por la cabeza, tratando vanamente de aplacar la cabellera desgreñada que, reacia, tomaba la postura de siempre en cuanto la mano pasaba. Se quedaron allí quietos, mudos, mirándose en silencio. Afuera el viento silbaba. Entonces ella dijo "°la ropa!", como recordando de pronto, y trató de salir nuevamente de la casa pero él la paró y le dijo que mejor se olvidara de la ropa y porqué no comían algo.
    Esa noche, después de la cena, hicieron el amor. No fue algo concertado previamente, como solía ocurrir, sino que se dio en forma natural. Los dos lo deseaban. Tiempo después lo recordarían como una forma más de apoyarse, luego de ese miedo que el viento había traído. Se necesitaban más que nunca, y poco a poco se durmieron escuchando las ráfagas que en el exterior de la casa parecían tomar carrera por el campo y aumentar aún más la velocidad.
    La ropa había desaparecido. Lo supo en cuanto se despertó y corrió la cortina de la ventana. Sólo permanecía, y quien sabe por cuanto tiempo, el único alambre tendido del patio, que se sacudía con cada ráfaga como si ya fuera a cortarse. Por momentos el alambre se tornaba invisible por causa de la tierra que volaba, como una mancha ocre oscuro que tamizaba las cosas conocidas y poco a poco las iba mimetizando. De vez en cuando su vista avanzaba hasta los árboles, ahora tristemente deshojados, que había más allá de la última cerca, casi al borde del río. Pero las imágenes de esos troncos achaparrados aún verticales se tornaron más como una fantasmagoría alucinatoria que como la realidad concreta y conocida de los días pasados. Además, me di cuenta de que se hacía más difícil ver las cosas pues el sol aún no había salido. "Raro, haberme despertado tan tarde" dijo él al lado mío, y yo giré entonces y volví a la cama, confundida y feliz al mismo tiempo, deseando que todo marchara bien dentro de la casa. Mientras se confundían en un prolongado abrazo podían oírse, de vez en cuando, los latigazos que daba el alambre del patio, ahora sólo atado por una de las puntas, contra la base metálica del tanque.
    A pesar de que la ropa lavada se le estaba llenando de tierra se sintió desahogada cuando escuchó, ya por segunda vez y claramente, la voz del hombre. Entonces había abandonado todo allí en el cuartito de chapas y, con la mano izquierda pegada al muro de la casa, había avanzado hacia el frente, donde estaba el viento y la baranda de madera. Allí lo encontró y se abrazaron con pasión, con dolor, con temor. Al entrar luego en la casa permanecieron así, más para no caerse uno sin el apoyo del otro que por otra cosa; estaban ya tranquilos allí dentro, uno junto al otro como siempre lo habían estado. El viento del exterior ya no importaba. Sólo contaban ellos allí dentro, en su casa. Cuando por fin se separaron él trastabilló un poco pues aún tenía el miedo muy adentro de sí, pero más tarde, cuando ambos estaban sentados a la mesa y cenaban, se tranquilizó del todo.
    —Ya va a pasar, en cualquier momento.
    —¿Te parece?— dijo ella dejando de masticar.
    —Seguro. Nunca antes sopló tanto. Además...—hizo un gesto y un silencio como si buscase una respuesta más creíble—, además mañana tengo que salir otra vez al campo para terminar de arar.
    Ella no contestó. Cortó una rebanada más de pan, fue a comerla, pero a último momento la dejó nuevamente sobre la mesa. "Tal vez mañana no podamos salir..." pensó.
    El calor era agobiante. La llegada del viento parecía haberlo aumentado. Eso se evidenciaba en los cuerpos sudados de los dos, allí, mientras cenaban en silencio. Por momentos sólo era audible el cric cric cric de la tierra sobre los vidrios de las ventanas, por momentos sólo el aullar del viento. Esto los había puesto un poco tensos. Si bien el viento llegaba todos los días por la tarde, hacia el anochecer ya era raro que permaneciera, y menos de noche cerrada y del oeste. La tensión interior contrastaba en los rostros con la indiferencia exterior con que pretendían, inútilmente, pasar por alto el momento. Tal vez fue por eso que, luego de la cena, en una forma en que pocas veces ocurría, nos fuimos a la cama y comenzamos a acariciarnos despacio, a besarnos, a desvestirnos hasta quedar completamente desnudos y a entregarnos con pasión y deseo. Yo lo necesitaba, deseaba su cuerpo fuerte y grande, sus manos velludas recorriéndome el cuerpo entero, su respiración entrecortada arrullándome en la oreja. Sus figuras se entrelazaban una y otra vez, se entregaban con energía y con dolor, como si fuese la última ocasión. Se percibía en el aire una oleada cálida y melosa de perfume a relación sexual que emanaba de sus cuerpos sudados, la excitación que les subía poco a poco por el cuerpo, hasta llegar a la boca, y ese jadeo animal, amplificado por sobre el fragor del viento que ululaba afuera, cuando llegaron ambos al final. Aún algunas contracciones animaban superficialmente la espalda del hombre que murmuraba o jadeaba espacio, sobre la mujer. Los pies de ella lo abrazaban sobre los riñones, y lentamente fueron descendiendo a lo largo de las piernas del hombre hasta quedar a la altura de los tobillos. Las manos de la mujer, unidas sobre la espalda arqueada del hombre, subían y bajaban recorriendo toda la superficie combada, animándolo al rato e incitándolo nuevamente. Poco a poco el hombre se repuso y recomenzó el bambolear rítmico de su pelvis a medida que los deseos y suspiros de la mujer aumentaban. Los pies de ella de improviso ascendieron muy por arriba incluso de los riñones, ayudando a la penetración, provocando un sonido ahogado en el hombre. La sábana estaba arrugándose por debajo de los cuerpos sudados y podía verse cómo aparecía, con cada sacudida del hombre, un poco más de colchón sin cubrir en uno de los extremos de la cama. La mujer ahogó el grito del hombre con un beso profundo y largo que lentamente, junto con las piernas y los movimientos pélvicos, fue calmándose, hasta quedar estáticos pero agitados uno sobre el otro.
    Supo que la ropa había desaparecido en cuanto se despertó y corrió la cortina de la ventana para ver afuera. El alambre golpeaba contra la armazón que sostenía al tanque de agua y más allá del cerco de madera era imposible distinguir algo. "Aún está oscuro" pensó para sí y entonces giró y regresó a la cama cuando escuchó que su marido decía, aún medio dormido, "raro, haberme despertado tan tarde". Permanecieron en la cama abrazados en silencio, sólo escuchando el latir acompasado de sus corazones y las respiraciones lentas que cada uno hacía. Afuera, el viento seguía aullando y pronto comprendieron, cuando miraron la hora, que no era tan tarde como pensaban y que la oscuridad el exterior era causa de la tierra que volaba y no de la ausencia del sol. Aún así se evidenciaba cierta claridad persistente en medio del vendaval. "La ropa" dijo ella, "ya no está". Él asintió con la cabeza, en silencio, mientras se vestía. No le gustaba lo que estaba pasando. Había algo raro en ese viento que soplaba insistentemente desde hacía horas. øQué pasaría con el campo? øY con los sembrados? "Con un viento así, carajo, todo el trabajo fue inútil. Las semillas deben haber volado a la mierda. Y las plantas... puta madre". La voz de la mujer lo despejó de sus pensamientos:
    —¿Sentís? Escuchá, escuchá. ¿Oís?...
    Él se acercó entonces a la ventana, donde estaba ella parada, y escuchó, con la oreja apoyada sobre el vidrio. "Mierda" dijo, "se está descascarando el campo", mientras se retiraba un poco de la ventana y contemplaba el viento ocre y de tanto en tanto verdoso que azotaba la casa y el campo. Eso que escuchaba, aún sin necesidad de pegarse al vidrio, ya no era el polvo suelto con que había comenzado el día anterior. La sucesión de track trock trick sobre el cristal eran pequeñas piedras, terrones duros, el campo mismo que se estaba volando frente a sus ojos.
    Al comienzo, cuando montado en el tractor iba tirando del arado, había visto en el horizonte las primeras espirales de polvo que subían retorciéndose sobre sí mismas, y comprendió que nuevamente, como todos los días, el viento del norte había llegado. Lo que no había previsto era la magnitud del viento que ese día llegaba y el cambio de dirección: provenía tal vez de más allá de las Montañas Azules del horizonte, tomando cada vez más velocidad sobre la pradera verde que se extendía, en la otra dirección, hasta el río y el infinito. Se había detenido entonces el motor del tractor y había bajado con presteza, marchando hacia la casa a pie. No había observado durante la mañana que se avecindara alguna tormenta fuerte, pero ese viento, por momentos huracanado, por momentos calmo, que estaba soplando, lo intranquilizaba. La casa pronto desapareció detrás de la tierra y creyó que se perdía. Sin embargo siguió caminando como podía, tratando de que el viento no lo hiciera caer, hacia el lugar en donde había visto por última vez la pared blanca y el techo brillante de chapas. A pesar de sus intentos, en varias oportunidades cayó de bruces entre los surcos arados del campo, y optó entonces por avanzar en cuatro patas. Sabía que su mujer aproximadamente a esa hora lavaba la ropa y esto lo preocupaba. Si el viento y la tierra la alcanzaban afuera de la casa podía pasarle cualquier cosa. Siguió arrastrándose de esa manera hasta que sintió que chocaba con algo liso, rectangular, que se erguía verticalmente. "La baranda. Por fin, carajo, la baranda" se dijo entonces, mientras yo, que había escuchado los gritos, avanzaba también a tientas y lo abrazaba con las manos húmedas y jabonosas.
    El viento seguía soplando y poco a poco, a medida que transcurría el día oscuro y sofocante, fue perdiendo la coloración ocre verdosa para teñirse de un tono azulado, como vetas que de tanto en tanto llegaban hasta la ventana. "Seguramente viene desgastando las montañas el desgraciado".
    Hacia el anochecer el viento era ya evidentemente azul y amainó un poco. Dada la poca luz el hombre no podía ver qué era lo que había quedado del campo, pero el fuerte color azul del viento no le decía nada bueno. En tanto él se debatía frente a la ventana la mujer trataba vanamente de evitar que el viento y la tierra entrasen en la casa. Varios muebles estaban ya veteados de azul y montoncitos ocres se desparramaban por el cuarto. El calor pegajoso se endurecía sobre sus cuerpos que, poco a poco, con el correr de las horas, habían adquirido, conjuntamente con los muebles, una marcada tonalidad oscura, azulina u ocre, según la dirección que el viento había tomado y según la tierra que había entrado en la casa. Pero el problema principal había comenzado cuando, después de encontrarnos abrazados en la baranda de madera, entramos en la casa y ella se puso a cocinar. La cocina era hasta ese momento el lugar más limpio de la casa, pero cuando entraron y se sentaron a la mesa comprendieron que no había abertura segura contra el viento. Tanto los muebles como las ollas estaban cubiertos de tierra, una tierra oleosa de marcado tono ocre, veteado de azul, que por más que se raspara no salía. No hubo más remedio que cenar con los platos manchados. Ellos mismos estaban cubiertos de tierra, sudados, cansados, con el pelo desgreñado y unas líneas claras que se abrían en abanico partiendo desde los ojos hacia afuera. Cenaron en silencio. Afuera sólo se oía el restallar del alambre contra las patas metálicas del tanque de agua y el aullar infernal del aire. Ni siquiera los perros ladraban y pronto comprendimos que tal vez habían sido arrastrados por el viento hacia el este, donde corría el río, al finalizar el campo.
    Esa primera noche, después de cenar, sin mediar pedido de alguna clase, ambos se encontraron desvistiéndose en silencio, acariciándose, besándose, haciendo finalmente el amor en el pequeño cuarto del dormitorio. Al otro día, cuando ella despertó y miró por la ventana, vio que la ropa lavada ya no estaba y que el sol, a pesar de la hora avanzada, estaba oculto tras un cielo oscuro de tormenta.
    El viento azul señalo el fin del segundo día. La temperatura había aumentado sensiblemente desde el día anterior y un barro oleoso cubría sus cuerpos, desnudos hasta la cintura. En los ojos desorbitados de la mujer podía leerse la desesperación que nacía, irrefrenable, dentro de la casa. El hombre no abandonaba su puesto al lado de la ventana, mirando siempre hacia el naciente, hacia donde las Montañas Azules seguramente iban desapareciendo arrastradas por las ráfagas increíbles de esa tormenta. Sin embargo, entre el anochecer del segundo día y el comienzo del tercero el viento había aminorado considerablemente su velocidad, aunque manteniendo el tono azul. Tampoco podrían salir ese día. Habría sido demasiado peligroso arriesgarse y perderse en el azul cobalto del exterior. El hombre observaba como si realmente pudiera distinguir algún objeto sobre el cual poder detener la vista. Sin embargo afuera sólo se veían trazos horizontales, algunos más fuertes, curiosamente azules en ese clima tórrido que cubría de oleoso barro los cuerpos.
    Los ojos semicerrados del hombre se distendieron un poco cuando escuchó la voz de la mujer que lo llamaba desde la cocina. Sentados ambos a la mesa, por segunda vez consecutiva guardaron un silencio casi respetuoso para con el vendaval azul. El alambre, que hasta esa mañana había estado sonando rítmicamente, ya no se escuchaba y era imposible distinguirlo con tanta oscuridad. La mujer fue a cortar una rebanada de pan pero se detuvo y, tragando saliva, dijo que había provisiones para diez días. El hombre siguió comiendo mecánicamente, haciendo como que no había escuchado. Me sorprendió ver que por primera vez el sudor no brillaba a la luz de la vela, sino que se mantenía opaco y consistente como una terracota. Sobresaltado levantó un poco la cabeza cuando sintió un golpe en el vidrio y vio un rectángulo blanquecino pegado a él. Se acercó. Vibrando por la fuerza del viento una hoja arrugada de periódico se mantenía plana contra el cristal. Una foto borrosa por el azul que la cubría se podía distinguir aún en medio de la página. Al rato el mismo viento que la mantenía la despegó violentamente y ya no volvieron a verla.
    Esa noche, al recostarse, durmieron sin hacer el amor. Cada uno estaba boca arriba, expectante por si el otro se movía o decía algo. Yo podía sentir su respiración pausada aunque imperceptiblemente inquieta y, de vez en cuando, de reojo, alcanzaba a distinguir la barba crecida de dos días y el sudor oleoso manchando su cara. Él seguramente sabía que lo miraba, y dijo quedamente que el viento pronto pasaría porque ya había amainado bastante desde que comenzara. Yo no contesté. Me acerqué a su brazo musculoso hasta sentir el olor acre y me acurruqué allí. Podía sentir su respiración sobre mi brazo izquierdo. Por suerte no contestó cuando le dije lo del viento. Internamente sentía palpitar el miedo de que ese viento fantasma siguiera soplando y gastando las montañas, arrasando con el campo y llevándose la vida de la llanura hacia las tierras desconocidas del este. Me tranquilicé un poco cuando sentí que su respiración se normalizaba con el sueño. "Si al menos uno pudiese dormir y borrar las angustias del día" me dije mientras yo también, respirando con calma, comenzaba a hundirme en la oscuridad.
    Un fuerte estrépito los despertó. Algo se estaba moviendo allí afuera, con jadeos y chirridos agudos. Se abrazaron mutuamente y permanecieron quietos. De pronto un desgarrón metálico les puso la piel de gallina y saltaron de la cama, tanteando para encender la vela. Un nuevo desgarrón terminó por soltar algo y ya no se escuchó nada más. El viento había retomado imprevistamente su furia del comienzo y acababa de volar una parte de la casa, aunque no podían saber cuál.
    La temperatura seguía aumentando incluso durante la noche. Sus cuerpos ardían por debajo de la cáscara ocre que los cubría. Se hacía difícil respirar en el cuarto, por lo que permanecieron despiertos hasta que una débil claridad les anunció que había amanecido. Ese día tampoco podrían salir de la casa. La permanencia allí comenzaba a ser problemática. Sin nada que hacer y sin saber la suerte que había corrido el campo, la tensión aumentaba con el paso de las horas. Tácitamente decidieron mantenerse separados, la mujer en la cocina, tratando de limpiar las cacerolas inlimpiables, el hombre apostado frente a la ventana, tratando de ver algo fuera de la casa en la oscuridad insondable. Estando allí observó que la tierra comenzaba a juntarse en los bordes de la ventana, subiendo un poco sobre la superficie picada del vidrio. Notó que ya el viento y la tierra no se colaban por la parte inferior de la puerta. El montículo de tierra que había en el interior permanecía igual. øQué habría pasado? Se acercó despacio al reborde azul y lo tocó con suavidad; era la misma consistencia de la terracota que tenía sobre el cuerpo, pero sin secar: un polvo oleoso que se adhería a cualquier cosa. "Las montañas. Son las montañas que se están volando" pensó.
    La última vez que había logrado distinguir la línea de montañas, distantes en el horizonte, hacia el oeste, había sido cuando araba el campo antes de que el viento comenzara a soplar. Estaba sobre el tractor, con el sol vertical, avanzando hacia el norte con el arado detrás, cuando, al llegar al límite del campo y girar el volante hacia la izquierda se encontró con el horizonte quebrado, ascendiendo una línea azul brumosa, dentada, que se extendía a todo lo largo del valle, dándole fin natural a la llanura. No sabía qué había del otro lado de las montañas. Tal vez por ello es que esa línea dentada y azulada del horizonte les llamaba tanto la atención a él y su esposa. Las montañas habían estado allí desde siempre, al menos desde que ellos se habían hecho cargo del campo abandonado. Por un lado las montañas, por el otro el río y, en medio, la planicie extensa y verde, salvajemente palpitante donde estaba enclavada la casa.
    El bambolear del tractor le impedía fijar la vista en un punto determinado de las montañas, pero alcanzó a distinguir, al poco tiempo de haber girado hacia el oeste, una nube vertical que crecía, moviéndose hacia los costados de vez en cuando. La nube resaltaba sobre el azul del fondo, y a medida que se acercaba parecía cobrar un tono ocre verdoso, propio de la tierra de la llanura. Supo que venía el viento nuevamente y cerró las ventanillas herméticas del tractor, aislándose momentáneamente, como hacía todos los días, del polvo. Pero cuando sintió los primeros impactos contra la carcaza plástica comprendió que ese viento que llegaba era diferente de todos los anteriores. La mujer en ese momento lavaba la ropa para tenderla en el único alambre del patio y percibió la llegada del viento, aún antes de verlo, en sus entrañas. Entonces fue cuando el tractor se atascó en algo, posiblemente un surco demasiado profundo o alguna rama de árbol, y no marchó más. No podía recular pues el arado, más liviano que el tractor, se sacudía con el viento y había quedado torcido. Se paró el motor y él quedó quieto, esperando a que escampara. Pero sin el motor los filtros de aire no funcionaban y se tornaba imposible respirar la atmósfera viciada y cargada de polvo que se colaba por las rendijas de ventilación. Entonces pensó en su mujer, en que debía estar lavando la ropa y en que podía pasar cualquier cosa si el viento la sorprendía afuera, y decidió regresar a la casa a pie, como pudiera, antes de que el viento lo impidiese totalmente. Por eso había corrido, cayéndose, levantándose, caminando finalmente en cuatro patas, tanteando el suelo hasta encontrar la baranda de madera de la casa y luego, al levantarse con dificultad, las manos húmedas y olorosas a jabón de su mujer.
    No le había contado lo del tractor para no alarmarla inútilmente. Me había limitado a entrar con ella en la casa, junto a una espesa nube de tierra, y mantenerme junto ella abrazado, evitando soltarla pues sabía que iba a caerme por el temblor que agitaba mis piernas. Yo lo sostenía, sentía que si lo dejaba podía caerse, y lo apretaba con más fuerza hacia mí, acaso tan fuerte porque yo también, como él, temía caer.
    —¡Creo que es el lavadero!— gritó la mujer desde la cocina.
    El hombre parpadeó un poco, todavía ante la ventana y el azul que manchaba los vidrios, y luego preguntó "¿Qué?...".
    —Que creo que es el lavadero. Lo que el viento se llevó anoche.
    El hombre terminó de desprenderse de la imagen en movimiento que había detrás de la ventana y se acercó a la cocina. Su mujer vanamente trataba de desteñir el azul de las cacerolas, junto a la ventana y la canilla. "Basta de agua" le dijo el hombre cuando se acercó, despacio, por detrás. "Hay bastante" dijo ella, "junté en los baldes".
    –No importa. Mejor la ahorramos, por las dudas.
    Y agregó para sí: "Si el motor se llega a parar, carajo, estamos listos".
    La ventana de la cocina daba directamente al lugar donde, adosado a la misma pared, un poco más a la derecha, estaba ubicado el lavadero. Entre ráfaga y ráfaga azul parecía que no había nada allí. "¡Dios!", pensó, "se nos está volando la casa". Se sentó entonces a la mesa y observó cómo su mujer acomodaba las ollas, con una pátina azul, dentro del armario de la cocina. No quería contarle lo del tractor descompuesto, pues eso empeoraría las cosas. Prefirió callar, dejar que las cosas pasaran, esperar a que el viento amainase de una vez por todas. Por eso se había sentado a la mesa en silencio, esperanzado en un cambio del tiempo. Pero fue nuevamente la voz de su mujer con una mala noticia la que lo sacó de su mutismo estereotipado y lo hizo levantarse con brusquedad:
    –¡Mirá, mirá! Acá en la ventana.
    El polvo azul iba subiendo por la ventana, acumulado sobre el alféizar de madera. "Mierda" dijo entonces, mientras corrió hacia la otra parte de la casa. En el silencio del cuarto sólo se escuchaba, proveniente del exterior, el cric cric cric del polvo golpeando los cristales y la madera, desgastando los muros de la casa, invadiendo cada rendija y manchando todo de oscuro.
    La ventana que daba al oeste estaba desprotegida del viento y allí se acumulaba el polvo más rápidamente. Si se prestaba atención podía verse cómo subía de a poco, cubriendo el vidrio. "Nos estamos enterrando, carajo" pensó el hombre. Giró y se acercó entonces a la puerta de entrada, donde momentos antes había tocado el polvo azul en el lado interior de la casa. Por eso no entraba más. Del otro lado de la puerta seguramente ya había una montaña de polvo que se seguiría acumulando mientras durara el viento. Se pasó la mano velluda y sucia por el pelo hirsuto, desgreñado, de la cabeza. "Qué mierda, justo lo que nos faltaba. ¡Enterrados!" se dijo mientras intentaba, en vano, tal vez inconscientemente, aplacar su pelo rebelde y azulado. ¿Cuánto más duraría? ¿Hasta cuándo el viento continuaría soplando? ¿Qué habría sido del campo? Exasperado, se sentó en el suelo, junto a la línea de polvo azul que se había deslizado bajo la puerta. Las aberturas de la casa eran bastante seguras, aunque el polvo impalpable había logrado pasar igual. Lo que no pasaba, y era mucho más peligroso, era el suficiente aire del exterior, aunque debía estar tan viciado a raíz de la tierra que tal vez no importara tanto. Aturdido, el hombre permanecía sentado en el suelo, observando el polvo estático que se había colado bajo la puerta, escuchando en medio del silencio de la casa el constante martilleo del cric cric cric de piedritas y tierra que golpeaban contra la puerta y los vidrios, sintiendo cómo poco a poco el polvo iba subiendo, cercando a su casa con el azul cobalto de las montañas del horizonte, respirando con esfuerzo a través de un pequeño espacio desgastado en su cobertura barrosa, sudando impotente ante el calor agobiante, siempre en aumento, que irradiaba esa tierra de nadie.
    La cena transcurrió en silencio, con el mismo monocorde cric cric que los había acompañado durante todo el día y durante los días anteriores, desde que comenzara a soplar el viento de la desgracia. La luz de la vela resaltaba fantasmagóricamente sus rostros enjutos, apagados, de donde partían, de vez en cuando, al mover la piel reseca para masticar, unas líneas claras que resaltaban sobre el barro azul y se perdían a los costados, bajo la mata de pelo duro y quebradizo. El mismo silencio los unió más tarde, en el otro cuarto, cuando se recostaron uno junto al otro, incapaces de expresar otra cosa que no sea respiraciones entrecortadas, difíciles, doloridas. Sólo podían intentar dormir, olvidar mediante el sueño el horror de la devastación que les volaba el campo y la casa.
    En la penumbra, de pronto, creyó ver dos luces fijas que lo apuntaban, desde el otro lado de la ventana, con turbadora insistencia. Gritó, sacudiéndose, y las luces desaparecieron, aunque no supo si fue a causa de ese grito que lo había despertado de una pesadilla o si realmente había espantado a alguna cosa al otro lado de la ventana. Su mujer lo tranquilizó (trató de hacerlo), diciéndole que era imposible que algo vivo estuviese afuera, con ese viento, con esa muerte azul que avanzaba hacia arriba tapándolos, y luego, sin ganas o sin poder contestar uno, y sin poder continuar la otra, se durmieron finalmente, jadeando, abrazados, hasta que un ensordecedor aullido los despertó.
    Permanecimos quietos en la cama. Por un momento pensamos que el resto de la casa se nos volaba, como había comenzado a ocurrir con el lavadero, pero pronto comprendimos que la casa aún permanecía firme en su lugar. Otra cosa estaba ocurriendo afuera, algo nuevo. Prestamos atención y tuvo que pasar aún un rato para que nos diésemos cuenta de que el desgarrador aullido que nos había despertado no era otra cosa que un silencio repentino, mortal, que se había extendido por el mundo fuera de la casa. Con lentitud me separé de ella y avancé hacia la ventana. En la oscuridad de afuera no podía ver nada, pero sí podía sentir que el viento había dejado de soplar. Nada se movía del otro lado. El silencio me dolía dentro del cerebro como si fuese un ruido atronador, despiadado. Sentí que él me dejaba y tuve miedo. Me acerqué yo también a la ventana, con el mismo silencio con que nos impactaba el mundo y la ausencia de viento, y me detuve un paso detrás de su figura grande y barrosa. Afuera estaba demasiado oscuro como para ver qué había o qué faltaba, pero tuve la seguridad de que ya no soplaba el viento. Poco a poco nos fuimos acostumbrando a esa nueva y silenciosa realidad, a esa calma dolorosa que nos impactaba desde el exterior, y creo que permanecimos quietos ante la ventana hasta que una claridad fue tiñendo la superficie y pudimos ver, débilmente pues esa luz se abría paso con esfuerzo en el aire espeso, lo que durante años había sido nuestro campo arado.
    Un océano ondulante se extendía hasta el horizonte. Parecía nacer en nuestra ventana, unos diez centímetros sobre el alféizar de madera, suave y azul, oleoso, de rara consistencia. Se quedaron estáticos allí mirando, mudos, el suave ondular de los médanos con alguna que otra brisa que de vez en cuando parecía aún soplar, inaudible, sobre la tierra devastada.
    —¿Y ahora?— fue lo único que logró articular la mujer.
    El hombre permaneció pensativo un rato. Luego murmuró:
    —No sé.
    Aún trataba de asimilar la destrucción del campo. Miraba con la vista perdida en el horizonte el desierto azul que se extendía frente a sí, y de pronto su rostro se iluminó con un recuerdo olvidado, y dijo, casi arrepintiéndose al mismo tiempo, "¡El río!", y guardó silencio nuevamente. La mujer, que se había acercado hasta quedar a la misma altura que él, sobre la ventana, buscó el río con la mirada y no lo encontró. El río había desaparecido, sepultado por el azul cobalto de las montañas del poniente, como si toda esa magnificencia que hasta ese entonces había mostrado no hubiese sido más que una ínfima corriente para el huracán.
    —¿Y el viento?— preguntó al rato ella.
    Con tono ausente, el hombre respondió:
    —No sé.
    El sol, mortecino por causa del polvo que aún estaba en suspensión, poco a poco fue alumbrando más, permitiendo ver detalles que hasta entonces habían pasado desapercibidos. Tampoco estaban los árboles, del otro lado del alambrado y del río, y tampoco estaba el alambrado. O estaba, pero a más de un metro por debajo del suelo azul oscuro.
    Saqué las manos de los bolsillos y traté de abrir la ventana. "¡Qué hacés!" exclamó ella, pero la detuve con un gesto. "Hay que salir, carajo", le grité mientras forzaba la ventana con el hombro y todo el cuerpo. Un poco se movió y cayó un chorrito azul dentro de la casa. Metiendo un dedo en la rendija ayudé a que siga cayendo más arena adentro. Al rato ya la hoja de la ventana podía moverse con más facilidad y al cabo de media hora la había abierto totalmente. Un grueso montón de arena se deslizó entonces y formó un talud contra el zócalo de la pared, por debajo de la ventana. Ella estaba como ausente, mirando lo que yo hacía.
    —¿Y si vuelve el viento?— preguntó entonces.
    —El viento un carajoó le dijeó, hay que salir antes de que nos quedemos acá enterrados.
    Se acercó, aún sin mucho convencimiento, y lo ayudé a sacar la arena que apretaba la otra hoja de la ventana. Cuando las dos quedaron libres el hombre dijo que tendrían que investigar afuera para ver qué había pasado. Salieron por la ventana con ayuda de una silla. Yo lo seguí un poco atontada, sin pensar en lo que estaba ocurriendo. Me sentía cansada, con un cansancio de días que de pronto se me había venido encima, sin ganas de hacer nada. Pero igual lo seguí afuera, para ver qué había pasado. Me sorprendió y causó gracia ver el techo de la casa a la altura de mis ojos, yo que nunca había sido muy alta. Del otro lado de la casa, hacia el oeste, tampoco había nada. Apenas se distinguía un suave dentado con las puntas romas, redondeadas, que a duras penas parecía sobresalir del océano azul. "Se volaron las montañas, Dios" dijo el hombre entonces. Caminaron alrededor de la casa. Del otro lado había menos arena acumulada contra el muro pero, igual, casi llegaba al picaporte. Las paredes blancas, aunque manchadas, resaltaban sobre la superficie color cobalto. A unos quinientos metros, hacia el noroeste, se distinguía la carcaza de acrílico del tractor, emergiendo como una isla de una duna. El lavadero no estaba. La calma era total y aprovecharon para caminar.
    Al rato regresaron, cuando sintieron que una brisa comenzaba a levantarse. Hacía más calor, y la brisa les quemaba por dentro, encendiéndoles la piel azulada y terrosa, opaca a pesar del sudor. Entraron nuevamente por la ventana y la cerraron, colocando del lado de afuera, como pudieron, un chapón arrancado del lavadero, de tal manera que protegiese un poco más a la abertura de la tierra que volaba, facilitando así la próxima salida de la casa. Al cerrar la ventana el chapón se ladeó, pero aún parecía ofrecer resistencia a la tierra que ya comenzaba a juntarse sobre él. Pronto todo se nubló, como los días anteriores, tornándose el aire de un color azul oscuro. Mientras la mujer fue a la cocina para preparar algo de comer el hombre se quedó observando, atónito y alucinado, cómo el polvo remolineaba frente a la abertura y cómo se iba acumulando, oleada tras oleada, sobre el chapón del lavadero.
    Cuando aquel día salió con el tractor no imaginó que ese viento que recién nacía podía convertir la llanura en un mar de polvo azul. Había arrancado como siempre, sin problemas, y nada me hizo pensar que se detendría a las pocas horas. La pila de energía no podía haberse acabado tan rápido, y el indicador de voltaje persistía en señalar que aún quedaba para muchos meses. Pero aún así el motor se detuvo. El hombre en ese momento había girado el volante hacia el poniente, para seguir la línea de los surcos arados, y se había topado con el cambio de dirección del viento. "Qué cosa rara" pensó, "la primera vez que cambia y sopla de otro lado". A poco de andar dejó de ver las ocho ruedas del tractor porque todo se tornó oscuro de pronto, como si la noche hubiese caído antes de tiempo, sin aviso. Sin embargo en ese momento el miedo aún no se le había colado en el cuerpo y había tratado de regresar con el tractor hasta la casa. "Primero la orientación, eso es fundamental, y después marchar despacio. Esto se está poniendo feo, al diablo con la tormenta que se viene. Tengo que llegar, carajo, tengo que llegar". En ese momento la mujer sintió el cimbronazo en el estómago y se dobló en dos pensando qué me pasa mi Dios, qué es esto. Entonces salió del lavadero y comprendió que llegaba el viento, antes aún de verlo como una mancha terrosa asolando los campos.
    Provenientes de alguna parte tras los cristales surgieron de esa noche repentina dos luces, turbadoramente fijas sobre el rostro del hombre. La mujer corrió presurosa ante el grito de su marido pero no pudo ver nada afuera, hacia donde señalaba espantado con una mano temblorosa.
    —¡Allí, carajo. Por ahí está!ó dijo mientras tomaba a la mujer de la muñeca y la dirigía hacia el vidrio manchado de la ventana.
    Trazos horizontales, de color azul fuerte, cruzaban el desierto del otro lado. No había nada allí. No podía haber nada vivo con una tormenta así. "La tierra está devastada, entendés, no hay nada afuera. No puede haber nada" le dije abrazándolo con fuerza. Luego regresé a la cocina mientras él quedaba, nuevamente, en su puesto de observación de la ventana. El viento había adquirido otra vez su violencia de antes, azotando las ventanas y produciendo un insoportable ritmo de cric cric cric contra los vidrios y paredes. Un sonido sordo y apagado se escuchó de pronto y la mujer vio, sobre la ventana de la cocina, un papel pegado veteado de azul. "Una carta, Dios", se dijo al mirarla de cerca con una vela. "Una carta. ¡Quién sabe de dónde viene el viento!" repitió luego en un murmullo.
    La carta manchada fue la primera de una serie. Los papeles parecían inundar de pronto lo poco visible a través de las ventanas, cubriendo los vidrios que recibían el viento de frente y llenando las dunas más cercanas. Papeles escritos, papeles de colores, hojas de libros, todo, en fin, confundido en un ululante maremagno, flotaba sobre el azul del viento y era arrastrado hacia el este con fuerza inaudita. Me sustrajo de la vista de semejante espectáculo la voz de mi mujer, llamándome a comer.
    En la cocina ardía una vela, en medio de la mesa, iluminando vagamente dos platos humeantes, medianamente llenos de arroz y algo más. Me senté en silencio y comencé a comer. Ella dijo "queda comida para cuatro días" y yo nuevamente hice como que no la escuchaba mirando incluso hacia el otro cuarto, donde por la ventana se veían pasar algunos papeles pintarrajeados. No quería mirarla a la cara porque sabía que tendría que afrontar la situación y no me sentía con el valor suficiente para hacerlo. "Carajo con la comida y ese viento de mierda. Y también el agua va a faltar. Dios, que de ésta no salimos".
    Ella comía en silencio, mirando de tanto en tanto el rostro embarrado de su esposo, tratando de no mostrar el temor que se le transparentaba por todos los poros y, especialmente, a través de los ojos grandes y apagados, sin brillo. "Que no afloje, Dios, que él no afloje. Si él se acaba nos perdemos los dos. Yo no puedo más, ya no. Y no hay comida, no alcanza. Aguantá un poco más. Sólo un poco más todavía". La vela estaba por la mitad cuando decidieron apagarla para ahorrar un poco de luz y se dirigieron, mudos y despacio, hacia el otro cuarto. La mujer tanteó la oscuridad buscando al hombre, dejó que sus manos subieran por los brazos de él y llegó hasta la cabeza, lo atrajo hacia sí y lo besó. El hombre la dejaba hacer pero luego la separó un tanto bruscamente y se quedó quieto, mirando por la ventana.
    Afuera nada parecía haber cambiado. El viento soplaba tan fuerte como al principio, seguían llegando papeles de colores y cartas, diarios y revistas, algunas páginas de libros. Aparecían y desaparecían con la misma rapidez, haciéndose visibles durante un breve segundo para hundirse luego en el azul y no verlos más.
    Habrían pasado más de dos horas cuando el viento comenzó a perder fuerza, tornándose, hasta el amanecer, en una brisa cálida. Cuando el sol pudo distinguirse, blanquecino a través de las nubes, el hombre dijo que había que salir otra vez para mirar y abrió la ventana. La mujer no sabía qué era lo que su marido quería mirar afuera, en medio de ese desierto azul, pero lo siguió.
    El techo estaba un poco más bajo que el día anterior, y la cabina del tractor había desaparecido totalmente bajo la duna. Proveniente de alguna parte, sobresalía un pedazo de rama, deshojado, en otra duna cercana. Como era la más alta de la zona, decidieron llegar hasta allí para ver mejor hacia el horizonte.
    Caminar en esa arena era muy difícil. Ya lo habían experimentado antes, en la otra recorrida que hicieran. Por más cuidado que ponían al pisar la oscura superficie, los pies se hundían y desaparecían hasta cerca de la rodilla, y costaba mucho volverlos a sacar para dar otro paso. Subir una duna era peor, pues la arena periódicamente se deslizaba hacia abajo y, si bien no llegaban a caerse, perdían mucho terreno. Finalmente llegaron, al cabo de una hora, trepando con lentitud y en cuatro patas, a la cumbre. El hombre se echó jadeando sobre la arena y la mujer sobre sus piernas. "Uf, Dios, bajar va a ser más fácil, ya vas a ver. Hay que dejarse ir nomás, uf" escuché que me decía, en forma entrecortada. Podía sentir sus piernas fuertes debajo de mi espalda y eso me confortaba. Levanté un poco la cabeza y miré hacia la rama seca donde él se apoyaba. "Es un paraíso" le dije. Él asintió sin ganas. La arena estaba excesivamente caliente y pronto tuvieron que levantarse.
    El paisaje, visto desde allí arriba, no cambiaba mucho, salvo que podían ver más azul y más lejos que desde abajo, a la altura del techo de la casa. ¿Volvería el viento? ¿Taparía la casa una nueva duna? ¿Cuánto duraría todo eso? El suave ondular azul cobalto se perdía en el horizonte. No había ni rastros del río hacia el este y, hacia el oeste, apenas podían verse, un poco por encima de las dunas, algunas estribaciones redondeadas y fuertemente azules. "Ya ni montañas quedan" dijo el hombre. Y luego añadió:
    —¿Te acordás por dónde iba el camino? Tendremos que irnos hoy o mañana, en cuanto podamos.
    La mujer guardó silencio un rato. Irse por allí, seguir el camino, significaba recorrer, en línea recta, unos cincuenta kilómetros hasta el pueblo, al que nunca habían ido. Sabía, de oírselo a él, que estaba para ese lado, pero nunca había siquiera mencionado la posibilidad de ir.
    —¿Y la peste?
    —Es la única oportunidadó contestó tajante el hombreó. Tendremos que ir por ese lado... Además, la peste está del otro lado de las montañas, no para acá. Alguien en el pueblo nos va a ayudar.
    —¿Y el viento?
    —No sé, carajo, no sé. Pero no podemos quedarnos acá. Nos estamos enterrando vivos, ¿entendés?
    La mujer no contestó pero hizo un gesto afirmativo. Después de todo daba lo mismo morir de hambre allí (o enterrados) que adquirir la peste que se extendía del otro lado del río y las montañas, rodeando la llanura. Pero esto le daba miedo.
    —Nunca supe porqué la peste no podía cruzar las montañas.
    El hombre se sorprendió al escucharla. Dijo:
    —Cierto. Yo tampoco.
    Estaba molesto por alguna cosa, turbado, pensativo. Se quedó callado hasta que la mujer nuevamente rompió el silencio, ¿por qué no llegaste con el tractor?
    Evité la mirada de ella pero tuve que responderle.
    —Porque se paró el motor.
    —¿Se acabó la pila?
    —No sé. Pero no creo, hace poco que la cambié.
    Había estado pensando en la pila de uranio desde que se detuviera el tractor, cuando comenzara el viento. ¿Sería ese el final de todo? Vagamente recordaba cómo había recogido un día todo lo que había podido en el almacén del pueblo y se había marchado al campo, al otro lado del río. A ella la había encontrado cuando ya abandonaba el pueblo, a toda marcha, y apenas había pensado en la posibilidad de formar pareja, pese a que hacía unos meses que la frecuentaba y tuvo que tomar la decisión, un poco impulsado por el miedo a la soledad de la llanura, de subirla en ese momento. Fue un rapto con suerte. Nunca me arrepentí de haberlo hecho, qué diablos, me hubiese muerto acá si no estaba ella.
    La mujer dijo algo.
    —¿Cómo?
    —Que allá me parece que vuelve.
    —Ajá. Mejor bajamos.
    Bajaron la duna a la carrera, cayendo y siendo arrastrados por la misma arena que se deslizaba en grandes masas. En el poniente se divisaba una mancha azulada que se movía imperceptiblemente, avanzando sobre el desierto hacia donde ellos estaban. Corrieron luego hasta la casa, entraron por la ventana y dejaron nuevamente el chapón del lavadero para protegerla. No habían pasado diez minutos cuando llegaron las primeras ráfagas azules, fuertes y desparejas, con algunos retazos de papel aún flotando en ellas. Pronto oscureció.
    Se quedaron allí quietos, mirando sin ver por la ventana, escuchando el zumbido persistente del viento sobre el desierto. øQué otra cosa podían hacer? La vida en los últimos días se había transformado en una desgastante y monótona espera de algo que, sin embargo, parecía no llegar nunca. No podían oponerse al viento huracanado que soplaba desde el oeste, en ráfagas azules, oscuras, cada vez más fuertes. No podían salir de la casa mientras durase el período de viento pero, también lo sabían, no podían quedarse allí encerrados, enterrados en vida, pues tampoco tenían la comida ni el agua suficientes como para un largo tiempo. Hasta ese momento yo había querido hacer oídos sordos cuando ella habló de la comida que quedaba, pero no pude evitar escucharla y, consciente o inconscientemente, me había topado de pronto con esa realidad incuestionable. Contando ese día, sólo nos restaba comida para dos jornadas más. Distribuyéndola mejor podíamos llegar hasta cuatro días, podríamos pasar sin comer otros tres o cuatro pero, øy después? øQué pasaría dentro de diez días, de doce, de un mes? No había forma de escapar, internamente lo sabía, pero también sabía que no podía darme por vencido. Tenía que intentar algo, cualquier cosa, pero tenía que hacer algo.
    —Nos vamos a iró le dije.
    —¿Al pueblo?...
    —A donde sea. A cualquier parte, pero de acá nos tenemos que ir. Mirá la ventana.
    La mujer se acercó, poniéndose a la par del hombre. A pesar del chapón la arena se colaba por los costados y caía, subiendo lentamente sobre el vidrio, sobre la madera de los marcos, cubriendo poco a poco la ventana. øCuánto más podría faltar para que la cubriera totalmente?
    —¿Y el viento? ¿Vos no pensás en el viento? ¡Nos vamos a morir! ¡Allá afuera nos vamos a morir!ó la mujer comenzó a llorar entrecortadamente. "Nos vamos a morir, nos vamos a morir" repetía.
    El hombre se apartó un poco de la ventana, intentó abrazarla, sostenerla, pero la mujer escapó hacia la cocina con sus lloros y su voz ahogada. El hombre sólo atinó a decirle, por sobre el fragor de la tormenta azul, que de cualquier manera se iban a morir y que la única esperanza era llegar hasta el pueblo.
    —¡El pueblo! ¿Entendés? ¡Acá nos estamos tapando, carajo!— le gritó luego, casi como dándose aliento él mismo para salir y enfrentarse con el viento.
    La tierra volaba y se le metía en lo ojos, cegándolo, por lo que pensó en regresar al tractor y aguardar allí a que escampara el temporal. Pero el tractor se había perdido. Era imposible hallarlo y comenzó a caminar hacia la casa.
    La última vez que la había visto estaba a unos quinientos metros en línea recta, hacia el sureste, y trató de ubicarse mentalmente en esa dirección. Dos o tres veces me caí, recordaría luego con ella, pero me levanté y seguí caminando como podía. Si me quedaba allí a esta hora ya habría muerto. Nunca supo cuánto estuvo caminando, pero comenzó a creer en Dios cuando sintió que chocaba con algo duro y que ese algo no era una rama. Tanteando las tablas de la baranda encontró la puertita abierta y sintió el perfume a jabón de lavar la ropa, el llanto, el por fin, mi Dios, por fin llegaste a casa, de su mujer.
    Ya adentro se abrazaron mutuamente para no caerse pues las piernas les temblaban. La besé una y otra vez y decía para mis adentros que no me suelte, por favor, que me siga sosteniendo. Esa noche, después de la cena, harían el amor y se dormirían luego acompañados por el nuevo sonido que animaba la llanura, el rugido del viento del poniente que se volaba los campos.
    "Si al menos fuese como antes" pensó, "cuando el viento venía a la siesta y se iba luego al anochecer".
    En esa época no había grandes problemas. Tanto la mujer como el hombre se habían acostumbrado a la brisa cálida, a las ráfagas cortantes de la siesta, como una parte más de sus vidas. Era un ingrediente diario que necesitaban casi tanto como comer o dormir, al que habían aprendido a respetar como algo natural. Pensando en eso es que habían revestido las aberturas de la casa, especialmente las ventanas, y la cabina del tractor, con una solución hermética, o casi hermética, para poder trabajar con tranquilidad durante las horas de viento. Pero esto de ahora los estaba matando lentamente, ráfaga tras ráfaga, cada vez más azul oscuro, día tras día. Antes el viento nunca había sido azul como éste de ahora. Era, también, un viento de colores, pero de colores que ellos conocían por verlos todos los días en el campo: el ocre de la tierra removida de los surcos, el blanquecino del polvo del camino, el verde de los pastizales y los árboles. Hasta que llegó ese viento el azul había sido sólo una referencia vaga en esa línea dentada del horizonte, al oeste, donde terminaba el mundo. Más allá de esas montañas no poda existir nada, no podía vivir nada después de la Gran Luz. Y de eso hacía ya tanto tiempo que ni sus padres se acordaban bien cuando se lo contaron, cuidando de que lo entendiera, en las noches de invierno junto al fuego. Nadie sabía qué había ocurrido allá lejos, del otro lado de las Montañas Azules, pero ellos habían alcanzado a escuchar que nadie había podido cruzarlas para relatar lo visto o no visto de aquellas tierras extrañas. Y ahora el viento venía de allá. Ellos habían crecido con la constante del viento de la siesta, pero del viento proveniente del norte, no del oeste. Nunca antes había llegado el viento desde el poniente. Eso no estaba bien. Y el color azul que tenía era seguramente a raíz de su paso vertiginoso por la zona de montañas. Llegaba a ellos proveniente del otro lado del mundo, en donde siempre había existido la muerte. ¿Qué podía traerles de bueno ese viento? ¿Acaso otra Gran Luz? Él me dice que tenemos que irnos de aquí, que hay que dejar la casa, que hay que ir al pueblo, hacia el este. Pero, ¿y la peste? Yo se que la peste había invadido todo, que no había podido cruzar el río y las montañas, que sólo quedaba pura esta llanura nuestra. Él me dice que alguien en el pueblo nos puede ayudar. Pero, si es así, si aún vive alguien del otro lado del río, ¿por qué nunca se acercó a la casa? ¿Por qué hemos vivido solos durante tanto tiempo? Desde que habían muerto los padres y los abuelos, en la época en que las otras familias se habían separado para ir más al sur, ellos habían vivido allí solos en la casa, cultivando la tierra, saboreando el viento del norte cuando llegaba a la siesta. Pero nunca, en todo ese tiempo, alguien había llegado por el camino ni por el campo. ¿Por qué pensar entonces que podía haber alguien vivo más al este? Seguramente todos han muerto de la peste hace ya mucho, tal vez en a misma época en que los padres les relataron las historias de la Gran Luz del oeste, cuando todos se murieron en el poniente y sólo quedaron algunas cosas caminando, que no eran ni hombres ni animales. Y ahora viene el viento del oeste. ¿Qué puede traer salvo la desgracia? ¿Se dará cuenta él de esto, de que nadie puede estar vivo ni hacia el poniente ni del otro lado del río? Él solo mira por la ventana como buscando una respuesta allá afuera, pero afuera no hay nada, sólo el viento azul y caliente. Y la comida no nos alcanza para mucho más. El agua tampoco. ¿Por qué será que pienso todas estas cosas? ¿Por qué justo ahora? ¿Será por el viento? ¿Y qué otra cosa puedo hacer sino pensar? Es lo único que me queda ahora. Ella cocina. ¿Cuánto más podrá hacerlo? ¿Cuánto más faltará para que comprenda que estamos acá solos y destinados a morir? Yo mismo se que en el pueblo no hay nadie con vida. Lo se desde que vine en el tractor aquel día, cuando llegó la peste. Ella no se acuerda porque estaba atontada, enferma, con un shock. Por eso, porque no se acuerda es que hoy le dije de irnos para el pueblo. Es la única esperanza que nos queda, creo que le dije. Mentira. Ya no nos queda ni la esperanza. Hasta la tierra que pisamos ha cambiado con el viento. Ya no hay nada nuestro acá. Ni la casa, que cada vez es más azul. Pero le dije lo del pueblo para que no se me venga abajo. Ahora no, por Dios. Tiene que creer en algo, tiene que tener fe en algo para poder salir de acá. ¿Pensará ella en esto? Está cocinando. ¿Cuánto tiempo más podrá hacerlo? Y ahora llega el viento del oeste. No puede venir nada bueno de allá después de la Gran Luz. Contaban que nadie se había salvado, que sólo quedaban algunas cosas sin nombre, que se movían un poco, que se arrastraban, que no eran ni hombres ni animales. ¿Habrá sido eso lo que vi por la ventana? ¿Habrán sido sus ojos?... ¿Habrán llegado con el viento?
    Poco a poco el viento fue declinando nuevamente hasta que sólo fue una brisa. La luz neblinosa del sol apareció entre las nubes y el aire espeso. Con la llegada de la luz el hombre pudo ver que la ventana estaba cubierta hasta la mitad de su altura. "Otra vez que sople y nos tapa" le dijo a su mujer, un tanto fuerte ahora que el silencio había retornado. La mujer asintió con la cabeza desde la cocina. "Sí" dijo después, al rato. Él se acercó a la mesa, la miró, le dijo que tendrían que aprovechar la calma. Ella dejó de pelar las papas, levantó la vista, lo vio de pronto como nunca antes lo había visto, murmuró "sí, pero antes, yo...", y él entonces se acercó más, dos lágrimas comenzaron a caerle cuando el hombre lo hizo, cuando se ayudaron mutuamente a desprenderse de la poca ropa que aún tenían, cuando se miraron un instante los cuerpos recubiertos por el barro azul, cuando se unieron mordiéndose, riéndose, llorando y gritando como nunca antes habían gritado, en un frenesí animal de vida y muerte, de libertad total y embriagadora, hasta que las piernas de la mujer dejaron de moverse, la espalda del hombre se calmó, las respiraciones fueron nuevamente parte del silencio.
    Lentamente el hombre se levantó. La mujer quiso retenerlo aún un poco más sobre sí pero finalmente cedió y lo acompañó hacia la cocina. La vela aún estaba encendida y desfiguraba un poco los rasgos macilentos de la pareja. El hombre buscó una botella, un bolso.
    —¿Ahora?— dijo ella en voz baja.
    —Sí, ahora. Hay que apurarse.
    Ella se acercó y le acarició el pelo de paja, renegrido y duro, rebelde, la espalda con el barro seco. Luego juntó un pedazo de pan, otra botella de agua, fue a ponerlo en el bolso y entonces se quedó quieta, mirándolo. Él hizo una sonrisa corta, muy pequeña, y dijo rápido, bromeando, turbado por esa mirada, que ahora iba a ser más fácil cruzar el río porque ya no había río. La mujer no contestó. Mantuvo la mirada en sus ojos el tiempo necesario, el tiempo suficiente para que él comprendiese. Él dejó de meter cosas en el bolso. De pronto, en esa mirada cómplice del silencio, me di cuenta de que ella sabía, carajo, que ella sabía que todo no era más que una mentira, un burdo engaño, una vana esperanza pero que al mismo tiempo no me recriminaba nada, por el contrario, me apoyaba, se sumaba a esa fantasmagoría del pueblo con su fe, acaso fortalecida por ese puro y salvaje acto de amor que acabábamos de vivir. Entonces comprendí también que sería estúpido llevar cosas con nosotros. El hombre dejó el bolso en el suelo y la condujo hacia la ventana.
    —¿Hacia el pueblo?— preguntó ella cuando salía.
    Él no contestó hasta que estuvo junto a su mujer afuera, sobre el desierto azul de arena, ahora calmo, tranquilo, apaciguado a la espera de otra incursión del viento. Luego de recorrerlo con la mirada dije:
    —Sí.
    El hombre volvió a colocar el chapón sobre la ventana, acaso estúpidamente, acaso inútilmente, pero con toda seguridad con una fe y una esperanza que nunca antes había sentido. Se orientó en la luz mortecina el sol y comenzó a caminar hacia el este. Se sentía bien, seguro, calmo. Las siluetas de ambos, desnudas y crepitantes, eran lo único animado en ese desierto devastado y sin límites. Las Montañas Azules habían desaparecido. El río también. Con una última mirada de despedida me pregunté de qué color vendría ahora el viento.

    FIN

    No grabar los cambios  
           Guardar 1 Guardar 2 Guardar 3
           Guardar 4 Guardar 5 Guardar 6
           Guardar 7 Guardar 8 Guardar 9
           Guardar en Básico
           --------------------------------------------
           Guardar por Categoría 1
           Guardar por Categoría 2
           Guardar por Categoría 3
           Guardar por Post
           --------------------------------------------
    Guardar en Lecturas, Leído y Personal 1 a 16
           LY LL P1 P2 P3 P4 P5
           P6 P7 P8 P9 P10 P11 P12
           P13 P14 P15 P16
           --------------------------------------------
           
     √

           
     √

           
     √

           
     √


            
     √

            
     √

            
     √

            
     √

            
     √

            
     √
         
  •          ---------------------------------------------
  •         
            
            
                    
  •          ---------------------------------------------
  •         

            

            

            
         
  •          ---------------------------------------------
  •         

            
         
  •          ---------------------------------------------
  •         

            
         
  •          ---------------------------------------------
  •         

            

            

            
         
  •          ---------------------------------------------
  •         

            
         
  •          ---------------------------------------------
  • Para cargar por Sub-Categoría, presiona
    "Guardar los Cambios" y luego en
    "Guardar y cargar x Sub-Categoría 1, 2 ó 3"
         
  •          ---------------------------------------------
  • ■ Marca Estilos para Carga Aleatoria-Ordenada

                     1 2 3 4 5 6 7
                     8 9 B O C1 C2 C3
    ■ Marca Estilos a Suprimir-Aleatoria-Ordenada

                     1 2 3 4 5 6 7
                     8 9 B O C1 C2 C3



                   
    Si deseas identificar el ESTILO a copiar y
    has seleccionado GUARDAR POR POST
    tipea un tema en el recuadro blanco; si no,
    selecciona a qué estilo quieres copiarlo
    (las opciones que se encuentran en GUARDAR
    LOS CAMBIOS) y presiona COPIAR.


                   
    El estilo se copiará al estilo 9
    del usuario ingresado.

         
  •          ---------------------------------------------
  •      
  •          ---------------------------------------------















  •          ● Aplicados:
    1 -
    2 -
    3 -
    4 -
    5 -
    6 -
    7 -
    8 -
    9 -
    Bás -

             ● Aplicados:

             ● Aplicados:

             ● Aplicados:
    LY -
    LL -
    P1 -
    P2 -
    P3 -
    P4 -
    P5 -
    P6

             ● Aplicados:
    P7 -
    P8 -
    P9 -
    P10 -
    P11 -
    P12 -
    P13

             ● Aplicados:
    P14 -
    P15 -
    P16






























              --ESTILOS A PROTEGER o DESPROTEGER--
           1 2 3 4 5 6 7 8 9
           Básico Categ 1 Categ 2 Categ 3
           Posts LY LL P1 P2
           P3 P4 P5 P6 P7
           P8 P9 P10 P11 P12
           P13 P14 P15 P16
           Proteger Todos        Desproteger Todos
           Proteger Notas



                           ---CAMBIO DE CLAVE---



                   
          Ingresa nombre del usuario a pasar
          los puntos, luego presiona COPIAR.

            
           ———

           ———
           ———
            - ESTILO 1
            - ESTILO 2
            - ESTILO 3
            - ESTILO 4
            - ESTILO 5
            - ESTILO 6
            - ESTILO 7
            - ESTILO 8
            - ESTILO 9
            - ESTILO BASICO
            - CATEGORIA 1
            - CATEGORIA 2
            - CATEGORIA 3
            - POR PUBLICACION

           ———



           ———



    --------------------MANUAL-------------------
    + -

    ----------------------------------------------------



  • PUNTO A GUARDAR




  • Tipea en el recuadro blanco alguna referencia, o, déjalo en blanco y da click en "Referencia"

      - ENTRE LINEAS - TODO EL TEXTO -
      1 - 2 - 3 - 4 - 5 - 6 - Normal
      - ENTRE ITEMS - ESTILO LISTA -
      1 - 2 - Normal
      - ENTRE CONVERSACIONES - CONVS.1 Y 2 -
      1 - 2 - Normal
      - ENTRE LINEAS - BLOCKQUOTE -
      1 - 2 - Normal


      - DERECHA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2 - 3
      - BLUR BLANCO - 1 - 2 - 3

      - BLUR INTERNO NEGRO - 1 - 2
      - BLUR INTERNO BLANCO - 1 - 2

      - Original - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      BLUR NEGRO - 1 - 2
      BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar



              TEXTO DEL BLOCKQUOTE
      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

              FORMA DEL BLOCKQUOTE

      Primero debes darle color al fondo
      1 - 2 - 3 - 4 - 5 - Normal
      - DERECHA NEGRA - 1 - 2
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2
      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      BLUR NEGRO - 1 - 2
      BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar
      - DERECHA - 1 - 2
      - IZQUIERDA - 1 - 2

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar -

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      BLUR NEGRO - 1 - 2
      BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar
      - DERECHA - 1 - 2
      - IZQUIERDA - 1 - 2

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar -



      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar
      - DERECHA NEGRA - 1 - 2
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 -
      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar
      - DERECHA - 1 - 2
      - IZQUIERDA - 1 - 2

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar
      - TITULO
      - DERECHA - 1 - 2
      - IZQUIERDA - 1 - 2

      - BLUR NEGRO - 1 - 2 - 3
      - BLUR BLANCO - 1 - 2 - 3
      - Quitar

      - TODO EL SIDEBAR
      - DERECHA - 1 - 2
      - IZQUIERDA - 1 - 2

      - BLUR NEGRO - 1 - 2 - 3
      - BLUR BLANCO - 1 - 2 - 3

      - BLUR INTERNO - NEGRO - 1 - 2
      - BLUR INTERNO - BLANCO - 1 - 2
      - Quitar

                 ● Cambiar en forma ordenada
     √

                 ● Cambiar en forma aleatoria
     √

     √

                 ● Eliminar Selección de imágenes

                 ● Desactivar Cambio automático
     √

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      BLUR NEGRO - 1 - 2
      BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar




      - DERECHA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2 - 3
      - BLUR BLANCO - 1 - 2 - 3

      - Quitar -





      - DERECHA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2 - 3
      - BLUR BLANCO - 1 - 2 - 3

      - BLUR INTERNO NEGRO - 1 - 2
      - BLUR INTERNO BLANCO - 1 - 2

      - Quitar - Original



                 - IMAGEN DEL POST


    Bloques a cambiar color
    Código Hex
    No copiar
    BODY MAIN MENU HEADER
    INFO
    PANEL y OTROS
    MINIATURAS
    SIDEBAR DOWNBAR SLIDE
    POST
    SIDEBAR
    POST
    BLOQUES
    X
    BODY
    Fondo
    MAIN
    Fondo
    HEADER
    Color con transparencia sobre el header
    MENU
    Fondo

    Texto indicador Sección

    Fondo indicador Sección
    INFO
    Fondo del texto

    Fondo del tema

    Texto

    Borde
    PANEL Y OTROS
    Fondo
    MINIATURAS
    Fondo general
    SIDEBAR
    Fondo Widget 1

    Fondo Widget 2

    Fondo Widget 3

    Fondo Widget 4

    Fondo Widget 5

    Fondo Widget 6

    Fondo Widget 7

    Fondo Widget 8

    Fondo Widget 9

    Fondo Widget 10

    Fondo los 10 Widgets
    DOWNBAR
    Fondo Widget 1

    Fondo Widget 2

    Fondo Widget 3

    Fondo los 3 Widgets
    SLIDE
    Fondo imagen 1

    Fondo imagen 2

    Fondo imagen 3

    Fondo imagen 4

    Fondo de las 4 imágenes
    POST
    Texto General

    Texto General Fondo

    Tema del post

    Tema del post fondo

    Tema del post Línea inferior

    Texto Categoría

    Texto Categoría Fondo

    Fecha de publicación

    Borde del post

    Punto Guardado
    SIDEBAR
    Fondo Widget 1

    Fondo Widget 2

    Fondo Widget 3

    Fondo Widget 4

    Fondo Widget 5

    Fondo Widget 6

    Fondo Widget 7

    Fondo los 7 Widgets
    POST
    Fondo

    Texto
    BLOQUES
    Libros

    Notas

    Imágenes

    Registro

    Los 4 Bloques
    BORRAR COLOR
    Restablecer o Borrar Color
    Dar color

    Banco de Colores
    Colores Guardados


    Opciones

    Carga Ordenada

    Carga Aleatoria

    Carga Ordenada Incluido Cabecera

    Carga Aleatoria Incluido Cabecera

    Cargar Estilo Slide

    No Cargar Estilo Slide

    Aplicar a todo el Blog
     √

    No Aplicar a todo el Blog
     √

    Tiempo a cambiar el color

    Desactivar Carga Ordenada o Aleatoria
    Eliminar Colores Guardados

    Sets predefinidos de Colores

    Set 1 - Tonos Grises, Oscuro
    Set 2 - Tonos Grises, Claro
    Set 3 - Colores Varios, Pasteles
    Set 4 - Colores Varios

    Sets personal de Colores

    Set personal 1:
    Guardar
    Usar
    Borrar

    Set personal 2:
    Guardar
    Usar
    Borrar

    Set personal 3:
    Guardar
    Usar
    Borrar

    Set personal 4:
    Guardar
    Usar
    Borrar
  • Tiempo (aprox.)

  • T 0 (1 seg)


    T 1 (2 seg)


    T 2 (3 seg)


    T 3 (s) (5 seg)


    T 4 (6 seg)


    T 5 (8 seg)


    T 6 (10 seg)


    T 7 (11 seg)


    T 8 13 seg)


    T 9 (15 seg)


    T 10 (20 seg)


    T 11 (30 seg)


    T 12 (40 seg)


    T 13 (50 seg)


    T 14 (60 seg)


    T 15 (90 seg)