Publicado en
julio 04, 2010
Una mujer estaba sola en su casa cuando oyó que alguien golpeó a la puerta. Abrió y se encuentra con un tipo parado allí, que le preguntó:
― ¿Usted tiene vagina?Ella, disgustada, le cerró la puerta en la cara sin decir palabra.A la mañana siguiente tocaron de nuevo a su puerta y era el mismo tipo que volvió a hacerle la misma pregunta:― ¿Usted tiene vagina?Y ella volvió a darle con la puerta en las narices.Cuando esa noche llegó el marido a la casa, ella le contó lo ocurrido en los dos últimos días, y el marido, en tono cariñoso, le dijo:― Mi amor, mañana me tomaré el día para estar en casa, por si este tipo se presenta otra vez.Y así lo hizo. Esa mañana, cuando oyeron golpear a la puerta, ambos corrieron hacia ella y el marido le dijo a su mujer:― Amor, yo voy a esconderme detrás de la puerta para escuchar, y si es el mismo tipo quiero que contestes "Sí" a su pregunta, porque quiero saber adónde quiere llegar.Ella asintió con la cabeza y abrió la puerta.Por supuesto, allí estaba, parado frente a la puerta, el mismo tipo, que, al igual que en los dos días anteriores, le hizo la misma pregunta:― ¿Usted tiene vagina?― Sí—, contestó ella.Y el tipo respondió:― Bien, ¿le importaría decirle a su marido que deje tranquila la de mi mujer y empiece a usar la suya?