• 10
  • COPIAR-MOVER-ELIMINAR POR SELECCIÓN

  • Copiar Mover Eliminar


    Elegir Bloque de Imágenes

    Desde Hasta
  • GUARDAR IMAGEN


  • Guardar por Imagen

    Guardar todas las Imágenes

    Guardar por Selección

    Fijar "Guardar Imágenes"


  • Banco 1
    Banco 2
    Banco 3
    Banco 4
    Banco 5
    Banco 6
    Banco 7
    Banco 8
    Banco 9
    Banco 10
    Banco 11
    Banco 12
    Banco 13
    Banco 14
    Banco 15
    Banco 16
    Banco 17
    Banco 18
    Banco 19
    Banco 20
    Banco 21
    Banco 22
    Banco 23
    Banco 24
    Banco 25
    Banco 26
    Banco 27
    Banco 28
    Banco 29
    Banco 30
    Banco 31
    Banco 32
    Banco 33
    Banco 34
    Banco 35
    Banco 36
    Banco 37
    Banco 38
    Banco 39
    Banco 40
    Banco 41
    Banco 42
    Banco 43
    Banco 44
    Banco 45
    Banco 46
    Banco 47
    Banco 48
    Banco 49
    Banco 50

  • COPIAR-MOVER IMAGEN

  • Copiar Mover

  • Transición (aprox.)

  • T 1 (1 seg)


    T 2 (3 seg)


    T 3 (5 seg)


    T 4 (s) (8 seg)


    T 5 (10 seg)


    T 6 (15 seg)


    T 7 (20 seg)


    T 8 (30 seg)


    T 9 (40 seg)


    T 10 (50 seg)

    ---------------------

    T 11 (1 min)


    T 12 (5 min)


    T 13 (10 min)


    T 14 (15 min)


    T 15 (20 min)


    T 16 (30 min)


    T 17 (45 min)

    ---------------------

    T 18 (1 hor)


  • Efecto de Cambio

  • SELECCIONADOS


    OPCIONES

    Todos los efectos


    Elegir Efectos


    Desactivar Elegir Efectos


    Borrar Selección


    EFECTOS

    Bounce


    Bounce In


    Bounce In Left


    Bounce In Right


    Fade In (estándar)


    Fade In Down


    Fade In Up


    Fade In Left


    Fade In Right


    Flash


    Flip


    Flip In X


    Flip In Y


    Heart Beat


    Jack In The box


    Jello


    Light Speed In


    Pulse


    Roll In


    Rotate In


    Rotate In Down Left


    Rotate In Down Right


    Rotate In Up Left


    Rotate In Up Right


    Rubber Band


    Shake


    Slide In Up


    Slide In Down


    Slide In Left


    Slide In Right


    Swing


    Tada


    Wobble


    Zoom In


    Zoom In Down


    Zoom In Up


    Zoom In Left


    Zoom In Right


  • CAMBIAR TIEMPO DE LECTURA

  • Tiempo actual:
    m

    Ingresar Minutos

  • OTRAS OPCIONES
  • ▪ Eliminar Lecturas
  • ▪ Historial de Nvgc
  • ▪ Borrar Historial Nvgc
  • ▪ Ventana de Música
  • ▪ Zoom del Blog:
  • ▪ Última Lectura
  • ▪ Manual del Blog
  • ▪ Resolución:
  • ▪ Listas, actualizado en
  • ▪ Limpiar Variables
  • ▪ Imágenes por Categoría
  • PUNTO A GUARDAR



  • Tipea en el recuadro blanco alguna referencia, o, déjalo en blanco y da click en "Referencia"
  • CATEGORÍAS
  • ▪ Libros
  • ▪ Relatos
  • ▪ Arte-Gráficos
  • ▪ Bellezas del Cine y Televisión
  • ▪ Biografías
  • ▪ Chistes que Llegan a mi Email
  • ▪ Consejos Sanos Para el Alma
  • ▪ Cuidando y Encaminando a los Hijos
  • ▪ Datos Interesante. Vale la pena Saber
  • ▪ Fotos: Paisajes y Temas Varios
  • ▪ Historias de Miedo
  • ▪ La Relación de Pareja
  • ▪ La Tía Eulogia
  • ▪ La Vida se ha Convertido en un Lucro
  • ▪ Leyendas Urbanas
  • ▪ Mensajes Para Reflexionar
  • ▪ Personajes de Disney
  • ▪ Salud y Prevención
  • ▪ Sucesos y Proezas que Conmueven
  • ▪ Temas Varios
  • ▪ Tu Relación Contigo Mismo y el Mundo
  • ▪ Un Mundo Inseguro
  • REVISTAS DINERS
  • ▪ Diners-Agosto 1989
  • ▪ Diners-Mayo 1993
  • ▪ Diners-Septiembre 1993
  • ▪ Diners-Noviembre 1993
  • ▪ Diners-Diciembre 1993
  • ▪ Diners-Abril 1994
  • ▪ Diners-Mayo 1994
  • ▪ Diners-Junio 1994
  • ▪ Diners-Julio 1994
  • ▪ Diners-Octubre 1994
  • ▪ Diners-Enero 1995
  • ▪ Diners-Marzo 1995
  • ▪ Diners-Junio 1995
  • ▪ Diners-Septiembre 1995
  • ▪ Diners-Febrero 1996
  • ▪ Diners-Julio 1996
  • ▪ Diners-Septiembre 1996
  • ▪ Diners-Febrero 1998
  • ▪ Diners-Abril 1998
  • ▪ Diners-Mayo 1998
  • ▪ Diners-Octubre 1998
  • ▪ Diners-Temas Rescatados
  • REVISTAS SELECCIONES
  • ▪ Selecciones-Enero 1965
  • ▪ Selecciones-Agosto 1965
  • ▪ Selecciones-Julio 1968
  • ▪ Selecciones-Abril 1969
  • ▪ Selecciones-Febrero 1970
  • ▪ Selecciones-Marzo 1970
  • ▪ Selecciones-Mayo 1970
  • ▪ Selecciones-Marzo 1972
  • ▪ Selecciones-Mayo 1973
  • ▪ Selecciones-Junio 1973
  • ▪ Selecciones-Julio 1973
  • ▪ Selecciones-Diciembre 1973
  • ▪ Selecciones-Enero 1974
  • ▪ Selecciones-Marzo 1974
  • ▪ Selecciones-Mayo 1974
  • ▪ Selecciones-Julio 1974
  • ▪ Selecciones-Septiembre 1974
  • ▪ Selecciones-Marzo 1975
  • ▪ Selecciones-Junio 1975
  • ▪ Selecciones-Noviembre 1975
  • ▪ Selecciones-Marzo 1976
  • ▪ Selecciones-Mayo 1976
  • ▪ Selecciones-Noviembre 1976
  • ▪ Selecciones-Enero 1977
  • ▪ Selecciones-Febrero 1977
  • ▪ Selecciones-Mayo 1977
  • ▪ Selecciones-Septiembre 1977
  • ▪ Selecciones-Octubre 1977
  • ▪ Selecciones-Enero 1978
  • ▪ Selecciones-Octubre 1978
  • ▪ Selecciones-Diciembre 1978
  • ▪ Selecciones-Enero 1979
  • ▪ Selecciones-Marzo 1979
  • ▪ Selecciones-Julio 1979
  • ▪ Selecciones-Agosto 1979
  • ▪ Selecciones-Octubre 1979
  • ▪ Selecciones-Abril 1980
  • ▪ Selecciones-Agosto 1980
  • ▪ Selecciones-Septiembre 1980
  • ▪ Selecciones-Diciembre 1980
  • ▪ Selecciones-Febrero 1981
  • ▪ Selecciones-Septiembre 1981
  • ▪ Selecciones-Abril 1982
  • ▪ Selecciones-Mayo 1983
  • ▪ Selecciones-Julio 1984
  • ▪ Selecciones-Junio 1985
  • ▪ Selecciones-Septiembre 1987
  • ▪ Selecciones-Abril 1988
  • ▪ Selecciones-Febrero 1989
  • ▪ Selecciones-Abril 1989
  • ▪ Selecciones-Marzo 1990
  • ▪ Selecciones-Abril 1991
  • ▪ Selecciones-Mayo 1991
  • ▪ Selecciones-Octubre 1991
  • ▪ Selecciones-Diciembre 1991
  • ▪ Selecciones-Febrero 1992
  • ▪ Selecciones-Junio 1992
  • ▪ Selecciones-Septiembre 1992
  • ▪ Selecciones-Febrero 1994
  • ▪ Selecciones-Mayo 1994
  • ▪ Selecciones-Abril 1995
  • ▪ Selecciones-Mayo 1995
  • ▪ Selecciones-Septiembre 1995
  • ▪ Selecciones-Diciembre 1995
  • ▪ Selecciones-Junio 1996
  • ▪ Selecciones-Mayo 1997
  • ▪ Selecciones-Enero 1998
  • ▪ Selecciones-Febrero 1998
  • ▪ Selecciones-Julio 1999
  • ▪ Selecciones-Diciembre 1999
  • ▪ Selecciones-Febrero 2000
  • ▪ Selecciones-Diciembre 2001
  • ▪ Selecciones-Febrero 2002
  • ▪ Selecciones-Mayo 2005
  • CATEGORIAS
  • Arte-Gráficos
  • Bellezas
  • Biografías
  • Chistes que llegan a mi Email
  • Consejos Sanos para el Alma
  • Cuidando y Encaminando a los Hijos
  • Datos Interesantes
  • Fotos: Paisajes y Temas varios
  • Historias de Miedo
  • La Relación de Pareja
  • La Tía Eulogia
  • La Vida se ha convertido en un Lucro
  • Leyendas Urbanas
  • Mensajes para Reflexionar
  • Personajes Disney
  • Salud y Prevención
  • Sucesos y Proezas que conmueven
  • Temas Varios
  • Tu Relación Contigo mismo y el Mundo
  • Un Mundo Inseguro
  • TODAS LAS REVISTAS
  • Selecciones
  • Diners
  • REVISTAS DINERS
  • Diners-Agosto 1989
  • Diners-Mayo 1993
  • Diners-Septiembre 1993
  • Diners-Noviembre 1993
  • Diners-Diciembre 1993
  • Diners-Abril 1994
  • Diners-Mayo 1994
  • Diners-Junio 1994
  • Diners-Julio 1994
  • Diners-Octubre 1994
  • Diners-Enero 1995
  • Diners-Marzo 1995
  • Diners-Junio 1995
  • Diners-Septiembre 1995
  • Diners-Febrero 1996
  • Diners-Julio 1996
  • Diners-Septiembre 1996
  • Diners-Febrero 1998
  • Diners-Abril 1998
  • Diners-Mayo 1998
  • Diners-Octubre 1998
  • Diners-Temas Rescatados
  • REVISTAS SELECCIONES
  • Selecciones-Enero 1965
  • Selecciones-Agosto 1965
  • Selecciones-Julio 1968
  • Selecciones-Abril 1969
  • Selecciones-Febrero 1970
  • Selecciones-Marzo 1970
  • Selecciones-Mayo 1970
  • Selecciones-Marzo 1972
  • Selecciones-Mayo 1973
  • Selecciones-Junio 1973
  • Selecciones-Julio 1973
  • Selecciones-Diciembre 1973
  • Selecciones-Enero 1974
  • Selecciones-Marzo 1974
  • Selecciones-Mayo 1974
  • Selecciones-Julio 1974
  • Selecciones-Septiembre 1974
  • Selecciones-Marzo 1975
  • Selecciones-Junio 1975
  • Selecciones-Noviembre 1975
  • Selecciones-Marzo 1976
  • Selecciones-Mayo 1976
  • Selecciones-Noviembre 1976
  • Selecciones-Enero 1977
  • Selecciones-Febrero 1977
  • Selecciones-Mayo 1977
  • Selecciones-Octubre 1977
  • Selecciones-Septiembre 1977
  • Selecciones-Enero 1978
  • Selecciones-Octubre 1978
  • Selecciones-Diciembre 1978
  • Selecciones-Enero 1979
  • Selecciones-Marzo 1979
  • Selecciones-Julio 1979
  • Selecciones-Agosto 1979
  • Selecciones-Octubre 1979
  • Selecciones-Abril 1980
  • Selecciones-Agosto 1980
  • Selecciones-Septiembre 1980
  • Selecciones-Diciembre 1980
  • Selecciones-Febrero 1981
  • Selecciones-Septiembre 1981
  • Selecciones-Abril 1982
  • Selecciones-Mayo 1983
  • Selecciones-Julio 1984
  • Selecciones-Junio 1985
  • Selecciones-Septiembre 1987
  • Selecciones-Abril 1988
  • Selecciones-Febrero 1989
  • Selecciones-Abril 1989
  • Selecciones-Marzo 1990
  • Selecciones-Abril 1991
  • Selecciones-Mayo 1991
  • Selecciones-Octubre 1991
  • Selecciones-Diciembre 1991
  • Selecciones-Febrero 1992
  • Selecciones-Junio 1992
  • Selecciones-Septiembre 1992
  • Selecciones-Febrero 1994
  • Selecciones-Mayo 1994
  • Selecciones-Abril 1995
  • Selecciones-Mayo 1995
  • Selecciones-Septiembre 1995
  • Selecciones-Diciembre 1995
  • Selecciones-Junio 1996
  • Selecciones-Mayo 1997
  • Selecciones-Enero 1998
  • Selecciones-Febrero 1998
  • Selecciones-Julio 1999
  • Selecciones-Diciembre 1999
  • Selecciones-Febrero 2000
  • Selecciones-Diciembre 2001
  • Selecciones-Febrero 2002
  • Selecciones-Mayo 2005

  • SOMBRA DEL TEMA
  • ▪ Quitar
  • ▪ Normal
  • Publicaciones con Notas

    Notas de esta Página

    Todas las Notas

    Banco 1
    Banco 2
    Banco 3
    Banco 4
    Banco 5
    Banco 6
    Banco 7
    Banco 8
    Banco 9
    Banco 10
    Banco 11
    Banco 12
    Banco 13
    Banco 14
    Banco 15
    Banco 16
    Banco 17
    Banco 18
    Banco 19
    Banco 20
    Banco 21
    Banco 22
    Banco 23
    Banco 24
    Banco 25
    Banco 26
    Banco 27
    Banco 28
    Banco 29
    Banco 30
    Banco 31
    Banco 32
    Banco 33
    Banco 34
    Banco 35
    Banco 36
    Banco 37
    Banco 38
    Banco 39
    Banco 40
    Banco 41
    Banco 42
    Banco 43
    Banco 44
    Banco 45
    Banco 46
    Banco 47
    Banco 48
    Banco 49
    Banco 50
    Ingresar Clave



    Aceptar

    ÍNDICE
  • MÚSICA SELECCIONADA
  • Instrumental
  • 1. 12 Mornings - Audionautix - 2:33
  • 2. Allegro (Autumn. Concerto F Major Rv 293) - Antonio Vivaldi - 3:35
  • 3. Allegro (Winter. Concerto F Minor Rv 297) - Antonio Vivaldi - 3:52
  • 4. Americana Suite - Mantovani - 7:58
  • 5. An Der Schonen Blauen Donau, Walzer, Op. 314 (The Blue Danube) (Csr Symphony Orchestra) - Johann Strauss - 9:26
  • 6. Annen. Polka, Op. 117 (Polish State Po) - Johann Strauss Jr - 4:30
  • 7. Autumn Day - Kevin Macleod - 3:05
  • 8. Bolereando - Quincas Moreira - 3:21
  • 9. Ersatz Bossa - John Deley And The 41 Players - 2:53
  • 10. España - Mantovani - 3:22
  • 11. Fireflies And Stardust - Kevin Macleod - 4:15
  • 12. Floaters - Jimmy Fontanez & Media Right Productions - 1:50
  • 13. Fresh Fallen Snow - Chris Haugen - 3:33
  • 14. Gentle Sex (Dulce Sexo) - Esoteric - 9:46
  • 15. Green Leaves - Audionautix - 3:40
  • 16. Hills Behind - Silent Partner - 2:01
  • 17. Island Dream - Chris Haugen - 2:30
  • 18. Love Or Lust - Quincas Moreira - 3:39
  • 19. Nostalgia - Del - 3:26
  • 20. One Fine Day - Audionautix - 1:43
  • 21. Osaka Rain - Albis - 1:48
  • 22. Read All Over - Nathan Moore - 2:54
  • 23. Si Señorita - Chris Haugen.mp3 - 2:18
  • 24. Snowy Peaks II - Chris Haugen - 1:52
  • 25. Sunset Dream - Cheel - 2:41
  • 26. Swedish Rhapsody - Mantovani - 2:10
  • 27. Travel The World - Del - 3:56
  • 28. Tucson Tease - John Deley And The 41 Players - 2:30
  • 29. Walk In The Park - Audionautix - 2:44
  • Naturaleza
  • 30. Afternoon Stream - 30:12
  • 31. Big Surf (Ocean Waves) - 8:03
  • 32. Bobwhite, Doves & Cardinals (Morning Songbirds) - 8:58
  • 33. Brookside Birds (Morning Songbirds) - 6:54
  • 34. Cicadas (American Wilds) - 5:27
  • 35. Crickets & Wolves (American Wilds) - 8:56
  • 36. Deep Woods (American Wilds) - 4:08
  • 37. Duet (Frog Chorus) - 2:24
  • 38. Echoes Of Nature (Beluga Whales) - 1h00:23
  • 39. Evening Thunder - 30:01
  • 40. Exotische Reise - 30:30
  • 41. Frog Chorus (American Wilds) - 7:36
  • 42. Frog Chorus (Frog Chorus) - 44:28
  • 43. Jamboree (Thundestorm) - 16:44
  • 44. Low Tide (Ocean Waves) - 10:11
  • 45. Magicmoods - Ocean Surf - 26:09
  • 46. Marsh (Morning Songbirds) - 3:03
  • 47. Midnight Serenade (American Wilds) - 2:57
  • 48. Morning Rain - 30:11
  • 49. Noche En El Bosque (Brainwave Lab) - 2h20:31
  • 50. Pacific Surf & Songbirds (Morning Songbirds) - 4:55
  • 51. Pebble Beach (Ocean Waves) - 12:49
  • 52. Pleasant Beach (Ocean Waves) - 19:32
  • 53. Predawn (Morning Songbirds) - 16:35
  • 54. Rain With Pygmy Owl (Morning Songbirds) - 3:21
  • 55. Showers (Thundestorm) - 3:00
  • 56. Songbirds (American Wilds) - 3:36
  • 57. Sparkling Water (Morning Songbirds) - 3:02
  • 58. Thunder & Rain (Thundestorm) - 25:52
  • 59. Verano En El Campo (Brainwave Lab) - 2h43:44
  • 60. Vertraumter Bach - 30:29
  • 61. Water Frogs (Frog Chorus) - 3:36
  • 62. Wilderness Rainshower (American Wilds) - 14:54
  • 63. Wind Song - 30:03
  • Relajación
  • 64. Concerning Hobbits - 2:55
  • 65. Constant Billy My Love To My - Kobialka - 5:45
  • 66. Dance Of The Blackfoot - Big Sky - 4:32
  • 67. Emerald Pools - Kobialka - 3:56
  • 68. Gypsy Bride - Big Sky - 4:39
  • 69. Interlude No.2 - Natural Dr - 2:27
  • 70. Interlude No.3 - Natural Dr - 3:33
  • 71. Kapha Evening - Bec Var - Bruce Brian - 18:50
  • 72. Kapha Morning - Bec Var - Bruce Brian - 18:38
  • 73. Misterio - Alan Paluch - 19:06
  • 74. Natural Dreams - Cades Cove - 7:10
  • 75. Oh, Why Left I My Hame - Kobialka - 4:09
  • 76. Sunday In Bozeman - Big Sky - 5:40
  • 77. The Road To Durbam Longford - Kobialka - 3:15
  • 78. Timberline Two Step - Natural Dr - 5:19
  • 79. Waltz Of The Winter Solace - 5:33
  • 80. You Smile On Me - Hufeisen - 2:50
  • 81. You Throw Your Head Back In Laughter When I Think Of Getting Angry - Hufeisen - 3:43
  • Halloween-Suspenso
  • 82. A Night In A Haunted Cemetery - Immersive Halloween Ambience - Rainrider Ambience - 13:13
  • 83. A Sinister Power Rising Epic Dark Gothic Soundtrack - 1:13
  • 84. Acecho - 4:34
  • 85. Alone With The Darkness - 5:06
  • 86. Atmosfera De Suspenso - 3:08
  • 87. Awoke - 0:54
  • 88. Best Halloween Playlist 2023 - Cozy Cottage - 1h17:43
  • 89. Black Sunrise Dark Ambient Soundscape - 4:00
  • 90. Cinematic Horror Climax - 0:59
  • 91. Creepy Halloween Night - 1:54
  • 92. Creepy Music Box Halloween Scary Spooky Dark Ambient - 1:05
  • 93. Dark Ambient Horror Cinematic Halloween Atmosphere Scary - 1:58
  • 94. Dark Mountain Haze - 1:44
  • 95. Dark Mysterious Halloween Night Scary Creepy Spooky Horror Music - 1:35
  • 96. Darkest Hour - 4:00
  • 97. Dead Home - 0:36
  • 98. Deep Relaxing Horror Music - Aleksandar Zavisin - 1h01:28
  • 99. Everything You Know Is Wrong - 0:46
  • 100. Geisterstimmen - 1:39
  • 101. Halloween Background Music - 1:01
  • 102. Halloween Spooky Horror Scary Creepy Funny Monsters And Zombies - 1:21
  • 103. Halloween Spooky Trap - 1:05
  • 104. Halloween Time - 0:57
  • 105. Horrible - 1:36
  • 106. Horror Background Atmosphere - Pixabay-Universfield - 1:05
  • 107. Horror Background Music Ig Version 60s - 1:04
  • 108. Horror Music Scary Creepy Dark Ambient Cinematic Lullaby - 1:52
  • 109. Horror Sound Mk Sound Fx - 13:39
  • 110. Inside Serial Killer 39s Cove Dark Thriller Horror Soundtrack Loopable - 0:29
  • 111. Intense Horror Music - Pixabay - 1:37
  • 112. Long Thriller Theme - 8:00
  • 113. Melancholia Music Box Sad-Creepy Song - 3:42
  • 114. Mix Halloween-1 - 33:58
  • 115. Mix Halloween-2 - 33:34
  • 116. Mix Halloween-3 - 58:53
  • 117. Mix-Halloween - Spooky-2022 - 1h19:23
  • 118. Movie Theme - A Nightmare On Elm Street - 1984 - 4:06
  • 119. Movie Theme - Children Of The Corn - 3:03
  • 120. Movie Theme - Dead Silence - 2:56
  • 121. Movie Theme - Friday The 13th - 11:11
  • 122. Movie Theme - Halloween - John Carpenter - 2:25
  • 123. Movie Theme - Halloween II - John Carpenter - 4:30
  • 124. Movie Theme - Halloween III - 6:16
  • 125. Movie Theme - Insidious - 3:31
  • 126. Movie Theme - Prometheus - 1:34
  • 127. Movie Theme - Psycho - 1960 - 1:06
  • 128. Movie Theme - Sinister - 6:56
  • 129. Movie Theme - The Omen - 2:35
  • 130. Movie Theme - The Omen II - 5:05
  • 131. Música - 8 Bit Halloween Story - 2:03
  • 132. Música - Esto Es Halloween - El Extraño Mundo De Jack - 3:08
  • 133. Música - Esto Es Halloween - El Extraño Mundo De Jack - Amanda Flores Todas Las Voces - 3:09
  • 134. Música - For Halloween Witches Brew - 1:07
  • 135. Música - Halloween Surfing With Spooks - 1:16
  • 136. Música - Spooky Halloween Sounds - 1:23
  • 137. Música - This Is Halloween - 2:14
  • 138. Música - This Is Halloween - Animatic Creepypasta Remake - 3:16
  • 139. Música - This Is Halloween Cover By Oliver Palotai Simone Simons - 3:10
  • 140. Música - This Is Halloween - From Tim Burton's The Nightmare Before Christmas - 3:13
  • 141. Música - This Is Halloween - Marilyn Manson - 3:20
  • 142. Música - Trick Or Treat - 1:08
  • 143. Música De Suspenso - Bosque Siniestro - Tony Adixx - 3:21
  • 144. Música De Suspenso - El Cementerio - Tony Adixx - 3:33
  • 145. Música De Suspenso - El Pantano - Tony Adixx - 4:21
  • 146. Música De Suspenso - Fantasmas De Halloween - Tony Adixx - 4:01
  • 147. Música De Suspenso - Muñeca Macabra - Tony Adixx - 3:03
  • 148. Música De Suspenso - Payasos Asesinos - Tony Adixx - 3:38
  • 149. Música De Suspenso - Trampa Oscura - Tony Adixx - 2:42
  • 150. Música Instrumental De Suspenso - 1h31:32
  • 151. Mysterios Horror Intro - 0:39
  • 152. Mysterious Celesta - 1:04
  • 153. Nightmare - 2:32
  • 154. Old Cosmic Entity - 2:15
  • 155. One-Two Freddys Coming For You - 0:29
  • 156. Out Of The Dark Creepy And Scary Voices - 0:59
  • 157. Pandoras Music Box - 3:07
  • 158. Peques - 5 Calaveras Saltando En La Cama - Educa Baby TV - 2:18
  • 159. Peques - A Mi Zombie Le Duele La Cabeza - Educa Baby TV - 2:49
  • 160. Peques - Halloween Scary Horror And Creepy Spooky Funny Children Music - 2:53
  • 161. Peques - Join Us - Horror Music With Children Singing - 1:58
  • 162. Peques - La Familia Dedo De Monstruo - Educa Baby TV - 3:31
  • 163. Peques - Las Calaveras Salen De Su Tumba Chumbala Cachumbala - 3:19
  • 164. Peques - Monstruos Por La Ciudad - Educa Baby TV - 3:17
  • 165. Peques - Tumbas Por Aquí, Tumbas Por Allá - Luli Pampin - 3:17
  • 166. Scary Forest - 2:37
  • 167. Scary Spooky Creepy Horror Ambient Dark Piano Cinematic - 2:06
  • 168. Slut - 0:48
  • 169. Sonidos - A Growing Hit For Spooky Moments - Pixabay-Universfield - 0:05
  • 170. Sonidos - A Short Horror With A Build Up - Pixabay-Universfield - 0:13
  • 171. Sonidos - Castillo Embrujado - Creando Emociones - 1:05
  • 172. Sonidos - Cinematic Impact Climax Intro - Pixabay - 0:26
  • 173. Sonidos - Creepy Ambience - 1:52
  • 174. Sonidos - Creepy Atmosphere - 2:01
  • 175. Sonidos - Creepy Cave - 0:06
  • 176. Sonidos - Creepy Church Hell - 1:03
  • 177. Sonidos - Creepy Horror Sound Ghostly - 0:16
  • 178. Sonidos - Creepy Horror Sound Possessed Laughter - Pixabay-Alesiadavina - 0:04
  • 179. Sonidos - Creepy Ring Around The Rosie - 0:20
  • 180. Sonidos - Creepy Soundscape - Pixabay - 0:50
  • 181. Sonidos - Creepy Vocal Ambience - 1:12
  • 182. Sonidos - Creepy Whispering - Pixabay - 0:03
  • 183. Sonidos - Cueva De Los Espiritus - The Girl Of The Super Sounds - 3:47
  • 184. Sonidos - Disturbing Horror Sound Creepy Laughter - Pixabay-Alesiadavina - 0:05
  • 185. Sonidos - Eerie Horror Sound Evil Woman - 0:06
  • 186. Sonidos - Eerie Horror Sound Ghostly 2 - 0:22
  • 187. Sonidos - Efecto De Tormenta Y Música Siniestra - 2:00
  • 188. Sonidos - Erie Ghost Sound Scary Sound Paranormal - 0:15
  • 189. Sonidos - Ghost Sigh - Pixabay - 0:05
  • 190. Sonidos - Ghost Sound Ghostly - 0:12
  • 191. Sonidos - Ghost Voice Halloween Moany Ghost - 0:14
  • 192. Sonidos - Ghost Whispers - Pixabay - 0:23
  • 193. Sonidos - Ghosts-Whispering-Screaming - Lara's Horror Sounds - 2h03:28
  • 194. Sonidos - Halloween Horror Voice Hello - 0:05
  • 195. Sonidos - Halloween Impact - 0:06
  • 196. Sonidos - Halloween Intro 1 - 0:11
  • 197. Sonidos - Halloween Intro 2 - 0:11
  • 198. Sonidos - Halloween Sound Ghostly 2 - 0:20
  • 199. Sonidos - Hechizo De Bruja - 0:11
  • 200. Sonidos - Horror - Pixabay - 1:36
  • 201. Sonidos - Horror Demonic Sound - Pixabay-Alesiadavina - 0:15
  • 202. Sonidos - Horror Sfx - Pixabay - 0:04
  • 203. Sonidos - Horror Sound Effect - 0:21
  • 204. Sonidos - Horror Voice Flashback - Pixabay - 0:10
  • 205. Sonidos - Magia - 0:05
  • 206. Sonidos - Maniac In The Dark - Pixabay-Universfield - 0:15
  • 207. Sonidos - Miedo-Suspenso - Live Better Media - 8:05
  • 208. Sonidos - Para Recorrido De Casa Del Terror - Dangerous Tape Avi - 1:16
  • 209. Sonidos - Posesiones - Horror Movie Dj's - 1:35
  • 210. Sonidos - Risa De Bruja 1 - 0:04
  • 211. Sonidos - Risa De Bruja 2 - 0:09
  • 212. Sonidos - Risa De Bruja 3 - 0:08
  • 213. Sonidos - Risa De Bruja 4 - 0:06
  • 214. Sonidos - Risa De Bruja 5 - 0:03
  • 215. Sonidos - Risa De Bruja 6 - 0:03
  • 216. Sonidos - Risa De Bruja 7 - 0:09
  • 217. Sonidos - Risa De Bruja 8 - 0:11
  • 218. Sonidos - Scary Ambience - 2:08
  • 219. Sonidos - Scary Creaking Knocking Wood - Pixabay - 0:26
  • 220. Sonidos - Scary Horror Sound - 0:13
  • 221. Sonidos - Scream With Echo - Pixabay - 0:05
  • 222. Sonidos - Suspense Creepy Ominous Ambience - 3:23
  • 223. Sonidos - Terror - Ronwizlee - 6:33
  • 224. Suspense Dark Ambient - 2:34
  • 225. Tense Cinematic - 3:14
  • 226. Terror Ambience - Pixabay - 2:01
  • 227. The Spell Dark Magic Background Music Ob Lix - 3:23
  • 228. Trailer Agresivo - 0:49
  • 229. Welcome To The Dark On Halloween - 2:25
  • 230. Zombie Party Time - 4:36
  • 231. 20 Villancicos Tradicionales - Los Niños Cantores De Navidad Vol.1 (1999) - 53:21
  • 232. 30 Mejores Villancicos De Navidad - Mundo Canticuentos - 1h11:57
  • 233. Blanca Navidad - Coros de Amor - 3:00
  • 234. Christmas Ambience - Rainrider Ambience - 3h00:00
  • 235. Christmas Time - Alma Cogan - 2:48
  • 236. Christmas Village - Aaron Kenny - 1:32
  • 237. Clásicos De Navidad - Orquesta Sinfónica De Londres - 51:44
  • 238. Deck The Hall With Boughs Of Holly - Anre Rieu - 1:33
  • 239. Deck The Halls - Jingle Punks - 2:12
  • 240. Deck The Halls - Nat King Cole - 1:08
  • 241. Frosty The Snowman - Nat King Cole-1950 - 2:18
  • 242. Frosty The Snowman - The Ventures - 2:01
  • 243. I Wish You A Merry Christmas - Bing Crosby - 1:53
  • 244. It's A Small World - Disney Children's - 2:04
  • 245. It's The Most Wonderful Time Of The Year - Andy Williams - 2:32
  • 246. Jingle Bells - 1957 - Bobby Helms - 2:11
  • 247. Jingle Bells - Am Classical - 1:36
  • 248. Jingle Bells - Frank Sinatra - 2:05
  • 249. Jingle Bells - Jim Reeves - 1:47
  • 250. Jingle Bells - Les Paul - 1:36
  • 251. Jingle Bells - Original Lyrics - 2:30
  • 252. La Pandilla Navideña - A Belen Pastores - 2:24
  • 253. La Pandilla Navideña - Ángeles Y Querubines - 2:33
  • 254. La Pandilla Navideña - Anton - 2:54
  • 255. La Pandilla Navideña - Campanitas Navideñas - 2:50
  • 256. La Pandilla Navideña - Cantad Cantad - 2:39
  • 257. La Pandilla Navideña - Donde Será Pastores - 2:35
  • 258. La Pandilla Navideña - El Amor De Los Amores - 2:56
  • 259. La Pandilla Navideña - Ha Nacido Dios - 2:29
  • 260. La Pandilla Navideña - La Nanita Nana - 2:30
  • 261. La Pandilla Navideña - La Pandilla - 2:29
  • 262. La Pandilla Navideña - Pastores Venid - 2:20
  • 263. La Pandilla Navideña - Pedacito De Luna - 2:13
  • 264. La Pandilla Navideña - Salve Reina Y Madre - 2:05
  • 265. La Pandilla Navideña - Tutaina - 2:09
  • 266. La Pandilla Navideña - Vamos, Vamos Pastorcitos - 2:29
  • 267. La Pandilla Navideña - Venid, Venid, Venid - 2:15
  • 268. La Pandilla Navideña - Zagalillo - 2:16
  • 269. Let It Snow! Let It Snow! - Dean Martin - 1:55
  • 270. Let It Snow! Let It Snow! - Frank Sinatra - 2:35
  • 271. Los Peces En El Río - Los Niños Cantores de Navidad - 2:15
  • 272. Music Box We Wish You A Merry Christmas - 0:27
  • 273. Navidad - Himnos Adventistas - 35:35
  • 274. Navidad - Instrumental Relajante - Villancicos - 1 - 58:29
  • 275. Navidad - Instrumental Relajante - Villancicos - 2 - 2h00:43
  • 276. Navidad - Jazz Instrumental - Canciones Y Villancicos - 1h08:52
  • 277. Navidad - Piano Relajante Para Descansar - 1h00:00
  • 278. Noche De Paz - 3:40
  • 279. Rocking Around The Chirstmas - Mel & Kim - 3:32
  • 280. Rodolfo El Reno - Grupo Nueva América - Orquesta y Coros - 2:40
  • 281. Rudolph The Red-Nosed Reindeer - The Cadillacs - 2:18
  • 282. Santa Claus Is Comin To Town - Frank Sinatra Y Seal - 2:18
  • 283. Santa Claus Is Coming To Town - Coros De Niños - 1:19
  • 284. Santa Claus Is Coming To Town - Frank Sinatra - 2:36
  • 285. Sleigh Ride - Ferrante And Teicher - 2:16
  • 286. Sonidos - Beads Christmas Bells Shake - 0:20
  • 287. Sonidos - Campanas De Trineo - 0:07
  • 288. Sonidos - Christmas Fireworks Impact - 1:16
  • 289. Sonidos - Christmas Ident - 0:10
  • 290. Sonidos - Christmas Logo - 0:09
  • 291. Sonidos - Clinking Of Glasses - 0:02
  • 292. Sonidos - Deck The Halls - 0:08
  • 293. Sonidos - Fireplace Chimenea Fire Crackling Loop - 3:00
  • 294. Sonidos - Fireplace Chimenea Loop Original Noise - 4:57
  • 295. Sonidos - New Year Fireworks Sound 1 - 0:06
  • 296. Sonidos - New Year Fireworks Sound 2 - 0:10
  • 297. Sonidos - Papa Noel Creer En La Magia De La Navidad - 0:13
  • 298. Sonidos - Papa Noel La Magia De La Navidad - 0:09
  • 299. Sonidos - Risa Papa Noel - 0:03
  • 300. Sonidos - Risa Papa Noel Feliz Navidad 1 - 0:05
  • 301. Sonidos - Risa Papa Noel Feliz Navidad 2 - 0:05
  • 302. Sonidos - Risa Papa Noel Feliz Navidad 3 - 0:05
  • 303. Sonidos - Risa Papa Noel Feliz Navidad 4 - 0:05
  • 304. Sonidos - Risa Papa Noel How How How - 0:09
  • 305. Sonidos - Risa Papa Noel Merry Christmas - 0:04
  • 306. Sonidos - Sleigh Bells - 0:04
  • 307. Sonidos - Sleigh Bells Shaked - 0:31
  • 308. Sonidos - Wind Chimes Bells - 1:30
  • 309. Symphonion O Christmas Tree - 0:34
  • 310. The First Noel - Am Classical - 2:18
  • 311. Walking In A Winter Wonderland - Dean Martin - 1:52
  • 312. We Wish You A Merry Christmas - Rajshri Kids - 2:07
  • Código Hexadecimal


    Seleccionar Efectos (
    0
    )
    Normal
    Aleatorio
    Activar Desactivar Borrar
    Seleccionar Tipos de Letra (
    0
    )
    Normal
    Aleatorio
    Activar Desactivar Borrar
    Seleccionar Colores (
    0
    )
    Elegir Sección

    Bordes
    Fondo 1
    Fondo 2

    Fondo Hora
    Reloj-Fecha
    Normal
    Aleatorio
    Activar Desactivar Borrar
    Seleccionar Avatar (
    0
    )
    Normal
    Aleatorio
    Activar Desactivar Borrar
    Seleccionar Imágenes para efectos (
    0
    )
    Normal
    Aleatorio
    Activar Desactivar Borrar
    LETRA - TIPO

    ACTUAL

    Desactivado SM
    ▪ Abrir para Selección Múltiple

    ▪ Cerrar Selección Múltiple
    SECCIÓN

    ▪ Reloj y Fecha
    Saira Stencil One


    ▪ Reloj


    ▪ Fecha


    ▪ Hora


    ▪ Minutos


    ▪ Segundos


    ▪ Dos Puntos 1


    ▪ Dos Puntos 2

    ▪ Restaurar

    ▪ Original

    NORMAL

    ▪ ADLaM Display: H33-V66

    ▪ Akaya Kanadaka: H37-V67

    ▪ Audiowide: H23-V50

    ▪ Chewy: H35-V67

    ▪ Croissant One: H35-V67

    ▪ Delicious Handrawn: H55-V67

    ▪ Germania One: H43-V67

    ▪ Kavoon: H33-V67

    ▪ Limelight: H31-V67

    ▪ Marhey: H31-V67

    ▪ Orbitron: H25-V55

    ▪ Revalia: H23-V54

    ▪ Ribeye: H33-V67

    ▪ Saira Stencil One(s): H31-V67

    ▪ Source Code Pro: H31-V67

    ▪ Uncial Antiqua: H27-V58

    CON RELLENO

    ▪ Cabin Sketch: H31-V67

    ▪ Fredericka the Great: H37-V67

    ▪ Rubik Dirt: H29-V66

    ▪ Rubik Distressed: H29-V66

    ▪ Rubik Glitch Pop: H29-V66

    ▪ Rubik Maps: H29-V66

    ▪ Rubik Maze: H29-V66

    ▪ Rubik Moonrocks: H29-V66

    DE PUNTOS

    ▪ Codystar: H37-V68

    ▪ Handjet: H51-V67

    ▪ Raleway Dots: H35-V67

    DIFERENTE

    ▪ Barrio: H41-V67

    ▪ Caesar Dressing: H39-V66

    ▪ Diplomata SC: H19-V44

    ▪ Emilys Candy: H35-V67

    ▪ Faster One: H27-V58

    ▪ Henny Penny: H29-V64

    ▪ Jolly Lodger: H55-V67

    ▪ Kablammo: H33-V66

    ▪ Monofett: H33-V66

    ▪ Monoton: H25-V55

    ▪ Mystery Quest: H37-V67

    ▪ Nabla: H39-V64

    ▪ Reggae One: H29-V64

    ▪ Rye: H29-V65

    ▪ Silkscreen: H27-V62

    ▪ Sixtyfour: H19-V46

    ▪ Smokum: H53-V67

    ▪ UnifrakturCook: H41-V67

    ▪ Vast Shadow: H25-V56

    ▪ Wallpoet: H25-V54

    ▪ Workbench: H37-V65

    GRUESA

    ▪ Bagel Fat One: H32-V66

    ▪ Bungee Inline: H27-V64

    ▪ Chango: H23-V52

    ▪ Coiny: H31-V67

    ▪ Luckiest Guy : H33-V67

    ▪ Modak: H35-V67

    ▪ Oi: H21-V46

    ▪ Rubik Spray Paint: H29-V65

    ▪ Ultra: H27-V60

    HALLOWEEN

    ▪ Butcherman: H37-V67

    ▪ Creepster: H47-V67

    ▪ Eater: H35-V67

    ▪ Freckle Face: H39-V67

    ▪ Frijole: H27-V63

    ▪ Irish Grover: H37-V67

    ▪ Nosifer: H23-V50

    ▪ Piedra: H39-V67

    ▪ Rubik Beastly: H29-V62

    ▪ Rubik Glitch: H29-V65

    ▪ Rubik Marker Hatch: H29-V65

    ▪ Rubik Wet Paint: H29-V65

    LÍNEA FINA

    ▪ Almendra Display: H42-V67

    ▪ Cute Font: H49-V75

    ▪ Cutive Mono: H31-V67

    ▪ Hachi Maru Pop: H25-V58

    ▪ Life Savers: H37-V64

    ▪ Megrim: H37-V67

    ▪ Snowburst One: H33-V63

    MANUSCRITA

    ▪ Beau Rivage: H27-V55

    ▪ Butterfly Kids: H59-V71

    ▪ Explora: H47-V72

    ▪ Love Light: H35-V61

    ▪ Mea Culpa: H42-V67

    ▪ Neonderthaw: H37-V66

    ▪ Sonsie one: H21-V50

    ▪ Swanky and Moo Moo: H53-V68

    ▪ Waterfall: H43-V67

    SIN RELLENO

    ▪ Akronim: H51-V68

    ▪ Bungee Shade: H25-V56

    ▪ Londrina Outline: H41-V67

    ▪ Moirai One: H34-V64

    ▪ Rampart One: H31-V63

    ▪ Rubik Burned: H29-V64

    ▪ Rubik Doodle Shadow: H29-V65

    ▪ Rubik Iso: H29-V64

    ▪ Rubik Puddles: H29-V62

    ▪ Tourney: H37-V66

    ▪ Train One: H29-V64

    ▪ Ewert: H27-V62

    ▪ Londrina Shadow: H41-V67

    ▪ Londrina Sketch: H41-V67

    ▪ Miltonian: H31-V67

    ▪ Rubik Scribble: H29-V65

    ▪ Rubik Vinyl: H29-V64

    ▪ Tilt Prism: H33-V67
  • OPCIONES

  • Otras Opciones
    Relojes

    1
    2
    3
    4
    5
    6
    7
    8
    9
    10
    11
    12
    13
    14
    15
    16
    17
    18
    19
    20
    Dispo. Posic.
    H
    H
    V

    Estilos Predefinidos
    FECHA
    Fecha - Formato Horizontal
    Fecha - Formato Vertical
    Fecha - Posición
    Fecha - Quitar
    RELOJ
    Reloj - Bordes Curvatura
    RELOJ - BORDES CURVATURA

    Reloj - Sombra
    RELOJ - SOMBRA

    Actual (
    1
    )


    Borde-Sombra

      B1 (s)  
      B2  
      B3  
      B4  
      B5  
    Sombra Iquierda Superior

      SIS1  
      SIS2  
      SIS3  
    Sombra Derecha Superior

      SDS1  
      SDS2  
      SDS3  
    Sombra Iquierda Inferior

      SII1  
      SII2  
      SII3  
    Sombra Derecha Inferior

      SDI1  
      SDI2  
      SDI3  
    Sombra Superior

      SS1  
      SS2  
      SS3  
    Sombra Inferior

      SI1  
      SI2  
      SI3  
    Reloj - Negrilla
    RELOJ - NEGRILLA

    Reloj-Fecha - Opacidad
    Reloj - Posición
    Reloj - Presentación
    Reloj-Fecha - Rotar
    Reloj - Vertical
    RELOJ - VERTICAL

    SEGUNDOS
    Segundos - Dos Puntos
    SEGUNDOS - DOS PUNTOS

    Segundos

    ▪ Quitar

    ▪ Mostrar (s)
    Dos Puntos Ocultar

    ▪ Ocultar

    ▪ Mostrar (s)
    Dos Puntos Quitar

    ▪ Quitar

    ▪ Mostrar (s)
    Segundos - Posición
    TAMAÑO
    Tamaño - Reloj
    TAMAÑO - RELOJ

    Tamaño - Fecha
    TAMAÑO - FECHA

    Tamaño - Hora
    TAMAÑO - HORA

    Tamaño - Minutos
    TAMAÑO - MINUTOS

    Tamaño - Segundos
    TAMAÑO - SEGUNDOS

    ANIMACIÓN
    Seleccionar Efecto para Animar
    Tiempo entre efectos
    TIEMPO ENTRE EFECTOS

    SECCIÓN

    Animación
    (
    seg)


    Avatar 1-2-3-4-5-6-7
    (Cambio automático)
    (
    seg)


    Color Borde
    (
    seg)


    Color Fondo 1
    (
    seg)


    Color Fondo 2
    (
    seg)


    Color Fondo cada uno
    (
    seg)


    Color Reloj
    (
    seg)


    Estilos Predefinidos
    (
    seg)


    Imágenes para efectos
    (
    seg)


    Movimiento Avatar 1
    (
    seg)

    Movimiento Avatar 2
    (
    seg)

    Movimiento Avatar 3
    (
    seg)

    Movimiento Fecha
    (
    seg)


    Movimiento Reloj
    (
    seg)


    Movimiento Segundos
    (
    seg)


    Ocultar R-F
    (
    seg)


    Ocultar R-2
    (
    seg)


    Tipos de Letra
    (
    seg)


    Todo
    SEGUNDOS A ELEGIR

      0  
      0.01  
      0.02  
      0.03  
      0.04  
      0.05  
      0.06  
      0.07  
      0.08  
      0.09  
      0.1  
      0.2  
      0.3  
      0.4  
      0.5  
      0.6  
      0.7  
      0.8  
      0.9  
      1  
      1.1  
      1.2  
      1.3  
      1.4  
      1.5  
      1.6  
      1.7  
      1.8  
      1.9  
      2  
      2.1  
      2.2  
      2.3  
      2.4  
      2.5  
      2.6  
      2.7  
      2.8  
      2.9  
      3(s) 
      3.1  
      3.2  
      3.3  
      3.4  
      3.5  
      3.6  
      3.7  
      3.8  
      3.9  
      4  
      5  
      6  
      7  
      8  
      9  
      10  
      15  
      20  
      25  
      30  
      35  
      40  
      45  
      50  
      55  
    Animar Reloj
    Cambio automático Avatar
    Cambio automático Color - Bordes
    Cambio automático Color - Fondo 1
    Cambio automático Color - Fondo 2
    Cambio automático Color - Fondo H-M-S-F
    Cambio automático Color - Reloj
    Cambio automático Estilos Predefinidos
    Cambio automático Imágenes para efectos
    Cambio automático Tipo de Letra
    Movimiento automático Avatar 1
    Movimiento automático Avatar 2
    Movimiento automático Avatar 3
    Movimiento automático Fecha
    Movimiento automático Reloj
    Movimiento automático Segundos
    Ocultar Reloj
    Ocultar Reloj - 2
    Rotación Automática
    ROTACIÓN AUTOMÁTICA

    ESPEJO

    Avatar 1

    Avatar 2

    Avatar 3

    Avatar 4

    Avatar 5

    Avatar 6

    Avatar 7
    Reloj
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Hora
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Minutos
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Segundos
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Dos Puntos 1
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Dos Puntos 2
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Fecha
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Hora, Minutos y Segundos
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Hora y Minutos
    0 grados
    30 msg
    0 seg
    Slide
    0 grados
    30 msg
    0 seg
    Avatar 1
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Avatar 2
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Avatar 3
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Avatar 4
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Avatar 5
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Avatar 6
    0 grados
    30 msg
    0 seg

    Avatar 7
    0 grados
    30 msg
    0 seg
    VELOCIDAD-TIEMPO

    Tiempo Movimiento

    Tiempo entre Movimiento

    Rotar
    ROTAR-VELOCIDAD

      45     90  

      135     180  
    ROTAR-VELOCIDAD

    ▪ Parar

    ▪ Normal

    ▪ Restaurar Todo
    VARIOS
    Alarma 1
    ALARMA 1

    ACTIVADA
    SINCRONIZAR

    ▪ Si
    ▪ No


    Seleccionar Minutos

      1     2     3  

      4     5     6  

      7     8     9  

      0     X  




    REPETIR-APAGAR

    ▪ Repetir

    ▪ Apagar Sonido

    ▪ No Alarma


    REPETIR SONIDO
    1 vez

    ▪ 1 vez (s)

    ▪ 2 veces

    ▪ 3 veces

    ▪ 4 veces

    ▪ 5 veces

    ▪ Indefinido


    SONIDO

    Actual:
    1

    ▪ Ventana de Música

    ▪ 1-Alarma-01
    - 1

    ▪ 2-Alarma-02
    - 18

    ▪ 3-Alarma-03
    - 10

    ▪ 4-Alarma-04
    - 8

    ▪ 5-Alarma-05
    - 13

    ▪ 6-Alarma-06
    - 16

    ▪ 7-Alarma-08
    - 29

    ▪ 8-Alarma-Carro
    - 11

    ▪ 9-Alarma-Fuego-01
    - 15

    ▪ 10-Alarma-Fuego-02
    - 5

    ▪ 11-Alarma-Fuerte
    - 6

    ▪ 12-Alarma-Incansable
    - 30

    ▪ 13-Alarma-Mini Airplane
    - 36

    ▪ 14-Digital-01
    - 34

    ▪ 15-Digital-02
    - 4

    ▪ 16-Digital-03
    - 4

    ▪ 17-Digital-04
    - 1

    ▪ 18-Digital-05
    - 31

    ▪ 19-Digital-06
    - 1

    ▪ 20-Digital-07
    - 3

    ▪ 21-Gallo
    - 2

    ▪ 22-Melodia-01
    - 30

    ▪ 23-Melodia-02
    - 28

    ▪ 24-Melodia-Alerta
    - 14

    ▪ 25-Melodia-Bongo
    - 17

    ▪ 26-Melodia-Campanas Suaves
    - 20

    ▪ 27-Melodia-Elisa
    - 28

    ▪ 28-Melodia-Samsung-01
    - 10

    ▪ 29-Melodia-Samsung-02
    - 29

    ▪ 30-Melodia-Samsung-03
    - 5

    ▪ 31-Melodia-Sd_Alert_3
    - 4

    ▪ 32-Melodia-Vintage
    - 60

    ▪ 33-Melodia-Whistle
    - 15

    ▪ 34-Melodia-Xiaomi
    - 12

    ▪ 35-Voz Femenina
    - 4

    Alarma 2
    ALARMA 2

    ACTIVADA
    Avatar - Elegir
    AVATAR - ELEGIR

    Desactivado SM
    ▪ Abrir para Selección Múltiple

    ▪ Cerrar Selección Múltiple
    AVATAR 1-2-3

    Avatar 1

    Avatar 2

    Avatar 3
    AVATAR 4-5-6-7

    Avatar 4

    Avatar 5

    Avatar 6

    Avatar 7
    TOMAR DE BANCO

    # del Banco

    Aceptar
    AVATARES

    Animales


    Deporte


    Halloween


    Navidad


    Religioso


    San Valentín


    Varios
    ▪ Quitar
    Avatar - Opacidad
    Avatar - Posición
    Avatar - Rotar
    Avatar - Tamaño
    AVATAR - TAMAÑO

    AVATAR 1-2-3

    Avatar1

    Avatar 2

    Avatar 3
    AVATAR 4-5-6-7

    Avatar 4

    Avatar 5

    Avatar 6

    Avatar 7
    TAMAÑO

    Avatar 1(
    10%
    )


    Avatar 2(
    10%
    )


    Avatar 3(
    10%
    )


    Avatar 4(
    10%
    )


    Avatar 5(
    10%
    )


    Avatar 6(
    10%
    )


    Avatar 7(
    10%
    )

      20     40  

      60     80  

    100
    Más - Menos

    10-Normal
    ▪ Quitar
    Colores - Posición Paleta
    Elegir Color o Colores
    Fondo - Opacidad
    Generalizar
    GENERALIZAR

    ACTIVAR

    DESACTIVAR

    ▪ Animar Reloj
    ▪ Avatares y Cambio Automático
    ▪ Bordes Color, Cambio automático y Sombra
    ▪ Fonco 1 - Color y Cambio automático
    ▪ Fondo 2 - Color y Cambio automático
    ▪ Fondos Texto Color y Cambio automático
    ▪ Imágenes para Efectos y Cambio automático
    ▪ Mover-Voltear-Aumentar-Reducir Imagen del Slide
    ▪ Ocultar Reloj
    ▪ Ocultar Reloj - 2
    ▪ Reloj y Avatares 1-2-3 Movimiento Automático
    ▪ Rotar-Voltear-Rotación Automático
    ▪ Tamaño
    ▪ Texto - Color y Cambio automático
    ▪ Tiempo entre efectos
    ▪ Tipo de Letra y Cambio automático
    Imágenes para efectos
    Mover-Voltear-Aumentar-Reducir Imagen del Slide
    M-V-A-R IMAGEN DEL SLIDE

    VOLTEAR-ESPEJO

    ▪ Voltear

    ▪ Normal
    SUPERIOR-INFERIOR

    ▪ Arriba (s)

    ▪ Centrar

    ▪ Inferior
    MOVER

    Abajo - Arriba
    REDUCIR-AUMENTAR

    Aumentar

    Reducir

    Normal
    PORCENTAJE

    Más - Menos
    Pausar Reloj
    Restablecer Reloj
    PROGRAMACIÓN

    Programar Reloj
    PROGRAMAR RELOJ

    DESACTIVADO
    ▪ Activar

    ▪ Desactivar

    ▪ Eliminar

    ▪ Guardar
    H= M= R=
    -------
    H= M= R=
    -------
    H= M= R=
    -------
    H= M= R=
    -------
    Prog.R.1

    H
    M

    Reloj #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días
    Prog.R.2

    H
    M

    Reloj #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días
    Prog.R.3

    H
    M

    Reloj #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días
    Prog.R.4

    H
    M

    Reloj #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días


    Programar Estilo
    PROGRAMAR ESTILO

    DESACTIVADO
    ▪ Activar

    ▪ Desctivar

    ▪ Eliminar

    ▪ Guardar
    H= M= E=
    -------
    H= M= E=
    -------
    H= M= E=
    -------
    H= M= E=
    -------
    Prog.E.1

    H
    M

    Estilo #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días
    Prog.E.2

    H
    M

    Estilo #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días
    Prog.E.3

    H
    M

    Estilo #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días
    Prog.E.4

    H
    M

    Estilo #

    L
    M
    M
    J
    V
    S
    D


    Borrar Días

    Programar RELOJES
    PROGRAMAR RELOJES


    DESACTIVADO
    ▪ Activar

    ▪ Desactivar

    ▪ Guardar
    Almacenar

    ▪1
    ▪2
    ▪3


    ▪4
    ▪5
    ▪6
    Cargar

    ▪1
    ▪2
    ▪3


    ▪4
    ▪5
    Borrar

    ▪1 ▪2 ▪3

    ▪4 ▪5 ▪6
    HORAS
    Cambiar cada

    1 2 3 4 5

    6 7 8 9 0

    X
    MINUTOS
    Cambiar cada

    1 2 3 4 5

    6 7 8 9 0

    X
    RELOJES #
    Relojes a cambiar

    1 2 3

    4 5 6

    7 8 9

    10 11 12

    13 14 15

    16 17 18

    19 20

    T X


    Programar ESTILOS
    PROGRAMAR ESTILOS


    DESACTIVADO
    ▪ Activar

    ▪ Desactivar

    ▪ Guardar
    Almacenar

    ▪1
    ▪2
    ▪3


    ▪4
    ▪5
    ▪6
    Cargar

    ▪1
    ▪2
    ▪3


    ▪4
    ▪5
    ▪6
    Borrar

    ▪1 ▪2 ▪3

    ▪4 ▪5 ▪6
    HORAS
    Cambiar cada

    1 2 3 4 5

    6 7 8 9 0

    X
    MINUTOS
    Cambiar cada

    1 2 3 4 5

    6 7 8 9 0

    X
    ESTILOS #

    A B C D

    E F G H

    I J K L

    M N O P

    Q R T S

    TODO X


    Programar lo Programado
    PROGRAMAR LO PROGRAMADO

    DESACTIVADO
    ▪ Activar

    ▪ Desactivar
    Programación 1

    Reloj:
    h m

    Estilo:
    h m

    RELOJES:
    h m

    ESTILOS:
    h m
    Programación 2

    Reloj:
    h m

    Estilo:
    h m

    RELOJES:
    h m

    ESTILOS:
    h m
    Programación 3

    Reloj:
    h m

    Estilo:
    h m

    RELOJES:
    h m

    ESTILOS:
    h m
    Almacenado en RELOJES y ESTILOS

    ▪1
    ▪2
    ▪3


    ▪4
    ▪5
    ▪6
    Borrar Programación
    HORAS

    1 2 3 4 5

    6 7 8 9 0

    X
    MINUTOS

    1 2 3 4 5

    6 7 8 9 0

    X


    IMÁGENES PERSONALES

    Esta opción permite colocar de fondo, en cualquier sección de la página, imágenes de internet, empleando el link o url de la misma. Su manejo es sencillo y práctico.

    Ahora se puede elegir un fondo diferente para cada ventana del slide, del sidebar y del downbar, en la página de INICIO; y el sidebar y la publicación en el Salón de Lectura. A más de eso, el Body, Main e Info, incluido las secciones +Categoría y Listas.

    Cada vez que eliges dónde se coloca la imagen de fondo, la misma se guarda y se mantiene cuando regreses al blog. Así como el resto de las opciones que te ofrece el mismo, es independiente por estilo, y a su vez, por usuario.

    FUNCIONAMIENTO

  • Recuadro en blanco: Es donde se colocará la url o link de la imagen.

  • Aceptar Url: Permite aceptar la dirección de la imagen que colocas en el recuadro.

  • Borrar Url: Deja vacío el recuadro en blanco para que coloques otra url.

  • Quitar imagen: Permite eliminar la imagen colocada. Cuando eliminas una imagen y deseas colocarla en otra parte, simplemente la eliminas, y para que puedas usarla en otra sección, presionas nuevamente "Aceptar Url"; siempre y cuando el link siga en el recuadro blanco.

  • Guardar Imagen: Permite guardar la imagen, para emplearla posteriormente. La misma se almacena en el banco de imágenes para el Header.

  • Imágenes Guardadas: Abre la ventana que permite ver las imágenes que has guardado.

  • Forma 1 a 5: Esta opción permite colocar de cinco formas diferente las imágenes.

  • Bottom, Top, Left, Right, Center: Esta opción, en conjunto con la anterior, permite mover la imagen para que se vea desde la parte de abajo, de arriba, desde la izquierda, desde la derecha o centrarla. Si al activar alguna de estas opciones, la imagen desaparece, debes aceptar nuevamente la Url y elegir una de las 5 formas, para que vuelva a aparecer.


  • Una vez que has empleado una de las opciones arriba mencionadas, en la parte inferior aparecerán las secciones que puedes agregar de fondo la imagen.

    Cada vez que quieras cambiar de Forma, o emplear Bottom, Top, etc., debes seleccionar la opción y seleccionar nuevamente la sección que colocaste la imagen.

    Habiendo empleado el botón "Aceptar Url", das click en cualquier sección que desees, y a cuantas quieras, sin necesidad de volver a ingresar la misma url, y el cambio es instantáneo.

    Las ventanas (widget) del sidebar, desde la quinta a la décima, pueden ser vistas cambiando la sección de "Últimas Publicaciones" con la opción "De 5 en 5 con texto" (la encuentras en el PANEL/MINIATURAS/ESTILOS), reduciendo el slide y eliminando los títulos de las ventanas del sidebar.

    La sección INFO, es la ventana que se abre cuando das click en .

    La sección DOWNBAR, son los tres widgets que se encuentran en la parte última en la página de Inicio.

    La sección POST, es donde está situada la publicación.

    Si deseas eliminar la imagen del fondo de esa sección, da click en el botón "Quitar imagen", y sigues el mismo procedimiento. Con un solo click a ese botón, puedes ir eliminando la imagen de cada seccion que hayas colocado.

    Para guardar una imagen, simplemente das click en "Guardar Imagen", siempre y cuando hayas empleado el botón "Aceptar Url".

    Para colocar una imagen de las guardadas, presionas el botón "Imágenes Guardadas", das click en la imagen deseada, y por último, click en la sección o secciones a colocar la misma.

    Para eliminar una o las imágenes que quieras de las guardadas, te vas a "Mi Librería".
    MÁS COLORES

    Esta opción permite obtener más tonalidades de los colores, para cambiar los mismos a determinadas bloques de las secciones que conforman el blog.

    Con esta opción puedes cambiar, también, los colores en la sección "Mi Librería" y "Navega Directo 1", cada uno con sus colores propios. No es necesario activar el PANEL para estas dos secciones.

    Así como el resto de las opciones que te permite el blog, es independiente por "Estilo" y a su vez por "Usuario". A excepción de "Mi Librería" y "Navega Directo 1".

    FUNCIONAMIENTO

    En la parte izquierda de la ventana de "Más Colores" se encuentra el cuadro que muestra las tonalidades del color y la barra con los colores disponibles. En la parte superior del mismo, se encuentra "Código Hex", que es donde se verá el código del color que estás seleccionando. A mano derecha del mismo hay un cuadro, el cual te permite ingresar o copiar un código de color. Seguido está la "C", que permite aceptar ese código. Luego la "G", que permite guardar un color. Y por último, el caracter "►", el cual permite ver la ventana de las opciones para los "Colores Guardados".

    En la parte derecha se encuentran los bloques y qué partes de ese bloque permite cambiar el color; así como borrar el mismo.

    Cambiemos, por ejemplo, el color del body de esta página. Damos click en "Body", una opción aparece en la parte de abajo indicando qué puedes cambiar de ese bloque. En este caso da la opción de solo el "Fondo". Damos click en la misma, seguido elegimos, en la barra vertical de colores, el color deseado, y, en la ventana grande, desplazamos la ruedita a la intensidad o tonalidad de ese color. Haciendo esto, el body empieza a cambiar de color. Donde dice "Código Hex", se cambia por el código del color que seleccionas al desplazar la ruedita. El mismo procedimiento harás para el resto de los bloques y sus complementos.

    ELIMINAR EL COLOR CAMBIADO

    Para eliminar el nuevo color elegido y poder restablecer el original o el que tenía anteriormente, en la parte derecha de esta ventana te desplazas hacia abajo donde dice "Borrar Color" y das click en "Restablecer o Borrar Color". Eliges el bloque y el complemento a eliminar el color dado y mueves la ruedita, de la ventana izquierda, a cualquier posición. Mientras tengas elegida la opción de "Restablecer o Borrar Color", puedes eliminar el color dado de cualquier bloque.
    Cuando eliges "Restablecer o Borrar Color", aparece la opción "Dar Color". Cuando ya no quieras eliminar el color dado, eliges esta opción y puedes seguir dando color normalmente.

    ELIMINAR TODOS LOS CAMBIOS

    Para eliminar todos los cambios hechos, abres el PANEL, ESTILOS, Borrar Cambios, y buscas la opción "Borrar Más Colores". Se hace un refresco de pantalla y todo tendrá los colores anteriores o los originales.

    COPIAR UN COLOR

    Cuando eliges un color, por ejemplo para "Body", a mano derecha de la opción "Fondo" aparece el código de ese color. Para copiarlo, por ejemplo al "Post" en "Texto General Fondo", das click en ese código y el mismo aparece en el recuadro blanco que está en la parte superior izquierda de esta ventana. Para que el color sea aceptado, das click en la "C" y el recuadro blanco y la "C" se cambian por "No Copiar". Ahora sí, eliges "Post", luego das click en "Texto General Fondo" y desplazas la ruedita a cualquier posición. Puedes hacer el mismo procedimiento para copiarlo a cualquier bloque y complemento del mismo. Cuando ya no quieras copiar el color, das click en "No Copiar", y puedes seguir dando color normalmente.

    COLOR MANUAL

    Para dar un color que no sea de la barra de colores de esta opción, escribe el código del color, anteponiendo el "#", en el recuadro blanco que está sobre la barra de colores y presiona "C". Por ejemplo: #000000. Ahora sí, puedes elegir el bloque y su respectivo complemento a dar el color deseado. Para emplear el mismo color en otro bloque, simplemente elige el bloque y su complemento.

    GUARDAR COLORES

    Permite guardar hasta 21 colores. Pueden ser utilizados para activar la carga de los mismos de forma Ordenada o Aleatoria.

    El proceso es similiar al de copiar un color, solo que, en lugar de presionar la "C", presionas la "G".

    Para ver los colores que están guardados, da click en "►". Al hacerlo, la ventana de los "Bloques a cambiar color" se cambia por la ventana de "Banco de Colores", donde podrás ver los colores guardados y otras opciones. El signo "►" se cambia por "◄", el cual permite regresar a la ventana anterior.

    Si quieres seguir guardando más colores, o agregar a los que tienes guardado, debes desactivar, primero, todo lo que hayas activado previamente, en esta ventana, como es: Carga Aleatoria u Ordenada, Cargar Estilo Slide y Aplicar a todo el blog; y procedes a guardar otros colores.

    A manera de sugerencia, para ver los colores que desees guardar, puedes ir probando en la sección MAIN con la opción FONDO. Una vez que has guardado los colores necesarios, puedes borrar el color del MAIN. No afecta a los colores guardados.

    ACTIVAR LOS COLORES GUARDADOS

    Para activar los colores que has guardado, debes primero seleccionar el bloque y su complemento. Si no se sigue ese proceso, no funcionará. Una vez hecho esto, das click en "►", y eliges si quieres que cargue "Ordenado, Aleatorio, Ordenado Incluido Cabecera y Aleatorio Incluido Cabecera".

    Funciona solo para un complemento de cada bloque. A excepción del Slide, Sidebar y Downbar, que cada uno tiene la opción de que cambie el color en todos los widgets, o que cada uno tenga un color diferente.

    Cargar Estilo Slide. Permite hacer un slide de los colores guardados con la selección hecha. Cuando lo activas, automáticamente cambia de color cada cierto tiempo. No es necesario reiniciar la página. Esta opción se graba.
    Si has seleccionado "Aplicar a todo el Blog", puedes activar y desactivar esta opción en cualquier momento y en cualquier sección del blog.
    Si quieres cambiar el bloque con su respectivo complemento, sin desactivar "Estilo Slide", haces la selección y vuelves a marcar si es aleatorio u ordenado (con o sin cabecera). Por cada cambio de bloque, es el mismo proceso.
    Cuando desactivas esta opción, el bloque mantiene el color con que se quedó.

    No Cargar Estilo Slide. Desactiva la opción anterior.

    Cuando eliges "Carga Ordenada", cada vez que entres a esa página, el bloque y el complemento que elegiste tomará el color según el orden que se muestra en "Colores Guardados". Si eliges "Carga Ordenada Incluido Cabecera", es igual que "Carga Ordenada", solo que se agrega el Header o Cabecera, con el mismo color, con un grado bajo de transparencia. Si eliges "Carga Aleatoria", el color que toma será cualquiera, y habrá veces que se repita el mismo. Si eliges "Carga Aleatoria Incluido Cabecera", es igual que "Aleatorio", solo que se agrega el Header o Cabecera, con el mismo color, con un grado bajo de transparencia.

    Puedes desactivar la Carga Ordenada o Aleatoria dando click en "Desactivar Carga Ordenada o Aleatoria".

    Si quieres un nuevo grupo de colores, das click primero en "Desactivar Carga Ordenada o Aleatoria", luego eliminas los actuales dando click en "Eliminar Colores Guardados" y por último seleccionas el nuevo set de colores.

    Aplicar a todo el Blog. Tienes la opción de aplicar lo anterior para que se cargue en todo el blog. Esta opción funciona solo con los bloques "Body, Main, Header, Menú" y "Panel y Otros".
    Para activar esta opción, debes primero seleccionar el bloque y su complemento deseado, luego seleccionas si la carga es aleatoria, ordenada, con o sin cabecera, y procedes a dar click en esta opción.
    Cuando se activa esta opción, los colores guardados aparecerán en las otras secciones del blog, y puede ser desactivado desde cualquiera de ellas. Cuando desactivas esta opción en otra sección, los colores guardados desaparecen cuando reinicias la página, y la página desde donde activaste la opción, mantiene el efecto.
    Si has seleccionado, previamente, colores en alguna sección del blog, por ejemplo en INICIO, y activas esta opción en otra sección, por ejemplo NAVEGA DIRECTO 1, INICIO tomará los colores de NAVEGA DIRECTO 1, que se verán también en todo el blog, y cuando la desactivas, en cualquier sección del blog, INICIO retomará los colores que tenía previamente.
    Cuando seleccionas la sección del "Menú", al aplicar para todo el blog, cada sección del submenú tomará un color diferente, según la cantidad de colores elegidos.

    No plicar a todo el Blog. Desactiva la opción anterior.

    Tiempo a cambiar el color. Permite cambiar los segundos que transcurren entre cada color, si has aplicado "Cargar Estilo Slide". El tiempo estándar es el T3. A la derecha de esta opción indica el tiempo a transcurrir. Esta opción se graba.

    SETS PREDEFINIDOS DE COLORES

    Se encuentra en la sección "Banco de Colores", casi en la parte última, y permite elegir entre cuatro sets de colores predefinidos. Sirven para ser empleados en "Cargar Estilo Slide".
    Para emplear cualquiera de ellos, debes primero, tener vacío "Colores Guardados"; luego das click en el Set deseado, y sigues el proceso explicado anteriormente para activar los "Colores Guardados".
    Cuando seleccionas alguno de los "Sets predefinidos", los colores que contienen se mostrarán en la sección "Colores Guardados".

    SETS PERSONAL DE COLORES

    Se encuentra seguido de "Sets predefinidos de Colores", y permite guardar cuatro sets de colores personales.
    Para guardar en estos sets, los colores deben estar en "Colores Guardados". De esa forma, puedes armar tus colores, o copiar cualquiera de los "Sets predefinidos de Colores", o si te gusta algún set de otra sección del blog y tienes aplicado "Aplicar a todo el Blog".
    Para usar uno de los "Sets Personales", debes primero, tener vacío "Colores Guardados"; y luego das click en "Usar". Cuando aplicas "Usar", el set de colores aparece en "Colores Guardados", y se almacenan en el mismo. Cuando entras nuevamente al blog, a esa sección, el set de colores permanece.
    Cada sección del blog tiene sus propios cuatro "Sets personal de colores", cada uno independiente del restoi.

    Tip

    Si vas a emplear esta método y quieres que se vea en toda la página, debes primero dar transparencia a todos los bloques de la sección del blog, y de ahí aplicas la opción al bloque BODY y su complemento FONDO.

    Nota

    - No puedes seguir guardando más colores o eliminarlos mientras esté activo la "Carga Ordenada o Aleatoria".
    - Cuando activas la "Carga Aleatoria" habiendo elegido primero una de las siguientes opciones: Sidebar (Fondo los 10 Widgets), Downbar (Fondo los 3 Widgets), Slide (Fondo de las 4 imágenes) o Sidebar en el Salón de Lectura (Fondo los 7 Widgets), los colores serán diferentes para cada widget.

    OBSERVACIONES

    - En "Navega Directo + Panel", lo que es la publicación, sólo funciona el fondo y el texto de la publicación.

    - En "Navega Directo + Panel", el sidebar vendría a ser el Widget 7.

    - Estos colores están por encima de los colores normales que encuentras en el "Panel', pero no de los "Predefinidos".

    - Cada sección del blog es independiente. Lo que se guarda en Inicio, es solo para Inicio. Y así con las otras secciones.

    - No permite copiar de un estilo o usuario a otro.

    - El color de la ventana donde escribes las NOTAS, no se cambia con este método.

    - Cuando borras el color dado a la sección "Menú" las opciones "Texto indicador Sección" y "Fondo indicador Sección", el código que está a la derecha no se elimina, sino que se cambia por el original de cada uno.
    3 2 1 E 1 2 3
    X
    Guardar - Eliminar
    Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    :     Guardar - Eliminar
    Para guardar, elige dónde, y seguido da click en la o las imágenes deseadas.
    Para dar Zoom o Fijar,
    selecciona la opción y luego la imagen.
    ---------------------------------------------------
    Slide 1     Slide 2     Slide 3




















    Header

    -------------------------------------------------
    Guardar todas las imágenes
    Fijar "Guardar Imágenes"
    Desactivar "Guardar Imágenes"
    Dar Zoom a la Imagen
    Fijar Imagen de Fondo
    No fijar Imagen de Fondo
    -------------------------------------------------
    Colocar imagen en Header
    No colocar imagen en Header
    Mover imagen del Header
    Ocultar Mover imagen del Header
    Ver Imágenes del Header


    Imágenes Guardadas y Personales
    Desactivar Slide Ocultar Todo
    P
    S1
    S2
    S3
    B1
    B2
    B3
    B4
    B5
    B6
    B7
    B8
    B9
    B10
    B11
    B12
    B13
    B14
    B15
    B16
    B17
    B18
    B19
    B20
    H

    OPCIONES GENERALES
    ● Activar Slide 1
    ● Activar Slide 2
    ● Activar Slide 3
    ● Desactivar Slide
    ● Desplazamiento Automático
    ● Ampliar o Reducir el Blog
  • Ancho igual a 1088
  • Ancho igual a 1152
  • Ancho igual a 1176
  • Ancho igual a 1280
  • Ancho igual a 1360
  • Ancho igual a 1366
  • Ancho igual a 1440
  • Ancho igual a 1600
  • Ancho igual a 1680
  • Normal 1024
  • ------------MANUAL-----------
  • + -

  • Transición (aprox.)

  • T 1 (1.6 seg)


    T 2 (3.3 seg)


    T 3 (4.9 seg)


    T 4 (s) (6.6 seg)


    T 5 (8.3 seg)


    T 6 (9.9 seg)


    T 7 (11.4 seg)


    T 8 13.3 seg)


    T 9 (15.0 seg)


    T 10 (20 seg)


    T 11 (30 seg)


    T 12 (40 seg)


    T 13 (50 seg)


    T 14 (60 seg)


    T 15 (90 seg)


    ---------- C A T E G O R I A S ----------

    ----------------- GENERAL -------------------


    ------------- POR CATEGORÍA ---------------




















    --------REVISTAS DINERS--------






















    --------REVISTAS SELECCIONES--------














































    IMAGEN PERSONAL



    En el recuadro ingresa la url de la imagen:









    Elige la sección de la página a cambiar imagen del fondo:

    BODY MAIN POST INFO

    SIDEBAR
    Widget 1 Widget 2 Widget 3
    Widget 4 Widget 5 Widget 6
    Widget 7














































































































    EL PAIS DE LOS CIEGOS (Herbert George Wells)

    Publicado en mayo 30, 2010
    Próximamente a trescientas millas del Chimborazo y a cien de las nieves del Cotopaxi, en la región más desierta de los Andes ecuatoriales, ábrese el valle misterioso donde existe el país de los ciegos. Hace cuatro siglos todavía era el valle asequible, aun cuando siempre insondables precipicios y peligrosos ventisqueros lo rodearon casi totalmente. Y tal vez entonces fue cuando algunas familias de indígenas peruanos se refugiaron en él para huir de la tiranía de los colonizadores españoles. Sobrevino después la terrible erupción del Mindovamba que hundió durante diecisiete días a Quito en las tinieblas; y desde los manantiales hervorosos de Yaguaxi hasta Guayaquil, flotaron sobre todos los ríos peces muertos. No hubo parte en la vertiente del Pacifico donde no se registraran desprendimientos formidables, súbitos deshielos que originaran inundaciones; y la antigua cúspide montañosa del Arauca rodó por la vertiente de la cordillera con ruido infinitamente multiplicado de catarata, cegó los caminos, y formó para siempre una barrera infranqueable entre el país de los ciegos y el resto del inundo.
    En el momento de producirse este horror geológico, uno de los primeros colonos del valle había partido hacia las lejanas comarcas habitadas, con una delicada misión; y como al regreso no pudiera encontrar el camino ni abrirse ruta alguna, vióse forzado a dar por muertos a su mujer, a su hijo y a cuantos había dejado en la montaña, y a crearse una existencia nueva; pero las dolencias y la ceguera lo envejecieron en pocos años, y al cabo fue a terminar sus días obscuramente en una mina. ¿Por qué causa abandonó el refugio adonde fuera transportado muy niño, envuelto en harapos, sobre el lomo de una llama? La versión que dio de su peregrinación y de la vida de sus compañeros en el retiro inaccesible, constituyó el origen de una leyenda perpetuada hasta nuestros días en toda la cordillera andina.
    El valle, según él, gozaba de un clima benigno y contenía cuanto puede necesitar el hombre: agua dulce, jugosos pastos, abundantes repechos de tierra rica en materias azoadas y cubierta de coposos frutales. De un lado, contenían los aludes vastos pinares; y de los otros, altas murallas rocosas, siempre crestadas de nieve, defendían el valle. Los torrentes del deshielo no llegaban a él, precipitándose hacia las llanuras por otros declives; sin embargo, a largos intervalos, enormes masas arborescentes, desprendidas de las cimas, pasaban cerca del vallecito donde nunca nevaba ni llovía, a pesar de lo cual su vegetación estaba siempre regada por canales dispuestos por el sabio capricho de la naturaleza. Todo esto hacía que los rebaños se multiplicaran v que los hombres vivieran en aquel oasis una vida próspera; pero una honda preocupación nublaba su dicha: una plaga extraña no sólo hacía nacer sin vista a todos sus hijos, sino que se la hacía perder a cuantos niños de edad tierna habían traído con ellos en su éxodo. Y fue precisamente en busca de un ensalmo o una droga contra tan terrible enfermedad, por lo que el viajero a quien se debe la leyenda afrontó las fatigas, las zozobras y los riesgos de aventurarse por gargantas y desfiladeros hacia la llanura.
    En aquellos tiempos los hombres ignoraban aún la existencia de los microbios y el poder contagioso de la infección, y creían que sus grandes males eran castigo a sus pecados. Según el cándido emisario, aquella aflictiva ceguera provenía de que los primeros fugitivos, privados de la compañía y el consejo de un sacerdote, omitieron al tornar posesión del valle, erigir un altar a la divinidad; y el objeto de su viaje era adquirir uno que, no siendo demasiado caro, satisficiese la exigencia divina; también quería comprar reliquias, medallas y cuantos talismanes pudieran contribuir a mitigar el celestial enojo. En su bolso de viaje llevaba, para pago del santo remedio contra la ceguera, una barra de plata virgen, cuyo origen se negó a explicar; y aunque con la tozudez de un mentiroso torpe aseguró al principio que ni vestigios del precioso metal existían en el remoto vallecito, acosado, declaró al fin, con falsía evidente, que sus compañeros de retiro y él, que para nada necesitaban allá de las cifras de riqueza tan ambicionadas por los demás hombres, habían fundido cuantas monedas les quedaban, para fabricar aquel lingote, a través del cual debían recibir el favor del cielo.
    Basta un leve esfuerzo de imaginación para figurarse al pobre enviado de la montaña con los ojos ya casi obscurecidos, calcinados del sol y de los reflejos de la nieve, inquieto y torpe entre los hombres comunes, extraños y ya casi nuevos para él, mientras torpemente, volteando entre las manos su sombrero, contaba la historia a un sacerdote que lo escuchaba con atención en que la sorpresa iba venciendo a la incredulidad. Nos lo figuramos anheloso de emprender otra vez la ascensión hacia su país, lleno el saco de las piadosas panaceas; y después, cuando estaba ya a medio camino, feliz con el resultado de su misión, imaginamos el desencadenamiento de la catástrofe y su horrendo drama al ver cerrados inexorablemente por el cataclismo cuantos caminos lo podían llevar al lugar donde sus compañeros lo aguardaban ansiosamente. Nada volvió a saberse de sus infortunios, a no ser su muerte después de haber rondado en tentativas varias y estériles el edén de donde no había sido expulsado por la espada flamígera del ángel, sino por las nieves infranqueables.

    El torrente que antaño que bajaba a la llanura en anchurosa vena desciende hoy repartido por entre rocosas hendiduras, y el recuerdo, transmitido de generación a generación, de las palabras torpes v sugeridoras del desterrado, creó la leyenda de que una raza de hombres ciegos existía en un lugar arcano de la montaña; leyenda que se hubiera convertido en mito si una casualidad milagrosa no la hubiese, hace poco, revelado en todo su horror. Mientras tanto, la misteriosa enfermedad siguió el curso terrible de sus estragos afligiendo a los habitantes de la aislada colonia.
    La vista de los ancianos se debilitó hasta obligarlos a ayudarse con el tacto para todos sus menesteres; la de los jóvenes fue decreciendo Y tornándose confusa, y los recién nacidos vinieron ya al mundo sin vista. Sin embargo, la vida era fácil en el solitario vallecito: orillado de nieves y desprovisto de espinosos arbustos e insectos venenosos, sólo pastaban en él las apacibles llamas que, traídas por los primeros moradores, se habían multiplicado y circunscripto a vivir en la planicie, cercadas por los enhiestos hielos y asustadas por las insondables torrenteras. La lenta gradación del mal impedía casi a los desventurados darse cuenta de su infortunio; y estos primeros atacados de la plaga sirvieron de guía a los niños ciegos, quienes merced a ellos conocieron hasta los más recónditos repliegues del valle. Y cuando, muertos los ancianos, no quedó ni uno solo que pudiese ver el esplendor del mundo, la vida de la remota colonia no siguió por eso un curso menos plácido y laborioso.
    El fuego fue conservado y transmitido de padres a hijos en hornillos de piedra. Aunque al principio los ciegos fueron gentes de tosco entendimiento, apenas pulidos con un tenue barniz de civilización ibérica, conservaron puro el idioma y vivas las tradiciones y el sentido de la inmemorial filosofía peruana. Si bien olvidaron muchas costumbres, crearon otras; y en su aislamiento llegaron por completo a perder la noción del mundo, que pasó a ser un ensueño cada vez más borroso, hasta abolirse en su conciencia. Para toda labor que no exigiese de insustituible modo el sentido de la vista, eran habilísimos; y al cabo surgió entre ellos un hombre emprendedor, inteligente y persuasivo, que impuso las primeras normas de una organización acomodada a la nueva naturaleza; más tarde nació y creció otro, que murió también cual su predecesor, y merced a los continuos esfuerzos de los superiores y a la disciplina de todos, la colmena ciega se multiplicó rigiéndose en las cosas fundamentales por principios justos, de modo que, al comenzar la quincuagésima generación a contar desde el antepasado que, habiendo partido hacia las llanuras con una barra de plata para comprar el socorro de Dios, fue bloqueado por el cataclismo y no pudo volver, el mundo ignoraba por completo la existencia de aquella agrupación humana sin vista perdida entre los hielos.
    Y fue entonces cuando desde el mundo exterior, por azar, llegó al país de los ciegos el hombre cuyas aventuras vamos a referir. Núñez era nativo de los alrededores de Quito. Andariego y emprendedor, había leído libros y recorrido todo el país hasta el mar, sacando de viajes y lecturas un caudal de perspicaz osadía. Varios ingleses que iban a intentar la excursión a diversos picos de los Andes lo contrataron para sustituir a uno de sus tres guías suizos que cayó enfermo; y envalentonados por el éxito de algunas ascensiones bastante peligrosas, decidieron acometer la del altísimo Parascotopetl, durante la cual desapareció Núñez.
    El relato del accidente se ha escrito lo menos una docena de veces, y en la versión de Pointer, superior sin duda a las otras, tiene un acento dramático y verídico. El narrador dice que, después de una subida casi vertical con riesgo constante de caer en e abismo, llegaron al borde de la última y más honda de las simas que los separaban de la cúspide y edificaron para pasar la noche una especie de cabaña en un saliente de la roca. De pronto, se dieron cuenta de que Núñez no estaba junto a ellos y, llenos de presentimientos pavorosos, lo llamaron a grandes voces, que se alejaban en el vasto silencio sin hallar respuesta... Durante toda la noche renovaron sus inútiles tentativas, unas veces gritando y otras silbando para ser oídos por el ausente; y sólo cuando la luz del alba les permitió descubrir las huellas de la caída, comprendieron que toda esperanza era vana. Núñez había resbalado en el declive de la vertiente patinando durante una extensión enorme y oblicua, en la cual el peso de su cuerpo imprimió un hondo surco y suscitó un alud.
    La estela iba a perderse en una sima tras la cual la vista ya no podía distinguir nada; y en el fondo, después de largo y fatigoso escrutar a causa de las reverberaciones, creyeron entrever, indeterminadas por la bruma, las copas de unos árboles emergiendo de una caída angosta: el país de los ciegos. Mas como ignoraban la proximidad y aun casi la existencia de esta comarca legendaria, apenas se fijaron en aquel accidente del paisaje y, decepcionados por el revés, renunciaron el mismo día a la ascensión.
    Pointer hubo de regresar a su patria sin acometer nuevas empresas; todavía hoy el Parascotopetl yergue hasta el cielo su cabeza inconquistada, y la choza edificada por los exploradores debió desaparecer bajo las nieves sin que jamás ningún otro hombre volviese a refugiarse en ella. Y, sin embargo, el guía que todos dieran por muerto, sobrevivió al resbalar, se sintió caer envuelto en torbellinos de nieve por un plano inclinado de más de mil pies hasta el borde de un precipicio, desde el cual volvió a rodar por otra pendiente, aturdido y casi insensible; y de caída en caída llegó al cabo a un lugar donde su cuerpo se detuvo, adolorido pero milagrosamente ileso, envuelto en la bola de nieve que lo habla acompañado y salvado convirtiéndose en su vehículo. Cuando recobró el conocimiento, tuvo la ilusión de estar enfermo, acostado en su cama; pero pronto su larga experiencia de alpinista le impuso, aunque confusamente, la realidad.
    Poco a poco, para reponerse se fue librando de su tutelar envoltura y vio en lo alto rutilar las estrellas. Durante mucho tiempo quedó inmóvil, preguntándose en qué región apartada de la tierra se hallaba; luego continuó sus investigaciones, y palpándose los miembros comprobó que su chaqueta, algunos de cuyos botones hablan saltado en la violencia de la calda, habíasele arrollado al cuello envolviéndole casi la cabeza. El bolsillo donde guardaba la navaja estaba vacío y también había perdido el pico y el sombrero, a pesar, de llevarlo atado con un barboquejo. Esta última circunstancia le recordó que en el momento de resbalar estaba sacando pedazos de roca para construir el techo de la cabaña. Sólo entonces dióse exacta cuenta de su caída; y alzando la cabeza miró, bajo el pálido calor de la luna naciente, que amplificaba las distancias, parte del largo camino recorrido. Sus ojos extáticos contemplaron la inmensa y blanca montaña que de instante en instante, según avanzaba la luna hacia el cenit, destacaba en las tinieblas su masa formidable; y la belleza fantástica y misteriosa del paisaje y el recuerdo y la soledad y la desesperanza, le oprimieron tanto el corazón que un acceso convulso de sollozos y de risa se apoderó de él.
    Largo rato permaneció así. Después, se dio cuenta de que su cuerpo había llegado hasta el límite de las nieves; y más abajo, al término de un suave declive practicable, percibió espacios obscuros que debían ser herbosas superficies. A pesar de tener dolorido el cuerpo y anquilosadas las articulaciones, hizo el esfuerzo de incorporarse trabajosamente, y dejándose deslizar llegó hasta el lecho vegetal; luego de sacar de su chaleco interior la cantimplora de agua y va- ciarla de un trago, se acostó de nuevo y cayó casi enseguida en un sueño profundo.
    El canto de los pájaros en la arboleda lo despertó muchas horas después, y trató de orientarse: encontrábase sobre una meseta triangular al pie de un vasto precipicio abierto en la última vertiente que había recorrido en su caída; ante él, una mole rocosa surcada por desfiladeros elevábase a gran altura de este a oeste; los rayos del sol doraban esa mole en toda su extensión. Del lado libre abríase un precipicio igualmente abrupto, pero, fijándose bien, Núñez descubrió entre las junturas de la roca una especie de túnel cubierto de nieve a medio deshelar, por el cual, arriesgándose a todo, emprendió el camino. El descenso fue menos difícil de lo que supuso v pronto se halló en otra segunda meseta, desde la cual, tras una corta ascensión, nada peligrosa, pudo llegar a una rápida pendiente cubierta de arbolado. Desde allí vio que todos los desfiladeros desembocaban en anchas y verdes praderas, en cuyo fondo distinguió claramente un caserío de extraña forma.
    Muy poco a poco, pues su avance, dada la fatiga y las anfractuosidades del terreno, era lento, siguió avanzando, mas antes de llegar a la planicie el sol se ocultó, cesaron los cantos de los pájaros y el aire sopló ruidoso y frío por la pétrea garganta. Desde la gélida obscuridad, el valle parecía, a lo lejos, más luminoso con su ondulada fragancia y su grupo de viviendas; unos pasos después, el terreno aceleraba su descenso en empinados declives, y entre las hendiduras de las rocas, Núñez, buen observador, vio una gramínea para él desconocida.
    Impulsado por el hambre, arrancó varias hojas y se puso a masticarlas con avidez. Seria ya mediodía cuando, reconfortado algo con el jugo de la planta y con la esperanza, encontróse al fin en el límite del desfiladero y pudo dilatar su vista por la llanura inundada de sol. Y como si de casi pronto todo, los dolores y las fatigas de su carne, suspensos en la zozobra, resurgiesen en el instante de salvación, sintió la necesidad de llenar en un manantial su cantimplora vacía y de acostarse un rato a reposar punto a un árbol, antes de dirigirse hacia las casas. Aquellas casas tenían un aspecto muy extraño, y a medida que Núñez observaba, dábase cuenta de que no eran las casas sólo, sino el valle entero lo que tenía un aire insólito. Todo él estaba dividido en parcelas lozanas, recamadas de flores y regadas con un cuidado que denotaba un método estricto. A media pendiente, rodeando el valle, erguíase un murallón, del que partía un canal, subdividido al llegar al llano en numerosas acequias. Más lejos, rebaños de llamas pastaban pacíficamente y, de tramo en tramo de la muralla, veíanse tejadizos que debían servir de refugio a los animales. Las acequias convergían en el centro del valle, para formar un canal más ancho orillado por barandales de piedra casi tan altos como un hombre; y tanto estos canales como los numerosos caminos de piedras blancas y negras y estrechas aceras muy cuidadas, daban en su entrecruzamiento geométrico un carácter extraordinariamente urbanizado al vallecito.

    Las viviendas en nada recordaban las desordenadas aglomeraciones andinas familiares a Núñez: en fila a ambos lados de la calle central, limpia como un espejo, sorprendían por la total ausencia de ventanas y por la falta de armonía entre sus colores. Ya desde más cerca, pudo ver Núñez que estaban enjalbegadas con una especie de cal a veces gris, castaño y hasta de color pizarra y negro. Y ante esta ornamentación fantástica, acudió por primera vez la palabra ciego al pensamiento del extraviado, que se dijo:

    -El pobre albañil que revoca aquí las fachadas debe ser más ciego que un topo. Descendió por el último repecho abrupto y se detuvo a cierta distancia de la muralla que circula la ciudadela, cerca del sitio donde las acequias desaguaban el sobrante de su caudal en una cascada trémula y espumosa que iba a perderse en las profundidades. Desde allí distingue en un sitio apartado del valle un grupo de hombres y mujeres que parecían dormir la siesta al amparo de altos haces de heno; a la entrada del pueblecillo algunos niños yacían también acostados sobre el césped; y no lejos del sitio desde donde Núñez los observaba, tres hombres cargados con cubos pendientes de una especie de yugo sujeto a los hombros, seguían un sendero que iba hasta el caserío.
    Estos hombres iban vestidos de piel de llama, con botas y cinturones de cuero, y tocados con gorras de tela burda que les cubría la nuca y las orejas. Marchaban uno tras otro, despacio, bostezando, como si hubieran dormido poco; y producía su aspecto una sensación tan tranquilizadora de prosperidad y hombría de bien que, después de un instante de duda, Núñez, irguiéndose para ser mejor visto, reunió sus fuerzas y lanzó un grito que el eco multiplicó en las sinuosidades del valle. Los tres hombres se detuvieron, moviendo en gesto unánime las cabezas, como si quisieran ver en torno, mas sin detener la atención en el lugar en que Núñez gesticulaba anhelosamente. A pesar de la viveza de su mímica, no parecían verlo, pues mirando hacia las montañas le respondieron con tales gritos, que Núñez, sin dejar de llamarlos a su vez y de multiplicar sus ademanes, sintió que por segunda vez la palabra ciego acudía a su mente.
    –Esos idiotas no deben ver -pensó. Y cuando, después de nuevas voces y una crisis de irritación, traspuso el canal por un puentecillo que daba a una puerta abierta en la muralla y se acercó a los tres hombres, comprobó que, en efecto, no veían. Entonces tuvo la certidumbre súbita de haber llegado al país legendario de los ciegos. Y junto con esta convicción penetró en su alma una irreflexiva alegría: la alegría del aventurero que se siente al principio de una nueva aventura. Aun cuando no podían verlo aproximarse, los tres hombres tendieron hacia él las cabezas, como si percibieran desde lejos el ruido de los pasos desconocidos, y se juntaron medrosamente.
    Núñez contempló sus párpados espesos, cerrados casi, tras los cuales no debía existir ya el globo ocular, y pudo ver la inquietud pintarse en sus rostros.
    -¡Un hombre! ... Es un hombre o un espíritu que desciende por el roquedo -dijo uno de ellos en castellano arcaico.
    Núñez avanzaba a pasos confiados, como el hombre mozo seguro de sus fuerzas avanza por la vida. Todas las narraciones dispersas relativas al sepultado valle y al país de los ciegos, concentrábanse en su memoria, y como síntesis jovial acudió a sus labios el refrán: "En tierra de ciegos el tuerto es rey". Al llegar junto al grupo saludó con gran cortesía.
    -¿De dónde viene, hermano Pedro? -preguntó uno de los ciegos a otro.
    -Del lado de allá de las montañas -respondió
    Núñez-; de las comarcas distantes donde todos los hombres ven... Vengo de Bogotá, ciudad que tiene miles y miles de habitantes; y he cruzado los altos montes que no os dejan ver el mundo.
    -¿Que es eso de ver?. . . -murmuró Pedro-. ¿Qué quiere decir ver?
    -Viene de las rocas -dijo el ciego que había interpelado a Pedro.
    Estaba Núñez fijándose en la diversidad curiosa de las costuras que unían las pieles, cuando los tres ciegos tendieron hacia él las manos con un simultáneo ademán que, lo hizo retroceder inquieto ante los dedos ávidos.
    -Deténgase -ordenó el ciego que no había aun hablado, avanzando hacia él y sujetándolo para palparle lentamente por todas partes, en silencio.
    -¡Cuidado! -dijo Núñez al sentir los dedos apoyarse duramente en uno de sus ojos. Sin duda este órgano, con sus párpados movibles, debió parecerles algo anormal, pues lo tocaron de nuevo atentamente, y el llamado Pedro comentó:
    -Extraña criatura; fijaos en que tiene el cabello áspero como pelo de llama.
    -Conserva aún la rudeza de las rocas de donde sale; pero quién sabe si se afinará después -respondió el segundo ciego, palpando con mano suave y viscosa que se adaptaba a las menores arrugas, la barbilla sin rasurar de Núñez, quien trataba en vano de esquivar los dedos tenaces.
    -¡Cuidado! -volvió a decir.
    -¡Y habla! Sin duda es un hombre.
    -Sí -murmuró Pedro, luego de examinar la tela de la chaqueta; y volviéndose solemnemente a Núñez-: ¡Acabas de entrar en el mundo!
    -De salir de él -rectificó el guía-. De este lado de los nevados picos se está fuera de la verdadera tierra y casi a medio camino del sol... Del otro lado es donde está el vasto mundo que va hasta el océano después de doce días de marcha. Los ciegos apenas escuchaban.
    -Nuestros padres nos enseñaron que el hombre puede también ser creado por las fuerzas de la naturaleza -continuó el ciego más viejo-, por el calor, la humedad y aun por la podredumbre.
    -Llevémoslo a donde están los ancianos -propuso Pedro.
    -Gritemos primero -dijo el segundo ciego-, no Vayan los niños a asustarse. ¡Es un acontecimiento tan extraño!
    Los tres ciegos comenzaron a gritar y, enseguida Pedro le cogió de la mano y abrió la marcha hacia el pueblecillo; Núñez, rechazando el ademán tutelar, indicó.
    -No hace falta que me lleven: veo perfectamente.
    -¿Qué ves? ...
    -Si, veo todo cuanto me rodea -repuso, chocando sin querer al moverse con uno de los cubos que llevaban a hombros.
    -Sus sentidos son todavía rudimentarios -dijo entonces el ciego más joven en tono de disculpa-. Fijaos como tropieza y dice palabras faltas de sentido. Vuélvalo a coger de la mano, Pedro.
    -Como queráis -respondió Núñez sonriente, dejándose llevar convencido ya de que carecían hasta de la menor noción del supremo sentido de la vista. Y no deseando perder nada de la aventura, se dijo: "¡Bah!, cuando llegue la hora ya les explicaré".
    Oyó voces y vio que la gente se agolpaba en la calle principal. A medida que se acercaba, el pueblecillo le parecía más importante y las fachadas de las casas se precisaban en toda su arbitrariedad decorativa. El primer contacto con los habitantes del país de los ciegos puso sus nervios y su paciencia a prueba. Una multitud de hombres y mujeres lo rodeó, palpándole con manos suaves y curiosas, oliéndolo, escuchando y repitiendo cada una de sus frases. Observó con placer que, a pesar de sus ojos muertos, la mayor parte de las mujeres tenían rostros agraciados. Los niños y las muchachas, amedrentados quizás, no osaban acercarse; y aun cuando él procuraba dulcificar su voz, no podía igualar las inflexiones cantarinas de los ciegos. Bien pronto el roce de tantas manos se le hizo intolerable. Sus tres guías permanecían junto a él como propietarios conscientes de la responsabilidad de exhibir un ser raro, y repetían cada vez que un nuevo ciego se aproximaba.
    -Es un hombre salvaje que viene de las rocas.
    -De Bogotá -dijo Núñez-; del otro lado de las montañas.
    -Un hombre salvaje que dice palabras vacías - explicó Pedro-. ¿No lo oyen? "¡Bogotá!..." Su inteligencia no está aún formada y sólo posee rudimentos del lenguaje.
    Un niño travieso lo pellizcó en una mano y dijo burlón. -¡Bogotá! ¡Bogotá!
    -Sí, Bogotá. Una ciudad inmensa en comparación a vuestra aldea... Vengo del vasto mundo de los hombres que tienen ojos y ven.
    -Se llama Bogotá -repetían algunos en el grupo.
    -Ha tropezado dos veces mientras veníamos.
    -Llevémosle a que lo escuchen los ancianos. Y súbitamente lo empujaron hacia una puerta que daba entrada a una estancia totalmente oscura, en cuyo fondo brillaba débilmente un hornillo. La multitud agolpóse detrás de él, obstruyendo por completo la puerta; y antes que pudiera detenerse, Núñez tropezó con las piernas de un hombre que debía estar sentado, y sus brazos, al adelantarse en el movimiento instintivo de proteger el cuerpo en la caída, fueron a golpear un rostro en la sombra. Una interjección de cólera siguió al choque, y durante un momento trató de desasirse de las numerosas manos que lo aprisionaban. El combate era desigual y, comprendiéndolo, el viajero permaneció quieto y explicó: -Es que me he caído; como no se ve nada.
    Sus palabras se desvanecieron en el silencio como si todos los seres invisibles en torno suyo se esforzaran en comprenderle. La voz de su conocido Pedro fue la primera en elevarse.
    -Está aún tan tierno que tropieza al andar y mezcla a cuanto dice sílabas sin sentido. Y otras voces dijeron también cosas que no entendió completamente. Al fin, en un intervalo del diálogo, preguntó:
    -¿Puedo levantarme? os prometo no haceros mal. Después de una corta deliberación le consintieron levantarse. La voz de uno de los viejos inició un interrogatorio, y en poco tiempo Núñez expuso a los ancianos del país de los ciegos, sentados en la sombra, las maravillas del inmenso mundo: el cielo, las montañas, las flores... Mas ellos no quisieron aceptar ninguna de sus verdades, rechazándolas con obstinada incredulidad, que empezó a exasperar al guía. Ni siquiera comprendieron el sentido de gran número de sus palabras: separados por catorce generaciones del universo visible, cuantos vocablos tenían relación con el sentido abolido en ellos, hablan desaparecido de su léxico; y los recuerdos de la vida externa habíanse atenuado hasta convertirse primero en consejas infantiles y desaparecer al fin. El interés de aquellas gentes concluía en el cinturón de montañas que aprisionaba el valle; y los dos ciegos geniales nacidos en los primeros siglos de su aislamiento, comprendiendo que los vestigios de creencias y tradiciones heredadas de los primitivos colonos sembraban la duda y la incertidumbre en los espíritus, las reemplazaron con explicaciones que aunque ilusorias eran, sin embargo, más exactas para sus posibilidades de relacionarse con el mundo. Toda la parte de su poder imaginativo habíase atrofiado con la pérdida de los ojos y, en cambio, nuevos dones adaptados a su oído y a su tacto habían surgido en ellos.
    Lentamente, comprendió Núñez que era necio esperar que su origen y la superioridad indudable de ver, le granjearan respeto y estimación. Al ver rechazar sus tentativas de demostrar que veía, como si fueran balbuceos torpes de un ser recién nacido, se resignó; y mitad triste, mitad irónico, dispúsose a escuchar la lección de los ciegos sin rebatirla. El más anciano explanó una teoría de la vida, de la filosofía y de la religión, según la cual el mundo, es decir el valle, sepulto en el anillo de las montañas, no fue en su génesis sino un hueco vacío entre las rocas, que comenzó a poblarse tras lenta gestación, primero de seres desprovistos de vida sensorial y luego de llamas y otras diversas criaturas poco inteligentes; hasta que más tarde los hombres y después los ángeles -cuyos cantos y alado paso percibían sin poder alcanzarlos jamás- aparecieron. Este último detalle intrigó vivamente a Núñez, y tardó mucho en comprender que el anciano se refería a los pájaros.
    El sabio ciego le enseñó también que el tiempo se dividía en dos grandes porciones: el calor y el frío - equivalentes, según él coligió, al día y a la noche-; y que se debía reposar durante el calor y trabajar durante el frío, de tal modo que, de no haber él surgido inopinadamente, toda la población dormiría en aquel momento, mientras el sol flameaba esplendoroso en la altura. Finalmente, demostró que Núñez había sido creado para adquirir la sabiduría y observar sus reglas, por lo cual, a pesar de su incoherencia ideológica y su andar inseguro, debía no desmayar y tratar de instruirse cuanto antes... Al oír estas palabras, subió de la multitud, que había permanecido silenciosa, un murmullo de simpatía.
    Entonces el viejo declaró que ya estaba muy entrado el calor, y que convenía a todos retirarse a dormir; luego, preguntó a Núñez si sabía dormir. Éste le respondió que si estaba iniciado en tan reparador misterio, pero que antes necesitaba comer algo. Trajéronle leche de llama en un cuenco y pan muy salado, y lo condujeron a un lugar fuera del caserío en donde pudiera comer y dormir solo, hasta que el frío, cayendo con la noche de las montañas, despertara a todos los habitantes del país de los ciegos para empezar la invertida de trabajo. Pero Núñez no pudo dormir: sentado en el mismo sitio donde lo dejaron, se puso, mientras reposaban sus miembros tronchados de fatiga, a meditar en las imprevistas circunstancias de su llegada; y tan pronto una sonrisa burlona entreabría sus labios como una arruga de contrariedad fruncía su ceño.
    -¿De modo que inteligencia informe y sentidos sin afinar? -se decía-. ¡No saben que han insultado al rey y al dominador que el cielo les manda! ... Va a ser preciso recabar con un triunfo indiscutible la soberanía... Reflexionemos, reflexionemos...
    Y cuando se puso el sol y empezó a removerse la vida la aldea, reflexionaba aún.

    Núñez era sensible a la belleza de las cosas, y el reflejo de la luz en las pendientes nevadas y en los audaces picos de hielo que rodeaban el valle atraía su mirar como un espectáculo jamás contemplado.
    Sus ojos iban, ya a las inaccesibles cumbres, ya al pueblecito y a las florestas circundantes, rápidamente desvanecidas en la penumbra crepuscular. Y de pronto, al totalizarse las sombras, una emoción férvida penetró en su ser y desde el fondo de su corazón dio gracias al creador, por haberle conservado el don de la vista. Una voz empezó a llamarle desde el limite del pueblecillo:
    -¡Eh, eh, Bogotá!.. . ¡Acérquese!
    Al oírla, Núñez se levantó con burlona sonrisa. De una vez iba a enseñar a los ciegos la utilidad que los ojos reportan al hombre. Le bastaba esconderse para que no dieran con él.
    -¿Por qué no se mueve, Bogotá? -insistió la voz. Riendo en silencio, Núñez anduvo cuatro o cinco pasos de puntillas, y enseguida la voz le advirtió en tono acre:
    -¡Bogotá, está prohibido andar sobre la hierba! Ni siquiera él mismo había oído sus propios pasos; así que se detuvo de repente, asustado; y como el ciego que, lo interpelaba llegaba ya por el camino adonde también él había vuelto, le dijo: -Aquí estoy.
    -¿Por qué no vino cuando le llamé? -reconvino el ciego-. ¿Va a ser necesario llevarlo siempre como a un niño? ¿Es que no puede oír el camino cuando anda? Núñez repuso echándose a reír.
    -Puedo verlo.
    -Ver, ver... Esa no significa nada. Déjese de tonterías y siga el ruido de mis pasos.
    Núñez obedeció contrariado, diciéndose: "Ya llegará mi hora."
    -Poco a poco se corregirá usted -dijo el ciego con benevolencia-. Tiene aún mucho que aprender en el mundo.
    -¿Es que nunca ha oído decir -le preguntó Núñez- que en tierra de ciegos el tuerto es rey?
    -¿Qué es eso de ciego? -preguntó el otro encogiéndose de hombros, con tal tono de tremenda ignorancia, que a Núñez le dio frío.
    Cuatro días transcurrieron así, y todavía al alborear el quinto el titulado rey de los ciegos permanecía torpe e inútil entre sus súbditos. Ya se había convencido de que no era tarea fácil imponer su dominio; y mientras urdía un golpe de Estado para adueñarse del poder, iba sensiblemente habituándose a recibir y cumplir las órdenes de todos y adaptándose a sus costumbres. Como para él trabajar durante la noche y dormir de día era un sistema harto incómodo, decidió que en cuanto estuviese en el trono ese cambio constituiría su primer acto de gobierno.
    Los "súbditos dominadores" vivían una existencia laboriosa y sencilla, desarrollando cuantos elementos de dicha y virtud están al alcance del hombre. Trabajaban, pero sin dar al trabajo carácter opresivo; poseían vestiduras y alimentos bastantes a satisfacer sus necesidades, dividían el tiempo en jornadas alternativas de labor y reposo, distraían los ocios con la conversación y el canto, no ignoraban los tiernos deleites del amor, y atendían al desenvolvimiento mental y físico de sus hijos.
    Era maravilloso ver la confianza, la precisión con que todos seguían las normas establecidas; cada cosa se adaptaba en el valle a la idiosincrasia de aquella variedad humana que siendo secular era para Núñez tan nueva: los caminos que surcaban la planicie iban en continuo zig-zag y se diferenciaban por hendiduras de diversas formas abiertas en las aceras que los orillaban; los obstáculos e irregularidades de senderos y prados habían sido suprimidos desde hacía mucho tiempo, y los sentidos, agudizados con el uso impuesto por la carencia de la vista, permitíales a una docena de pasos no sólo oír, sino hasta colegir los gestos. Las inflexiones de la voz habían reemplazado a las expresiones de la fisonomía, y la sensibilidad infinita del tacto acrecentaba sus facultades. Manejaban la azada, la pala y demás instrumentos de labranza con soltura de expertos jardineros; y su olfato, prodigiosamente sutil, discernía las diferencias de olores relativos a personas y a cosas como puede distinguirlos un buen alano.
    Pastoreaban con mucha pericia los rebaños de llamas que bajaban de las rocas durante la noche en busca de pastos y abrigo. Cuando Núñez decidió reivindicar su puesto de ser superior fue cuando se dio cabal cuenta del eficaz orden que presidía hasta las menores acciones de los ciegos. Antes de realizar tentativa alguna de violencia trató de persuadirlos renovando muchas veces sus fallidos intentos de hacerles comprender el sentido maravilloso y profundo de la palabra vista; y, les decía:
    -Hay una cosa en mí que ustedes no pueden comprender. Pero no le prestaban oído. En varias ocasiones algunos parecieron interesarse por sus protestas, mas solo con efímera atención, cual si se tratara de un sueño pintoresco. Sentados, con la cabeza inclinada y vueltos hacia él para oírle mejor, atendían; y él entonces se esforzaba en rasgar las inteligencias tenebrosas con un rayo de luz. Durante una de estas tentativas reparó en una muchacha cuyos párpados, menos rojos, espesos y cóncavos que los de los otros, daban la ilusión de que hubiese bajo ellos ojos capaces aún de despertar del eterno letargo; y a ella le dedicaba sus mejores descripciones y argumentos, con la esperanza de convencerla antes. Hablábale de las infinitas bellezas sólo perceptibles merced a la vista, del espectáculo de las montañas, de los esplendores del cielo, de las fiestas fastuosas de colores que el sol realiza al nacer y al ponerse. Y los ciegos lo escuchaban con incredulidad divertida, que iba poco a poco trocándose en desaprobación. Enseguida cualesquiera de ellos, apoyado por todos, le explicaba que en realidad no existían esas cosas llamadas por él montañas, y que los bordes del enorme embudo de rocas donde iban las llamas a correr, marcaban el límite del mundo, pues desde allí se elevaba una especie de tapadera inmensa, techo del orbe, de donde caían el rocío y la lluvia.
    Cuando Núñez sostenía exaltado que el universo era infinito, y que ellos no tenían sino una mezquina idea de él, los ciegos ponían caras tristes o irritadas, diciéndole que procurase apartar de sí esas ideas perversas. El cielo, las nubes y los astros descritos por Núñez, parecíanles incomprensible y espantoso vacío: toda su cosmología estribaba en la pequeñez de un mundo cerrado y pulido, según percibíalo su tacto.
    Núñez se dio cuenta de que continuar las discusiones lo exponía a chocar con ellos, y renunció a explicarles la utilidad abstracta y estética de la vista, limitándose de vez en cuando a insistir acerca de las ventajas prácticas. Una mañana vio a Pedro venir hacia el poblado por el sendero número XVII, y antes de que estuviera lo bastante cerca para que el oído y el olfato de los demás pudieran percibirlo, profetizó:
    -Dentro de algunos minutos Pedro estará aquí.
    Uno de los viejos le reconvino asegurando que nada tenía que hacer Pedro a aquella hora en el término de la vereda número XVII, y en efecto, como si Pedro quisiera desconcertar su vista y dar la razón al anciano, torció por una de las sendas laterales y, alejándose por la vereda número X, dirigióse al muro de la ciudadela.
    Fatigados de esperar la realización del vaticinio, los ciegos se burlaron de Núñez, quien para justificarse trató de interrogar a Pedro después, públicamente. Pero éste lo desmintió enfurruñado, y desde ese día le fue hostil. Tras muchas súplicas obtuvo de los ciegos el ser sometido a otra prueba: partió en compañía de uno de ellos a situarse sobre una eminencia del prado no lejos de la muralla, desde donde prometió descubrir lo que ocurriera en el caserío. Sin trabajo alguno pudo detallar cuántas evoluciones realizaron a la intemperie; mas como los hechos de trascendencia para ellos ocurrían en el obscuro interior de sus casas, obstináronse en que Núñez describiera gestos y hechos para él invisibles, y hubo de callar decepcionado, despechado, colérico...
    Sólo después de esta abortada tentativa y de recibir los sarcasmos de todos, tomó Núñez el partido de la violencia y decidió armarse de una estaca y derribar en un dos por tres a los más discutidores, para convencerles de la ventaja de tener ojos. Pero en el momento de coger el palo descubrió en el fondo de su ser un sentimiento nuevo de hidalga ternura: le era imposible maltratar a un ciego a mansalva. Tuvo entonces un instante de duda, y con espanto advirtió que todos los ciegos estaban prevenidos, como si hubiesen visto su ademán: con las cabezas inclinadas y los puños crispados parecían esperarle, y uno de ellos le ordenó brevemente:
    -¡Deje ese leño! Núñez sintió un horror indecible debilitarle hasta la medula, y casi fascinado estuvo a punto de obedecer; mas, reaccionando de súbito, empujó violentamente al ciego más cercano y salió corriendo enloquecido hasta trasponer la muralla... Corrió, corrió a través de las afelpadas praderas, y al fin lo detuvo la fatiga y se desplomó al borde de un camino presa de esa excitación que se apodera de los hombres al principio de todo combate. Con lucidez instantánea comprendió que para no ser en lo futuro un esclavo, le era forzoso pelear, demostrar su fuerza; mas aumentando su perplejidad ocurríasele que ni siquiera era posible reír con gentes cuya base mental era tan diferente a la suya... En la lejanía aparecieron varios ciegos armados de garrotes, y bien pronto dejaron atrás las últimas casas, desplegándose en una fila envolvente por todos los senderos que llevaban a donde estaba el fugitivo. Avanzaban despacio, interpelándose con frecuencia y haciendo a cada rato simultáneas paradas para olfatear, como si rastreasen una pista. Al ver sus gestos, Núñez no pudo contener la risa; pero poco a poco la carcajada fue trocándose en preocupación. Uno de los ciegos descubrió su rastro en la hierba, agachándose para olerla mejor, marchó hacia él. Núñez observó durante cinco minutos el lento despliegue de aquel cordón humano que iba a poco a poco sitiándole, y su vago deseo de intentar la prueba decisiva convirtióse en frenesí perentorio.
    Se puso pie y fue a pasos felinos hasta el muro; después anduvo cauteloso el camino y halló a todos los ciegos inmóviles, en acecho. Entonces, se detuvo, y durante un largo minuto de ansiedad, apretó con fuerza el leño homicida. ¿Iba a acometer? La sangre golpeaba rítmicamente sus sienes parecía acomodarse al tono de estas palabras que acudían de nuevo a su imaginación: "En tierra de ciegos, el tuerto es rey... Lanzó una mirada detrás de sí, convenciéndose de que era imposible rehuir el acoso y un surco vertical ahondó su frente. ¿Iba a acometer? Una nueva fila de ciegos más lejana y vasta cubría a la primera saliendo del caserío.¡No habla o remedio! ... Y recogiendo el cuerpo para tomar pulso, replegada la cabeza y crispadas las manos, apercibió al ataque. Una voz detuvo su ímpetu: .
    -Bogotá -llamó uno de los ciegos-. ¿Qué hace usted? ... Entréguese. Núñez oprimió con más fuerza su arma y avanzó algunos pasos. Inmediatamente todos los ciegos convergieron hacia él. -¡Al que me toque -juró- lo desnuco! ... ¡Loco sin piedad!
    Sin embargo, pasado un instante, juzgó útil parlamentar y dijo:
    -Oíd... ¡Es necesario que me dejéis hacer lo que me venga en gana! ... ¿Sabéis? Quiero proceder a mi antojo y pasearme por donde quiera sin que nadie se meta conmigo. Al oír su voz, los ciegos, sin responderle, adelantaron con los brazos tendidos, a pasos rápidos, como si se tratara de un juego a la vez terrible y paradójico en el que los faltos de vista cazaran al dotado de ella.
    -¡Cogedle! -mandó uno. Núñez se encontró cercado del todo y gritó con voz que en vano quería mostrar imperio:
    -¿Pero no comprendéis que vosotros sois ciegos y, yo veo y puedo trituraros? ... ¡Dejadme en paz!
    -Bogotá, suelta ese leño y no andes sobre el césped -le respondió uno de los viejos, imperturbable. Esta orden a la que el tono familiar añadía algo burlesco, desencadenó en Núñez la ira:
    -¡Voy a descrismaros! -dijo, sollozando de emoción-. ¡No me obliguéis a romperos el alma!
    No sabiendo en qué sentido huir, echó a correr al acaso, sin lograr sobreponerse a la repugnancia de golpear a los ciegos. Decidido no obstante, a escapar, bajó la cabeza y en carrera brusca dirigióse hacia el espacio más ancho entre dos de sus perseguidores; pero instantáneamente la fila de ciegos estrechóse para cerrarle el paso; y viendo que iba a ser cogido, alzó el arma y dejándola caer sobre uno, que recibiendo el golpe en los brazos dio de bruces en tierra, siguió su carrera... ¡Había escapado! Pero había escapado sólo a la primera fila de enemigos: otra hilera de ciegos armados de cayadas y aperos de labranza desplegábase ya con metódica rapidez para cortarle la retirada, y por si esto fuera poco sintió que uno de los más ágiles y fornidos le iba al alcance. Entonces, perdió todo escrúpulo, y de un colérico mandoble derribó al nuevo antagonista, y huyó otra vez, exasperado, loco, sin rumbo, esforzándose en ver a la vez todos los peligros, hasta que en una de esas vueltas tropezó y cayó sobre la hierba. Los ciegos oyeron su caída.
    Una de las puertas del muro ofreciósele a lo lejos como entrada de un cielo de salvación y, levantándose, enderezó hacia ella su carrera. Escaló un puente, gateó por las escarpadas rocas espantando a una llama que se alejó a saltos fantásticos, y al fin, sin aliento, pero libre, se dejó caer en tierra. Así terminó su tentativa de golpe de Estado. Durante dos días y dos noches estuvo sin aliento y sin abrigo fuera del murado recinto; y en la inquieta soledad meditó mucho sobre las sorpresas de su aventura. Durante el curso de estos soliloquios repetíase con frecuencia y cada vez en un tono de burla más amargo, el proverbio ilusorio cuyo recuerdo le hiciera sonreír el primer día orgullosamente: "En tierra de ciegos, el tuerto es rey". Reflexionaba sobre todo en la dificultad de hallar medios para combatir y someter a sus opresores, y poco a poco iba viendo que no disponía de ninguno practicable, pues carecía de armas y estaba en la imposibilidad de fabricárselas por sí mismo. Además, los escrúpulos morales volvían poco a poco, cual pájaros asustados, al nido de su mente: ¡No, no podía resolverse a asesinar a seres marcados por el infortunio! La plaga de la civilización le habla contaminado...A no ser por esto -pensaba- y por la falta de armas, acaso el problema no fuera irresoluble: bastaba asesinar a tres o cuatro para dictar condiciones a los otros, bajo la amenaza de una carnicería sistemática e impune; pero como también de matar se fatiga el hombre, y al cabo sería vencido por el sueño ... Exploró el bosque de abetos en busca de algún fruto y de abrigo contra las heladas nocturnas; trató, sin lograrlo, de atrapar una llama para matarla contra algún saliente de roca y comerla, pero dijérase que también las llamas desconfiaban de él, pues parecían espiarlo desde lejos con sus ojos femeniles, prontas a huir lanzando estornudos, en cuanto intentaba acercarse.
    Al fin, tomó el partido de regresar al valle para discutir los términos de su capitulación. Bordeó el canal con muchas precauciones, y a sus llamadas dos ciegos acudieron a una de las puertas del muro.
    -¡Estaba loco! -les dijo Núñez humildemente-. Como hace tan poco que he llegado...
    Los ciegos declararon que aquel tono de mansedumbre era el mejor para reanudar las amistades, y Núñez aseguró que la cordura había vuelto a su espíritu y que estaba arrepentido de las anteriores violencias. Una súbita crisis de lágrimas, que lo debilitó aun más, redujo los últimos recelos de los dos emisarios, quienes le preguntaron si volvía ya curado de aquella pretensión monomaniaca de ver.
    -Sí -dijo él-. Era una insensatez... La palabra ver no significa nada... ¡Menos que nada!
    -¿Qué hay sobre nuestras cabezas?-preguntó uno de los ciegos para probarle.
    Y Núñez dijo:
    -Próximamente a la altura de cien hombres hay un techo: el techo del mundo... hecho de rocas muy pálidas y muy suaves... ¡tan suaves! ...
    Nuevos sollozos convulsivos lo sacudieron, y en un susurro suplicó:
    -Antes de seguir preguntándome, dadme algo de comer... ¡Estoy desfallecido! ... ¡No puedo más!
    Sin duda su mísero estado movió a los ciegos a clemencia; en vez de los castigos crueles que temía, sólo le dieron algunos latigazos, considerando la rebelión como otra prueba de su idiotez y su inferioridad general. En cambio, le distribuyeron los trabajos más sencillos y rudos, de tal modo que al terminar cada jornada apenas tenía tiempo de acariciar la esperanza de salir algún día de su resignada servidumbre. Poco después cayó enfermo, y lo cuidaron con solicitud; a pesar de ello, la forzosa permanencia en el lecho, sin luz alguna, hízole más triste la enfermedad. Un filósofo ciego vino a sermonear junto a su cabecera, recriminándole la pasada locura y reprochándole, sobre todo, con acento tan conmovido las dudas acerca de la tapa que protegía la gigantesca marmita, imagen total para ellos de su mundo, que Núñez concluyó por preguntarse si su claro recuerdo del cielo era realidad o producto de una alucinación.
    Fue así como Núñez convirtióse en un ciudadano más del país de los ciegos. Poco a poco los habitantes del valle dejaron de constituir un grupo impersonal y adquirieron caracteres individuales, con los cuales se fue familiarizando, mientras esfumábanse las remembranzas del mundo que se expandía del otro lado de los montes. Distinguió entre todos a Jacob, su dueño, viejo bondadoso cuando no se le contrariaba; a Pedro, sobrino de éste y su más antiguo conocido, y a la más joven de sus hijas, Medina, una muchacha poco apreciada por los demás ciegos a causa de que su rostro, vigorosamente delineado, no tenía aquel aire achatado y fofo considerado por los habitantes del valle como el ideal de la belleza femenina. Desde el comienzo, Núñez la juzgó simpática y no tardó en considerarla el ser más perfecto de la creación. Medina se diferenciaba de los otros en que sus párpados no eran cóncavos ni rojizos, consintiendo a Núñez la ilusión de verlos abrirse alguna vez; además, tenia largas pestañas, detalle reputado por todos como grave deformidad, y su voz -tan acariciadora para él- no satisfacía, sin duda, la exigencia auditiva de los ciegos, por lo cual ninguno la cortejaba... Llegó un momento en que el desterrado se dijo a sí mismo que si lograba hacerse amar de la muchacha se resignaría a concluir su vida en el valle.
    Durante muchos días espió las ocasiones de serle útil en menudos menesteres, y pronto tuvo la convicción de que notaba su preferencia. Una tarde, sentado junto a ella en una de las asambleas con que celebraban las fiestas, bajo la penumbra estelar, impelido por la insinuante dulzura de la música, su mano se atrevió a estrechar una mano que respondió con suave ternura a su presión; y otra, estando comiendo en la obscuridad, Medina rozó también su mano, y como el fuego del hornillo alzase por casualidad en aquel instante una llama, Núñez pudo ver retratada la pasión en la fisonomía dulce de la ciega. Esto lo decidió a confesarle su amor una noche en que, sentada junto a la puerta, hilaba un copo con tal lentitud meditativa, que parecía a la luz de la luna misteriosa una estatua de plata. Él se sentó a sus pies y le declaró su amor en palabras sencillas, exaltadas y sinceras, con voz acariciadora, en un tono a la vez apasionado y respetuoso que ella nunca había oído y que, turbándola deliciosamente, le impidió dar una respuesta inmediata.
    Pero Núñez comprendió que sus palabras habían llegado al fondo de su alma y despertado ecos. A partir de ese día hablaban siempre al encontrarse y eran felices; y el valle convirtióse para él por virtud del amor en su Universo; y el mundo del otro lado de los montes, en donde vivían los hombres una vida de luz, llegó a parecerle una fábula cada vez más borrosa.
    Tímidamente, después de muchos titubeos, se atrevió a hablar de la vista a su novia. La muchacha creyó sus palabras una nueva quimera del amor: sin rebatar ni intentar resolver el enigma, las aceptó como otra fantasía poética; y con indulgencia de enamorada cómplice, escuchó, por ser el amado quien las decía, las descripciones de los astros, de las montañas y la de su misma serena y pálida belleza.
    Y Núñez imaginábase, ante el arrobado silencio, que Medina animaba y alumbraba en las negruras de su mente, las esplendorosas maravillas descritas por él. Poco a poco el enamorado adquirió confianza y su amor tornóse menos tímido, hasta el punto del proponerle pedirla en matrimonio a Jacob y al tribunal de ancianos que regía el valle; pero ella mostró gran sobresalto y le rogó aplazara la demanda. La primera en notar sus amores fue una de las hermanas de Medina, quien los delató a su padre. El proyecto de matrimonio encontró en principio una oposición general, no porque los ciegos tuviesen en gran estima a la muchacha, sino porque juzgaban a Núñez inferior al nivel mínimo de lucidez necesario a todo hombre. Las demás hermanas protestaron, arguyendo que el descrédito de semejante unión las alcanzaría; y el viejo Jacob, a pesar del afecto que había llegado a cobrar a su siervo a causa de su humildad y aun de su misma torpeza, movió la cabeza denegando.
    Los mozos se irritaron ante la idea de aquel matrimonio como ante una presunta aberración; y uno de ellos excitóse tanto, que llegó a injuriar y a golpear a Núñez, quien le devolvió con creces los golpes, demostrando por primera vez que, aun en la penumbra, el don de la vista entrañaba una seria ventaja. Después de esta pelea, nadie volvió a levantarle la mano; pero todos se obstinaron en considerar imposible la boda.
    El viejo Jacob, que la adoraba, enterneciese cuantas veces Medina venia a apoyar sobre su pecho la cabeza con callado pesar, y la consolaba diciéndole:
    -Compréndelo bien, hija mía... Es un idiota...Padece alucinaciones y no sabe hacer nada a derechas.
    -Lo sé, lo sé -murmuraba ella...-Pero ya no es como al principio; se nota que mejora y llegará a ponerse bien del todo; es fuerte, padre mío, y es también muy bueno... Más fuerte y más bueno que ninguno de aquí... Y me adora, papá... ¡Y yo también! ... El pobre viejo, hondamente afligido por la desolación de su hija y por su creciente afecto hacia Núñez, fue al fin a interceder cerca del tribunal de ancianos; y sin atreverse abiertamente a defender la causa, halló medio de insinuar esta frase:
    -Sin duda mejora, y es muy posible que un día llegue a estar tan sano como cualesquiera de nosotros. Poco tiempo después, uno de los ancianos más doctos halló la solución anhelada. Era el gran doctor, el que curaba los males del cuerpo y del alma a su pueblo; y en su espíritu inventiva y filosófico, la idea de anular en Núñez el influjo de aquellas protuberancias extrañas que lo impelían al extravió, debió germinar y medrar como un halago. En una de las siguientes reuniones acercóse a Jacob y le dijo:
    -He examinado a Núñez y me parece que su curación no es difícil.
    -Es lo que yo digo -exclamó jubiloso el padre de Medina.
    -Su cerebro está dañado -aseguró el doctor. Los ancianos acogieron con un murmullo admirativo el diagnostico; y el sabio, preguntándose a sí mismo para dar más valor a su respuesta, añadió:
    -¿Pero de qué mal está dañado?
    -No lo sé -dijo Jacob, de nuevo melancólico.
    Y el otro concluyó triunfalmente:
    -Yo sí. Esas protuberancias nocivas que él llama ojos y que en los seres perfectos sólo existen para ahondar una bella depresión en la cara, las tiene Núñez tan enfermas, que la dolencia le ha penetrado hasta los sesos. Reparad en que están enormemente distendidas, tienen una doble fila de pelos y además se abren y se mueven. No es preciso añadir más para demostraros cómo su cerebro ha de estar en un estado fluctuante entre la irritación y el idiotismo, sin parar nunca en el fiel de la sensatez.
    -Claro -respondió Jacob. -Para curarlo es preciso intentar una operación a la vez sencilla y radical; hay que extirparle esos dos cuerpos excitantes.
    -¿Y sanará?
    -Seguramente; y haremos de él un modelo de ciudadano.
    -¡Dios te bendiga por tu generosidad y tu sabiduría! sollozó el viejo.
    Y partió sin demora a anunciar a Núñez la esperanzada nueva; pero el modo con que fue acogido por éste debió parecerle frío e injusto, pues murmuró decepcionado:
    -¡Bien se conoce que no quieres a mi pobre hija como ella a ti! Fue Medina quien, armada del amor, decidió a su novio a aceptar la intervención de los cirujanos ciegos:
    -¿Y eres tú -protestaba él- la que me propone renunciar al don de la vista?
    Ella insistía con lánguida tenacidad; y cada vez que estaba a punto de rendirse, Núñez encontraba en el fondo de su ser esta frase de rebelión:
    -¡Pero si mi universo es la vista... si porque te he visto te he querido! Y como ella bajara la cabeza sin responder, confiando ya más en la elocuencia de su gesto que en la de sus frases, Núñez continuó:
    -¡Existen tantas cosas bellas en el mundo! La más menuda de las flores es una inmensa maravilla; y los colores y las formas acarician la vista como las cosas sedosas acarician la piel... Los líquenes que brotan en las rocas, los reflejos aterciopelados, el cielo hondo con sus nubes, muelles como almohadas de pluma, las puestas del sol, las astros, todo, entra por la vista hasta el alma. ¿Por qué me pides ese sacrificio, cuando sólo por dejar de verte como ahora, con las dos manos juntas, debe ser una desgracia horrible ser ciego? ¡No, Medina, si es verdad que me quieres no me exijas eso! ... ¿Verdad que ya no me lo exiges?
    Se detuvo; el dejo interrogativo de sus últimas palabras acababa de suscitar en su propia alma una duda lancinante. Ella insinuó:
    -¡No te exaltes así! A veces desearía...
    Dejó en suspenso la frase; él la instó:
    -Dilo, dilo...
    -... desearía dejar de oírte hablar de este modo.
    -¿De qué modo?
    -De ese que hablas cuando me cuentas tus sueños de la vista. Tienes una gran fantasía, que me hechiza, que me embriaga, pero...
    -¿Pero qué? -dijo Núñez con voz ronca, mientras un escalofrío le recorría la medula.
    Medina permaneció inmóvil, sin responder; él, para convencerse, aclaró:
    -Quieres decir que debo decidirme a que me saquen los ojos, ¿no es así?
    Y al descubrir por completo el pensamiento de la muchacha sobrevino en su alma un huracán de cólera; de cólera contra el destino, no contra la enamorada infeliz que no le pedía comprender, y que en su desventurado mutismo le inspiraba una simpatía profunda, tierna, hecha casi toda de piedad.
    -¡Alma mía, no sufras! -susurró apasionadamente. La lividez de Medina decíale claramente cuán oportuno era este consuelo; y atrayéndola contra su pecho, jadeante, la besó en las mejillas, prolongando durante un minuto de angustiada emoción aquel brazo casto y silencioso.
    -¿Y si yo hiciera por ti ese sacrificio? -le dijo después -con voz dulcísima, para saber toda la verdad.
    Medina entonces lo apretó contra su corazón y suspiró convulsivamente, entre sollozos:
    -¡Ah, si tú fueras tan bueno, tan bueno que hicieras eso por mí! ... Durante la semana anterior a la operación que debía redimirlo de su inferioridad y elevarlo al rango de verdadero ciudadano del país de los ciegos, Núñez no pudo reposar ni dormir. En las horas vibrantes de sol, mientras todos dormían, permanecía sentado o errabundo, sin lograr distraer el pensamiento del sacrificio cada momento menos lejano. Lo había aceptado ya, había creído más de una vez estar resignado, resuelto, y sin embargo... Al fin la postrera noche de labor transcurrió, y el sol volvió a dorar las nevadas crestas más fastuosamente que nunca, como si quisiera decirle con su magnificencia: "Esta es la última vez que podrás contemplarme". Antes de ir a dormir, a fingir dormir, tuvo una breve conversación con su novia:
    -Mañana -le dijo- no veré ya.
    Y ella, oprimiéndole ambas manos con toda la fuerza de su gratitud y de su amor: -¡Elegido de mi corazón, no te harán sufrir..,! ¡Y si sufres un poco será por mí, por mí que te lo pagaré toda la vida con mi cariño!
    Lleno de compasión por si mismo y por ella, Núñez la abrazó, la besó en la boca; y luego, sin dejar de estrecharla, separó la cabeza para contemplar también por ultima vez su dulce rostro dolorido. Sin poder contenerse, murmuró, despidiéndose de la visión amada:
    -¡Adiós... adiós! Después, en silencio, se fue. Y Medina sintió repercutir en su corazón el ruido de los pasos que se alejaban con un ritmo tan penetrante de angustia, que sin poderse contener rompió en sollozos.
    Núñez marchó en línea recta para llegar lo antes posible a un sitio apartado desde donde se dominaban las praderas salpicadas de blancos narcisos, y esperar allí la hora suprema de su abnegación. Pero mientras andaba alzó la vista, y al contemplar la mañana que descendía del Oriente como un ángel en armadura de oro, le pareció que el mundo ciego del valle, y él mismo, y la inmolación proyectada, no eran sino una infernal pesadilla. Sin detenerse en la colina elegida continuó avanzando, traspuso el muro y se aventuró por las pendientes, fija la vista en los picachos rosados por la aurora. Y la belleza infinita del paisaje, como un imán, lo atrajo; y sintió como si cada una de las flores, cada uno de los reflejos, cada una de las cosas bellas y vivas, le reprochara el haberse resignado, aunque solo fuera durante unas horas, a vivir sin ellas. Pensó en el mundo vasto y libre, en su verdadero mundo, y sintió la visión y el aguijón de los países lejanos.
    En la distancia creyó entrever a Bogotá con sus calles anchas serpeadas de luces, animadas bajo la claridad gloriosa del día y vivas aún, sin tinieblas absolutas, bajo el luminoso misterio de las noches. Y pensó en los palacios, en las fuentes, en las estatuas, en las casas blancas, y se dijo que nada significaban tres o cuatro días de ascensiones cruentas por montañas casi inaccesibles, con tal de aproximarse siquiera algo a la ciudad querida. Siguiendo el hilo de su ensueño se puso a imaginar un viaje fluvial de muchos días desde Bogotá al mundo múltiple lleno de ciudades inmensas, de desiertos, de bosques, de mares por donde los buques trazaban una espumosa estela, pasando entre la bruma dorada ante islas más pequeñas aún que el valle de donde se alejaba, pero desde las cuales veíase no la tapa rocosa imaginada por la fantasía execrable de los ciegos, sino la expansión azul en la cual los astros marchan hacia el infinito. Sus ojos escrutaron el circulo de montañas, y sin atreverse a formular del todo su secreto designio, se dijo: -Entrando por ese barranco hasta aquella brecha, iré a salir a los pinos achaparrados que contienen la nieve y podré trepar hasta el borde de las primeras cimas. ¿Y una vez allí? ... ¡Quién sabe! Los otros obstáculos podrán también ser vencidos y llegaré a donde empiezan los ventisqueros... ¿Y después? Después serán precisas nuevas y penosas ascensiones hacia las crestas magníficamente desoladas y casi invisibles... ¡Y si tengo suerte... ! Antes de seguir volvióse a mirar el vallecillo y lo contempló largamente, cruzado de brazos, tratando de aislar en su recuerdo la dulce imagen de Medina, que era ya algo menudo e irreal en la esperanza y la distancia.
    Con decisión súbita encaminóse hacia la cordillera, envuelta en el esplendor diurno, y comenzó la ascensión sin detenerse... Al caer el sol ya habla tras- puesto tres picachos y estaba muy lejos del valle terrible. Las pieles de su traje aparecían rotas en más de un sitio por las rocas ingentes, y al través de las desgarraduras velase la carne también desgarrada. Pero cuando cayó por completo el día y se vio seguro sobre una abrigada meseta, una sonrisa feliz alumbró su rostro. Desde el sitio donde reposaba apenas adivinábase el valle, perdido en el fondo de un lejano y gigantesco barranco. Las brumas primero y la sombra enseguida fueron haciéndolo desaparecer, y cuando aun los altos picachos tenían un postrer oro de sol, ya el país de los ciegos donde había querido ser rey, era en la lejanía una sombra sin límites.
    Sombra sin limites allá abajo, en las cimas oro de sol, y en torno de él una semiclaridad límpida, incomparable. Vetas verdes jaspeaban la masa gris de la roca, y refulgentes cristales de hielo contrastaban con los tonos anaranjados de unos líquenes a la vez minúsculos magníficos. Lentamente, profundas y misteriosas tinieblas penetraban en el desfiladero. Masas de obscuridad violácea iban ensombreciéndose hasta tornarse purpúreas y transformarse luego en lechosas opacidades. Sobre su cabeza extendíase la infinita bóveda azul... Cesó de admirar el espectáculo y se tendió tranquilo, sonriente, como si la sola dicha de haber escapado del país de los ciegos bastase para llenar su vida. Un rato después los últimos fulgores de luz fueron vencidos por la noche; y Núñez reposó dulcemente, bajo el rutilar innumerable de las estrellas.

    FIN

    No grabar los cambios  
           Guardar 1 Guardar 2 Guardar 3
           Guardar 4 Guardar 5 Guardar 6
           Guardar 7 Guardar 8 Guardar 9
           Guardar en Básico
           --------------------------------------------
           Guardar por Categoría 1
           Guardar por Categoría 2
           Guardar por Categoría 3
           Guardar por Post
           --------------------------------------------
    Guardar en Lecturas, Leído y Personal 1 a 16
           LY LL P1 P2 P3 P4 P5
           P6 P7 P8 P9 P10 P11 P12
           P13 P14 P15 P16
           --------------------------------------------
           
     √

           
     √

           
     √

           
     √


            
     √

            
     √

            
     √

            
     √

            
     √

            
     √
         
  •          ---------------------------------------------
  •         
            
            
                    
  •          ---------------------------------------------
  •         

            

            

            
         
  •          ---------------------------------------------
  •         

            
         
  •          ---------------------------------------------
  •         

            
         
  •          ---------------------------------------------
  •         

            

            

            
         
  •          ---------------------------------------------
  •         

            
         
  •          ---------------------------------------------
  • Para cargar por Sub-Categoría, presiona
    "Guardar los Cambios" y luego en
    "Guardar y cargar x Sub-Categoría 1, 2 ó 3"
         
  •          ---------------------------------------------
  • ■ Marca Estilos para Carga Aleatoria-Ordenada

                     1 2 3 4 5 6 7
                     8 9 B O C1 C2 C3
    ■ Marca Estilos a Suprimir-Aleatoria-Ordenada

                     1 2 3 4 5 6 7
                     8 9 B O C1 C2 C3



                   
    Si deseas identificar el ESTILO a copiar y
    has seleccionado GUARDAR POR POST
    tipea un tema en el recuadro blanco; si no,
    selecciona a qué estilo quieres copiarlo
    (las opciones que se encuentran en GUARDAR
    LOS CAMBIOS) y presiona COPIAR.


                   
    El estilo se copiará al estilo 9
    del usuario ingresado.

         
  •          ---------------------------------------------
  •      
  •          ---------------------------------------------















  •          ● Aplicados:
    1 -
    2 -
    3 -
    4 -
    5 -
    6 -
    7 -
    8 -
    9 -
    Bás -

             ● Aplicados:

             ● Aplicados:

             ● Aplicados:
    LY -
    LL -
    P1 -
    P2 -
    P3 -
    P4 -
    P5 -
    P6

             ● Aplicados:
    P7 -
    P8 -
    P9 -
    P10 -
    P11 -
    P12 -
    P13

             ● Aplicados:
    P14 -
    P15 -
    P16






























              --ESTILOS A PROTEGER o DESPROTEGER--
           1 2 3 4 5 6 7 8 9
           Básico Categ 1 Categ 2 Categ 3
           Posts LY LL P1 P2
           P3 P4 P5 P6 P7
           P8 P9 P10 P11 P12
           P13 P14 P15 P16
           Proteger Todos        Desproteger Todos
           Proteger Notas



                           ---CAMBIO DE CLAVE---



                   
          Ingresa nombre del usuario a pasar
          los puntos, luego presiona COPIAR.

            
           ———

           ———
           ———
            - ESTILO 1
            - ESTILO 2
            - ESTILO 3
            - ESTILO 4
            - ESTILO 5
            - ESTILO 6
            - ESTILO 7
            - ESTILO 8
            - ESTILO 9
            - ESTILO BASICO
            - CATEGORIA 1
            - CATEGORIA 2
            - CATEGORIA 3
            - POR PUBLICACION

           ———



           ———



    --------------------MANUAL-------------------
    + -

    ----------------------------------------------------



  • PUNTO A GUARDAR




  • Tipea en el recuadro blanco alguna referencia, o, déjalo en blanco y da click en "Referencia"

      - ENTRE LINEAS - TODO EL TEXTO -
      1 - 2 - 3 - 4 - 5 - 6 - Normal
      - ENTRE ITEMS - ESTILO LISTA -
      1 - 2 - Normal
      - ENTRE CONVERSACIONES - CONVS.1 Y 2 -
      1 - 2 - Normal
      - ENTRE LINEAS - BLOCKQUOTE -
      1 - 2 - Normal


      - DERECHA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2 - 3
      - BLUR BLANCO - 1 - 2 - 3

      - BLUR INTERNO NEGRO - 1 - 2
      - BLUR INTERNO BLANCO - 1 - 2

      - Original - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      BLUR NEGRO - 1 - 2
      BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar



              TEXTO DEL BLOCKQUOTE
      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

              FORMA DEL BLOCKQUOTE

      Primero debes darle color al fondo
      1 - 2 - 3 - 4 - 5 - Normal
      - DERECHA NEGRA - 1 - 2
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2
      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      BLUR NEGRO - 1 - 2
      BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar
      - DERECHA - 1 - 2
      - IZQUIERDA - 1 - 2

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar -

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      BLUR NEGRO - 1 - 2
      BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar
      - DERECHA - 1 - 2
      - IZQUIERDA - 1 - 2

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar -



      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar
      - DERECHA NEGRA - 1 - 2
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 -
      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar
      - DERECHA - 1 - 2
      - IZQUIERDA - 1 - 2

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar
      - TITULO
      - DERECHA - 1 - 2
      - IZQUIERDA - 1 - 2

      - BLUR NEGRO - 1 - 2 - 3
      - BLUR BLANCO - 1 - 2 - 3
      - Quitar

      - TODO EL SIDEBAR
      - DERECHA - 1 - 2
      - IZQUIERDA - 1 - 2

      - BLUR NEGRO - 1 - 2 - 3
      - BLUR BLANCO - 1 - 2 - 3

      - BLUR INTERNO - NEGRO - 1 - 2
      - BLUR INTERNO - BLANCO - 1 - 2
      - Quitar

                 ● Cambiar en forma ordenada
     √

                 ● Cambiar en forma aleatoria
     √

     √

                 ● Eliminar Selección de imágenes

                 ● Desactivar Cambio automático
     √

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2

      - BLUR NEGRO - 1 - 2
      - BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar

      - DERECHA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - DERECHA BLANCA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA NEGRA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA BLANCA - 1 - 2 - 3

      BLUR NEGRO - 1 - 2
      BLUR BLANCO - 1 - 2

      - Quitar




      - DERECHA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2 - 3
      - BLUR BLANCO - 1 - 2 - 3

      - Quitar -





      - DERECHA - 1 - 2 - 3
      - IZQUIERDA - 1 - 2 - 3

      - BLUR NEGRO - 1 - 2 - 3
      - BLUR BLANCO - 1 - 2 - 3

      - BLUR INTERNO NEGRO - 1 - 2
      - BLUR INTERNO BLANCO - 1 - 2

      - Quitar - Original



                 - IMAGEN DEL POST


    Bloques a cambiar color
    Código Hex
    No copiar
    BODY MAIN MENU HEADER
    INFO
    PANEL y OTROS
    MINIATURAS
    SIDEBAR DOWNBAR SLIDE
    POST
    SIDEBAR
    POST
    BLOQUES
    X
    BODY
    Fondo
    MAIN
    Fondo
    HEADER
    Color con transparencia sobre el header
    MENU
    Fondo

    Texto indicador Sección

    Fondo indicador Sección
    INFO
    Fondo del texto

    Fondo del tema

    Texto

    Borde
    PANEL Y OTROS
    Fondo
    MINIATURAS
    Fondo general
    SIDEBAR
    Fondo Widget 1

    Fondo Widget 2

    Fondo Widget 3

    Fondo Widget 4

    Fondo Widget 5

    Fondo Widget 6

    Fondo Widget 7

    Fondo Widget 8

    Fondo Widget 9

    Fondo Widget 10

    Fondo los 10 Widgets
    DOWNBAR
    Fondo Widget 1

    Fondo Widget 2

    Fondo Widget 3

    Fondo los 3 Widgets
    SLIDE
    Fondo imagen 1

    Fondo imagen 2

    Fondo imagen 3

    Fondo imagen 4

    Fondo de las 4 imágenes
    POST
    Texto General

    Texto General Fondo

    Tema del post

    Tema del post fondo

    Tema del post Línea inferior

    Texto Categoría

    Texto Categoría Fondo

    Fecha de publicación

    Borde del post

    Punto Guardado
    SIDEBAR
    Fondo Widget 1

    Fondo Widget 2

    Fondo Widget 3

    Fondo Widget 4

    Fondo Widget 5

    Fondo Widget 6

    Fondo Widget 7

    Fondo los 7 Widgets
    POST
    Fondo

    Texto
    BLOQUES
    Libros

    Notas

    Imágenes

    Registro

    Los 4 Bloques
    BORRAR COLOR
    Restablecer o Borrar Color
    Dar color

    Banco de Colores
    Colores Guardados


    Opciones

    Carga Ordenada

    Carga Aleatoria

    Carga Ordenada Incluido Cabecera

    Carga Aleatoria Incluido Cabecera

    Cargar Estilo Slide

    No Cargar Estilo Slide

    Aplicar a todo el Blog
     √

    No Aplicar a todo el Blog
     √

    Tiempo a cambiar el color

    Desactivar Carga Ordenada o Aleatoria
    Eliminar Colores Guardados

    Sets predefinidos de Colores

    Set 1 - Tonos Grises, Oscuro
    Set 2 - Tonos Grises, Claro
    Set 3 - Colores Varios, Pasteles
    Set 4 - Colores Varios

    Sets personal de Colores

    Set personal 1:
    Guardar
    Usar
    Borrar

    Set personal 2:
    Guardar
    Usar
    Borrar

    Set personal 3:
    Guardar
    Usar
    Borrar

    Set personal 4:
    Guardar
    Usar
    Borrar
  • Tiempo (aprox.)

  • T 0 (1 seg)


    T 1 (2 seg)


    T 2 (3 seg)


    T 3 (s) (5 seg)


    T 4 (6 seg)


    T 5 (8 seg)


    T 6 (10 seg)


    T 7 (11 seg)


    T 8 13 seg)


    T 9 (15 seg)


    T 10 (20 seg)


    T 11 (30 seg)


    T 12 (40 seg)


    T 13 (50 seg)


    T 14 (60 seg)


    T 15 (90 seg)