Publicado en
abril 08, 2010
Por
Paramahamsa Thakura Sri Srila
Bhaktisiddhanta Sarasvati
Traducido por Svarupa Damodar Das Brahmacari
CONTENIDO:
Capitulo 1 Absoluto y Relativo 1
Capitulo 2 Preguntas Perplejas 6
Capitulo 3 Las Respuestas Reveladas 12
Capitulo 4 Relatividades Mundanas 20
Capitulo 5 Relatividades Trascendentales 27
Capitulo 6 Servicio al Absoluto 36
Capitulo 7 Unidad y Diferencia Inconcebibles 42
"En la línea de los grandes maestros de la Gaudiya Vaisnava él es renombrado como Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati.
Como el Sol radiante en el cielo material, él apareció para rescatar a todas las almas aprisionadas por la filosofía impersonal que lo devora todo.
Al difundir la enseñanza del Señor
Gauranga que lo devora todo.
Al difundir la enseñanza del Señor Gauranga para cantar el santo nombre del Señor Krsna, él dió a todos la oportunidad de sumergirse en el océano de amor por Sri Krsna, la Suprema Persona.
Srila Bhaktisiddhanta, mi Señor, maestro divino a sus pies yo oro por servirle siempre."
(Srila Bhakti Rasaka Sridhara Deva Gosvami)
Capítulo Uno
Absoluto y Relativo
Amigos mios,
con profundo respeto vengo a ofrecer estas pocas palabras sobre Relatividad y Absoluto, las cuales a primera vista pueden ser conflictivas. Pero la armonía deseada por ambas debe ser asegurada para alcanzar la única posición de la Verdad la cual no tiene desviación.
La idea negativa muestra experiencia diaria presente, a través de sentidos inadecuados en el plano temporal, no incluye la plena descripción de la Verdad Absoluta, en quien algunas otras fases no pueden tener vínculo para coparticipar. El método sintético no necesita ser confundido con el proceso analítico; ni la oscuridad debe ser aceptada como luz para aceptar nuestra posición observadora.
Las actividades de nuestros sentidos presentes sobre representaciones fenomenales nos han impresionado con una designación particular la cual en ningún caso debe ser adscrita a la región manifiesta del Absoluto, donde nuestros sentidos deformados y sus objetos no deben ser acometidos con igual vehemencia como estamos listos para aplicarlo en nuestra esfera presente. La especificación trascendental no se somete a ningún sentido limitado de un disfrutador, mas la energia persuasiva de la trascendencia siempre exhibe un aspecto sobrenatural predominante y justificativo, para regular las visiones cortas de vista distraidas en la región temporal. Estoy seguro que una cercana atención convencerá a cualquier receptor si él es dócil para ver las cosas desde posiciónes diferentes; así me tomo la libertad de pedirle a todos que no se sometan a las visiones de muchos que llevan una modalidad disfrutadora. Una verdadera investigación con summisión para utilizar lo mismo, asegurará la seguridad de la Verdad. En casos de temas no absolutos un partido opuesto puede tener plena reclamación para contradecir o desafiar, mientras que en lo Absoluto ninguna tal segunda es posible.
Entre los considerados que estaban observando la carrera del Señor Supremo Sri Krsna Caitanya, a su regreso a Nadia proveniente de Gaya, la gente de Sri Mayapur notó su marcada desviación del carácter previo del Señor.
Ellos le observaron desanimar el impersonalismo del asceta Prakashananda, de quien se decía estaba inculcando una desordenada epistemología que mostraba el arrastre de la concepción del absoluto hacia una región desprovista de conciencia manifiesta. Así el Señor Supremo comparó los caminos y métodos del asceta con los de un villano que desea separar los todo encantadores eternos miembros de la Personalidad de Dios.
El tono desanimante y nulificación positiva de la teoría del asceta de los labios de la Fuente del tesoro teísta, trajo un efecto teísta, trajo un efecto revolucionario en la mentalidad pedante de los miembros del entonces centro de aprendizaje. Estas observaciones desanimantes del Señor Supremo les causó a ellos una concepción más pobre del Señor. A quien ellos encontraron que estaba apocando la cima mental de insinuación pedante. La función pedagógica del Señor Visvambhar se transformó en la de un orador como el Maestro Mundial que demostraba Sus instrucciones en la práctica. Esta versión sencilla e ilustrada dió un claro entendimiento a los que tenían un alcance de honesta lectura del conocimiento Bienaventurado Eterno Absoluto. Ellos entendieron que era blasfemia abandonar las diferentes partes de la Entidad Estructural Trascendental de la Fuente, quien es instrumental, ablativa y locativa de toda inmanencia, trascendencia y fenómeno.
El repudio del Aspecto Espiritual del Absoluto habia hecho un gran daño en la empresa cosmológica de trazar el génesis de la existencia fenoménica. La especulación sensual del fenómeno les dió confianza de su avance en la búsqueda de conocimiento en su dicho tesoro. Los impersonalistas encontraron facilidades para explicar por una comisión suicida el amalgamiento de las tres posiciones manifiestas. La relatividad observada entre cosas fenoménicas concientes e inconcientes muestra diferencia cualitativa entre ellas; mientras que entre las concientes las distinciones están trazadas por los retóricos en cinco conexiones diferentes. Las interpretaciones esotéricas de conciencia están más o menos asociadas con el inconciente, ya que sus concepciones son derivadas de lo concreto mundano.
Entonces no se puede confiar estrictamente en ellas de estar libres de la contaminación de un elemento opuesto extraño. Las características cuantitativas como las cualitativas han participado en buena parte en el discurso sobre la relatividad del conocimiento.
El Señor Supremo, durante Su asociación con los miembros de la sociedad teísta, planeó una idea de proceder hasta la guarida de los impersonalistas en Benares, donde el pudo encontrar todos los que se habían hecho prosélitos suscribiéndose a las eróneas opiniones insistidas por Prakashananda, en ese momento el jefe de la así llamada comunidad monista. Para hacerlo así, El también pensó que debería actuar como un asceta de la orden de ellos, quien podía influenciar a los miembros de esa sociedad pedante, a pesar de su vacía arrogancia.
La cuarta orden de la vida era considerada como el guardián cívico de la sociedad. El Señor deseaba mostrarse como un asceta para atraer la atención de todos, en vez de ser recibido como uno de ellos o menos, en su visión comparativa. Aunque el Señor Supremo experimentó las diferentes etapas de la vida, El exhibió la posición , más elevada de la cuarta orden, al no adherirse a las rigurosas regulaciones y privaciones, y al no abstenerse de bailar, cantar y tocar los instrumentos musicales, los cuales son relatividades escenciales de la trascendencia.
Capítulo Dos
Preguntas Perplejas
En todas las etapas que se manifiestan, la distinción y la diferencia tienen la mano más elevada en distinguir del resto y diferenciar de la única concepción de entero. En otras palabras, las relaciones cualitativas y cuantitativas están establecidas donde hay una referencia convergente de todos los diversos cursos. En el tema de relación encontramos la necesidad de diferencia numérica, así como los rasgos distintivos cuando la concepción del Todo Entero se mantiene prominente. En ambos casos la relación es el factor escencial que nunca puede ser evitado por un conocedor en sus actividades sobre otros dos planos.
La palabra "diferencia" es tomada en nuestra visión sintética de cualidades, y la palabra "distinción" en la visión analítica de tabula rasa. Si requerimos evitar examinar la visión distinta y diferenciativa de un tema particular podemos evitar la relatividad de conocimiento. Las tres localizaciones distintivas son ignoradas para descartar la idea de espacio; y la modalidad diferenciativa, cuando es negligente, sacaría el factor de tiempo en la Entidad, ya que la diferenciación presupone la relatividad de tiempo. El método sintético, adoptado para eliminar la relatividad o para permanecer indolente para ver el Absoluto perspectivo, el cual puede, en algún ángulo de la visión, parecer exitoso, y luego dudar para fijar su posición en monismo indistinto o sin diferenciar. Estas preguntas perplejas fueron pedidas del Señor Supremo Sri Krsna Caitanya en Benares por uno de los principales ministros retirados del Rey de Bengala.
Cuando hubo una pesquisa para conocer la verdadera posición de la relatividad, la actitud renunciante del monista fue expuesta por la respuesta instructiva del Tesoro Ilimitado. La delineación por pleno conocimiento del alcance de no-cooperación con la relatividad mundana nos dió la ocasión para vigilar el verdadero plano manifiesto de la Trascendencia, a parte de la impresión de burdel mundano degradado, aunque la mentalidad indolente puso su punto de estupor en librarse del conocimiento Bienaaventurado relativo.
Hay una diferencia relacional cualitativa entre la Trascendencia y el fenómeno, así que la relatividad no puede ser ignorada. Si tal condición es mantenida de establecer lo no diferenciado y la unidad no distintiva, la escuela racionalista no pondria mucho valor a su afirmación. La imperfección indeseable observada en la relatividad temporal de la naturaleza no debe ser llevada a una región desconocida donde no hay tal bienvenida antropomórfica, efímera, defectiva. El peso de tal temperamento de medida, y para adscribir los mismos descuidos en la trascendencia, probaria ser muy pesado para ser transportado por el débil portador con razones relativas mundanas. Además no hay garantia de exacto amoldamiento en el vacio trascendental.
Nuestro conocimiento imperfecto ahora está cautivado dentro del horizonte mundano, y nosotros con ansiedad pedimos humildemente un alivio o liberación de los muros de la prisión de la dañina relatividad. Esa experiencia necesariamente nos conducirá a concluir la deseabilidad de no-cooperación con la relatividad finita. Pero cuando se habla de relatividad infinita, no debemos adscribir ningún defecto de referencia finita según nuestra experiencia de aqui. Para reducir la extensión de la relatividad mundana podemos proceder hacia la inmanencia al minimizar nuestras actividades sensuales, que son los instrumentos de medida para disipar nuestra ignorancia, al mover la barrera opaca. Si abandonamos la causa de renunciar a la relatividad mundana, nosotros preferiremos alucinación no relativa que nos dé la facilidad de desvanecer tal función. Los instrumentos de medida o, en otras palabras, sentidos, requieren ser parados artificialmente para quitar nuestra inspección de existencia temporal o fenoménica. Pero esto no nos evitará quitar la existencia eterna irremovible trascendental de nuestra inspección.
El Señor Supremo no confirmó la fase impersonal de la Fuente de la Naturaleza y Eterna Supernaturaleza, sino que previó una larga lista la cual deberíamos adoptar en nuestra estadía en este mundo temporal, así como en encaminarnos hacia la trascendencia. El no prescribió una política corta de vista de no cooperación con las cosas limitadas perecederas de este mundo, sino que instruyó de usarlas en la dirección adecuada para obtener el propósito deseado.
Nuestra confianza en razonamientos mezquinos de relatividad mundana mostraría un temperamento estúpido para recibir la Verdad Trascendental inexploradora hasta aqui por nuestra defectuosa recepción aural; pero es un momento afortunado que nos daría una oportunidad accidental para poner más atención al el remedio de voluntad en servir como la salsa más gustadora al alma sedienta.
Demasiado apego por una cosa limitada nos negará la facilidad de ganancias extensivas, aunque de la política de concentración se habla como muy alta para nuestra mejoría. Demasiada afinidad por una cosa ha producido maravillosos resultados en un erudito investigador, cuyo objeto es extraer el conocimiento oculto inherente en el objeto exterior. La cuestión de tiempo ha puesto la función de durabilidad adquirida, pareciéndose por esto a la existencia de una efímera. Como el erudito investigador, o el amante de un objeto transitorio, se observa que es trasladado a otra parte del objeto en cuestión, y como el objeto tiene existencia temporal con la suceptibilidad de transformación, tales extractos están dispuestos para ser análogos a explotaciones que sirven al tiempo.
La cuestión de insuficiencia, y la cantidad de exuberancia, probaron la no deseabilidad de tales actos fruitivos temporales. En el emporio del fenómeno, nuestros sentidos se encuentran para comprometerse con toda ansiedad. Cuando los sentidos están gratificados por el amplio servicio de su necesidad, la secuela saciativa no satisface más tarde su propósito.
El problema viene a ser resuelto, "Donde guardar esos objetos de los sentidos si necesitamos alivio de sus invasiones explotadoras? Hemos de parar la actuación de nuestros sentidos, o destruir los objetos de nuestros sentidos al inventar algunos medios?"
Capítulo Tres
Las Respuestas Reveladas
El disfrutador de los objetos, asi como los objetos disfrutados, ambos están situados en una posición tentativa de tiempo. Como la existencia provisional y las actividades son cautivadas en una parte de tiempo, estas discrepancias deben ser reparadas para tener una solución adecuada de estos asuntos confusos. Nosotros tratamos con cosas débiles no absolutas. Así que deberiamos tener un deseo interior por conocer la dirección del Absoluto. Hemos tenido una función irreprimible de manejar los fenómenos por nuestros sentidos, y también los objetos de manipulación de los sentidos se encuentra que son trasformables. Debido a que estamos obligados a solicionar nuestra posición en un sitio donde no hay problema, nosotros por lo tanto buscamos disertar de todas las plataformas limitadas.
La asociación con objetos fenoménicos ha dado paso a interrupción, así que la disociación es tomada como un remedio. Cómo manejar esta función será la siguiente pregunta. Por disociación queremos decir librarnos de la relatividad del conocimiento - sacrificar nuestro principio cognoscitivo, como lo inculca cierta escuela. La maximización del conocimiento puede tragarse las dos diferentes posiciones de lo observado y el observador, y hará proselitismo en la observación singular. En ese caso el conocimiento ininterrumpido no puede volar racionalmente sin las dos alas de la Eternidad y la Bienaventuranza, aunque esto parece estar asegurado por disociación laboriosa de la manifestación.
Cuando acertamos que la no cooperación nos dará lo que hemos buscado, queremos decir que debemos abstenernos de todas las necesidades de la vida, con el fin de obtener perfecta disociación de los objetos imperfectos? La respuesta es "no." Nosotros no necesitamos hacer un pare para recibir las necesidades de la vida, sino que aceptamos aquellas actividades funcionales necesarias para nuestro propósito definido. Daremos la bienvenida al aspecto manifiesto y a las cosas inadecuadas finitas para servir como ingredientes facilitando el Conocimiento Bienaventurado Eterno, sin ninguna referencia para nuestra dislocada modalidad disfrutadora. Si ellas se forman de cualquier uso para el absoluto, las fases temporal y defectuosa de inmediato son removidas de la concepción de tales cosas. Así no necesitamos tener ninguna comprensión en cuanto a su incapacidad y dicerniremos el aspecto inmaculado de esas cosas, lo cual de otra manera es una trampa para nosotros si ellas son monopolizadas para nuestro propósito impuro.
La insípida situación de una concepción impersonal no necesita predominar sobre nosotros como un hecho establecido. En la remoción de nuestra aspiración disfrutadora en relación con nuestras entidades temporales, asociaríamos naturalmente tales cosas como elementos incorporados con el Absoluto.
Entonces viene la pregunta: "Cuáles son las características prominentes del Absoluto y cuál sería la nomenclatura del Absoluto?"
El Absoluto es evidente en dar la bienvenida a toda clase de naturaleza manifiesta, en vez de esconderse como lo desconocido en una región más allá del alcance sensual. Nuestras actividades sensuales hasta aquí son confinadas en no-absoluto, y cuando nos preocupamos más por la situación inmutable del Absoluto, ninguna mutabilidad debería disuadirnos de nuestro objeto programado. Si podemos aclarar nuestra posición desde servir objetos transformables, y cuando tenemos el único motivo singular de servir al inmutable Absoluto, debemos trazar la conexión de todas las cosas manifiestas con El. Esto nos dará la situación más codiciada de continuar nuestras actividades de vida en Su servicio también en este mundo, sin una actitud indeseable de disfrutar el mismo.
La carga de disfrute ahora es trasladada al Absoluto, y nosotros, siendo sus subsirvientes irregulares, Le ayudaremos a El a servir por estos ingredientes, los cuales son Sus imperecederos, aunque ellos fueron reconocidos por nosotros como dispuestos para nuestro uso. Así la mayor facilidad es acordada por nuestro temperamento de servicio, en vez de nuestra modalidad errónea de disfrute la cual prueba ser sin fruto en el largo recorrido.
La disociación de las cosas indeseables, cuaando tenemos una visión del Conocimiento Bienaventurado Eterno, será exactamente ajustada si podemos trazar su conexión con el Absoluto, sin tener que compartir con ellas, sino sólo darles la bienvenida con una consideración de que ellas sólo tienen asociación eterna.
Encontramos hombres que aprecian la visión de disociarse de todas las características manifiestas del fenómeno en lo que sería su emancipación, y quienes desean privarlas de su utilidad con el fin de lograr el pleno alcance de la personificación. Ellos son encontrados en no cooperar con los fenómenos terrestres bajo la comprensión de haber sido involucrados con tal asociación. Como ellos no tienen conocimiento de su yo o tienen concepción desorientada del yo -como una vaca que confunde las nubes rojas como si fueran fuego ardiente- ellos desean escapar de la misma naturaleza de los aspectos perspectivos transitorios del fenómeno.
Una falla de verdadera detención les obliga a exhibir su timidez de aceptar la naturaleza manifiesta total o aún la trascendencia. Ellos desean llevar su impresión defectiva hacia la trascendencia, considerando a la región trascendental ser idéntica con la prisión de los fenómenos mundanos. Así sería un asunto de grave consideración si mostramos nuestra espalda a todos los aspectos, al volvernos a seguir la fase monista no diferenciada del Absoluto.
La visión de la subjetividad trascendental en nuestra presente actividad es más o menos mal entendida. Así que para lograr alivio de tal impresión errónea no debemos ser negligentes en utilizarlo todo, en cuanto sea posible, para el servicio del Absoluto, y no debemos participar en las opiniones de las decisiones desorientadas de los impersonalistas. Si no lo hacemos así nos calificaremos entre los imprudentes.
Cuatro años después con Su encuentro con Raya Ramananda, en la primera parte de 1516, el Señor Supremo como asceta se reunió con Sanatana Gosvami por segunda vez. Este último pidió a su Maestro que le iluminara en cuanto a su yo y a los triples problemas que él debería encontrar durante su jornada de vida.
El Señor les enseñó que las almas humanas son Karsnas eternas: ellas se originaron de la energía intermedia del Absoluto, Sri Krsna, con los dominios vecinos de los fenómenos y la trascendencia en los dos lados.
Las almas subsirvientes siendo simultáneamente asociadas y disociadas del Absoluto, en sí no son sustrato positivo, sino meramente distinguidos del Absoluto, por su designación cuantitativa de energía. Olvidadizas en su verdadera situación, ellas son suceptibles de aislarse envolviéndose con la cualidad externa o extraña del Absoluto, mientras tienen la misma cualidad del Absoluto, con una posición variada en magnitud.
Esta misma verdad trascendental absoluta ha revelado los dobles aspectos de la relatividad, que reinan en la esfera mundana temporal, así como en el Plano Eterno Trascendental. Así el asunto de la relatividad debe tratarse en estos dos aspectos independientemente, sin subscribirse a opiniones de impersonalistas que no tienen ningún otro tesoro para explicar el fenómeno en situación derogatoria.
En la orilla occidental del Ganges, cerca del Ghat de baño Panchanada, la autoridad administrativa en retiro dió la bienvenida a la descripción trascendental de pleno conocimiento,quien nunca estuvo confinada a las actividades empíricas de los eruditos renunciantes, incluyendo a Prakashananda Sarasvati, quien estaba inculcando abolición de la relatividad del conocimiento mundano. sus acciones pedantes que sonaban alto fueron intimidadas por el Maestro, quien se hizo pasar como miembro de la escuela impersonalista. El grupo de impersonalistas que eran conocidos por haber ganado la guardia civil de India desde tiempo inmemorial lograron la verdadera impresión del siempre mutable no desviado conocimiento relativo.
Sanatana se mostró a sí mismo como si estuviera ocupado en discursos filosóficos por sus actividades externas, y se hacía pasar como si asegurara conocimiento al participar en las opiniones de los empíricos. No sólo él exhibió la oportunidad de audienciar las narrativas trascendentales de las diferentes manifestaciones de la Trascendencia misma, sino que la opinión positiva también puede ser asegurada por todos los honestos seguidores de ese gran sabio quien mostrará una sincera aptitud de estar asociado al seguir instrucciones absolutas.
Capítulo Cuatro
Relatividades Mundanas
Aquí, amigos, consideraré relatividades mundanas. Las palabras son diferentes sonidos para indicar diferentes impresiones de cosas y ellas tienen valor cualitativo para probar su entidad. Cuando hay un significado singular y ninguna variación, el lenguaje determinaría el concepto particular por la palabra "Absoluto," quien tiene aspectos diferenciantes de las relaciones que llevan una idea desviada del Absoluto.
Cuando las numerales se forman para traer realización diferenciada, estamos obligados de errar el camino desde el absoluto. La misma aplicación de relación sólo puede ser posible cuando estos artículos diferentes son introducidos. Relación es la conexión entre dos o más objetos, mientras que no hay vínculo de introducción o presentación de una entidad completa. La relación es valor comparativo; pero en el caso del Absoluto, las variedades de los objetos no son suceptibles de ser descubiertas. La relación entre los dos o más tiene dos aspectos: O tienen posición armónica entre ellas o están en desacuerdo.
El escrutinador tiene la función de la determinación; pero en el caso que no hay observador los diferentes numerales no tienen ocasión de establecer su existencia aunque ellos pueden tener una subjetividad propia. Depende de la predilección del observador decidir si el vínculo de observación entre la vista y el veedor es aceptable o renunciable. Sólo como una tercera persona son las relaciones entre dos otros objetos que se ven trazados. Algunas veces las relaciones no son verdaderaaamente concebidas por el observador a través de sus sentidos diferenciados de las especies paarticulares de comunidad. Cuando la mayoría de los miembros difieren de la visión particular de uno de ellos, ellos marcan tales asuntos como una salida de vicio y error. En este momento observamos las variadas modalidades predilectas de diferentes observadores. Esto ha dado origen a soluciones de observaciones relativas. Con el fin de pacificar estas concepciones conflictivas adoptamos insípidas explotaciones para el propósito. La eliminación de diferentes concepciones atribucionales algunas veces nos obliga a acudir al substrato donde no se desea ninguna relación para delinear las posiciones particulares de objetos deferenciados.
Hemos escuchado de diferentes potencias que iluminan nuestra concepción de diferenciar cosas. Si requerimos eliminar la calidad potencial de una cosa en particular, hacemos inertes a todos los objetos donde no hay ocasión de determinar la relación entre ellos. No podemos concebir un objeto sin su color, atributos y funciones. Así las cualidades son los elementos significativos para ver la relatividad entre los objetos. El observador tiene un poder innato en él de aparecer como observador, propietario o poseedor de tales funciones. Esta clase de propiedad o poseer temporal puede tener una posición pacífica que puede cesar en el trabajador si él es forzado como estúpido.
La mente es el conductor de los sentidos. Los sentidos toman su campo de trabajo en objetos limitados de los fenómenos. Nuestra reserva de conocimiento fisiológico no nos ha dado la ubicacción de una entidad física de la mente que actúa sobre los sentidos. La mente ha sido considerada como el centro telegráfico de los sentidos de uno: así se analiza que los sentidos tienen un aguante material, ellos buscarán su comunidad material como sus parientes.
Todas las informaciones recibidas a través de los sentidos son diseñadas de la materia o moción a través de tales sustancias. No podemos abolir las impresiones sutiles de objetos figurados que están hechos de la materia. Así en nuestros intentos por asegurar el conocimiento una contaminación de lo burdo o de lo sutil de los fenómenos es inevitable.
El conocimiento de cosas limitadas como es recogido por nuestros sentidos debe llevar la impresión de relatividad con otras cosas. Así que el conocimiento empírico no debería tener propiedad para aparecer como impresión pura del objeto no tambaleante.
La mentalidad indolente a menudo nos anima a no entremeternos con posiciones precedentes de diferentes objetos, sino para mantenernos libres de tales asociaciones. Se encuentra que nuestros sentidos a menudo dan la bienvenida a las cosas de acuerdo a su propia predilección, y tal sabor es absorbido por la asociación de sus amigos más cercanos. Como estamos provistos de la cabeza de los sentidos con toda la parafernalia, no tenemos otra alternativa sino apegarnos a los relativos o allegados del conocimiento del mundo, aunque podemos tener un prospecto promisorio ante nosotros para alcanzar el Absoluto. La especulación mental nos dará la facilidad de decidir que la cesación del trabajo mental, con la renuncia de los fenómenos, puede facilitar una comisión suicida, y que la meta final debe ser discernida como el Absoluto, sin ningún tinte de relatividad experimentada a través de los sentidos.
Las relaciones de este mundo pueden ser descubiertas por múltiples medios que son recíprocas seguridades en el laboratorio de inspección. Nuestra actividad ocular tomaría la ayuda entre nuestras previas y presentes convicciones, tamaño, color, distancia, la diferencia entre nuestras previas convicciones y presentes presentimientos; variedades comparativas, sabor, etc. Aquellos servirán como ingredientes facilitando señalar los méritos relativos de nuestros objetos que pueden verse. El oído determinará la magnitud de vibraciones de graduación de sonidos sonoros, toscos, discordantes. La nariz tiene similar actividad de recibir olores y hedores y diferentes grados de fragancias. Similarmente la lengua sirve para vocalizar sonidos y tener diferentes sabores y tener diferentes sabores de picante, salinos, astringentes, amargos, agrios y dulces artículos de alimentos. La piel siente diferentes grados de calor, atrapa la infección, vigoriza el físico y sirve para muchos propósitos. La relatividad mundana crea dolor así como placeres en los seres concientes.
Las relaciones entre dos o más cosas muestra compatibilidad con cada una u otra, y en algunos casos son incompatibles. La relación entre lo observado y el observador prueba ser inarmonía o exactamente en conformidad, lo que es en otras palabras, conocido como servir la predilección del observador por tal asociación.
En la atmósfera de medida, tanto la calidad y la cantidad son factores inevitables. Ellos también prueban su eficacia en distinguir y diferenciar la misma concepción de relaciones. La asociación del observador con lo observado produce una condición de sabor que es disfrutado por el observador y observado en caso de que sean seres concientes. Una solución pacífica-amorosa de las diferentes situaciones quebrantadoras necesariamente eliminará los factores de tiempo, espacio y entidad. Esto simplemente aniqilará la relatividad temporal de la esfera mundana. Así, la cuestión de selección o rechazo cesa cuando la aniquilación se efectúa, y esto puede necesariamente reconciliar la desagradable sensación de relatividad. Esta es en breve, queridos amigos, la posición de relatividad terrestre.
Capítulo Cinco
Relatividades Trascendentales
Ahora procedemos a decir algunas palabras sobre relatividad trascendental. Hasta aquí estabamos notando la cuestión de relatividad en los fenómenos, lo cual tiene la posición intermedia entre inmanencia y trascendencia. La tendencia usual de borrar la relatividad en la inmanencia o en la trascendencia se observa para ganar la supremacía en las dos posiciones. La inmanencia y la trascendencia no tendrían ninguna manifestación lo cual es considerado como la figura conspicua de un observador insensato. El mundo imperfecto manifiesto no desea suplementar la inadecuación por la extensión de relatividad apropiada.
La observación fenoménica ha decidido eliminar la relatividad, con base en la imperfección, en las dos alas de la inmanencia y la trascendencia. La solución de la extensión y reducción no usual tienden a acercarse sobre la relatividad, la cual debería ser ningún factor en la concepción de diferente situación de los fenómenos. así la relatividad trascendental es lo suficiente ininteligible en la misma salida, pero nosotros estamos afuera para tratar con la misma. Es la relatividad trascendental irreconciliable por la aparente contradicción o pueden esas dos tener afinidad armónica?
El Absoluto anhela una situación singular donde ninguna relación puede encontrar sitio en nuestra razón mundana. Nosotros no necesitamos molestar al Absoluto al acompañar sugerencias antropomórficas cuando hablamos del Absoluto, quien es lo suficientemente diferente de las opiniones de la relatividad mundana. En la esfera mundana somos el juez para aceptar una opinión particular, aunque algunas veces estamos forzados a cambiar nuestras opiniones por la revelación inesperada de verdades ocultas. Nuestro esfuerzo analítico puede darnos alguna esperanza de entrar en los detalles particulares del Absoluto por el método sintético. El método sintético ha sido observado como que se acomoda mejor en la inspección de los fenómenos. Pero en el Absoluto ningún método sintético puede actuar, ya que la palabra "Absoluto" ha monopolizado como un autócrata para no permitir ninguna pluralidad que tendría una situación conflictiva. Sin embargo, el Absoluto puede mostrarnos algunas manifestaciones que permitirán el anállisis del Absoluto.
Por qué deberíamos privar al Absoluto de su eterna manifestación por nuestro acercamiento? El racionalista se estremecería en el mismo pensamiento de un inspector del Absoluto. Luego él pasaría una cuarentena al observador cuando el Absoluto se vuelve parte del todo que va a ubicar las tres posiciones distintas, como se encuentran a menudo en los fenómenos. El objetante no nos permitiría trascender los fenómenos, manteniendo su existencia, la cual, en su opinión, es uno de los componentes de la existencia fenoménica.
Nuestra presente concepción es tan concretizada con materiales perecederos que no podemos diferenciar al Absoluto de las piezas mundanas de materias perecederas. El Absoluto, en nuestra opinión presente, no puede tener entidades manifiestas, y estamos inclinados a confundir la interpretación del Absoluto con no absoluto para la inclinación de la pluralidad. Las fases plurales del Abssoluto no deberían tener ninguna referencia a la manifestación mundana, excepto por un parecido de las características que se parecen a lo que nosotros observamos a través de nuestros sentidos. Las entidades absolutas nunca deberían ser identificadas con la posición disfrutadora trasformable a través de nuestros sentidos erráticos; sino que las entidades que sólo tienen compromiso con el Absoluto son infalibles, aun en este mundo mundano, que tienen conexión con el Absoluto.
Aunque las concepciones que se parecen tienen similaridad, en los mundos tanto mundano como trascendental, aun ellas tienen una referencia distinta de la cuestión de lo temporal y de la eternidad. Todas las concepciones mundanas tienen un aspecto diferenciativo entre la comprensión exotérica y esotérica de la cosa; el factor de inmanencia está involucrado. En el Absoluto no puede haber ningún rasgo de esta posición bifurcada. La inmanencia y las concepciones fenoménicas son idénticas en el Absoluto, aunque posee diferentes fases y diferentes unidades conglomeradas pacíficamente sin ninguna situación separatista de la atmósfera mundana.
La indecible extensión de la trascendencia aunque observada en la visión fenoménica que ha parado toda clase de posiciones variadas, aun mantiene un parecido de naturaleza manifiesta, y esta trascendencia tiene relación análoga así como los fenómenos a la inmanencia. La característica de parecido la cual es considerada como exotérica inspección de los fenómenos se vuelve un elemento subconciente de las cosas; mientras que la trascendencia tiene plena concepción conciente eterna por una chispa del Absoluto, un alma no condicionada que está libre de la garra fenoménica.
Los factores de materia y lapsos de tiempo sirven como referencia esotérica pequeña infinitesimal cuando hablamos de trascendencia eterna plenamente conformada. La trascendencia ha escalado este tiempo desde la expansión cúbica hasta las entidades de mayores dimensiones.
Las personas que están acostumbradas a hablar mucho de la materia y enrredadas con las obligaciones físicas pueden, por su limitada concepción, impedir su curso de investigación, y nos dirán que tal opinión de trascendencia salió de la fábrica de los fenómenos en modalidad de disfrute. Pero nosotros no les animaremos a ser tan audaces para ejercitar sus sentidos estropeados para deciciones de ver cosas más elevadas.
Los ciertos gnósticos pueden confiar en sus sentidos mundanos como los agnósticos y quisieran explotar todos los sentimientoe eternos asociados con la armonía absoluta. El trabajo de estas dos entidades ha juzgado partes agradables y desagradables en el presente terreno de trasformación; pero en la trascendencia no hay caso de desacuerdo entre las entidades eternas, quienes no tienen suceptibilidad de ser inarmónicas la una a la otra, y así el plano trascendental tiene un valor que no puede admitir las deformidades de un antropomorfista.
No hay lugar para una vista opaca e indeseable mientras preferimos la admisibilidad de un desafío. Ningunas ideas extrañas alucinantes pueden ser acomodadas en las fases manifiestas del Absoluto. Nuestros actuales sentidos requieren regulación mediante la asociación trascendental que dará valor real del Absoluto en vez de un valor contradictorio proveniente de relatividades deformadas perecederas.
La pregunta viene luego de que los impedimentos de calidad opaca de visión, de sonidos inaudibles de nuestra recepción sonora, de sabores insípidos, u olores desagradables y de concepción dérmica defectuosa de cosas externas no pueden tener rasgo en el Absoluto trascendental. El tiene un carácter distinto de trasparencia, contínua recepción auricular, excepcionalmente fina embriagante fragancia, platos deliciosos para propósitos de ingreso sin ningún defecto de facilidades egresivas. El tiene una sensación suave sin ardor o ninguna clase de desagrado de cualquier sentido mundano, sino que tiene sentidos hechos de Absoluto trascendental. Así allá en la Trascendencia toda clase de fases incronguentes están siendo contínuamente atestadas donde quiera que en tal entrada se presione la bocinaa de ejercicios gnósticos.
La naturaleza de los fenómenos tiene una naturaleza similar a la de la trascendencia, guardada en el punto de vista eclipsado del Emporio Bienaventurado Manifiesto Eterno del gnosticismo extendido. La fase pobre de la cultura estética excelente no puede tener comparación con la belleza sublime Trascendental de la cima del Absoluto. Pero los más bienvenidos valores diferentes de reciprocidad de nuestros sentidos Trascendentales no pueden venir a nuestra situación mundana.
Nuestro empírico mundano consideraría quebrar sus miembros en su largo salto hacia la trascendencia, pero él puede tener tan largo salto sólo si el Agente Trascendental le inyecta cualidades super excelentes, sabias no débiles de comprender las entidades de mayor dimensión, las cuales están por encima de cualquier rango mundano material. Allá encontramos majestad inconcebible, potencia de sabiduría, cima de prestigio, fama, honor y belleza; prudencia de todos lados y facultad disociativa de la existencia perecedera están concentrados en el Absoluto con una naturaleza manifiesta desprovista de experiencia sensual indeseable. Este gnosticismo super bello será encontrado idéntico con el Amor Trascendental, y la entidad absoluta tendrá la existencia pura bienaventurada y eterna de conocimiento puro, quien puede acomodar todas las situaciones de conflicto indeseables en la más anhelada Armonía Eterna.
Ninguna situación negativa del Absoluto Trascendental que posee todas las características eclécticas, puede ser entretenida en la Trascendencia. Las relatividades del mundo conciente tienen un fuerte fundamento en la Trascendencia, además una eterna casa de tesoro de la cual el eclecticismo mundano podría emanar y permanecer.
Ningún ejercicio neumatológico puede darnos alivio de la asociación de cosas disfrutables, las cuales a su vez nos perturban en nuestro presente juego sensorial. Pero esto ha mostrado una característica similar del Absoluto Manifiesto, aunque en una forma lisiada. Nuestros retóricos interceden en esta etapa para reconciliar más o menos la naturaleza conflictiva de los dos planos manifiestos. Las relaciones aquí tienden a traer amor transitorio, pero cuando cualquier sentimiento indeseable nos perturba, nos apresuramos a recurrir a una posición inmaculada. El impulso innato en nosotros siempre busca una deseabilidad, y cuando este sabor es perturbado nos encuentran en alucinar por una situación insípida, controlando todas las fases manifiestas.
Capítulo Seis
Servicio al Absoluto En el Absoluto no podemos tener ninguna indeseabilidad, debido a la existencia defectuosa de variedades. El aspecto predominante es disfrutar de los objetos bajo su jurisdicción. En el mundo mundano tenemos ilimitados números de entidades conocidas como aspectos predominantes para acomodarse al propósito de ilimitados números de tales aspectos predominados. Esta relación, tanto en la manifestación relativa como en la manifestación absoluta tiene parecido para capacitarnos a señalar la posición original en el Absoluto, donde conocedor, conocimiento y conocido no son para trasformar, ni para cambiar, su posición por otra agencia exterior.
Espacio y tiempo, así como actividades individuales, prueban detrimentos, mientras no hemos llevado tal naturaleza indeseable y defectiva a la región de la trascendencia por nuestras explotaciones antropomórficas. La característica disimilar sólo es señalada en la posición singular de la parte predominante de la manifestación trascendental, sin ninguna interrupción de las diferentes entidades manifiestas del aspecto predominante, excepto la posición de ruptura que emana de la situación de conflicto entre ellas.
El absoluto es el consorte de la esposa. El es el hijo de los subsirvientes conocidos como padres, él es el único objeto de amistad de todas las entidades amigables. El es el Maestro de todos los dependientes y es la única manifestación de toda neutralidad. El Absoluto ejerce su influencia prerrogativa sobre todas las manifestaciones, quienes son recíprocamente emanadas para Sus pasatiempos. No hay ocasión para ninguna disensión que pueda crear cualquier perturbación no en conformidad con la volición del Absoluto. Ninguna de las entidades podría espiar desde su rango visual; ninguno de los sonidos sonoros puede mantenerse lejos de su recepción aural; ninguna fragancia agradable puede resistir a Su disfrute nasal; ninguna característica degustadora puede impedir a Su lengua, y ningún calor ni frío podrían clamar estar en contra de El, ya que nuestra posición nos ha asegurado la situación de subsirvientes.
Ningún método monístico puede dirigirnos a zafarnos de nuestro servicio eterno innato al Absoluto, si podemos apuntar nuestra posición como una parte infinitesimal del mismo. El método étnico nunca será justificado en deslizarnos en el Absoluto con un conocimiento alucinado de identificarnos plenamente con el Absoluto. Si hiciéramos así, no habríamos sido cautivados por nuestros sentidos. La comisión suicida de aniquilar nuestro conocimiento diferenciativo, volición y emoción no nos aliviaría de los dolores reales, salvo que seamos ayudados por la asociación del Absoluto Manifiesto.
Ebrios con nuestro confort sensual podemos inflarnos como un sapo, si deseamos inflarnos por las explotaciones pedantes de nuestro gnosticismo empobrecido. Nuestra prudencia nunca será inmaculada si ponemos cualquier posición fenoménica. Así el Señor Supremo nos ha dicho de minimizar nuestra entidad egoísta en este mundo, en vez de maximizarnos sin fruto para volvernos idénticos con todo el Absoluto, lo cual nunca es nuestra propia posición. Nosotros somos una fase atómica, diferente, trascendental del Absoluto, así que no necesitamos estar enmascarados por ornamentos mundanos transitorios de espacio y tiempo limitados y de no absoluta individualidad.
Se encuentra que nuestra especulación mental discierne las dos posiciones donde las relatividades pueden ser completadas o controladas. Pero cuando hablamos de conocimiento sin vicio, libre del mundo mundano sensorial, no necesitamos trasportar esta imprudencia zoomórfica o antropomórfica para fabricar cosas, en vez de acercarse a las Manifestaciones Eternas. La mutilación o la mutación pueden tener algún vínculo en los fenómenos mundanos, pero no hay posibilidad de ofrecer un tirón para sacudir la posición absoluta de la trascendencia; he aquí que no necesitamos confundir la mente con el alma. El alma nunca es perturbada por invitación fenoménica lo cual tiene un valor de incremento o de decreción que es asociado.
El Absoluto se reserva el derecho de no ponerse bajo la jurisdicción del mundo sensual. Así que los rigores de la experiencia fenoménica no serían impuestos en la manifestación eterna. Las disposiciones helénica y hebraica no deben ocupar la atmósfera trascendental, como ellas son serviciales para nuestros propósitos aquí. En la personalidad del Absoluto, la mención de pensamientos conflictivos, que son la salida de explotaciones mentales no predominarían sobre el Absoluto, como era el caso dentro de nuestro alcance mental. Sabios de diferentes eras y paises han formulado por sus explotaciones muchas opiniones escolásticas, para establecer derecho según sus caprichos en cuanto a las cuestiones epistemológicas y cosmológicas, las cuales tienen muy poco valor cuando la realización del Absoluto encuentra su juego en almas puras.
Los pasatiempos trascendentales del Absoluto con las almas humanas son eternamente para aclarar sus posiciones desde la atmósfera mundana, y ninguna cantidad de la referencia objetiva local y temporal puede ser como un control para relograr las eternas funciones de sus sentidos. Cuando las relatividades mundanas están asociadas en el Absoluto Manifiesto Trascendental, nosotros obtenemos una figura horrible, si lo estimamos desde este nivel. Desde luego, todas las ramas seculares del conocimiento pueden tener alguna propiedad para ayudar a los devotos, pero ellos no pueden jactarse de su silla instructiva superior sobre sus recipientes, que tienen otro material, no exactamente ajustando el propósito de las explotaciones mentales disfrutadoras.
Todas las ramas seculares del conocimiento deben tener una modalidad de servicio para aquellos que tienen la única aptitud de servir al Absoluto. Si estos objetos de museo fenoménico están dispuestos para el propósito de disfrute de alguna visión angular sería muy inútil aplicarlos para tal interés egoísta, local, sin merecimiento.
El Señor Supremo Sri Krsna Caitanya quien es conocido como la Fuente de Todo Amor, ha Labrado todas las concepciones las más altas y bajas de las cosas por su función Eterno Trascendental, con el fin de tener un plano eterno amoroso, libre de toda clase de soportes y de sus explotaciones racionalistas irregulares; aunque la explotación posee una notoriedad y lo racional tiene alguna propiedad para combatir con sus oponentes marcándoles para que sean menos cuidadosos. Aún tal raciocinio debe tener el objeto común del Absoluto Amoroso y no irregularidades de ruptura.
Capitulo Siete
Inconcebible Unidad y Diferencia
La intercesión del Señor Supremo Krsna Caitanya entre los miembros del atestado parlamento racionalista ha hecho incomparable bien eterno al mundo gnóstico, así como a la tonta comgregación de las así llamadas escuelas pedantes de especulación mental. Las concepciones personales e impersonales del Absoluto estaban en desacuerdo con cada uno. Esto fue pacificado por Su oferta de la interpretación de acintya bhedabheda (inconcebible unidad y diferencia).
Las opiniones conflictivas sociales convencionales también tienen un sitio apropiado en las manos del Señor Supremo, cuando el enseñó a Sri Sanatana no renunciar de la fase manifiesta de emanaciones naturales, sino de utilizarlas en una manera bien diferente, así como para no ser cautivado por las brillantes características del plano sensorial de un adverso individuo para someterse al Absoluto Manifiesto con un comportamiento piadoso.
El Señor Supremo deseaba que toda su aparente audiencia desidiese tomara una línea donde ellos pudieran hacer progreso eterno de funcionar sus almas puras, en vez de guardarse ellos mismos bajo las rejas de prisión de los sentidos temporales. El Señor Supremo no pidió a nadie de confinarse en la política de corto alcance del altruismo, donde la relatividad mundana prueba ser el emperador del imperio mental y físico. El aconsejó a todos en todas las direcciones no ser tan optimistas en las adquisiciones temporales formadas por relatividades mundanas, sino de extender sus puntos de vista al Museo Trascendental, donde ellos pueden tener un concepto comparativo de sus objetos en mente.
La gente de este mundo está inclinada en sus empresas seculares y por lo tanto se acusan a sí mismos de estar cautivados por sus respectivos caprichos, y esta asociación está dispuesta para sus propósitos transitorios. Todos están vitalmente interesados con el Absoluto y posiblemente no pueden evadir de asociarse a El con la cuestión del Absoluto.
Todos los intentos por cualquier asociación mundana no pueden ser retenidos, todas las cosas de otros sitios no pueden ser tenidas de una vez; así que un gran golfo debe ser cruzado para obtener el conocimiento absoluto. Los intentos gnósticos parciales de los empíricos nunca le permitirían de llegar a tener contacto con el Absoluto, salvo que ellos tengan una modalidad sumisa, un hábito conciliatorio de escuchar los sonoidos trascendentales invocados a sus vidas. En el Absoluto no hay ocasión de espacio material para acomodar formas y sus extensiones.
El absoluto infinitesimal no requiere de tal espacio. La intercesión es tan próxima que ningún concepto material de espacio debe inmiscuirse en Su ubicación. La relatividad del absoluto no requiere una igualdad como la de la relatividad mundana. La cuestión de extensión no perturba a un alma propia como la de un especulador. Así que la propaganda impersonal para deshacerse de los puntos de vista defectuosos de la relatividad mundana no tiene vínculo en el trato con el tema de la relatividad absoluta. La individuación absoluta no debe ser puesta bajo los rigores del espacio viciado y de la notoriedad de tiempo. La relación de la Región Absoluta no debe ser clasificada en la misma categoría de situaciones aflictivas heterogéneas, pues sus fases manifiestas no tienen indeseabilidad, hambre, sed, dolor, lamentación, etc.
El alma humana no necesita ser puesta en un cuerpo, ya que ella evidentemente es incorpórea en el más estricto sentido. No identificamos una reflexión con la entidad original, ni consideramos una chispa de fuego diferente a la llama misma; pero no necesitamos pensar que una reflexión o una chispa ha disminuido el valor total del Absoluto por su diferente situación. No necesitamos pensar que el absoluto infinitesimal es sólo un caso externo del cuerpo o que está entretejido con moléculas del marco. La individualidad está relacionada al todo y nunguna adición ni sustracción puede ser efectuada por la intersección de algo entre ellas, ni espacio ni forma. Esto ha dado origen a amalgamación o aniquilación de dos individualidades perspectivas o personalidades, en vez de una posición relativa externa. Así la relación y los dos lados de las personalidades no deben tener indeseable instigación de especulación mental.
El Señor Supremo ha pacificado estas concepciones conflictivas seguidas por los grupos de racionalistas, quienes basan sus argumentos sobre adquisiciones sensuales. El sustrato Absoluto tiene absoluta energía, de la cual absolutos infinitesimales, así como infinitesimales vidas condicionadas son emanadas o creadas.
La relación entre mente y cuerpo no necesita ser confundida con el vínculo trascendental de relatividad entre dos fases cuantitativas del Absoluto, ya que la relación cuantitativa no ha perdido la posición del Absoluto, ya que la relación cuantitativa no ha perdido la posición del Absoluto; o en otras palabras no necesitamos llevar un ser no absoluto o un pensamiento de no ser de entidad a la región del absoluto. La prohibición de intrusión por las entidades limitadas a la región del Absoluto en ningún caso debe ser negligida.
En conclusión, les agradezco a todos mis amigos por la espléndida respuesta que hicieron a nuestra humilde llamada y por la paciente audiencia que me han dado esta tarde. Tuvimos un tema muy vasto ante nosotros y poco es el tiempo que ustedes tienen. Así que esta noche estaré satisfecho con esta corta disertación y cierro mientras tanto el cráter del volcán de pensamientos sobre las Relatividades Trascendentales, que una vez tuvo su más fuerte explosión y agitación de alma ante Sri Sanatana Gosvami.
FIN