Publicado en
abril 11, 2010
Cierta madrugada venía por la carretera, como era de esperarse, mi pobre y destartalado LADA BLANCO se rompió, me tiré a la cuneta esperando que alguien me auxiliara y a los 10 minutos apareció un Mercedes Benz Kompressor impresionante a 190 Km./h pasando frente a mí.
En eso veo que el tipo del Mercedes da retro y vuelve hasta donde yo estaba.Ahí mismo se ofrece a remolcar mi pobre porquería y acepté enseguida, pero le pedí por favor que no corriera mucho, si no mi lada y yo, íbamos a ir a parar a la mier#%& (obvio). Y acordamos que le iba a hacer luces cada vez que el Mercedes estuviera yendo más rápido de lo aconsejado. Entonces, el Mercedes comenzó a remolcarme, y siempre que se disparaba con la velocidad, le hacia cambio de luz (lo pongo en singular, porque para variar, una de ellas estaba defectuosa y no funcionaba).En eso, aparece un Porsche Carrera GT, negro, polarizado, que intimida al Mercedes. Éste no deja que lo jodan y va a: 120, 130, 150, 190, 210, 240, 260 km/h. A mi pobre Lada le temblaba todo, y a mí también.Yo ya estaba desesperado y desfigurado del miedo haciendo luces como loco para que este par de hijos de put#%&; paren, pero a estos malditos no los detenía ni la concha de su madre... iban hechos un pedo...Por ahí, pasamos por donde estaban 5 policías, pero vieron el radar, que registró impresionantes 270 km/h. Entonces uno de ellos avisa por radio al resto:―¡Atención! ¡Atención! Dos conductores, uno va en un Mercedes Gris Plata Kompressor y otro en un Porsche Carrera GT Negro disputando la delantera a más de 270 km/h en la carretera... y muchachos... juro por mi vida, por mis hijos y por mi mujer, que atrás de ellos, pegado al Mercedes, viene un LADA BLANCO viejo y en la mierd#%&;, ¡¡prendiendo las luces para que lo dejen pasar!!