Publicado en
septiembre 06, 2009
El Presidente del Ecuador muere, y por piedad de Dios es llevado hasta el Cielo. Lo recibe San Pedro y comienza a tomarle los datos.
Una vez completado el formulario, lo pone en espera en una sala llena de relojes. Cada reloj tiene el nombre de un país diferente. Todos funcionan a distinto ritmo.
El Presidente se intriga y le pregunta a un angelito que andaba por la sala:
―¡Disculpa! Estaba observando los relojes y me he dado cuenta que algunos andan despacito y otros van rápido. ¿A qué se debe esa diferencia?
El angelito sonríe y le responde:
―Mira hermanito, con estos relojes Dios mide la corrupción del mundo. Por ejemplo, mira aquel de arriba de todo, pertenece a Suiza, ¿ves lo lentas que se mueven sus agujas? Es porque en Suiza no hay corrupción. Ahora mira aquel de más abajo, ese es el de Brasil, sus agujas giran rápidamente por la gran corrupción que hay en ese país.
El Presidente se queda mirando y ve como giran lentas las agujas de Inglaterra, Francia, Finlandia y otros tantos paises. Pero nota con asombro que ECUADOR no tiene reloj. Entonces, sorprendido le pregunta al angelito:
―He notado que mi ECUADOR no tiene reloj; evidentemente, ¡en mi país no hay corrupción! ¡El cambio se logró! ¡Me llena de alegria!
Y el ángel se muere de la risa y responde:
―¡HAAAYYY, NO MOLESTES TARADO! ¡El de ECUADOR está allá arriba y lo usamos como ventilador!