Publicado en
mayo 14, 2009
En la ciudad de México abrieron un restaurant con un letrero que decía:
¡COMIDAS EXÓTICAS!
SI NO ENCUENTRA LO QUE USTED PIDE, LE REGALAMOS UN MILLÓN DE PESOS
Un muchacho ve el letrero y se anima a entrar. Llama al mesero y le dice:
―Mesero, tráigame por favor unas hormiguitas negras rellenas de nalga de hipopótamo.
Y el mesero contesta: "¡Sí, cómo no!"
A los 5 minutos se las traen.
Al día siguiente vuelve a pasar y piensa: ¡ora sí me la van a pelar!. Llama al mesero y le dice:
―Quiero un caldo de cuerno de rinoceronte joto.
Y el mesero le contesta otra vez con tonito mamón: "¡Sí, cómo no Señor!"
Y a los 5 minutos le traen su caldo con todo y moñito, para que creyeran que era puto.
Vuelve a pasar por ahí y piensa: ¡vas a ver que lo que te voy a pedir! ¡Hoy no lo van a tener!
―¡Traeme unos sandwiches bien tostados, de chichis de sirena lactando!
Y el mesero, pensando y sudando le responde:
―¡Permítame tantito, señor! (Ahora sin el tono mamón).
Se tarda el mesero 5, 10, 15, 20, 25, 30 minutos... y llega con el millón de pesos del cliente diciéndole:
―¡Lo siento, señor! Pero no tenemos su orden. ¡Acaba de ganar usted un millón de pesos!
El cliente burlándose le dice:
―¡Ya ve, ya ve, no tenían chichis de sirena!
Y el mesero contesta encabronado y cagándose del coraje:
―¡No señor! ¡Es que se nos acabó el pinche pan Bimbo!